━━ XXVII | juicio
❝ Te prefiero porque te necesito. ❞
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baltimore, maryland | congreso de la unión sede en maryland | lunes, agosto 30, 2021, 8:10 a.m. | actualidad.
CHRIS Y LARISA ENTRARON A LA CORTE TOMADOS DE LAS MANOS, mostrando su supremacía como pareja. Chris estaba nervioso por la nueva asamblea, fueron citados para continuar con el proceso de divorcio, Mara no quería dar su brazo a torcer incluso aunque su actual pareja fuera del matrimonio estaba pagando su estadía en Baltimore, ¿qué más codiciaba aquella mujer?
—Recuerda que no vienes solo, estamos juntos en esto— La pelirroja apretó su mano, haciéndole sentir su compañía en todo momento.
Lo había visto sufrir incontables veces cada que Sarah abandonaba la hacienda para volver con su madre, quien siempre venía puntual e incluso temprano a propósito para limitar su tiempo juntos, pero Larisa siempre encontraba la manera de hacerla esperar y respetar los tiempos de Chris.
Chris entró al tribunal acompañado de su amada, atrás de él venía Jano, quien se había negado a ser su abogado en un principio, pero accedió después de conocer la historia de Evans. Estaba nervioso por saber la resolución del juicio y el dictamen del juez, incluso Larisa lo había apoyado como compañera de Jano, verla defender lo que creía justo y correcto, sentirse respaldado por su cariño y saber que todo aquello que creyó los separaría ahora los une le llenaba de seguridad.
Chris Evans confiaba en Larisa Lamb, no por ignorancia o ceguera, ni por miedo, confiaba en ella porque la confianza es una decisión de amor. Y fue ahí, en ese preciso lugar, en ese preciso momento en el que se dio cuenta de que no había otro lugar para estar que al lado de su amada, llegó a la realización de que no era un simple "quiero" caprichoso como al inicio de su relación, amaba a Larisa.
—Suba al estrado señor Evans— Ordenó el juez, él se levantó ante las miradas de los presentes y entre ellos, los ojos verdes que ahora, se daba cuenta que amaba.
—¿Qué fue lo que sucedió aquella tarde?— Preguntó el abogado de Mara, quien estaba empeñado en quitarle cualquier derecho como padre de Sarah.
—Yo llegaba del trabajo para ver a mi entonces esposa, quien se encontraba con su amante, en el momento en que yo abrí la puerta me pareció sospechoso que no estuviera para recibirme ya que comúnmente ella siempre estaba ahí, cuando subí no noté nada sospechoso hasta que revisé el armario, en el suelo se encontraba el reloj del que fue el padrino de bodas, seguido de eso encontré dinero escondido por diferentes puntos de la casa— Chris estaba a punto de continuar pero fue interrumpido.
—Objeción, su señoría— El abogado mediocre de Mara se alzó ante el juez en media testificación —¿Realmente es relevante si estaba ahí para recibirlo o no?, ¿acaso ella debía estar siempre a su entera disposición?— Chris dudó un poco para responder.
Jano rodó los ojos ante la pregunta idiota del abogado, no encontraba la relación con lo que Evans estaba diciendo, por lo que podía deducir que Mara solo quería que Chris quedara como un mal hombre ante la corte para quitarle derechos sobre Sarah.
—Su señoría si me permite, quisiera puntualizar que la pregunta que ha realizado mi 'colega' no tiene ninguna congruencia con la testificación de mi cliente— A pesar del intento de objeción del abogado de la rubia, el juez dio razón a Jano, puesto que tampoco observó la relevancia de la pregunta.
El juicio continuó ahora con la participación de varios testigos, difíciles de reunir pero con el incentivo monetario correcto pudieron ayudar a Chris a demostrar que realmente era el padre entregado que él aseguraba ser, el padre que cuidaría de su hija hasta el fin de su vida. Todo marchaba a su favor, Jano se preparaba para la cereza del pastel del juicio.
—Que pase al estrado la siguiente testigo— Todos quedaron boquiabiertos al ver caminar a Larisa al estrado, incluso Chris quien no se esperaba que fuese a testificar.
—¿Puede decirme cuál es su relación con el señor Evans?— Ella sonrió con satisfacción.
—Soy su novia— El abogado de Mara enarcó una ceja.
—¿Entonces usted ha convivido con la menor?— Sabía para donde quería tomar rienda, pero ella no se dejaría.
—En efecto, Chris y yo hemos convivido con Sarah este último mes, la hemos visto desenvolverse como una niña normal y él ha sido un gran apoyo para ella— Larisa miró a Chris con orgullo, lo que decía era cierto, le había demostrado ser el padre ejemplar que le aseguró querer ser.
—Y dígame, ¿qué actividades hacen juntos?— Cuestionó con dureza.
—Lo que ella quiera, colorear, jugar deportes, cocinar bajo nuestra supervisión, ver películas, hacemos sus deberes antes de que comience la hora de juego— Respondió honestamente.
—¿Y no salen de paseo?, ya sabe, al parque o al zoológico.
Larisa se tensó, borrando cualquier rastro de la sonrisa por cortesía que tenía anteriormente, quería escapar de ahí, sabía que todo a partir de esa pregunta iba empeorar de formas descomunales. Jano rápidamente levantó la mano sabiendo a dónde iba el abogado de Mara, la rubia en su asiento sonreía ampliamente.
—Objeción, su señoría— Pidió Jano con fuerza.
—Denegada, continúe abogado— Dio la orden el juez.
—Gracias, es bien sabido que la testigo Larisa Lamb es una figura pública dentro de nuestro estado y no sólo eso, sino que recientemente ha sido blanco de uno de los homicidas más peligrosos del país, ¿realmente la hija de mi clienta está a salvo con el señor Evans estando la señorita Lamb de por medio?— Esto dejó seco a Chris y Larisa ahora se sentía culpable.
Sabía que el tema saldría a la luz, por lo que tenía pensado qué decir, pero no sabía cómo actuar para que aquello fuera tan convincente como lo era en su mente.
—Tenemos los medios para proteger a Sarah— Aseguró Larisa con firmeza.
—¡Ella no debería quedarse con ustedes!— Mara se levantó de su asiento gritándolo —¿O me negaras que no deseas conservar la custodia de Sarah junto a Chris porque no puedes tener hijos?— Mara gritó aquella pregunta, dándole a Larisa donde más le dolía, su imposibilidad de tener a sus propios hijos.
Se mordió el labio aguantando las ganas de llorar, ese no era su objetivo, Sarah no era un objeto, tampoco ningún tipo de "consuelo", Sarah era un ser humano que merecía tener la presencia de su padre en su vida, sentirse amada y apoyada por su figura paterna, Larisa defendía su derecho a tener personas que la amen desinteresadamente porque quien desea tener hijos también debe desear amarlos.
—Orden en la corte— Ordenó el juez con voz imponente.
—Deseo profundamente que Sarah sea feliz, y ella es feliz junto a su padre— La pelirroja asintió varias veces con la cabeza, mirando a Chris quien la miró con melancolía.
—Gracias por su declaración. Se agendará una última visita para dar el veredicto sobre la custodia de la menor Sarah Evans, se levanta la sesión— Hizo golpear el fino martillo en su atril, dando por terminada la hora tortuosa.
Chris y Larisa se encontraron afuera, debían regresar a un espacio seguro para seguir investigando el paradero de Dominic quien sospechosamente estaba silencioso y más escondido que nunca, ya no podían dejarlo a la deriva, mucho menos si representaba un riesgo para Sarah, ambos manifestaban querer protegerla y debían probarlo. ¿Por qué Dominic no manifestaba señales de vida?, ¿qué estaba tramando?
—Voy por el auto, ya vuelvo— Chris le besó la sien y descendió las escaleras para buscar el auto mientras Larisa esperaba su llegada.
—No me vas a ganar— Mara se encontró con Larisa en la entrada del congreso, mientras todo el equipo de los Lamb se retiraba —¿Crees que tu dinero hará que renuncie a mi hija?
—Yo no soy quien pidió 10 millones de dólares para renunciar a la custodia de su hija— Respondió Larisa con fiereza —Sé lo que las mujeres como tu desean, he vivido con personas así toda la vida y te advierto que no tendrás ni un solo centavo mayor al que te corresponde por la manutención de Sarah porque tu ya no eres la señora Evans— Apuntándola con el dedo, le recordó su estado civil actual, desde hacia unas semanas el divorcio estaba legitimado y no había ninguna fuerza legar que los obligara a estar juntos, Chris ya era un hombre libre.
Cuando el divorcio se oficializó por medio de la firma al adelantar el proceso, Mara pidió 10 millones de dólares a cambio de la custodia, aquello le causó un malestar tanto a Chris como a Larisa quienes se sentían consternados por la poca importancia que precisaba tener Mara en torno a Sarah. Al no tener un acuerdo prenupcial, ni estar casados por bienes mancomunados, Mara Evans no tenía derecho alguno a ninguna de las posesiones materiales de Chris, sin embargo, aún tenía poder sobre Sarah, mismo que Larisa se encargaría de distribuir equitativamente por el bien de la niña.
Mara suspiró —¿Y tu crees que se casará contigo solo porque se divorció de mí?— Preguntó sarcástica.
—Nuestra relación es algo que a ti no te incumbe, quien lo dejó fuiste tu— Le dedicó una mirada de desagrado, poniéndola en su lugar —Madura y hazte responsable de tus decisiones— Mara se retiró murmurando insultos hacia la pelirroja, Chris alcanzó a verla marcharse y por el rostro de Larisa, supo que algo malo le había dicho.
Ella se acercó al auto de su amado con una sonrisa que Chris correspondió, dejando de lado la amargura de la rubia, Larisa era lo suficientemente fuerte ahora para no dejar las palabras de otros inmiscuirse en su relación. Él se bajó para abrirle la puerta pero ella fue más rápida y la abrió para subirse por sí misma, Chris le sonrió de lado terminando de cerrar la puerta recargándose aún en la ventanilla observándola acomodarse y quitarse los tacones dentro del auto.
—¿Así que somos novios?— Preguntó Chris con burla aún fuera del auto haciendo alusión a las palabras de Larisa en el estrado.
—Si, me desperté esta mañana y se me antojó ser tu novia— Respondió de la misma forma, satisfecha con su autoconfianza —¿Objeciones?
—Estoy a sus pies, abogada— Él rio coquetamente adentrándose al auto, relamió sus labios después de besarla y le dijo —Bueno novia, ¿qué destrozos quieres que causemos por la ciudad?— Preguntó juguetonamente ante la mirada de su ahora oficialmente novia.
—Creo que sé de un lugar que podemos destrozar.
Antes de que Chris pudiese besarla nuevamente, una roca impactó en medio de ambos rostros sin llegar a golpearlos. En un ligero estado de shock, Larisa se apresuró a tomar la roca entre manos mientras Chris aceleraba como alma que lo lleva el diablo temiendo alguna balacera o que otra roca consiguiera impactar esta vez en el frágil cráneo de Larisa.
Con el papel entre las manos, su cuerpo sudando y sus dedos temblando, Larisa desdobló el papel leyendo en mayúsculas con una tinta roja oxidada que pudo intuir era sangre "TE NECESITO", gritó dentro de su asiento con miedo, Chris no despegaba la vista del frente mientras manejaba, se saltó dos altos para llegar más rápido a la oficina de policía para analizar la roca.
Dominic estaba devuelta.
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Hola hola, hoy tuve el día ocupado y no pude actualizar hasta ahora, Dominic está devuelta AAAAAAAAAAA
¿Realmente lo está?
Sin más qué decir, disfruten de su lectura y nos leemos el martes.
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