Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

-◊ 5 ◊-


— ¡Ahhhh! — Ese ha sido el mayor grito de toda mi vida. Corro en la dirección por la que vine sin parar. Solo quiero llegar a mi casa lo antes posible antes de que eso o ese me alcance, no sé si describirlo como una persona o como un monstruo, pero eso no importa. Lo que realmente importa es que se me pisa los talones. Está cerca, lo noto y también escucho sus movimientos a gran velocidad. 

Pero no me asusta tanto que me persiga, más bien el hecho de que no corra por detrás si no que lo percibo por los árboles, a mi lado, sobre mi cabeza. Demasiados movimientos por perseguir hasta que al final me tropiezo y caigo al suelo de boca. Me recompongo enseguida, y en lo que busco de nuevo me levanto y sigo corriendo. Aunque me he dado cuenta que ya no voy en la misma dirección, hacia casa, porque me he desorientado y he acabado corriendo a la dirección contraria. No sé por donde voy ni a que fin llegaré, pero no me detengo ni un segundo hasta que me desasga de él, o de eso.

Oigo muchos ruidos y eso solo me estresa. Me he metido por un callejón que me está llevando directa al bosque. Maldita sea...Me vendría de fábula ahora mismo que apareciera alguien que pueda ayudarme o algún coche patrulla. 

La oscuridad no puede ser mayor en este instante, en el bosque no hay farolas que iluminen. Solo el color negro adueñándose del ambiente. Literalmente estoy corriendo a ciegas, y seguramente me caeré otra vez, aunque dudo que lo note por lo cansada que estoy. Mi respiración es lo único que se escucha en la noche junto a mis pasos acelerados. Así que doy por hecho que ya nada ni nadie me persigue. Decido parar, aunque no sé donde me encuentro, tal vez esté en medio del bosque como puedo estar al borde de un barranco. En todo caso, sigo estando igual de perdida. 

Al final me siento lentamente tocando todo ello que está cerca de mi para situarme y no tener que clavarme alguna rama o algo parecido. Una vez sentada me hago un boliche con mis rodillas y lloro. Si, lloro porque no me traje el móvil, porque hay un monstruo suelto, y lo más importante: estoy sola, de noche, en medio de la nada. No me queda otra opción que esperar a que salga el sol. 

Siento movimiento, ajetreo a mi alrededor. Estoy con la cabeza perdida, y cuando consigo abrir los párpados veo a montón de policías a mi alrededor, incluyendo a una doctora que me mete algo en la boca. Toso y aparto la mano de la mujer que sujetaba ese incómodo palo. Esta misma, se voltea al verme despertar y llama a una de las policías, al que reconozco, es el Sherif. 

Ya abro los ojos del todo y veo perfectamente lo que pasa. Estoy acostada sobre un montón de hojas en medio del bosque, literalmente. Solo que ha diferencia de anoche, estoy acompañada de policías y una doctora. Es ahora cuando entiendo lo que pasa: he estado fuera toda la noche y desaparecida, mis padres no me encontraron y llamaron a la policía, no quiero ni pensar como lo habrán pasado. Es exactamente igual a lo que vivieron con Conrad. 

— Elara, eh, ¿estás bien? —El Sherif acercándose, me levanta sujetándome del cuello, pero me recompongo hasta levantarme, desequilibrada. 

— Si, estoy bien. 

— ¿Recuerdas lo que pasó anoche para que acabaras aquí? — Tengo que responder con un sí, y se me hiela la sangre con tan solo recordar esos colmillos ensangrentados. 

— Lo recuerdo. — El Sherif asiente y después de hacer una llamada responde:

— Bien, tus padres ya saben que estás a salvo, te llevaremos a tu casa y allí hablaremos sobre lo ocurrido, ¿te parece? 

— Claro. — Camino detrás junto al Sherif mientras los demás vuelven a sus coches. 

Me subo en la parte trasera de uno de ellos y el Sherif conduce mientras una acompañante hace de copiloto. 

— ¿Necesitas algo?, ¿agua o comida?, supongo que habrás pasado una mala noche. — Se ofrece la policía. 

— Un poco de agua no estaría mal. — Me alcanza la botella extendiendo un poco el brazo hacia atrás y la tomo al instante. Menuda sed tenía. 

Después de unos minutos aparca el coche y yo me bajo a toda velocidad hasta la puerta de casa, y sin esperar al Sherif y la policía toco la puerta con desesperación. 

Mi madre abre con mi padre justo detrás. Me abalanzo a ambos con un enorme abrazo, y entre sus hombros susurro:

— Lo ciento, lo ciento mucho. —No se puede ni explicar lo mal que lo han tenido que pasar, revivirlo todo de nuevo, dando por hecho que tal vez estaría muerta. Es demasiado hasta para mi, porque ahora en primer plano puedo entender el miedo que podría haber sentido Conrad. 

— Tranquila, estás aquí es lo que importa. — Me acarician las manos de mi madre por la espalda. Me separo cuando llega el Sherif por detrás. 

— Buenas, familia Framon. Han revisado a Elara y se encuentra sana, algún rasguño que otro pero nada grave. — Mis padres asienten y les invitan a entrar. El Sherif y la policía se sientan en las butacas y mis padres en el sofá conmigo justo en medio. ''Típico de los interrogatorios'' 

— ¿Que ha pasado? —Pregunta mi madre. 

— Para eso estamos aquí señora Framon, para hablar con Elara y nos cuente todo lo que recuerde, —mi madre lo acepta y continúa el Sherif, — Elara, ¿a que hora saliste de casa aproximadamente?

— Creo que sobre las tres más o menos. —La mujer apunta en su libreta. 

— ¿Por donde caminaste hasta llegar al bosque? 

— Salí de casa y me dirigí hacia la plaza que queda a dos calles de aquí.

— ¿Fuiste directamente al bosque a partir de ahí?

— No exactamente. Caminé hasta allí y luego corrí en dirección para venir aquí, hasta el momento en el que me caí y quedé desorientada, entonces sin darme cuenta llegué al bosque mientras huía. 

— ¿De qué huía exactamente? 

— A ver, cuando llegué a la plaza... había... bueno no, más bien sentía, una sensación rara. Eran como descargas de energía, olas...no sé bien como explicarlo pero eran como grandes olas de aire que desprendían energía. Y salían de detrás de un árbol, entonces decidí acercarme para averiguar que era. Al  instante en el que lo hice vi a una chica junto con un hombre muy apegado a ella. Al principio pensé que serían una pareja pero..., — el bello de mi cuerpo se eriza, mi corazón explota en latidos continuos y mi voz tiembla en cuanto vuelvo a pensar en ese hombre.

— ¿Pero, qué? Continua, a tu tiempo. 

— Es que...es complicado. 

— Solo dinos lo que viste.

— Pues lo que vi fue a la chica desplomándose de repente, parecía estar muerta,— mis lágrimas empiezan a cesar sin remedio, —y después vi al hombre, que se quedó parado frente a ella, y me miraba fijamente, con los ojos llenos de una ira y oscuridad terrorífica, su boca sangraba...fue-fue horrible. —El Sherif y la policía se miran sin dar crédito. Pero la cara de mis padres es aún peor, sobretodo cuando termino de decir:

— Pareciera que le estaba chupando la sangre. —Y después de decir esto, a pesar de que las cuatro personas que me miran ahora mismo digan que eso es imposible yo estoy totalmente segura. Fue eso lo que pasó, no hay duda, aunque no tenga explicación. 

— ¿Estás segura? 

— Segurísima. —El Sherif arquea las cejas y dice después de pensar unos segundos:

— Bueno, lo investigaremos pero...de todas formas Katherine, estuvimos en esa plaza y no había ningún cadáver que confirme lo que nos cuentas, ¿seguro es esa plaza donde ocurrió?, ¿no estabas bebida o...? —Los miro sin dar crédito. 

— ¡¿Perdón!? Mi hija nunca ha sido una alcohólica. — Me defiende mi madre. 

— Perdóneme, señora Framon, pero su hijo...— Esta vez se ha pasado. 

— ¿Mi hijo Conrad, en serio? ¡Tenía problemas con la bebida pero eso no significa que mi hija también! 

El Sherif y mis padres discuten sobre mi y lo que recuerdo, pero yo solo me concentro en lo que perdura dentro de mi cabeza, lo que veo aún. Unos colmillos goteando sangre con demasiada oscuridad en el entorno, sus ojos rojos y malvados. No lo olvidaré jamás. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro