epílogo | pacis
❝ ¿Nos hemos visto antes? ❞
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
baltimore, maryland | zeke's coffee | lunes, diciembre 20, 2021, 10:24 a.m. | 3 meses después.
LARISA ESPERABA IMPACIENTEMENTE LA LLEGADA DE CHRIS al café, la había citado porque debía decirle algo muy importante, había omitido el detalle de qué era puesto que quería sorprenderla con más buenas noticias en vísperas de la boda, se encontraban en un punto de su relación bastante feliz.
La querida pelirroja finalmente había encontrado el tiempo y la motivación para ser quien siempre quiso ser, la auténtica Larisa Lamb, el ser humano detrás del paño de lágrimas.
Miró alrededor del café, observando a todos pasar, como si el mundo fuese una toma de alguna película en retrospectiva, saboreó su bebida, sabiéndole mejor de lo que le supo ayer y el día antes de ayer.
Levantando su muñeca observó de su reloj la hora pensando en que tal vez por el trabajo se le había hecho tarde a su novio, pero decidió seguir esperándolo porque de cualquier forma, ahora tenía todo el tiempo del mundo, no había nadie pisándole los talones sobre qué iba a hacer con su vida o cuándo volvería a una empresa de prestigio. Era libre.
Clavando su mirada en la entrada, vio a su novio caminar hasta la entrada del Zeke, sin embargo, esta vez su mente se vio llevada a un deja vú, un recuerdo que no sabía que aún poseía, su mirar paró en un el mismo hombre alto que se aproximaba a su edad, con ojos azules esta vez caminando a su dirección sonriéndole. Su mirada fue suficiente para que él la viese también, habíase visto la forma en que se mirasen, como una lluvia cayendo sobre sándalo, como fuego ardiendo en una vela, se conectaban con solo pensarse y sin imaginarse que la dicha que sentían era ahora solo una ilusión marchita. Las rosas ya no tenían color y la lluvia ya no refrescaba; el sol ya no daba calor y el hielo ya no congelaba nada.
Eran Chris y Larisa, consumiendo con una mirada todo el establecimiento. Por un momento, Chris detuvo su caminar contemplando a Larisa, teniendo en mente el mismo recuerdo de haberla visto en ese mismo lugar. Recobró su caminar acercándose a ella, embelesado por tener de frente a la mujer más maravillosa del mundo a su lado.
—Creí que no llegarías— Dijo Larisa levantándose para besar a su novio, se paró de puntillas para alcanzar su altura y abrazándolo del cuello le correspondió el beso.
—¿Y dejar plantada a mi prometida?, jamás— La sonrisa de Evans se ensanchó, esperando la reacción de Larisa quien sostenía los cubiertos de su pie de manzana.
—¿Cómo dijiste?— Preguntó Larisa incrédula.
—Bueno, hoy desperté y se me antojó que seas mi prometida— Poco a poco se levantó de su silla y se arrodilló atrayendo las miradas atentas de los clientes —Larisa Lamb, confío en ti lo suficiente cómo para saber que confiarte mi corazón es lo mejor que haré por el en toda una vida y si me das la oportunidad de compartir mi paz con la tuya sé que seré el mejor esposo para ti, ¿quieres ser mi esposa?— Sacó de su bolsillo la pequeña cajita que había guardado desde septiembre antes de que la secuestraran —¿Podemos ser felices juntos?
Larisa cubrió su boca con ambas manos, parpadeando varias veces tratando de contener las lágrimas de felicidad, no obstante, estas se desbordaron de sus ojos haciendo a todos los presentes mantenerse al borde de sus asientos esperando la respuesta que la cálida mujer le brindaría al romántico hombre arrodillado frente a ella.
—Si quiero ser feliz contigo— Tomándolo del mentón, le besó entre los aplausos de los clientes y empleados que habían visto tan tierna escena entre los recientemente comprometidos Larisa y Chris.
Ninguno podía esperar a que su familia lo supiera, ¿cómo se lo tomarían?, Ada y Lily estaba clarísimo que saltarían de la alegría, Jano se lo tomaría raro al principio pero después de semejante fiesta se tomaría sus tragos con alegría, el tema central era contarle a Sarah y cómo ella se lo tomaría después de todo.
Sarah había estado yendo a terapia, no era fácil, había días buenos y días malos, había tenido episodios de enuresis, no soportaba los espacios cerrados y los ruidos fuertes la aturdían con facilidad, sin embargo, en cuanto a la relación que Chris tenía con Larisa no había problemas, en realidad era el caso contrario. Sarah y Larisa se adoraban mutuamente, estos meses conociéndose después de tener la custodia completa les había sentado maravillosamente para congeniar y hacerse amigas. Larisa tenía muy claro que no sería una relación madre-hija desde el principio, quería aceptar los tiempos de la pequeña rubia y construir una relación donde pudiese confiar en ella como una amiga cercana que estaría ahí para apoyarla en cualquier situación.
¿Qué le depara el destino al compromiso Evans-Lamb?
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
baltimore, maryland | penthouse de larisa | viernes, diciembre 31, 2021, 2:53 p.m. | actualidad.
AMBAS MUJERES SE PREPARABAN PARA LA BODA, felices de compartir otro momento tan especial de sus vidas como ese, se sentía nerviosa después de todo lo vivido. Su amiga sólo deseaba que ella fuese feliz, que se sintiera plena al amar a quien ella quisiese y acomodando finalmente su precioso vestido blanco, la giró para ver su atuendo completo.
—Te ves bellísima— Alardeó la anteriormente pelirroja, ahora castaña.
—Gracias Lari, ven— La abrazó dándole un beso en la frente antes de ponerse su característico labial rojo mientras Lari le correspondía —Aún no me acostumbro a tu cabello oscuro— Dijo Ada, Larisa había aprovechado que sus raíces habían crecido para ir deslavándose el tinte rojizo, por ahora tenía un castaño.
—Sinceramente yo tampoco— Se lo acomodó en el espejo —Creo que con el tiempo volverá, aún no lo sé, es difícil tratar de verme como yo misma después de tantos cambios— Larisa entrelazó sus dedos mirando hacia abajo, Ada le tomó de la mano en un gesto relajante.
—Para mí sigues siendo la misma mujer excéntrica de la carrera— Larisa rodó los ojos con una sonrisa esperando totalmente esa contestación de la morena —Sólo que ahora también eres mi madrina— Le dio un medio abrazo que hizo a Lari sentirse cómoda.
—¿Se van a ver allá?— Cambió Larisa de tema, viendo la hora en el reloj analógico.
—Me dijo Jano que si, está con Lily esperando a que llegue el padrino, dice que se le hizo tarde pero que va a llegar y pues digamos que lo tomé como un permiso para llegar tarde también y hacer un poco de drama— Larisa abrió grandemente los ojos ante el descaro de su amiga.
—¿Cómo que drama, Ada?, ¿y si piensa que no vas a llegar?— Ada batió la mano en el aire para tranquilizarla.
—Claro que no, eso de ver sexo en la ciudad anoche te hizo daño, obvio que no voy a plantar al amor de mi vida señorita leyes— Ambas rieron fuertemente recordando todo el suspenso que Larisa tenía sobre la trama de la película —A parte, tu ni sabes cómo es esto de estar comprometida, ¿realmente crees que tiraré todo por la borda en el mero día?— Ada rio sola, mientras Lari tocaba su mano, cubierta por un largo guante.
Ni Larisa ni Chris habían hablado de su compromiso para no quitarle protagonismo a las novias en su noche de bodas, querían que ellas disfrutaran de su momento especial antes de anunciar a la vista pública la aspiración de su nuevo y próximamente feliz matrimonio. Ada volteó a ver su mano tratando de descifrar qué es lo que estaba sucediendo y sin previo aviso comenzó a gritar.
—¡Oh por Dios!, ¡oh por Dios!, ¡oh por Dios!— Larisa comenzó a ver como Ada daba brinquitos desde su lugar, se detuvo para sonreírle sin mostrar los dientes, con una mirada pícara y subiendo y bajando las cejas con las manos juntas, para de repente ponerse seria mirando al cielo —Dios, sé que no iré al cielo por ser lesbiana, pero gracias por escuchar mis plegarias— La castaña rojiza le dio un codazo riéndose junto a ella por tremendo sentido del humor.
—No es para tanto— Intentó restarle importancia de forma fingida, sabiendo que era un tema serio.
—¿Cómo no?, ¡Lari!, ¡se van a casar!— Se tomaron de las manos, sonriendo ampliamente sin contener la emoción.
—Bueno, sí, ¡ya no estoy disponible mundo!— Gritó Lari por la ventana haciendo sonreír a su amiga por su momento de euforia, se encogió de hombros con una sonrisa, ahora reprimiendo las lágrimas frente a su amiga que también amenazaba con llorar.
—No llores, porque si tu lo haces, yo también lloraré y ya me maquillé maldita— Larisa tomó un pañuelo de su tocador y limpió algunos rastros de lágrimas que escaparon del rostro de su amiga —Creo que ya es hora, ¿nos llevará Chris?— Preguntó Ada.
—No, él ya está en los juzgados, así que tenía algo mejor en mente— Ada frunció el ceño ante la proposición de su amiga.
Bajaron por el elevador del penthouse que había comprado Larisa, le gustaba ver el cielo al despertar y a Chris le gustaba enseñarle constelaciones a Sarah por la noche, al verse amplio por el ventanal a la pequeña le hacía sentir más tranquila dormir distraída por las estrellas nocturnas. Al salir del lobby, Ada pudo ver la impresionante e imponente limosina que las esperaba para llevarlas a la boda.
—¿Rentaste una limo?— Preguntó Ada emocionada, Larisa negó.
—Te compré una limo— Larisa le dio una copia de las llaves con un llavero que tenía la letra A, le sonrió ampliamente sabiendo que alguna vez le habría comentado que siempre había deseado hacer una aparición dramática a alguna fiesta alocada, ¿qué mejor fiesta que su boda?
—Larisa, no sabes cuánto te lo agradezco— Se giró hacia ella para abrazarla.
—Ada, tu amistad es el mejor agradecimiento que me has dado— Se separaron del abrazo para subir a la limo, sin duda sería una fiesta divertida.
Llegaron haciendo bulla, Larisa había ayudado a organizar todo ya que quería que fuera una fiesta enorme y fabulosa, extrovertida como lo era su amiga, por lo que contrató todo tipo de entretenimiento para alegrar el ambiente.
—Por fin llegan, el padrino no ha llegado— Dijo Jano, viendo su reloj de muñeca nuevamente esperando para entrar a los juzgados, él estaba por oficializar la boda.
—Jano, relájate, ya debe estar por llegar— Lo tranquilizó Lily con su optimismo —Me muero de calor— Se quejó la pelinegra mirando a su novia y su amiga.
—Vayan entrando, yo los alcanzo si veo al padrino— Dijo el pelinegro con impaciencia.
—¿Seguro sabrás quién es?— Preguntó Lily coqueta.
—Si, vayan pasando antes de que se les arruine el maquillaje o algo así— Larisa lo miró con ternura, se acercó dándole un beso en la mejilla.
—Dale, nos alcanzas adentro.
Con aquello dicho, las tres mujeres se adentraron a los juzgados donde Chris y Sarah los estarían esperando para celebrar la boda, estaban emocionados por compartir el primer momento feliz del año juntos. Sin presiones, paranoia ni angustia. Sólo buenos deseos y amor en el último día del año.
Jano esperó con las manos cruzadas cubriéndose del sol con las cornisas del edificio, mirando a hombres y mujeres pasar frente a él sin saber quien era el tan esperado padrino de Lily, con decepción, se giró para adentrarse a los juzgados pensando que Chris podía ser el padrino o incluso él podía hacer doble función de padrino y casamentero. Caminó por los pasillos escuchando el sonido de un par de tacones siguiéndolo con premura.
—¡Espere!— Jano volteó, encontrándose con la mirada de una hermosa mujer —¿Usted sabe si aquí se oficiará la boda de Lily Kershaw y Ada Jacquet?— Preguntó la mujer amablemente.
—Si, pero sólo familiares asistiremos— Dijo Jano con un poco de cansancio por tanto esperar afuera.
—¡Perfecto!— Se puso a su lado con una sonrisa —La verdad no sabía cómo llegar, espero que no sea muy tarde.
—Disculpe, ¿quién es usted?— Preguntó Jano con interés al verla tan animada por la boda.
—Perdón, mi nombre es Verónica Kershaw, soy el padrino— Se presentó estirando la mano para que Jano la estrechara.
Al hacerlo, ambos sintieron un escalofrío inquietante sobre el otro, Verónica no quería dejar de sentir la suavidad de la piel del pelinegro y Jano no quería verse tan obvio después de haber sentido aquel cosquilleo adolescente en el abdomen. Las mejillas de Verónica se encendieron de un rosa imperceptible por el rubor que traía puesto, sin duda la boda de su hermana se había puesto interesante.
—Jano Lamb, soy el casamentero— Le besó la antemano en un gesto coqueto que ella correspondió con una sonrisa igual de coqueta que la suya.
Mientras tanto, en el otro lado de la puerta, esperaban ansiosos Chris y Larisa, tal vez no estaban casados aún, pero la vida pública ya los tomaba en cuenta como la familia Evans.
—Futura señora Evans— Chris alzó una ceja recibiendo en sus brazos a Larisa en un vestido elegante de fiesta —Jamás se ha visto tan hermosa— Puso los ojos en blanco mirando al techo haciendo como que pensaba después de ver la cara de disgusto de Larisa —De hecho, creo que usted siempre excede los límites de belleza— Le besó la mejilla antes de besar sus labios.
—Usted si podría verse mejor, señor Evans— Los escaneó Larisa de arriba a abajo arqueando una ceja igualmente.
—Ow— Comenzó a hacerle cosquillas con libertad de no incomodarla como anteriormente temía.
—¡Papi!, compórtate, estamos afuera— Sarah hizo señas a los presentes quienes los miraban con ternura, haciendo enfasis a los regaños que a veces recibía de Chris.
—Ven aquí— La cargó por encima de sus hombros —La niña de las flores no jugará con Dodger si no se porta bien— Amenazó Chris en juego para ver la reacción de Sarah.
—Lari, ¿tu si me das permiso?— Preguntó Sarah a la teñida haciendo voltear a Chris.
—Claro que no, ya escuchaste a tu papá— Dijo con obviedad, una vez Chris se volteó, levantó sus pulgares en silencio sonriéndole a Sarah para que supiese que si tenía permiso.
Jano y Verónica entraron después de haber congeniado en la entrada, se podía ver la cara sabionda de Larisa sabiendo que a Jano no le era indiferente el padrino que Lily había escogido, incluso ambas novias sabían que algo podría pasar en la boda, finalmente, era el momento perfecto para hacer la última locura del año.
Todos se colocaron en sus posiciones para hacer la entrada de ensueño que Lily quería, en ciertos aspectos era muy romántica, incluso le había traído pétalos de rosa en una canasta a Sarah para que fuese la niña de las flores, gesto que Chris agradeció con alegría.
—Oye, ¿tu entiendes algo de lo que está pasando?— Preguntó Chris a su prometida.
—Creo que esta noche será ruidosa— Bromeó Larisa haciendo a Chris reír ante el comentario, le agradaba sentirla tan suelta y parlanchina desde el día en que todo se resolvió.
Sabía que estaba mal al sentirse feliz por la muerte de una persona, sin embargo, ese sentimiento era desechado al pensar en que era una persona capaz de todo por dañar y obtener lo que él quisiese. Muy en el fondo, Larisa se sentía igual, pero su mente por fin se había convertido en un lugar donde podía sentirse segura y eso era más poderoso que cualquier sentimiento de culpa absurda.
Ambas mujeres dijeron sus votos, se besaron con pasión y se abrazaron con ternura ante la unión en un viaje alocado en la nueva limosina de la señora y la señora Jacquet, todos llegaron a la hacienda donde los esperaba la enorme recepción con todos los familiares de Ada y Lily reunidos para celebrar su matrimonio, hubieron quienes no quisieron asistir por diferencia de creencias, pero decidieron ignorarlo decidiendo que nada era más importante que celebrar su amor frente a las personas que realmente las amaban.
Larisa se encontraba sentada en una de las mesas que compartía con Jano entre otros amigos de Ada, se sentía un poco abrumada por tantas personas, Chris la vio del otro lado de la pista en silencio observando todo, pensando en lo hermosa que se veía bajo las luces del lugar.
—Así que— Chris caminó hasta ella —¿Qué haremos esta noche para despedir el año?— Mencionó el reloj que marcaba las 11:47 de la noche, la fiesta estaba sumamente animada detrás de ellos.
—¿Qué quiere hacer el señor Evans?— Una canción lenta comenzó a sonar, siendo la cereza del pastel para aquel momento lleno de normalidad en sus vidas.
—¿Qué tal adueñarnos del último baile del año?, ¿podemos?— Le tendió la mano desde su posición a la teñida, quien la tomó gustosamente para caminar y adentrarse a la pista —Eres lo mejor— Murmuró Chris teniéndola abrazada a su pecho meciéndose entre los demás bailarines.
—¿Lo mejor?— Se separaron un poco para verse los rostros, ambos mirándose con amor. Él asintió con la cabeza.
—Lo mejor de mi vida estos últimos años— Le sonrió a Chris de vuelta, sabiendo que lo decía de corazón —Y sé que serás lo mejor de mi vida por los que vienen.
—Te amo— Le respondió amorosamente, sabiendo que no era ni muy pronto, ni muy tarde.
Era el momento perfecto para hacerle saber la permanencia de su amor en vísperas de año nuevo.
—Y yo te amo a ti— Le besó los labios, primero lento, después con todo el amor que sabía podía transmitirle por todo el tiempo que han estado juntos.
Esa era la forma en que quería vivir para siempre, quería sentir toda su vida como lo que sentía al bailar con él.
¿Y tú?, ¿qué es lo que más deseas de la vida?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro