Cap.#12: Esos Cerdos Verdes no se cansan
Última edición:
04 / 06 / 2021
Así como leyeron en el capítulo anterior, Chuck y Silver pudieron llegar a un acuerdo, aunque Silver no estaba muy segura en primer lugar, pero no quería lastimar más a su hermano de lo que ya estaba.
Antes de que pudieran hacer otra cosa, los dos hermanos invitaron a Red y Bomb para un picnic en la playa, eso para celebrar la reconciliación. Silver tenía la idea de ir sola para ir por Red para hablar de... Un asunto privado... Chuck, como siempre dudó, pero la dejó ir, no quería que ella se fuera por su causa, de todos modos el confiaba en los dos que no tenían algo en secreto.
Silver llegando a el hogar de Red, tocó rápidamente, pero recibió un incómodo saludo.
- ¡Ahh!. - Un grito molesto se escuchó junto con algunos pisotones en la madera. - ¡Ya te dije que no quiero tus sucias medias sudorosas para hacer ejercicio, yo no los necesito Matt, será mejor que te vayas o voy a hacer que ya no necesites usar medias!. - El cardenal abrió la puerta y se sorprendió. - Oh...
- ¿Quién es Matt?. - Preguntó Silver confundida.
- Alguien que en tu vida no querrás conocer... ¿Qué te trae por aquí?.
- Chuck y yo vamos a hacer un picnic, Bomb y tu son los invitados, la razón es por que ya nos conseguimos calmar.
- Está bien, entonces... Ahorita, o más al rato.
- Ahora, para eso vine, a y... También quería hablar contigo... A-Ah solas...
- Oh, de... De acuerdo, vamos... - El salió de su casa, al cerrarla bajo junto a Silver por las escaleras.
En eso llega una ave de color morado algo gorda con una cinta al rededor de la cabeza sosteniendo otro cinta y unas sudaderas.
- ¡Red!. - Gritaba la ave.
- ¡No Matt, no quiero tu ropa sudada!. - Responde Red enojado.
- ¡Vamos Red, si vas a ser el héroe de la isla necesitas estar en forma!. - Red lo estaba ignorando y a la vez caminando rápido con Silver agarrada del ala. - ¡Vamos!. - Grito rendido ya que estaba cansado de tanto correr, parece que el mismo es el que necesita la rutina diaria.
Ya con Red soltando a Silver, caminaron normal hacía la playa, todavía le faltaban algunos kilómetros, es suficiente para una plática.
- Ah... Loco, el que necesita hacer ejercicio es él, no yo, ¿Qué se cree?, En fin, ¿Silver?. - Preguntó Red mirando a la mencionada y ella volteó confundida.
- ¿Si?. - Respondió.
Red se quedó callado con una mirada seria.
- Oh si, lo que te iba contar jeje...
- Mm-mm. - Afirmando.
- Pues, no creo que podamos ser... Digo.. ju-juntarnos más seguido. - Ella estaba sonrojada hablando despacio para no decir alguna tontería.
- ¿Cómo?.
- S-Si... Para que Chuck no piense que... Nosotros se-seamos... Ya sabes...
Red entendió y también se sonrojó.
- Oh si.. ya entendí, no me lo ti-tienes que recordar, mejor hablemos de otro tema sí...
- T-Tienes razón... - Silver estaba a su límite de sonrojez.
Mientras tanto en la Playa...
- ¡Bomb!, Me alegra mucho verte. - Decía Chuck dándose cuenta de la presencia de su amigo explosivo.
El canario se encontraba sentado en una gran manta de cuadros amarillos y blancos puesta en la arena, ya estaba listo con todo lo que harían en la playa, las botanas, juegos y otras cosas entretenidas para pasar el tiempo con sus amigos. De fondo las demás aves de la aldea también disfrutaban de los rayos del sol.
- No me lo perdería por nada, me gusta convivir con mis mejores amigos. - Decía el bribón lleno de alegría.
- ¿No has visto a Red y Silver?, Ya se tardaron demasiado.
- No te preocupes, ellos vendrán, ¿A poco no llegaste a un acuerdo con ella?.
- Si... Ya me acuerdo, pero no puedo dejar de pensar en que ellos podrían ser algo más, mi mejor amigo y mi única hermanita menor, no es por que me caiga mal Red... - Suspiró. - No sé ni siquiera cual es la razón de que no quiera a Red junto con Silver.
- Relajate compadre. - Le dió unas palmadas a Chuck sentándose a su lado con las patas cruzadas. - Tienes que ser fuerte, tanto mental como físico.
Chuck se quedó callado unos segundos. - Si, es cierto, vaya que si es raro escuchar eso proviniendo de ti.
- Tal vez el agua de la sabiduría está haciendo efecto.
- ¿Sabiduría, qué no habíamos quedado que sería el de la porquería?.
- No me lo recuerdes.
Ambos se quedaron viendo la nada sin mirarse el uno al otro recordando ese viejo y asqueroso momento.
- ¡Puaj!. - Soltaron al unísono.
Bomb volteó hacía atrás viendo que todo estuviera en orden.
- Oh mira quién viene haya... - Dijo él llamando la atención de Chuck y el también se dió cuenta.
- ¡Hola Chicos! - Se escuchó el grito de Silver a lo lejos y Red estaba a su lado levantando el ala agitando.
Ya una vez todos sentados se dispusieron a platicar un poco, Red y Silver a los lados, y Chuck enfrente de Bomb. Red comía un sándwich de atún recostado, lo sostenía con un ala y la otra la usaba para recargarse, Bomb seguía sentado con las patas cruzadas, Chuck estaba sentado pero con las patas extendidas, y Silver estaba acostada con la cabeza encima de una roca redonda.
- ¿Quisieran... - Red hablaba con la boca llena. - ... Hablar sobre.... - Tragó. - El tema de la familia...?
- Yo creo que no... - Respondió Silver.
- Mejor quisieramos olvidar un poco ese asunto y disfrutar el presente, la plática fue más incómoda de lo que esperaba, pero estoy satisfecho. - Contaba Chuck.
- Entonces... ¿Quién quiere jugar a las cartas?. - Sugirió Bomb sacando una pequeña caja rectangular de metal.
- Pero... Tu no sabes jugar a la baraja. - Dijo Red.
- ¿Quién dice?.
- Las veces que has perdido sin tener que hacer ningún movimiento.
- Esta vez será diferente...
- Ya veremos... - Dijo Chuck con una mirada retadora.
- Oigan, ¿Qué es eso que viene haya?. - Pregunta Silver apuntando, entonces todos voltearon viendo algo a unos kilómetros dirigirse rápidamente.
- ¿Pero qué?. - Dice Red sorprendido.
- Más bien, ¿Qué son las cosas que vienen haya?. - Dijo Bomb confirmando ya que varias cosas se enfocaron en su mirada.
- ¿Qué no son... Pays?. - Afirmaba Chuck.
- Oh no... - Dijo Bomb preocupado.
- La velocidad de la trayectoria que están llevando es demasiado rápida, entonces todavía tenemos 15 segundos para mantenernos a salvo de ser... - Silver fue interrumpida.
- ¡Aguas!. - Gritó Red para luego ponerse detrás de Bomb, Chuck y Silver hicieron lo mismo, Bomb sólo usando la manta cuadrada se tapó, los pays ya iban a impactar.
En un momento para otro, todos los pays acabaron embarrando la arena, y algunas aves que estaban cerca, pero lo más gracioso, es que un pato que estaba leyendo un periódico sentado en una silla cerca de Bomb y los demás levantó la mirada diciendo un: "¿Cuack, qué?" y le cayó un pay directo en toda la cara.
- ¡Cuack, no otra vez, cuack!. - Se quejaba.
Bomb se quitó la manta llena de pan y glaseado del rostro.
- ¿Supongo que ya saben quién fue?. - Suponía Red.
- No hay que ser un genio para saberlo. - Decía Silver.
Pero antes de que pudieran hacer otra cosa, un globo de color verde con una carta amarrada en el hilo se estaba acercando, Red avanzó un poco y arrancó la carta del globo haciendo que este se fuera flotando en la nada.
Queridas aves...
Lamento haberles echo esa pequeña broma, pero recuerden que aún seguimos en tregua, solamente queríamos verificar que no hay problema si les hacemos unas cuantas, y claro que ustedes también pueden devolverlas.
Con cariño Leonard, XOXO
Red había terminado de leer, todos habían escuchado ya que el lo leyó en voz alta. - Mm... Ya que... Eso es mejor a que empiecen otra vez con su obsesión con los huevos...
- Pues volvemos a las bromas, ¿Qué le hacemos a los cerdos, lluvia de arena, bombas de pintura?. - Decía Chuck emocionado pero Red se mantenía callado viendo el mar.
- Red... ¿Estás bien?. - Preguntó Silver preocupada.
- Oh... Si, Aggh. - Se daba unos golpes en la garganta, parecía que se estuviera ahogando. - No... Pasa... Nada... Estoy... E-Estoy...
Silver rápidamente lo tomó del ala para levantarlo ya que se estaba cayendo, luego de unos golpes Red logró toser fuerte tratando de sacar lo que le estaba obstruyendo el paso del oxígeno, pero algo extraño fue que al toser sacaba pequeñas chispas y ráfagas de fuego de su boca dejando a los tres sorprendidos, así terminando desmayado.
- ¡Red, Red, responde, rápido chicos llamen a un doctor!. - Gritaba Silver preocupada cargando a Red con ayuda de Chuck, Bomb fue corriendo para traer ayuda, igualmente las aves alrededor se preocuparon.
En otra isla...
Un cerdo gordo estaba riendo en encima de un gran pilar de madera, y a su lado en el mismo estado una pequeña cerdita de cabello castaño y sudadera azúl cielo.
Era un castillo enorme, era Isla Cerdito en donde una enorme manada de cerdos color verde vivía, al frente del castillo se encontraba la gran aldea en dónde los cerditos convivían. Justo en la playa en frente de la dirección en dónde se encontraba isla pájaro estaban los cerdos que causaron la estampida de pays.
- Hay Courtney, viste la cara de las aves. - Con un tono burlón decía el cerdo mayor, este tenía una barba verde al igual que su color pero más oscuro, su vestimenta era de un sóla corona en la cabeza, era el rey entre los cerdos.
- Si, jajaja, vaya que te pasaste con la cantidad Leonard. - Le respondió la cerdita también riendo.
- Espero que no hayan tomado a mal esa broma, solamente quería volver a como era antes, una rivalidad divertida aunque ya no sea por los huevos, no se como es que me llegaron a gustar los huevos, ahora me dan asco.
- Tal vez simplemente cambiaste de gusto, menos mal que no llegaste a comertelos, te hubieran considerado un total monstruo come hijos.
- Es cierto, no es tarde para cambiar, jaja, no puedo esperar con que broma me podrían sorprender Ross...
- ¿Ross?.
Leonard se dió cuenta de lo que dijo y miró a Courtney preocupado.
- ¿Quién es Ross?. - Preguntaba la cerdita confundida.
- Ah... Nadie especial... - El rey cerdo bajó por unas escaleras deprimido con la mirada abajo, eso a Courtney no le gustó nada y fue con él bajando igualmente.
La historia continúa...
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