Última edición:
20 / 04 / 2021

Red fue a ese tan llamativo puesto de manzanas, el nunca lo había notado, tal vez si hacía falta salir de su casa, y no estar encerrado todo el día.

Saludando a las aves que pasaban por la calle, al fin pudo llegar al puesto la cual se llamaba "La Tienda de Manzanas", este tenía varias barriles llenos de manzanas, pero no había nadie, entonces el se sentó en una silla de madera para ver si llegaba alguien.

Como no tenía nada que hacer, en su mente repasaba pensamientos de sus primeras y últimas aventuras con sus amigos, el de alguna manera le gustaba pero el no lo sabía, sus pensamientos negativos le cegaba de todo lo bueno que a ocurrido en su vida, haciendo que dudara de todo, TODO a su alrededor, provocándole algo de bipolaridad de paso.

Paso una media hora y no venía nadie.

- Vaya perdida de tiempo, no debí a ver venido, tal vez el dueño del puesto me vió y se alejó para no llamar mi atención, me siento tan sólo sin mis amigos - El pensaba.

El cardenal estaba apunto de levantarse e irse de ese lugar cuando escuchó un gritó, algo femenino... - ¡ESPERA! - Esto llamó completamente la atención del rojizo, se volteó y vió como los árboles de alteraban cayendo una ave rosada pero Red no alcanzo a ver su rostro, no hasta que se levantó detrás del puesto peinando sus largas plumas en la cabeza mirando de frente en donde estaba Red que se había acercado a la mesa de la clientela.

Ambos se quedaron mirando de una manera incómoda por un rato hasta que la cacatúa rosa, que es su especie, rompió el TAN incómodo silencio.

- Em... - Ella estaba nerviosa por obvias razones - Bi-Bienvenido a este puesto de ma-manzanas... Red...

- Oh... ¿Tu eres... Ste... Stella no?.

- Claro, me da gusto que lo recordaras, ¿Qué te trae a este humilde puesto gran HÉROE DE ISLA PÁJARO?.

- Sólo quería comer algo... No sé... Nutritivo, y vi el puesto, no sabía que eras la dueña.

- No te culpo, no muchos suelen venir aquí, además... Tampoco yo te eh visto muy fuera de casa.

- Esto es extraño...

- ¿Disculpa? - Se veía algo molesta tomando mal lo que dijo Red.

- No, no, me refiero a que nunca había hablado formalmente contigo...

- ¿Por qué dices eso?, Además tu eras el de la actitud negativa antes, solamente escuchando cinco palabras dirigidas a mi por ti...

- ¿Cómo?.

- Si, la ves cuando te saludé y dijiste: "Ojalá pudiera decir lo mismo", ¿Recuerdas?.

- Oh si... Perdón, sabes que tenía problemas de ira en ese momento.

- Ah, bueno... Tienes razón en eso, perdón si te perjudique.

- No pasa nada, sólo me alegra que ahora nos llevemos bien.

- ¿Y bien, que vas a querer?... Oh espera... Adivino... Una manzana - Ella sonrió.

- ¡Claro, ¿Cómo lo supiste?! - Diciendo de manera sarcástica.

- Pura intuición... - Agarró una manzana de las cajas y de paso tomó un vaso de madera sirviendo jugo de un barril, que era de sabor manzana... - Ten, disfrútalo.

- Gracias...

Paso un momento y Red en la misma mesa que se había sentado, ya se encontraba comiendo su deliciosa manzana con su jugo del mismo sabor, Stella también andaba comiendo recargada en la parte delantera del puesto, pero ambos no decían ni una palabra, eso parecía...

- ¿Qué lo-locura la de haya no? - La rosada habló.

- ¿Cómo, hablas de... La batalla con los cerdos? - Concluyó Red.

- ¡Claro, fue increíble cuando nos comenzamos a lanzar de una resortera, parecíamos locos, jaja!.

- Es cierto, ahora que me lo recuerdas, eres muy ágil, parecías una profesional saltando por las torres como si nada, mis respetos - Recuerden que esto no es normal en el... Halagar a alguien.

- ¿Enserio? - A ella se les ruborizo las mejillas un poco por la vergüenza, no pensó que la fuese a halagar de esa manera - Bu-Bueno gracias, también tu estuviste genial al pensar bien la caída con la roca que chocaste, y estuvo épica la exploción que provocaste - Ella hizo su respectivo movimiento con el ala que se a visto en la primera película de Angry Birds.

- No es nada, era lo mejor que podía hacer después de toda la gente que lastimé con mis groseras palabras - Espera... ¿Lo dijo de verdad?.

- Un momento, este no es el Red enojón que conozco - Miró a Red directamente y el también lo hizo con una cara confundida.

- No te acostumbres, sólo estoy siendo amable, y si me provocas seguro que no sales con tu corazón intacto.

- Al menos estoy disfrutando el momento - Le dió el último trago a su jugo y lo colocó abajo en una caja de madera con diferentes trastos.

- Yo también, me hacía falta salir al aire libre.

- Sin duda es lo mejor que puedes hacer, yo siempre estoy fuera de mi casa dejando a mi familia, pero no es por que no quiera estar con ellas.

- Cuéntame más sobre tú familia... - Insiste Red.

- Bien... Mi familia está conformada por 5, yo, Poppy, una ave que le gusta tocar la batería, Willow, la tierna ave azul de gorrito pintora, Dahlia, una ave seria y muy inteligente, esa primeras tres son mis amigas.

- Entonces, ¿Son tu familia por qué...? - El esperó una respuesta.

- Nos prometimos siempre estar juntas.

- Ok, ¿Y él otro?, Falta un integrante más.

- Ah si... Mi... Hermana Gale... - Ella bajó la mirada.

- ¿Qué pasa con ella? - Red pregunta confundido.

- Es algo personal... Pero... Te contaré... Willow encontró un huevo en un bosque mientras buscaba ambientes que dibujar, entonces ella decidió cuidarlo, y nosotras la apoyamos... Menos Gale, ella suele ser algo egoísta, codiciosa, molesta, y todo lo contrario a alguien buena onda, pero por alguna extraña razón se volvió más molesta desde que llegó ese huevo a nuestra vida, ya pasaron unos días y tanto el huevo como la actitud de Gale siguen igual, no se que hacer... - Se desesperó un poco golpeando su vaso tirándolo al suelo - Ay... Perdón...

- No te preocupes, se lo estresante que es tener a alguien con mala actitud.

Stella se le quedó viendo a Red, ella intentaba no dar señal de una sonrisa de burla.

- Oye, no te pases, agradece que estoy en mi modo "Amabilidad forzada", entonces aprovéchalo - Dice Red con una sonrisa falsa.

- De acuerdo, pues ahora sabes mi historia... - Se quedó callada por un momento - ... Ahora cuéntame la tuya.

- Em... Ah... ¿Cómo empiezo?, Sólo te digo que me hacían mucho bullying en la escuela por mis grandes cejas, no tenía amigos, fin.

- ¿Qué, es todo?.

- ¿Qué más quieres, un beso en la mejilla?, Mi vida no es tan interesante...

- Me hubiera gustado saber como llegaste a Isla Pájaro, pero si no quieres hablar está bien...

- Si lo sé, mi actitud es horrible, pero si quieres hablar con este cardenal sera mejor que te acostumbres - Lo dijo burlón.

- Esa es la peor parte, pero ya me caíste bien...

La historia continúa...