Capítulo Doce: Una Visión Diferente.

Narrador Omnisciente

Tokio; Japón.
Tres años antes.

Alisó la tela de su camisa tratando de mantener la compostura para poder entrar a la cafetería, se rehusaba a causar un escándalo o que algún humano saliera herido por culpa de su orgullo y el de su padre. Cuando entró, el olor a café le llegó a las fosas nasales haciéndolo suspirar deseoso por una de esas tasas de café. Observó rápidamente el lugar encontrando un establecimiento de colores armónicos y gente a gusto con sus pedidos. Paseó su mirada entre los comensales hasta dar con su despreciable padre sentado en una de las mesas con su típico aire de grandeza; a su alrededor en otras mesas, varias mujeres lo admiraban y comían con la mirada.

Chris rodó los ojos pensando en lo patético que lucía, siempre tratando de llamar la atención.

Al llegar a la mesa se sentó en una de las sillas frente a su padre y se recostó en el espaldar mirándolo con apremio, tenía mejores cosas por hacer que hablar con él; salir con Jihyun, por ejemplo.

—¿Ya viste? ¿No son guapos los dos?

—Deben ser modelos o famosos porque su belleza no es normal.

Ambos ignoraron los murmullos de los demás.

—¿Qué quieres? —le preguntó el hijo al padre, el mayor le ofreció una sonrisa llena de diversión.

—¡Christopher, hijo mío! Que bueno verte después de cuatro siglos. ¿No extrañaste a tu padre? —Inquirió con ironía, el muchacho rodó los ojos otra vez.

—Por favor, no finjas demencia. Sé que estás aquí porque algo quieres, ¿Qué tramas? Porque viniendo de tí no puede ser nada bueno.

El rostro de Lucifer cambió a uno serio, que si Christopher no lo conociera ya, le daría miedo su expresión:— ¿Enserio tienes tan mala opinión mía? ¡Vaya, Christopher! Saliste igual de rencoroso que yo —ante la mirada de impaciencia de su hijo puso los ojos en blanco—.  ¡Bien! Te pedí que vinieras porque a mí llegaron rumores de que estás saliendo con una chica. Y no cualquier chica...

Chris sudó frío y su alma abandonó su cuerpo, si su padre sabía quién era Son Jihyun entonces tendría que estar más al pendiente suyo, porque cuando Lucifer ponía el ojo en alguien no descansaba hasta lograr su cometido.

—... La hija del nuevo Guardián Maestro; Yin Chen.

El muchacho tragó grueso:— ¿Q-qué quieres con ella? —se maldijo internamente por tartamudear pero no podía evitarlo.

—Oh, nada, simple curiosidad —se encogió de hombros restándole importancia—. Solo me interesa saber por qué mi hijo tiene ese nuevo capricho.

—Jihyun no es ningún capricho, de verdad estoy enamorado de ella y ella de mí —aseguró con firmeza el mestizo.

—¿Jihyun, eh? Entonces así se llama. Jihyun... —saboreó su nombre con gusto, Christopher no supo si fue buena idea revelarle ese detalle—. Debe parecerse a la hermana de Yin Chen, lo cual seguro es una tortura para él —comentó divertido, al ver que su hijo no decía nada hizo un gesto con la mano para que se tomara las cosas con calma—. No te preocupes tanto, ¿Quieres? Por ahora, hablemos.

Chris soltó una risa sin gracia:— ¿Hablar? ¿Quieres hablar ahora? Te recuerdo que me alejé de tí porque no eres capaz de tener una relación con tu hijo sin tener que arruinarlo cada cinco segundos —muchos recuerdos de cuando vivía en el infierno con su padre bombardearon su mente, memorias que le dolían pero jamás confesaría.

—Espera un segundo —levantó su dedo índice para que esperara mientras él asimilaba sus palabras— ¿Quieres decir que yo arruiné todo? —una risa brotó desde su pecho incrédulo, Bang arrugó el entrecejo sin entender la reacción— ¿No recuerdas lo que pasó con Seo Taeyang?

El corazón de Christopher latió a mil por hora al recordar ese nombre. Era su mejor amigo.

El joven tragó grueso.

Lucifer al ver su reacción supo que su hijo entendía a qué se refería:— Veo que sí lo recuerdas... Ahora entiendes que yo no fuí el único que jugó mal, hijo mío.

—Taeyang se fue de tu lado porque no pudo soportar ninguno de tus tratos por más tiempo —intentó controlar su respiración así como su reacción.

—No, se fué porque tú lo convenciste —acusó con furia, odiaba que los demás se metieran con lo suyo. Apretaba los puños debajo de la mesa—. Supongo que en eso te pareces a tus hermanos ángeles: le arrebatan todo a los míos.

Christopher ya no estaba dispuesto a seguir escuchando nada más y como su conversación no parecía llegar a ningún lado, se levantó bruscamente de la mesa llamando la atención de los demás comensales, cuando estuvo por irse su padre lo detuvo.

—¿Te lo cogiste?

La pregunta congeló a su hijo, no era algo que se esperara. Por un momento pudo jurar que el tono que usó fue como si esperara que la respuesta fuera negativa, pero no podía mentirle aunque quisiera, a fin de cuentas se daría lo sabría.

—Déjame preguntarlo de otra manera: ¿Acaso tú y mi ex-esposo tuvieron sexo a mis espaldas? —se acomodó en su silla manteniendo la vista fija en la espalda de Christopher.

Lo que no sabía es que de su respuesta dependían muchas cosas.

—Solo fue un par de veces —y sintiéndose avergonzado salió del local sin mirar atrás.

Oh, Christopher, eso no era algo que tú padre debía saber. Ya deberías conocer lo vengativo que puede ser.

—¿Cómo te sientes?

Christopher levantó la mirada encontrándose con una taza de té frente a él, hizo una mueca de disgusto. Odiaba el té.

—Peor ahora que me traes esto —bufó apoyando su espalda en el sofá.

Su amigo puso los ojos en blanco:— Solo tómalo, ¿Sí, hyung? Te vas a relajar —insistió con la preocupación asomándose en su tono de voz.

—¿Por qué te preocupas tanto, Hyunwoo? —inquirió con fastidio.

—Porque tu siempre cuidas de nosotros, no es justo que te dejemos solo en esto —hizo un puchero inconscientemente, a Christopher le pareció adorable pero no dijo nada. Pensó un momento en sus palabras y la verdad es que Hyunwoo tenía razón, él siempre se preocupaba de sus amigos y los ayudaba si tenían problemas pero jamás lo hizo para obtener algo a cambio—. Toma aunque sea un sorbo.

Rendido, Chris agarró la taza y la llevó a sus labios para beber su contenido, su amigo —que era mucho menor que él— le dió una pequeña sonrisa complacida.

—¿Qué sucede?

—¡Taeyang, viniste! ¿Por qué estuviste tan desaparecido? Ven, ayúdame a alegrar a Christopher —exclamó aliviado el menor sintiendo un peso menos al ver a su amigo llegar.

Christopher Bang ni siquiera tuvo el valor de mirarlo, le apenaba que lo viera deprimido.

—No lo fuerces, Hyunwoo. Déjalo descansar —le ordenó el contrario no prestando mucha atención, su mirada permanecía fija en su teléfono.

—Hyung, no lo entiendes —el muchacho se levantó y caminó hasta el mayor quien soltó un gruñido cuando Hyunwoo tomó su teléfono para llamar su atención—. Lleva así dos semanas, ¡No puede seguir así! —miró de reojo al mayor quien había dejado la taza en la mesa de centro y los miraba fijamente. El menor se acercó al oído de Taeyang para susurrar—. Es por esa chica... Son Jihyun. Le terminó por teléfono.

Seo Taeyang frunció el ceño, ¿Ella rompió con él?

—¡Te dije que no era buena idea que salieras con una chica menor de edad! ¿Para esto la querías? Espero que no hayas dado todo de tí estúpidamente para que al final ella terminara contigo por teléfono —lo apuntó con su dedo índice con advertencia, no le gustaba que nadie se metiera con su mejor amigo.

—¡Hyung!

—No es nada de eso, Taeyang —soltó un suspiro roto, aún podía escuchar la voz quebrada de Jihyun al otro lado de la linea cuando le dió la noticia—. Yo fui quien terminó con ella por teléfono, no tuve el valor de hacerle de frente. Yo...

No pudo continuar por el nudo que apretaba en su garganta, sus ojos se cristalizaron tratando de contener las lágrimas dolorosas, se sentía un idiota gigante.

Hyunwoo le pegó en el abdomen a Taeyang a modo de regaño por lo que había causado, a él le había costado animarlo un poco y ahora volvían al inicio. El mayor de los dos se dió cuenta de que el departamento ya no olía a limón como usualmente lo hacía, eso lo hizo darse cuenta de lo mal que estaba —Christopher era un maniático de la limpieza—, rodó los ojos mientras se acercaba a su amigo y apoyó las rodillas con cuidado en el frío suelo.

—Hyunwoo, necesito que salgas y llames a los demás ¿De acuerdo? Diles que nos reuniremos afuera en cuarenta minutos.

—Sí —acató la orden de su mayor sin rechistar.

—Chris. Oye, oye, está bien —Taeyang acunó las mejillas de su amigo con afecto, las lágrimas saladas no pasaban de brotar—. Estoy aquí, amigo, ¿Quieres explicarme todo?

El mestizo le contó todo lo sucedido a Taeyang sin omitir ningún detalle y el lo escuchaba atentamente, cuando mencionó a su padre entendió la gravedad del asunto. La mirada del demonio —Taeyang— se oscureció ante la mención de ese hombre, sintió pena en lo profundo de su corazón por esa chica pues entendía muy bien cómo debía estarse sintiendo y lo difícil que lo debía estar pasando.

—Hubieses escuchado su voz cuando le dije que la estaba terminando por otra —Christopher cerró los ojos con fuerza queriendo borrar ese constante recuerdo—. ¡Ella me odia! No puedo soportarlo, Tae, no puedo...

—Escucha, aquí estoy ¿Sí? No voy a dejarte solo, no vamos a dejarte solo. Limpiate las lágrimas, vete a bañar y vistete que apestas —las muecas que hizo le arrancaron una risita a Chris—. Eso era lo que quería escuchar. Ahora, vete, saldrás con nosotros y nos divertiremos hasta que supliques un descanso.

Christopher tomó las muñecas de Taeyang y con su pulgar le dió leves caricias, internamente agradecía tener amigos que vinieran a su rescate porque sino tal vez habría acabado con su vida hace mucho. Por su parte, Seo se acercó a Chris y besó su mejilla húmeda con cariño, gesto que jamás haría frente a sus demás amigos.

—Taeyang... —intentó hablar pero el mencionado lo interrumpió.

—No digas nada, ¿Sí? Vamos, ve a bañarte —lo animó, Christopher le hizo caso y se fue a su habitación sin decir nada más.

Tal vez no estaba enamorado de él, pero sentía cariño por Christopher Bang y para él ese beso no era algo tan significativo, solo buscaba animarlo.

Ahora sentía curiosidad por Son Jihyun, ¿Quién era esa chica y por qué llamó la atención de Christopher? Taeyang deseaba conocerla.

°.°

Lo único que voy a decir es: disfruten el capítulo (ya sé que no es la continuación del anterior pero esto es importante)