Resumen: Los celos son una respuesta a una ruptura del equilibrio emocional que surge cuando una persona percibe la amenaza o siente la posibilidad de pérdida, hacia algo que considera propio.

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La casa es grande, decorada con un estilo clásico-moderno; colores claros para dar más luminosidad junto a la luz que entra de los ventanales, molduras finas en paredes, techos y puertas, muebles esponjosos con estampados sutiles, y mesas de vidrio para un toque más sofisticado. Todo elegido por él, hasta el más mínimo detalle. Elle le había dicho que lo que él quisiera estaba bien, que comprara lo que necesitara sin importar el precio.

Haber iniciado esa nueva etapa de la relación hace seis meses había sido emocionante, comprar los muebles, elegir decoraciones en internet, ver imágenes de referencia en diferentes sitios. Light estaba tan feliz que no se dio cuenta que todo el proceso lo hizo solo, Elle siempre está ocupado.

Ahora se da cuenta que toda esta idea de vivir juntos puede que haya sido lo que Elle creyó que sería la solución a los problemas que ya tenían. Algo así como: ya no puedes creer que estoy viendo a alguien más si luego del trabajo vengo a casa contigo, en las noches dormimos juntos y en las mañanas amanecemos al lado del otro.

Según Elle, su novio padece de celos sin sentido, ve fantasmas donde no los hay, y eso ha sido el motivo de la mayor cantidad de problemas que han tenido desde hace un tiempo. Light por el contrario no se considera celoso, o quizá un poco, pero su mayor queja es que Elle ha cambiado. Sabe que su novio no es un hombre detallista, atento ni romántico, pero al principio lo intentaba, y aunque él sí tiene un corazón cursi, le fueron suficientes esos malos intentos de romanticismo, los cuales con el tiempo desaparecieron.

No puede quejarse, no puede decir: "¿y si un día me traes flores?" porque Elle siempre contesta: "sabes que yo no soy así". El problema es que alguna vez lo fue, alguna vez le llevó una flor casi marchita que había arrancado del jardín de quién sabe quién, ¿por qué ahora no puede hacerlo?

Si alguna vez lo hizo, puede volver a hacerlo, pero le queda claro que ya no con él. Por eso cuando algo se sale de la rutina, por más mínimo que sea, se siente ansioso. Por ejemplo, Elle es un hombre que ni siquiera se peina, pero últimamente lo ha visto poniéndose loción en las mañanas, ¿por qué?; hace cinco días Light le compró una caja de diez bombones de chocolate porque a su novio le gusta comerse uno luego de la cena, pero la caja ya solo tiene tres bombones y Elle solo se ha comido uno cada día, ¿dónde están los otros?; si Elle llega más tarde de lo usual, aunque sea por muy poco se pone mal, ¿dónde estaba?

Elle lo tacha de loco, y ha llegado a pensar que sí lo está, porque aunque le ha revisado el celular, la computadora y hasta la ropa a escondidas, jamás ha encontrado nada. ¿Realmente tiene a su lado al hombre más fiel del mundo o él es muy malo buscando?

Tiene miedo de no ser suficiente. Creció creyendo ser perfecto, que cualquiera se sentiría afortunado de estar con él, y se está dando cuenta de que no es así. Tiene miedo de que Elle encuentre a alguien más, alguien más fascinante e inteligente.

Por eso cuando Elle vuelve a casa esa noche, Light sale corriendo de la cocina a recibirlo con una sonrisa, con toda la disposición de que el día termine bien.

—¿Cómo te fue? —Pregunta Light de inmediato, tomándole el maletín para dejarlo a un lado.

—Regular —encoge los hombros y se acerca para darle un beso en los labios, el cual hace que la sonrisa del contrario se ensanche— ¿Y a ti cómo te fue? —Le devuelve la pregunta mientras le hace una breve caricia en la mejilla.

El corazón de Light se acelera. Quizá Elle no sea romántico pero esos gestos de cariño siempre lo derriten. Algo le dice que esta noche será diferente a las anteriores.

—Bien, un poco cansado pero bien. A Teru y a mí nos asignaron un caso que debemos tener listo para el viernes —responde, dando media vuelta para caminar junto a él hacía el interior de la casa— ¿Y a ti qué te pasó? ¿Siguen estancados en lo que me dijiste?

—No me lo tomes a mal, bebé, pero no quiero hablar más de trabajo por hoy. —Se deja caer en uno de los mullidos sofá, echando la cabeza hacía atrás mientras cierra los ojos.

La respuesta no le sienta nada bien a Light, entiende que esté cansado pero ¿por qué nunca le gusta hablar con él del trabajo? ¿Sus compañeros? Elle conoce todos sus amigos y él apenas unos cuantos. Sin embargo, intenta calmarse, de seguro está exagerando como siempre por lo que procura mantener la sonrisa.

—Entiendo. ¿Por qué no pasamos a la cocina? La cena está casi lista. —Usualmente regresa del trabajo una hora antes que Elle y aprovecha ese tiempo para ordenar un poco o ir avanzando con la cena. Hoy prefirió enfocarse en lo segundo para tener listo un fetuccini Alfredo que a su novio tanto le encanta.

El problema es que no recibe la reacción que imaginaba. Elle dice que está rico y es el único comentario que recibe, pero Light esperaba algo como: «¿Recordaste que éste es uno de mis platillos favoritos? ¡Que detalle! ¡Gracias! ¡Te amo!»; es ridículo de su parte haberse hecho un escenario como ese, siempre te enseñan que las cosas se hacen sin esperar nada a cambio... pero él sí quería ese reconocimiento a cambio.

—Elle... —murmura, jugando con el tenedor en la pasta luego de que gran parte de la cena haya sido llevada en silencio— ¿me amas?

La respuesta corporal no se hace esperar, el pelinegro deja caer el tenedor a la vez que echa la cabeza hacía atrás en señal de hastío— ¿Ya vas a empezar, Light?

El problema es que al haber hecho el movimiento anterior, Elle deja al descubierto todo su cuello, el cual tiene una marca roja a un costado de él.

—¿Quién te hizo eso...? —Pregunta, apretando los dientes y los puños.

—¿Quién me hizo qué? —Alza una ceja.

Light explota, da un golpe en la mesa con las palmas de las manos al mismo tiempo que se pone de pie, haciendo que la silla caiga al suelo por la brusquedad.

—¡No me creas idiota, Elle Lawliet! —su cuerpo tiembla y su visión se desenfoca— ¡Es obvio que tienes un chupetón en el cuello!

El aludido pone los ojos en blanco, también poniéndose de pie.

—¿¡Te refieres a esto!? —se acerca hacía él sin dudarlo, ladeando el cuello y señalando con el índice la zona— ¡Miralo bien, Light! ¡Es una puta picadura que claramente me rasque! —vocifera, tomando con la otra mano la parte trasera de la cabeza de su novio para acercarlo y que vea bien— ¿¡Ahora tus celos enfermos van a decir que me ando follando un insecto!?

En efecto, lo que Light ve en medio de la zona lastimada es una picadura y sabe que la piel de su novio es tan blanca y delicada que se enrojece por todo. Aparta la mirada apenado, queriendo llorar.

Elle lo suelta y regresa a la mesa, pero solo para tomar su plato y dejarlo en el lavaplatos.

—Se me quitó el hambre. No sé en qué momento pensé que esta noche sería diferente —dice mientras se limpia las manos con una servilleta, la cual deja a un lado antes de dar media vuelta y caminar hacia la puerta de la cocina—. Iré a descansar, si acaso eso no te molesta. —murmura con ironía.

Light tambalea, debiendo sujetarse del mueble de la cocina para no caer. No es como esperaba que terminara la noche.

—Elle... —lo llama con la voz quebrantada, sus ojos completamente nublados. El aludido se detiene pero no voltea— ¿me... me amas?

El otro suspira, sin embargo aún sin voltear, contesta: —¿Crees que seguiría aquí si no fuera así?

—Solo responde... —Pide temblando, necesita oirlo.

—No me agrada en lo que te has convertido. —Dice, aún viendo hacía el frente.

—¡Eso no es lo que pregunte! —Farfulla respirando agitado.

Elle vuelve a suspirar y esta vez sí voltea, pero solo la cabeza para verlo por sobre el hombro.

—Sí te amo, Light, ¿contento?

El aludido se muerde los labios para no romper en llanto, aún así asiente, cosa que a Elle le da la pauta para marcharse.

Una vez solo, Light se deja caer de cuclillas y se tapa el rostro con las manos, sollozando. Puede ser que Elle diga que lo ama, pero la forma en la que lo dice lo es todo, y cada vez parece más cansado de decirlo, como si simplemente ya estuviera aburrido de él y eso le da más miedo que una infidelidad, porque significa que no hace falta la presencia de un tercero para Elle deje de amarlo.