━━ XIX | kvinne
❝ Te conozco muy bien, te he visto crecer cada día. ❞
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
baltimore, maryland | firma condesa | viernes, julio 11, 2021, 2:30 p.m. | actualidad.
ABRIÓ EL ÚLTIMO SOBRE DEL CORREO, llevaba toda la mañana y parte de la tarde pensando en lo que había pasado la noche anterior entre ella y Evans. Había resultado ser un rotundo desastre, Jano los separó y comenzó a golpear a Chris por lastimar el corazón de su hermanita, Larisa salió del estado de ebriedad instantáneamente. Ada se encontraba en un momento muy cachondo, el cual tuvo que interrumpir para ayudar a Lari a separar a su hermano el idiota y al imbécil de su exnovio quien no se defendía, Santino se había ido temprano acompañado de una rubia y dejó a Evans solo en la calle. Todo se resumió para el cuarteto en que los tres fueran a casa y Evans pagara un taxi con el labio roto y la ceja sangrando.
Larisa trataba de orillar sus pensamientos al caso, habían tratado de reunir información, sin embargo, nada parecía cuadrar, era como caminar en círculos. Estaban buscando a una persona de sexo masculino que había atacado sexualmente y después asesinado a una mujer pelinegra de 22 años que resultó ser la hija de un senador "para variar" pensaba Larisa disgustada ante la idea de que solo los ricos reciben justicia. Igualmente, atrapar al feminicida y que dejara de atacar mujeres fuesen quienes fuesen era la misión principal. No se dio con el responsable pero debía ser una persona bastante inteligente porque no era la primera vez que lo hacía, ya había salido a atacar mujeres por las noches y solo hasta que empezaron a registrar los alrededores del lugar donde la atacó, se dieron cuenta de que parecía ser que tenía la zona marcada.
En cuanto a los incidentes raros cerca de la vivienda de Lari, ya había puesto denuncia en el vecindario, prometieron investigar, sin embargo no pasaba nada. Le llegaban notas de ese admirador secreto cada mañana, las desechaba inmediatamente creyendo que probablemente era Chris pensando que lo aceptaría de nuevo, pero eso sólo pasaría si él se redimía.
—Lari, te traigo más sobres, lo lamento pero no dejan de llegar— Entró su amiga, aunque tenía una oficina para ella sola, prefería hacer las cosas acompañada y qué mejor lugar que el despacho de la jefa —Santino te manda esto, fue el primer paquete que llegó esta mañana pero me dijo que no tuvo tiempo de dártelo— Dijo extendiendo una caja negra con letras blancas.
—No te preocupes, justo terminaba de acomodar algunos por aquí— Dijo despreocupada soltando algunos papeles que tenía en las manos para tomar los sobres y la caja, muchos eran sobre impuestos, permisos, cheques de beneficencia, personas que denunciaban delitos anónimamente, cualquier correo era bien recibido.
—Oye, que no se te olvide que hoy salimos a comer al restaurante que abrieron a dos cuadras ¡eh!, necesito un break de tanto drama entre Chris y tú porque la cafetería de este lugar ya sabe lo del club— Larisa la miró mal desde su escritorio mientras tecleaba y después asintió con la cabeza sin verla —Uy lo siento, es solo que esa tensión no se puede cortar ni con un cuchillo, están que arden aunque Evans parece rata atropellada después de la golpiza de Jano— Le había dado gracia el comentario de su amiga.
—Hablando del rey de Roma, me dijo Chris que querías comentarme algo, ¿qué sucede?— Cambió de tema.
—Lo que pasa es que ya mandaron a analizar los moldes de las suelas de zapatos que encontramos cerca del perímetro de la casa de la víctima y necesita tu firma para autorizar los análisis de las marcas del cuerpo post mortem— Larisa asintió con la cabeza
—Amm sí, dile que las mande con Santino más tarde, ¿sabes si ya tienen los resultados de las pruebas de la rama caída que mandamos a analizar el otro día?— Revisaba uno a uno los sobres, sin despegar su vista de ellos.
—No, pero préstame el teléfono y ahorita marco— Sin esperar la reacción de la pelirroja, Ada acercó el teléfono a ella y se dispuso a teclear los dígitos del departamento de investigaciones.
Al ir abriendo los sobres, Larisa se encontró con uno de color negro que no tenía remitente pero ella era el destinatario, no decía el nombre de la firma, sino que llevaba inscrito "LARISA LAMB" en letras mayúsculas con tinta blanca en una caligrafía perfecta, pulcra y legible, idéntica a la de las notas que recibía. Esto le llamó la atención, era llamativo, pensó que tal vez sería alguna persona que no quería que pasar desapercibida, sin quererlo la persona lo logró. Cuando abrió el sobre se extrañó al ver un USB, volteó a ver a Ada quien estaba hablando por teléfono igualmente extrañada al ver el pequeño artefacto entre sus dedos.
Esperó a que Ada terminara la llamada para ver qué era lo que contenía. Lo conectaron juntas a la laptop que tenía Larisa en su escritorio, lo peor que podía pasar era que tuviese un virus y Jano era muy buen técnico. Al registrarlo había un único archivo en formato .mp4, el cuál estaba guardado como "PARA MI DIOSA" en mayúsculas igualmente, ambas mujeres se miraron entre sí con cara de espanto y Larisa reprodujo la canción. Comenzó a sonar "More Than A Woman" de los BeeGees.
Larisa tragó fuertemente, sin prestar mucha atención a la letra, por un momento su espanto cedió ante la idea de que probablemente era una broma de mal gusto por parte de Evans o incluso de Santino en la oficina, quien era el más hiperactivo y confianzudo dentro de sus asistentes. Puso pausa a la canción, lo que sacó a Ada del transe macabro de escuchar la canción sonar repentinamente.
—¿Qué fue eso?— Preguntó Ada.
—No lo sé, pero trae a Evans inmediatamente por favor— Ordenó con molestia tecleando un mensaje a Jano.
Estaba dispuesta a un enfrentamiento verbal por reprender el "chistecito" de Evans, en su interior aquella irritabilidad cubría algo más profundo, rezaba porque verdaderamente fuera algún intento absurdo de reconquista de Evans, porque si no era así, sabía que había algo más turbio detrás. Tenía que ser él, de lo contrario se volvería loca.
Ada tardó unos minutos en sacar a Evans de su área dentro de la firma porque tenía varios pendientes con la recolecta de la información, ella sólo alcanzó a advertirle que no la hiciera enojar más porque ganas de matarlo no le faltaban. Al entrar al despacho estaba Santino parado a un lado de la puerta.
—¿Sabes qué pasó?— Preguntó Evans.
—Ni idea, ¿también te mandó llamar?— Evans asintió en silencio al ver a Larisa abrir bruscamente la puerta, para el ojiazul no cabía ni la menor duda, Larisa Lamb era la mujer más despampanante que haya visto nunca, ni siquiera enojada podía dejar de encontrarla fascinante, Santino pensaba lo mismo que él, solo que sin el notorio interés amoroso.
—¿Qué están esperando para entrar?— Ambos salieron del trance de ver a Lari en ese estado y entraron en compañía de su mano derecha, todos estaban en silencio esperando a que la pelirroja hablara —Alguno de ustedes me podría explicar, ¿qué significa esto?— Levantó el USB que anteriormente estaba conectado a su laptop.
Ambos hombres fruncieron el ceño, incluso se miraron entre ellos para saber quien estaba mintiendo pero ninguno parecía entender qué pasaba.
—No tengo ni la menor idea de qué estás hablando— Le dijo Chris honestamente. Larisa volvió a conectarlo a la laptop, leyó en voz alta la inscripción del archivo y la canción se reprodujo una vez más, ahora en un volumen moderado —¿Cuándo llegó eso?— Preguntó.
—Esta mañana, se lo acababa de entregar junto con la caja cuando los mandé llamar— Se dispusieron a revisar el contenido del sobre pero no encontraron mucho más de lo que ya tenían por lo que sólo quedaba la caja.
Larisa la abrió con unas tijeras que tenía en uno de los cajones, tenía miedo de hacerlo. ¿Y si era una bomba?, habría explotado desde hace mucho, ¿y si contenía algo muerto?, la caja no apestaba. Cuando la abrió, vio el lujoso terciopelo rojo de la que estaba forrada, se veía fino y brillante, pero no se comparaba a la elegante pieza de joyería que se encontraba ahí, era una gargantilla, digna precisamente de alguien de la realeza, sin duda alguna quien estuviese tras ese magnífico detalle sabía como conquistar a una mujer, al menos una materialista. Larisa estaba asombrada al verla, nadie nunca le hubiese hecho un regalo como ese. Tomó la gargantilla entre sus dedos, observándola en todos los ángulos posibles, ella ya conocía como eran los diamantes, los había usado desde que nació, sabía que esa en específico tenía diamantes reales, lo que no sabía era si son o no robados.
—Ya llegué, ¿qué sucede?— El abogado del diablo hizo su aparición en la sala, haciendo saltar a todos los presentes.
Luego de explicarle toda la situación a Jano, en él solo cabía la sospecha de dos personas involucradas, pero el descarte era simple. Chris Evans era un romántico empedernido en busca de reconquistar a su poderosa y crédula hermana o Rhys Munro había decidido que quería reconquistar a su ex esposa en busca de recuperar la firma. Sabía por el juicio de divorcio que Munro era un canalla, que había preferido ceder su dinero y su firma a cambio de deshacerse de una mujer que ni siquiera amó en primero lugar, pero a Evans no lo conocía más que por sus terribles deducciones y por haber tenido una relación apasionada y fugaz con su hermana. Necesitaba investigar más de él, ¿qué le esconde Chris Evans a Larisa Lamb?
En la mente de Chris solo había espacio para un pensamiento, "¿y si Larisa estaba en peligro también?", la sola idea de que así fuera le aterraba, apenas había podido sobrevivir tres meses sin ella y sin éxito alguno de poder olvidarla, ¿cómo haría para sobrevivir toda una vida sin verla?, sin darse cuenta se le había quedado viendo fijamente por varios minutos, hasta que para todos los presentes fue notorio, incluso para la susodicha, sus miradas se cruzaron por unos instantes antes de que Larisa chasqueara los dedos frente a él. Una sonrisa burlona salió de los labios de la mujer y el cerebro de Chris pareció reaccionar.
—¿Y si el asesino te está buscando?— Un escalofrío recorrió el cuerpo de la joven quien inmediatamente soltó la gargantilla, ambos ya sospechaban lo mismo, volvió a conectar miradas con él, ahora de manera seria.
—No tenemos pruebas sólidas para pensar eso Evans, tal vez es algún admirador secreto o una broma— Alegó la pelirroja en negación.
—¿Entonces por qué me llamaste si no fue para confirmar tus sospechas?, yo no he sido y todos aquí lo sabemos, ¿quién regala joyas costosas con notas así?— ¿Evans estaba celoso?, claro que sí, pero cualquier sentimiento que involucrara celos era minúsculo comparado con la preocupación que sentía. Le sonrió de forma coqueta en un intento de parecer relajado, no era la primera vez que intentaba acercarse a ella como antes en esa mañana, así como no era la primera vez que ella lo bateaba.
—No te creas tan importante, también llamé a Santino— Ada soltó una pequeña risa y Santino se hizo el ofendido llevando una mano a su pecho.
—Además, su hermano está aquí, ¿qué te hace pensar que te necesita?— Soltó Jano en un tono déspota.
—Yo soy un buen estratega, puedo armar un plan para desenmascarar al asesino y proteger a Larisa— Respondió el ojiazul orgulloso.
—¿Ah sí?, ilústranos, ¿cuál es tu plan?— Preguntó Jano en un tono sarcástico —Déjame adivinar, ¿la vas a encarcelar porque al asesino no le gusta la cárcel?— Hizo un falso puchero, fingiendo sostener barrotes imaginarios simulando estar tras las rejas. Evans iba a responder.
—Basta ustedes dos, compórtense dentro de mi oficina— Regañó Larisa.
—Me llevaré el USB para que lo analicen si te hace sentir más tranquila y mandaré a analizar los diamantes de la gargantilla, te protegeré de lo que sea— Se acercó a ella para tomarlo directamente de su mano, rosándola con las yemas de sus dedos, Larisa no se movió ni un centímetro. Detestaba la sensación de seguir sintiéndose segura a su lado a pesar de lo que le hizo y más ahora que estaba tan empeñado en protegerla.
—Cómo sea, vuelvan al trabajo todos— Se alejó de él ante las miradas curiosas de los presentes.
Santino y Ada, estaban a la expectativa de que se besaran o se mataran, pero que hiciesen algo de una buena vez para romper aquella tensión que los incomodaba. La mirada de Jano estaba asesinando a Chris, no era el único que lo quería muerto.
Ada, Jano y Santino salieron de la habitación, cuando Chris estaba por salir, entrecerró la puerta, quedándose solos, Larisa frunció el ceño en confusión mirándolo.
—¿Qué se supone que haces?— Preguntó ella. La pelirroja creyó por unos instantes que él se acercaría a ella o se propasaría, pero eso no iba a pasar, ¿así de arruinada estaba su imagen ante ella?
—Sé que ya no confías en mí— Ella suspiró rodando los ojos cruzó los brazos en su pecho, siempre era el mismo tema —Pero te demostraré que yo sí confío en ti, porque eres la mujer de mi vida— Estaba a punto de mencionar algo cuando él se fue, así como así.
¿Qué tendría que pasar para recuperar su confianza?
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
Hola, estamos llegando a los últimos capítulos de la parte 2 de este fic, yo me siento de que abrumada por tanta cosa que está pasando pero ando en la vibra.
¿Cómo se sienten?, la locura está empezando AAAAAA.
Dije que iba a etiquetar a la teorías más cercanas y esas son de fleur-de-soleil y stqrkvoid ay la verdad es que ambas tienen un poco de razón y un poco de error so...
No tienen ni idea de lo que viene el viernes así que prepárense, sin más que decir disfruten la lectura, nos leemos pronto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro