[les dejo un pequeño multimedia,

con esta canción me inspiré para escribir

este pequeño extra.]

❝ Cuando en la noche llega el frío,

nuestra cama es nuestro nido. ❞

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boston, massachusetts | casa de chris | viernes, marzo 19, 2021, 11:43 p.m | 25 días antes.

LARISA Y CHRIS HABÍAN PASADO LA NOCHE JUNTOS, disfrutando la compañía mutua y la ilusión de disipar la soledad que tanto habían sentido por años, bromeando un poco, compartiendo sus vidas, simplemente relacionándose de forma amena, como si hubiesen puesto en pausa el mundo por unas horas, sintiéndose en una burbuja etérea.

Chris la había dejado entrar no solo a su casa, sino también a su corazón y dudaba de haberle dejado entrar a su regadera sin él, habían tenido una cena muy formal y romántica, se había esforzado para hacerla sentir cómoda y bienvenida, no dejó de prestarle atención ni un solo momento cuando hablaba, siempre respondiendo a sus preguntas triviales. ¿Cómo le ocultas a una persona que te estás enamorando?, no tenía ni idea, solo sabía que no quería dejar de enamorarse de Lara.

Despertó levemente de su sueño cuando sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, estiró su mano para sentir el lugar aún tibio que cubría el otro lado de la cama, talló sus ojos para despertarse y ver con mayor claridad que la pelirroja ya no estaba a su lado, se medio sentó para divisar si habría ido al baño o simplemente se había evaporado en sus sueños.

Vio la ventana de la terraza abierta, con Larisa cubierta en su ropa claramente ancha sentada en los bordes del balcón, la luna iluminaba su perfil y su rojo cabello como si un ser mitológico hubiese decidido hacer aparición especialmente en su casa, se tranquilizó al saberla real y decidió hacerle compañía. 

Se levantó con sigilo, para no asustarla, estaba ensimismada sintiendo la brisa fresca, había sentido los pasos de Chris desde que se levantó, pudo escuchar las sábanas moverse desde afuera de la habitación, su corazón palpitaba al mil por hora, un sonrojo leve invadía su rostro, trató de ocultarlo manteniendo un semblante serio observando fijamente el panorama que ofrecía su casa.

—¿Pensando en la inmortalidad del cangrejo?— Preguntó Chris suavemente, con la voz ronca típica de un recién levantado. Larisa rio levemente y sonrió sin mostrar los dientes.

—Quería un poco de aire fresco, me gusta sentir el frío en la cara— Su voz se escuchaba calmada, hasta cierto punto para Chris, distaba de su tono de voz usual, constantemente nerviosa.

Se acercó más a ella, lo suficiente como para acariciar su mejilla, la tomó del rostro y juntó sus frentes, estaba por besarla pero ella se separó para verlo a los ojos, a él le encantaba ver sus ojos verdes con ese ligero toque de café en el centro, no podía dejar de emocionarse cada vez que la miraba, de solo sentirla cerca suyo su corazón latía fuertemente.

—No sé nada de ti, pero siento que te quiero— Le dijo Chris, rozando su nariz con su mejilla, el corazón de Larisa estaba enternecido, completó el abrazo apoyando su cabeza en su hombro, se sintió un poco mal al pensar en la primera parte de aquella frase.

"No sé nada de ti", era una tortura para ella no sentir la libertad de decirle todo aquel pasado tormentoso que no la dejaba vivir con la tranquilidad que tanto deseaba, no poder ser el cien por ciento de ella cuando estaba con él, pero podía darle pequeñas verdades a trozos. 

Se separó de él suavemente —Chris...— Comenzó Larisa, no sabía como contarle todo el sufrimiento que cargaba de su anterior matrimonio, realmente deseaba liberarse de ello y ser la persona que ella creía él merecía, alguien que si fuese honesta —Yo tuve muchos problemas en mi matrimonio anterior, no sé si estoy lista para volver a confiar en alguien como quiero confiar en ti— Chris la miró como casi toda la noche, con ternura, con cariño, comprendía su situación pero se planteaba dentro de sí mismo, ¿realmente es tan difícil confiar en un tipo como él?

—Te esperaré todo el tiempo que necesites— Le dijo apartando un mechón pelirrojo que el viento había atascado en su ojo —Yo ya confío en ti— Él apreciaba que fuera tan honesta con él, sin embargo, se sentía inquieto por no revelarle nada de su anterior matrimonio, pero, ¿realmente ella necesitaba conocerlo?

—Gracias Chris— Lo besó, interrumpiendo los pensamientos castigadores que ambos tenían, se tenían colgando cada uno de un sube y baja, balanceándose entre sí, avanzaban juntos, pero, ¿podían conseguir el equilibrio?

¿Alguno dejaría caer al otro después de sentirse tocar el cielo?

Larisa se separó primero del beso, entonces un recuerdo llegó a Chris.

—¿Recuerdas que soy divorciado?— Larisa asintió con el rostro serio, ¿por qué repentinamente hablaba de ello?, se tensó al escuchar la palabra 'divorciado' —Yo también tuve una relación algo complicada con mi expareja, llegamos a un punto donde era insostenible— La acercó a él para recostar su cabeza en su pecho, la tranquilidad que podía transmitirle con un abrazo era todo para él —Ven a pasar pascua con mi familia y conmigo, haremos un picnic y quiero presentarte a alguien especial— Cambió el tema. Llevaban poco tiempo conociéndose, iba todo tan rápido, pero ninguno quería bajar de la nube.

—Está bien— Dijo sonriendo, acariciándole la barba que apenas le crecía —Iré contigo— Ambos se sonrieron, y en ese momento Chris supo que no había nada que no hiciera si ella se lo pedía. Larisa escuchó un ruido que la distrajo brevemente, no logró identificar de donde provenía ni qué había sido, para corroborar preguntó a Chris —¿Escuchaste eso o me lo imaginé?

—Si, yo también lo escuché, será mejor que entremos, no quiero que te enfermes— Asumiendo su nuevo rol protector, la abrazó por los hombros tiernamente cubriéndola del frío de la brisa y se levantaron para cerrar la ventana.

Una vez alejados del balcón, ella posó su mirada en la habitación, con el calor del momento no se había dado cuenta muy bien de cómo era, imposible mirar alrededor teniendo a su lado la mejor vista de la ciudad, la penetrante mirada de Chris Evans sobre ella. Sus ojos pararon en el retrato de una familia, 2 cabelleras rubias muy hermosas sonriendo a lo lejos, estaba por acercarse pero Chris la abrazó por la espalda, rodeando su cintura con sus brazos y hundiendo su rostro en el hueco entre su hombro y cuello, sintió sus suaves besos estremecerla.

—Es hora de dormir— Dijo él posando una de sus manos en su cabello, acariciándola, besó su mejilla sintiendo como ella sonreía, se separó y con sus manos unidas caminaron a la cama. Una escena muy bonita de ver para quien estaba tomando fotos en la casa de enfrente desde su habitación.

Ambos se recostaron y ella se abrazó a él, colocando su cabeza en su pecho, jamás había dormido acurrucada de nadie, ni siquiera de su anterior esposo lo cual era mucho qué decir considerando que en ocasiones era empalagoso, comenzaba a notar que Chris era muy cálido, tendía a la cercanía física, solo tenía que acostumbrarse. Él la arropó, asegurándose de que su cuerpo del color del hielo no pasara frío, deseó ser su almohada para sostenerla siempre y cuidar sus sueños.

¿Por qué era tan difícil para ellos confiar?

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Aquiles brinco con una nueva actualización de Angos, la verdad sentí que 10 capítulos fue poco para ver la dinámica de la pareja, así que quise darles un nuevo ángulo de la pareja porque no todo es desamor, lo admito los dos son softs, después de este capítulo empiezan las publicaciones de la parte 2, se viene lo bueno.

Muchas gracias por leer, espero lo disfruten y nos leemos el próximo viernes.