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Un mundo lleno de confusión, eso veo cuando miro al frente, personas llenas de emociones a un paso de la duda. Todo parecía estar en orden, sin afectarme. Pero parece que el hecho de que te susurren ''vampiro'' al oído, tiene el don de magnificarlo todo. Porque ya no entro en mi búsqueda contra el asesino de Conrad, sobre ello ya he aprendido que mis padres tenían razón, estaba obsesionada cuando ni siquiera tenía sentido. El caso, es que el chupa sangre, el hombre que vi, las ondas en el aire...Todo, tenía significancia hacia el nombre: vampiro. ¿Pero qué me quería decir con eso? Pues lo lógico, sería obviar que es un vampiro. Pero por otro lado eso es demasiado ficticio, no parece ser real. ¿Cómo le digo eso a mis padres? Entonces me tomarán por loca total.
Durante toda mi vida los vampiros, al igual que los hombres lobo, las brujas, las sirenas, incluso las princesas. Todas esos nombres que incluyen cierta magia especial solo forman parte de tu imaginación y de cuentos. Y ahora, ya sé que existe un vampiro. Me deja en shock, me da miedo pero aún más, la pregunta que me hago una y otra vez: ¿Que exista un vampiro, también significa que existirán hombres lobo, brujas, las sirenas y princesas?
Y si es así, por lo que he aprendido de las películas, las sirenas y princesas no son peligrosas para la humanidad, en cambio los hombres lobo, vampiros y brujas si. Entonces si existen: ¿Cuánto tiempo llevan entre nosotros sin que nos diéramos cuenta los humanos? ¿cuántos hay? habrán muchísimos, porque si han llegado hasta este pueblo...¿tienen algún plan malvado planeado? O espera...¡no! ¡seguro los asesinatos del otro día fueron a causa de alguno de estos tipos de inmortales! Lo que significa que si tienen un plan malvado.
Debería avisar a alguien, o a la policía, aunque no creo que un par de pistolas puedan detener a un chupa sangre, hombres lobos y las brujas y sus hechizos. En realidad, no sé nada de lo que pasa o pueda llegar a pasar, lo único que sé es que el mundo que conocíamos como normal, ahora también forma parte de una ficción.
— Elara, la comida está lista. — Suspiro aún con la vista en el exterior, me alejo de la ventana y voy hacia la puerta, la cual abriré e iré a la cocina. Donde estará la mesa en la que me sentaré cara a cara con mis padres. Realmente no tengo ganas. Llevo dos días encerrada en la habitación cuando no estoy en el instituto, por el castigo de mi padre. Algo injusto cuando yo no hice nada, solo decidí escaparme y punto. Puede que ese sea el motivo, pero eliminando esa parte, por el resto solo soy una víctima, pero supongo que no siempre verán tu versión de la historia, a veces te tienes que conformar con lo que vean desde fuera.
— ¿En serio, otra vez macarrones? — Es lo primero que digo al sentarme en la mesa. Mi padre enarca una ceja y dice:
— Sip, teníamos que ir a comprar pero como estás castigada...
— Wow, ahora no os fiáis de mi, que bien. — Mi madre se sienta en la mesa después de buscar el agua y añade:
— Eso mismo, no queremos que te escapes otra vez mientras perdure tu castigo.
— Por cierto, ¿cuánto tiempo más me mantendréis castigada? — Tomo un sorbo de agua y les miro por encima del bordillo del vaso enarcando una ceja.
— Hasta que veamos que cambias de actitud.
— ¿Qué actitud? No tengo ninguna actitud. Solo estoy aburrida. — Contesto yo. Y es la verdad.
— No me refiero a eso, sino a tu comportamiento despreocupado. — Casi que me río.
— ¿De qué estáis hablando?
— Últimamente estas rara. — Dice mi padre.
— Murió mi hermano, ¿te parece poco? —Contesto al instante en tono molesto.
— Venga Lara, eso fue hace tres años y créenos que a nosotros todavía nos duele, pero no por ello tienes que actuar de esta manera. No es excusa. — Mi padre continúa comiendo y yo aún no he comido ni un bocado.
— ¿Pero qué?, ¿actuar de que manera?, no he hecho nada nunca. Me sentí mal hace dos días y salí en la noche, pero por hacer aquello una vez mal no significa que durante el resto de mi vida haya tenido un map comportamiento, ¿qué os pasa?
— Baja el tono, a esto mismo nos referimos, te alteras de nada desde que volviste esa noche, lo que nos deja más claro que hiciste algo muy distinto a lo que nos contaste. — Me descojono de la risa cuando le oigo decir eso a mi madre. Pero no porque me haga gracia, sino porque son increíblemente insoportables.
— ¿Pero os estáis escuchando? Soy Elara, la misma de siempre, —me levanto de la silla y me señalo a mi misma, — vuestra hija, nunca he tenido un ma comportamiento, pero el otro día me encontraba saturada, no podía más, estaba simplemente agotada...así que decidí salir porque no podía dormir y pasó lo que pasó sin ser planeado. ¡Y si! reconozco que una parte de mi se esperaba encostrar a algún asesino, ¡y si! también sé que fue peligro que hiciera eso, y no volverá a pasar, ¡pero basta ya! No ha sido algo tan grave, os lo he explicado, me he sincerado y disculpado, ¡no sé que más hacer! Es como si no me conocierais, ¿que os pasa conmigo?
— Hija...—comienza mi madre, pero la interrumpo para continuar:
—No hago nada malo, y la razón por la que crees que estoy tan obsesionada con la muerte de Conrad es solo parte de vuestra imaginación, porque realmente no soy yo la que no sé lo quita de la cabeza, ¡sois vosotros los que no os lo quitáis de la puñetera cabeza! ¡y siento este vocabulario, pero es verdad!
»»Os aferráis a la idea de que yo soy la obsesionada con su muerte y que no paso página pero esos sois vosotros, y entonces para no admitirlo me estáis culpando a mi, solamente para no sentiros culpables y tened una excusa para seguir teniéndolo en vuestra mente. —Me agacho frente a ellos poniendo mis manos en sus rodillas de forma sumisa al verlos llorar, y continuo más relajada:
— Pero hay algo que no entendéis, y es que pensar en Conrad no es nada malo, es normal y no os culpo por ello, pero no podéis culparme a mi de todo, porque no tengo culpa de nada. —Me levanto y salgo de la casa a sentarme en el porche, a esperar, no sé a que, pero lo hago. Nunca les he dado esa oportunidad de respirar en desahogo desde que Conrad murió. Y con discusiones así, es lo único que hace falta, que todo ese arregle. Bueno, puede que no todo, pero si la mayor parte.
Lo suficiente para ser una familia normal.
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