Cap.#11: Con eso es Suficiente
Última edición:
31 / 05 / 2021
Afuera de la casa de Chuck....
Ya eran las 2:30 de la tarde, faltaba poco para la plática que Chuck había planeado, y el mismo no podía faltar.
- Bien Bomb, necesito que me apoyes en esto. - Decía el canario amarillo.
- Relajate compadre, sólo necesitas confianza, y yo confío en que puedes arreglar las cosas con Silver. - Respondió el mencionado.
- Gracias amigo, bien, iré a arreglarme...
- Pero si no vas a ir a una cita...
- ¿Quién dijo que arreglarse es solamente para las citas?.
- Am... No importa, yo me voy a mi casa, esto lo tienes que hacer tu solo o no te vas a ganar la confianza de ella. - Se fue hacia otra dirección. - ¡Nos vemos!.
- ¡Bye!, Bien... Supongo que es hora de mi manicure. - Dijo para después usar su velocidad subiendo a su hogar la cual tenía que subir de una escalera de espiral en un árbol.
En la Casa de Silver...
- Oh no... Ya faltan 15... Y no estoy lista. - Silver estaba estresada. - Bien, cálmate, vas a llegar y arreglar las cosas, es así de fácil, no hay por que complicarse, ¿Verdad?. - Estaba hablando sóla mientras caminaba en círculos.
Por última vez vió la carta, se puso a pensar en todo lo que su hermano había echo por ella, no era por que quisiera meterse en su vida, la protección siempre fue lo que le daba ese canario, entonces se armó de valor y salió de su casa, aunque primero fue por Red, ella quería algo de apoyo de su mejor amigo.
En el parque...
Chuck había llegado al parque, buscó algo en donde sentarse, estaba nervioso, nunca había llegado a ese punto de su vida en el que tenía que confrontar a la decisión de su hermana, ella ya no es una niña, el todavía no lo entendía del todo, el nunca llegó a pensar en que ella llegaría a tal punto de querer negarse a lo protección que le ofrecía. Todo eso lo llenó de preocupación, y tristeza en el interior, pero aceptó su destino.
Encontrando un buen lugar, se sentó en una banca larga a un lado de un camino de arena encima de un pastizal, los niños jugaban entre los variados juegos, eso a Chuck le daba bonitos recuerdos cuando él jugaba con su pequeña hermana menor, entonces prefirió dejar de verlos, poniendo la mirada en la nada.
En otro lugar...
Red y Silver caminaban juntos platicando, pero no de un tema que hayan elegido.
- No quiero que me sigua protegiendo de más, pero... Quiero que el siga siendo mi hermano de corazón, no sé que hacer... ¿Qué tal si... No acepta el acuerdo?. - Le contaba Silver a Red.
- Lo hará, si en verdad es tu hermano, no le importará las decisiones que hayas tomado, si no, te amará por como eres en realidad. - Respondió el cardenal.
- Wow Red, desde cuando te volviste tan bueno en esto de la familia.
- Desde que supe que Chuck tenía una hermana molesta. - Decía con sarcasmo.
- ¡Oye!. - Se rió golpeando el ala del contrario.
- ¡Auch!. - Se quejó ya que el golpe era más fuerte de lo que esperaba.
- Pero ya, hablo en serio, ¿Crees que me acepte?.
- Eso preguntaselo a él. - Apuntó hacía una banca en dónde había una ave amarilla, era Chuck.
Pues mientras Silver platicaba no se había dado cuenta que ya estaba en el parque, luego de ver quién era volteó y vió a Red que estaba por alejarse, entonces lo llamó por su nombre tomándolo del ala.
- ¿Qué pasa Silver?. - Pregunta el cardenal ya teniendo su atención en la halcón.
Silver con determinación le dió un pequeño beso en la mejilla la cuál hizo que tanto como ella y el se sonrojasen.
- Esta es mi forma para agradecerte por el apoyo que me has estado dando. - Decía en tono sereno, acto seguido, se fue con su hermano.
Red acarició su mejilla una vez ya Silver se había ido. No evitó sentir el rubor. Entonces se fue con una sonrisa en su rostro.
Ya con Silver, ella lentamente se dirigió hacía la banca en dónde su hermano andaba esperando, este no se daba cuenta ya que estaba posado en el lado contrario de dónde avanzaba Silver, tenía su cabeza encima de su ala, ella tomó aire y se sentó sin hacer ruido alguno.
- Em... - Estaba apunto de decir algo pero el canario comenzó a hablar, lo raro es que el todavía no sabía de la presencia de la halcón.
- Recuerdo la vez que nació... - Estaba hablando consigo mismo, y Silver se había quedado callada.
- Mi padre nunca me dió amor sincero por ser una especie diferente a la de un halcón... Incluso me maltrataba... - Seguía contando Chuck. - ... Hasta que ella llegó a nuestras vidas, él con sólo saber que era de su especie, la quiso como su única hija, pero no me importó, yo siempre cuidé de ella, mi madre me había dado el apoyo suficiente para seguir mi vida, y tú... Silver, me diste la razón de valorarla, perdón... Sólo te quiero decir perdón por ser sobreprotector, pero... No quiero que me abandones, eres lo único que tengo, quisiera decirte que si puedes... Tener... Pa... Pare... Aggh, hasta me es complicado decirlo, no es por que no me agrade la pareja que vayas a elegir, si no, no puedo ni imaginar lo que te él te podría llegar a hacer, o ella... Si es que... Te gusta tu mismo género...
Silver hizo una cara de asco.
- Pero ese no es el punto, quiero decirte que no creo que tu pareja pueda darte el mismo amor que yo te eh dado, que no te sientas feliz con él, y yo ya no esté ahí para ti... Prometí que no te abandonaría hasta la muerte como lo hizo mi padre... Aunque todavía no sé lo que le pasó a mi madre... - Suspiró. - Te amo hermanita...
- Y yo a ti hermanito. - Dijo Silver asustando a Chuck junto a un grito de parte de este, después de una respiración agitada por unos segundos, el canario la vió.
- Silver... - Afirmaba - Ah... Em... - Tenía su ala en la nuca lleno de vergüenza. - Supongo que ahora lo sabes todo... - Bajo la mirada.
- ¿Enserio nuestro padre te trató así?.
- Am... Sí... - Decía con una voz apagada.
Silver se le quedó viendo a Chuck que tenía la mirada abajo lleno de decepción, nunca lo había visto tan deprimido, después ella lo abrazó fuertemente sorprendiendo a la ave amarilla.
- Gracias Chuck, gracias por todo lo que hiciste para seguir adelante, gracias por cuidarme, estoy orgullosa de ser tu hermana. - Las lágrimas salían de ella, Chuck había quedado en shock, entonces respondió devolviéndole el abrazo.
- Sil, no tienes por que agradecerme, yo lo hice por que te amo, y nadie me obligó a hacer lo contrario, aunque mi padre haya si do así conmigo, no significa que ya por tener una desaprobación familiar, no siga mi vida, eso no significa nada si esa persona no te ama, en el caso de nuestra madre, ella si me apoyó y me hizo entender que hay personas que siempre te amarán...
- Como yo a ti.
Los dos se soltaron del abrazo, pero Chuck miró a Silver con una mirada de preocupación.
- Chuck... Tu ya no tienes nada de que preocuparte, Red...
Chuck lanzó una mirada seria.
- Red y yo no somos nada, ¿Ok?, Haya en la playa le iba a decir que le agradezco que me vea como alguien especial igual que tu y Bomb. - Decía Silver.
Chuck quitó su actitud seria con una feliz.
- Bueno... - Cambió a una actitud de preocupación. - Si quieres, si puedes tener pareja... ¡Sólo tienes que consultarlo conmigo!. - Gritó con enojo pero luego se puso a pensar. - Ah... Perdón, no, no tienes que...
- No me parece bien. - Interrumpió Silver - Cuando vaya a tener una pareja, lo consulto contigo, así tendrás menos preocupación, y sabrás quién será mi novio, con eso será suficiente.
- Más bien, quién será el afortunado de tener a mi hermana. - Decía Burlón.
- Ah, basta, me haces sonrojar, entonces... ¿Hermanos?.
- Nunca dejaremos de ser hermanos. - Ahora el fue quién dió el abrazo y Silver correspondió, aunque en Silver se lo notó un rostro de preocupación.
- Mi trabajo aquí está hecho... - Era Red que había visto a las dos aves platicando desde otra banca.
- El mío también. - Otra voz hizo que Red volteara confundido.
- ¿Bomb, cuándo llegaste aquí?.
- La verdadera pregunta es... ¿Por qué estamos aquí?.
- Eres más sabio de lo que aparentas Bomb...
- Entonces si ya todo se arregló, voy a ir a mi casa para echarme un baño con agua. - Se fue.
- Retiro lo dicho...
Con Silver...
Silver se puso a pensar en el problema que tenía ahora. Sus sentimientos le pertenecían a un cardenal rojo en especial. Pero ahora estaba en juego su hermandad con Chuck.
- Esto lo hago por ti hermanito... - Pensó ella aún abrazada con Chuck.
La historia continúa...
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