━━ III | conspatians
❝Sus ojos eran el cielo y el mar. La vida misma a la que me veo atada
hoy en día; si pudiera revivirlo todo, me encantaría.❞
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boston, massachusetts | universidad de boston, licenciatura en derecho | viernes, marzo 5, 2021, 11:49 a.m | actualidad.
—Si se plantea que la persona involucrada como testigo acude a testificar en contra de la parte acusatoria, con un testimonio que contiene falacias de falsa equivalencia para perjudicar el bienestar integral del acusado contradiciendo las evidencias presentadas ante los hechos, ¿qué prosigue para ese testigo?— Hildegard anotaba en el pizarrón "testigo de interés" mientras los alumnos se miraban entre ellos, Larisa anotaba con la cabeza gacha para después voltear hacia donde provenían los murmullos, al no ver manos levantadas, la profesora preguntó al azar —Señorita Maslow, ¿qué considera usted que debe hacerse con ese testigo en cuestión?
Impaciente por obtener una respuesta, la profesora miraba hacia la mujer morena a la qué había cuestionado en el fondo izquierdo del aula escolar, Maslow solo pudo removerse en su asiento y girar los ojos hacia arriba en búsqueda de una posible respuesta.
—Considero que debe buscarse la motivación principal por la cuál tergiversaría los hechos— Contestó la mujer morena, enrollando uno de sus rizos entre las yemas de sus dedos para atenuar su nerviosismo y pegando el chicle que consumía en su paladar.
—Si se sospecha la motivación principal que la señorita Maslow propone, ¿qué procedimiento debe aplicarse para probar la credibilidad del testigo?— La mirada de la profesora no avistó ningún intento de un participante, por lo cuál decidió volver a preguntar aleatoriamente— Señorita Lamb, ¿qué procedimiento propone usted?
Larisa levantó la vista de su laptop para observar la penetrante mirada de la profesora Hildegard, se quedó pensando unos segundos mientras la profesora esbozaba una sonrisa de desgane —Se iniciaría una investigación que pueda soslayar las motivaciones que influyen el... el testimonio del testigo— Titubeo un poco al final, mientras pasaba saliva. La pelirroja arrugó ambas cejas analizando si lo que había dicho estaba correcto, al no recibir respuesta de la profesora, agachó los hombros levemente.
—Si se logran esclarecer los beneficios que el testigo obtendrá si la resolución del caso es incompatible con las expectativas de la parte acusada, se puede citar al testigo para ser nuevamente interrogados, deben prestar mucha atención durante el nuevo abordaje, ya que de este depende confirmar las motivaciones supuestas para restarle credibilidad y regresar la objetividad al caso— Hildegard se aproximó a su calendario de actividades, para no despistar ni una actividad —El próximo lunes tendremos examen escrito, como todos me han entregado sus actividades en tiempo y forma, les puedo cambiar el examen escrito por el avance de su análisis de caso, necesitaría de su consentimiento, levanten su brazo derecho quienes estén de acuerdo.
La gran mayoría de los presentes levantaron su brazo para sellar el intercambio de actividades, Hildegard tachó con tinta roja la palabra examen y escribió en mayúsculas "ANÁLISIS DE CASO - REVISIÓN". Larisa se sintió aliviada de haber avanzado las primeras 27 páginas de deliberación del caso, teniendo en cuenta que avanzara más páginas durante el fin de semana podría terminar teniendo la mitad de la primera parte de la investigación.
Se sentía agradecida de no emplearlo en la práctica todavía, puesto que sería aún más tortuoso investigar la individualidad de cada parte involucrada, llevar la aplicación teórica facilitaba el manejo y veracidad de su información, podía moldear el caso hasta donde ella lo deseara, estirándolo como goma de mascar entre sus dedos.
—Si no tienen más dudas, pueden retirarse— Todos agradecieron a la profesora por la clase y salieron de uno en uno, sin ningún orden aparente, Larisa quedaba última al guardar sus cosas, debían caber en un orden jerárquico, del mayor al menor para que nada se aplastase.
—¿Qué harás hoy Larisa?— La más lista del curso estaba parada frente a Larisa, observándola guardar silenciosamente sus cosas, la esperó una vez se colocó su mochila y prosiguió a hacer una nueva pregunta —¿A dónde vas?
A Larisa no le molestaba la compañía de la morena, sin embargo, la noción de su tiempo era algo que le correspondía, no porque no deseara divertirse por sobre el estrés universitario, sino por la contemplación de no prometer algo que no tuviese —Voy a un café, Ada.
—¿Puedo ir contigo?— Larisa ni bien había terminado de responder, cuando Ada ya se había enlazado a su brazo izquierdo, habiendo echo la pregunta nerviosamente, la pelirroja solo pudo optar por hacer un asentimiento de cabeza con una media sonrisa no muy convencida.
No es que Ada fuera una persona grosera o con quien no quisiera pasar el rato, a decir verdad, era una persona a la que no trataba frecuentemente, sin embargo era a quién mejor conocía del resto de sus compañeros, habían compartido alguno que otro proyecto juntas durante la licenciatura, en resumidas cuentas, no le incomodaba su cercanía o su falta de formalidad, y a pesar de considerarse extrovertida, Larisa solía tener un perfil bajo.
Era suficiente con estar matriculada con su documentación real para crear un punto rastreable, había logrado no ser interceptada a base de sobornos, por lo tanto, su matrícula estaba dentro del sistema, encriptada. Tener un perfil social elevado podía atraer popularidad y con ello, el riesgo de volverse viral en alguna red social, pero, como cualquier ser humano, la interacción social es inevitable, así que ahí estaba, caminando del brazo con su única conocida para llegar a la parada del bus.
Una vez sentadas juntas arriba del bus andante, Ada no paraba de preguntar a Lari sobre su vida privada, como cada vez que convivían, ya que la consideraba un misterio en un sentido positivo, la consideraba una persona bastante elocuente, sus pláticas siempre eran muy amenas y de vez en cuando se entendían. Aunque eran muy distintas en la teoría, en la práctica congeniaban muy bien.
Ada tampoco era una persona muy abierta a las personas, así que en ese aspecto la entendía perfectamente, pese a eso, la curiosidad solía comerla viva estando cerca de ella. Larisa solía compararla con una periodista o una paparazzi, siempre al último grito de la revista 'people', con una entrevista entre los labios y cámaras fotográficas por ojos, de hecho, aunque ella sabía probablemente todos y cada uno de los secretos de la universidad como si de enciclopedia se tratase, jamás la escuchó meterse en alguna bronca. Era aquello lo que hacía de Ada una compañía agradable, la seguridad de la confianza.
Mientras divagaban entre cruces peatonales, Larisa recordó haber querido ir al Roustique, hacía unas 3 semanas que había estado intercambiando miradas con un hombre alto y de ojos azules al que no se atrevía a hablarle, no sabía si era miedo a conocer como era detrás de su máscara o que él se atreviera a quitarle la máscara a Larisa. La intimidad de compartir su vida con alguien era para Larisa un tema guardado en baúl, ¿la llave?, se la tragó. Lo pensó un par de segundos y le preguntó a Ada.
—¿Quieres acompañarme al café de por mi choza?— Hizo énfasis en tono burlesco de la palabra 'choza', ya que así solía llamarle al apartamento que rentaba a unas calles, el cuál Ada no conocía.
—Claro que sí, aunque si fuéramos a la choza...— Comentó Ada, haciendo su voz cada vez más ligera hasta llegar a un tono agudo en la última palabra, se inclinó al costado contrario llevando su cuerpo hacia atrás aún con el agarre de Larisa, la pelirroja solo pudo sentirse apenada al decir lo siguiente.
—Otro día vamos.
—Ya no te voy a decir pues, si no me quieres llevar, no me lleves— Exclamó Ada con una falsa cara triste, Larisa sabía perfectamente que era una mentira, puesto que, cada que salían hacia lo mismo.
—Yo te invito lo que comas hoy— dijo Larisa esta vez, sacando su mano derecha de su bolsillo para ponerla en la mano de Ada, que aún sostenía en su antebrazo— Alguna vez te invitaré yo misma— No mentía al haber dicho eso, quería confiar lo suficiente como para abrirle las puertas de su apartamento.
—Esta bien, tárdate lo que quieras, tarde o temprano me dejarás entrar— Ada intentaba comprender la situación de su compañera de clase, sin embargo, conocer aquel misterio que tanto la carcomía sobre quién era en realidad Larisa Lamb la hacia impacientarse.
Aunque fuese tan malo como ella pensaba que podría ser, no se comparaba en nada con su situación actual.
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hola, he actualizado el tercer capítulo, espero lo disfruten, a partir de aquí comienza todo, también quiero notificarles que cambié las fechas de publicación, como ya voy a salir de vacaciones oficialmente la siguiente semana voy a subir los martes y las semanas que esté de vacaciones trataré de actualizar doble, así que también los viernes si es posible.
muchas gracias por sus votos y comentarios, la verdad no creí que les gustaría así que quiero agradecerles infinitamente todo el apoyo, los comentarios y el que les guste leerla, sin más que decir, disfruten el tercer capítulo.
bonito fin de semana.
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