Cap.#22: La Inauguración
Última edición:
09 / 07 / 2021
~Aviso: ¡Capítulo largo!~
Parece que en "Angry Birds" sucedió de todo cuando entro Stella para controlarse. Red le había entrado mucha curiosidad por saber más sobre la chica, resultaba que ella también tenía problemas de ira, es por eso que entró un tiempo en las clases. Le dieron de alta pero parece que llegó a su límite con la pelea de Gale, ahora ya tenía otra vez de frente a esa supuesta "feliz" gallina maestra de esas clases.
Todo avanzó con normalidad, Red al fin le quedó todo claro lo que había sucedido con la cacatúa rosa, de a poquito los dos se conocen mucho más. Matilda era la que no estaba tan feliz, Stella era algo parecida a Red en su actitud, la cacatúa no le gustaban para nada las clases, pero gracias a Red, no eran tan malas para ella.
Y así, concluyeron las clases, pero no sin antes recibir otra vez al alcalde.
6:30 de la tarde (18:30).
- Parece que llegué justo a tiempo, Señor Red, Señorita Stella y Matilda. - Saludaba el Sr. Picudo haciendo una reverencia.
- Igualmente señor alcalde. - Saludó Matilda agitando el ala.
- ¿Qué lo trae por aquí?. - Pregunta Red de alas cruzadas en un tono serio, como siempre...
- Vine por Stella.
- ¿A mi?... Am... ¡Hola!, ya no soy una niña para que vengas por mi como si fuera el kinder. - Responde la cacatúa algo molesta.
- No es por eso, sólo quería aprovechar a que estuvieras aquí para recordarte de la gran inauguración que tengo planeada, ya consideré empezar a trabajar.
- Pues peor... ¿Ahora quieres que trabaje como esclava?.
- ¿Qué?, No...
- Era broma, será un gusto trabajar en eso. - Comentó con una sonrisa.
- ¡Grandioso!, Siempre puedo confiar en ti, y mientras usted. - Miró a Red. - Señor Red. - El mencionado le prestó atención. - ¿Por qué está aquí?.
- El doctor me lo recomendó. - Dió un gesto de disgusto. - Tengo que controlar mejor mi ira, a mi cuerpo no le gusta para nada, si no lo hago me terminará dando un ataque al corazón.
- No sé a qué se refiere exactamente, pero me alegra que considere controlar su ira.
- ¿Y su ausencia?. - Pregunta mirándolo seriamente.
- Pues duré un tiempo aprendiendo de mis errores después del ataque de los cerdos, aún sigo en deuda con usted señor Red.
- Con que no vuelva a pasar, estoy conforme.
- Bien... - Se quedó callado unos segundos y luego vió a Stella. - Te veo mañana en la mañana en la alcaldía, ¿Está bien Stella?.
- Ok. - Responde.
- Pues ya está, me retiro. - Se fue ya más aliviado.
- Con que inauguración... - Habló Red llamando la atención de las dos chicas.
- Si, seguramente ya sabes que el alcalde le encanta trabajar en nuevas cosas, y una inaguración lo vuelve completamente especial. - Respondía la cacatúa.
- ¿Y tiene pensado en conseguir a las aves más habilidosas del lugar, no?. - Lo decía como si no le sorprendiera.
- Ya se a dónde quieres llegar, la respuesta es que te vayas preparando para mañana, avísale a Chuck y Bomb. - Miró a Matilda. - ¿Te parece bien si vienes conmigo a planificar mañana Matilda?.
- Si, con gusto. - Respondió con entusiasmo.
- Bien, ¡Nos vemos!. - Gritó saliendo de la casa, luego le siguió Red despidiéndose de Matilda.
- Supongo que tendré que acomodar todo yo sóla. - Se dijo así misma mirando el desastre que dejó Red con la estatua. - Muchas gracias Red. - Añadió sarcástica tomado una escoba y un recogedor recargados en la pared.
Al día siguiente...
Todo isla pájaro despertaba después de unas largas horas de descanso. Ya era hora de iniciar otra vez con los labores cotidianos.
Stella se levantó con pereza al saber que tocaba la inauguración. Entonces después de bajar por la gran resbaladilla que una vez construyó por diversión, se dirigió a la mesa en dónde sus amigas Poppy, Dahlia y Willow, se encontraban platicando.
Ella le empezó a dar nervios. Prometió que contaría lo que le sucedió el día de ayer ya que llegó directamente a dormir.
- ¡Buenos días Stell!. - Saludaron las tres aves al unísono con su típico tono de voz, Willow algo baja pero dulce, Dahlia seria y Poppy llena de energía.
- ¡B-Buenos días chicas!. - Devolvió Stella el saludo nerviosa.
Al parecer todas ya se habían puesto de acuerdo por que sus rostros cambiaron a uno serio.
- ¿Qué?.
- Sabes por qué te miramos así. - Comentó Poppy cruzada de alas.
- ¿Y bien... Ya nos contarás que fue lo que te paso?. - Pregunta Dahlia llena de intriga.
- Ok...
Una plática más tarde...
- ... Y así terminé en las clases de Matilda. - Terminó su narración la cacatúa rosa, la cual estaba incómoda con las alas cruzadas mirando el amanecer sentada en una silla pegada a la mesa.
- ¡Tenemos que encontrar a Gale!. - Gritó Poppy levantándose de su silla golpeando la mesa.
- ¡No, no! No tienes que hacer eso... - Stella la detuvo.
- ¿Por qué no? Ya es hora de que me conozca. - Exclamó molesta la cacatúa de mejillas rosas.
- Esta vez estoy de acuerdo con Poppy. - Dijo Dahlia.
- Em... No es necesario ponerse así chicas. - Decía Willow preocupada.
- Pensé que estabas de nuestro lado Willow. - Le dijo Poppy a la tímida ave de gorra.
- N-No me gusta la violencia.
- Bah... No es necesario buscar a Gale. - Comentó Stella sorprendiendo a las demás aves.
- ¿Qué?. - Pregunta Poppy aunque claramente escuchó aquellas palabras.
- Si ella no quiere ser parte de esta familia, será mejor dejarlo de intentar. - Decía la cacatúa sin dejar de mirar el amanecer.
- ¿Acaso si escuche lo que acabo de escuchar?. - Pregunta Poppy mirando a Willow y Dahlia, estas no tenían palabras.
- Ahhhh... - Dijeron las dos al unísono.
- No sé molesten en preguntarme, es obvio que tengo que dejar que Gale siga su camino. - Se levantó de la nada y miró a el trío de aves con unos ojos llorosos, estas se percataron de ese rostro y no hicieron más que mirarla directamente sorprendidas. - ¡Ya quiero ver su cara cuando se de cuenta de su estúpido error!. - Gritaba con una voz quebradiza.
Las tres se quedaron calladas mirándola llorar, hasta que ella se limpió las lágrimas y puso una cara seria.
- Quiero despejar mi mente. - Comentó ya más calmada pero totalmente seria. - ¿Les gustaría ayudarme en la inauguración que el alcalde tiene planeado?. - Las miró fríamente.
- ¿De acuerdo?. - Dijo Poppy muy confundida al cambio repentino de actitud de la chica.
- Bipolaridad. - Soltó Dahlia alzando los hombros igual de confundida. - Te ayudaré. - Comentó con una sonrisa.
- Iré por... Mi hijo. - Decía Willow apunto de irse.
- ¿Aún no le has puesto nombre a ese huevo?. - Pregunta Poppy deteniendo a la ave de gorro.
- No... - Contesta cabizbaja.
- No te compliques, llámala.. Willow Junior, y si es niño, Willy. - Sugería Dahlia.
- No es muy original.
- Vamos chica, no es tan difícil.
- ¡Llámalo Poppe!. - Grita Poppy felizmente.
- Eso ni en tus sueños...
- Aww... - Se quejó algo deprimida.
Stella miraba la escena y de a poco se le formaba una sonrisa. Era muy gracioso ver a su familia en acción.
Unas horas después...
Red se encontraba en el aire libre en una mesa almorzando un sándwich de atún junto con un jugo de naranja.
Quienes lo acompañaban eran Chuck y Bomb también almorzando sandwiches. La única diferencia era el sabor de sus jugos. Mientras que el de Chuck era de durazno, el de Bomb era de mango.
Justo estaban en el área de comida. La plática no era tan interesante, solamente cosas sin sentido, como las pequeñas anécdotas algo cómicas de Bomb, y los romances falsos de Chuck. Red nunca quería hablar sobre el, por eso era el que menos hablaba, dos razones, uno, su actitud seria y malhumorada, y dos, no se le hace para nada interesante hablar sobre el mismo, a menos a que sea sobre su puesto del héroe de las islas, pero eso ya no importaba ya que su orgullo estaba bajando de las nubes.
- ¿Crees que si sigo llendo a las citas expréss, podré tener pareja?. - Era el turno de Chuck en la plática, entonces hizo esa pregunta esperando la opinión de Bomb.
- No lo sé viejo, eso depende de ti, y también la de las chicas con las que hablas, y que "claramente" se ve como te rechazan. - Respondió la explosiva ave.
- Es cierto... ¿Tu qué opinas Red?. - No recibió respuesta. - ¿Red?.
- ¿Eh... ? - El cardenal no prestaba atención por obvias razones, no le interesaba la vida amorosa de su amigo.
- ¿Me estás prestando atención?.
- No voy a fingir hacer eso para hacerte feliz.
- Oh... Bueno.
- ¿Oigan, saben dónde está Silver?. - Pregunta Bomb.
- Si, ella esta... No, no sé dónde está, me dijo que se iba a quedar en su casa pero no sé si se fue de ahí.
- Ha de estar ocupada, ya sabes, lo que haría alguien como ella, tareas, tareas y... Más tareas. - Aclaró Red dándole el último mordisco para acabarse su sandwich.
- Supongo que tienes razón, ahorita iré por ella, un cerebro como el suyo necesita alimentación.
En eso, alguien llega saludando e interrumpiendo la plática de los amigos.
- ¡Hola chicos!. - Claramente era una chica por su tono.
Los tres voltearon viendo a esa ave baterista de plumas amarillas y mejillas rosadas de nombre Poppy.
- ¿Tu debes de ser Poppy no?. - Pregunta Red curioso.
- ¡Si! ¿Cómo lo sabes?. - Responde con otra pregunta.
- Stella me contó mucho sobre ti, de todo lo que ha dicho supongo que eres la bufón del grupo, ¿No?
- ¡Oye, eso no es muy amable!. - Exclamó. - Ya, iré al grano, Stella me pidió que les avisara sobre la inauguración de isla pájaro, quiere su ayuda, hay mucho de que trabajar y no considerare un "no" como respuesta.
- ¿Eso del "no" lo dijo ella?. - Pregunta Chuck.
- Lo digo yo, ya sé que ustedes tienen habilidades útiles, entonces no creo que sea buena idea desaprovecharlos. - Comenta con una sonrisa.
- Ok... - Soltó Red en tono de molestia.
- De acuerdo. - Dice Bomb sonriendo.
- Ajá. - Chuck asentía con la cabeza rápidamente.
- Bien, vengan conmigo. - Hizo un gesto con el ala invitándolos a seguirla.
- ¿Tan pronto?. - Pregunta Red y este ve como ella le lanza una mirada amenazante. - Sólo decía.
- Yo iré por Silver, seguramente ella ayudará bastante en este tema. - Decía Chuck y se fue usando su gran velocidad.
Red y Bomb simplemente siguieron a Poppy a dónde los guiaba.
En la alcaldía...
Stella, Willow, Dahlia, Matilda y el Sr. Picudo se encontraban conversando sentados tranquilamente.
- ¿Y piensas poner una fuente en el centro?. - Preguntaba el alcalde interesado por la propuesta de Stella.
- ¡Claro! Se vería hermoso. - Respondió la chica.
- Y también podemos colocar flores alrededor. - Sugería Matilda en tono sereno.
- Podemos usar a Red como imagen de la fuente. - Comentó la cacatúa rosa.
- ¿Y por qué Red exactamente?. - Preguntó Willow con una sonrisa.
- ¿E-Eh?. - Ella no esperó una malinterpretación de lo que había dicho. - Por... P-Por que el es el héroe principal de las islas, e-es a su honor. - Contestó nerviosa.
- Lo que tu digas... - Dijo sin dejar de sonreír.
Stella le dió una mirada molesta.
- ¿Sabes cuando llegará Poppy con los demás?. - Pregunta Dahlia.
- No lo sé, pero no creo que llegue tarde.
En eso se abre repentinamente la puerta del pasillo escuchándose un eco del ruido por todo el lugar.
- ¡Ya volví, y traje refuerzos!. - Gritaba felizmente mientras avanzaba por la alfombra roja.
Después de Poppy, Red, Chuck, Bomb y Silver caminaban atrás de ella saludando a los demás.
- ¡Genial! Ya era hora. - Dijo Stella emocionada.
Cuando los las cuatro aves se incorporaron Bomb se le quedó mirando a Willow.
- ¿Esa no es la chica de las citas expréss?. - Pensó mirándola fijamente.
Willow se percató de la explosiva ave y también se le quedó mirando confundida.
- ¿Ese no es el chico de las citas expréss?. - Igualmente pensó.
Resultaba que ambas aves un día les tocó juntos en las citas expréss, así que por esa repentina charla que se les hizo muy bonita, nunca se les quitó la imagen del contrario. Pero por la mala suerte del destino, nunca se volvieron a ver tan cerca como esa última vez.
Así se quedaron unos segundos que ambos al mismo tiempo recuperan la conciencia y desvían la mirada algo sonrojados.
- ¿No se van a presentar?. - Pregunta Dahlia con intriga.
- ¿Acaso no nos conocen?. - Preguntó Chuck pensativo.
- Tú no me interesas Chuck, hablo de los demás, no estoy segura de sus nombres.
Chuck gruñó con molestia y decidió quedarse callado.
- Yo soy Bomb.
- Conmigo no es necesario pero que más da, mi nombre es Red, nada más.
- Mi nombre es Silver, un gusto conocerlas, menos a Stella.
Stella la miró indignada y luego la desvío con las alas cruzadas.
- No sé que traigan ustedes dos, pero no me interesa en lo absoluto, prosigamos a contarles las ideas que tenemos. - Contaba Dahlia algo enfadada.
Ya una vez todos puestos al corriente, era hora de empezar a trabajar.
*Se introduce música de fondo*
Ya era hora de una sesión musical, jaja. Disfrútenla si es que pueden ponerla mientras leen.
Pasó el día... Red y Chuck fueron mandados a traer materiales para la construcción de las estructuras que tenía en mente el grupo.
Bomb y Willow tenían la tarea de avisar a todas las aves de la isla para que pudieran ir a la inauguración una vez lista. Este se tiene planeado terminar antes de las 3:00, eran como las 11:00 cuando empezaron a preparar todo. Dahlia y Silver estaban pendientes del diseño de las estructuras como tiendas, cuartos, la fuente, entre otros. Fueron elegidas por ser las más inteligentes, es para que no hubiera algún error. Y Matilda se quedó con Stella para ir revisando que todo esté en orden, además de que también tenían el cargo de la decoración.
Los materiales habían llegado. Los diseños estaban terminados, ya era hora de trabajar en la construcción.
Se pidió la ayuda de varias aves fuertes. Ahí incluyendo al temible Terence. Incluso algunos polluelos como los Blues, Zoe y sus dos mejores amigos ayudaron a pintar las estructuras que ya estaban terminadas para darle su toque.
Otras aves como Bubbles y Hal, ayudaban en las cargas. Bubbles ayudaba bastante por su gran poder de inflarse. En el caso de Hal, el era bueno para acomodar lo que estuviese fuera de su lugar, cómo la decoración dentro de las tiendas y chozas con la idea de que fueran lo más cómodos posibles para el habitante.
Todos ayudaban en todo dependiendo de su habilidad, era algo muy hermoso de ver. Hablo de como se ayudaban entre sí las pacíficas, y algo enojonas, aves.
Stella mantenía todo en orden, algunas veces cosas se salían fuera de control, pero siempre la cacatúa encontraba la manera de calamarlas. Eso sí, tenía algunos roces con Silver, hablo de encuentros incómodos ya que estas están en una pequeña rivalidad, una razón probable era la amistad con el cardenal rojo, aunque este no se daba cuenta, eso por que ella lo ocultaban cuando el estaba cerca. Qué fastidio ¿No?.
*Se termina la canción xD*
Ya eran las 2:30, todo estaba apunto de ser terminado.
Justo a las tres en punto...
Todas las aves estaban juntas en un sólo lugar, estas estaban en frente de una enorme puerta de madera pintada de un color rojo. Estos estaban impacientes, y se oían varios murmullos entre ellos.
La atención fue robada inmediatamente por una voz ronca a través de una bocina.
- ¡Saludos queridos habitantes de Isla Pájaro!. - Decía la voz y todos clavaron su mirada a el pequeño alcalde la cual tenía un micrófono en el ala derecha. - ¡Sean bienvenidos a la gran reapertura del nuevo centro y mejoramiento de la isla que nosotros mismos trabajamos!. - Decía con alegría. - ¡Esto es un claro ejemplo de que un gran esfuerzo rinde frutos muy jugosos amigos, abran la puerta!.
Las enormes puertas se comenzaron a abrir lentamente.
La historia continúa...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro