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𝘃𝗲𝗶𝗻𝘁𝗶𝗼𝗰𝗵𝗼. i do not want to be selfish.

Capítulo 28
No quiero ser egoísta.



Me desperté con un dolor de cabeza, sentía como si alguien me estuviera apuñalando en el centro de la sien. Maldición, no debí haber bebido tanto anoche. Abrí los ojos por completo y miré a mi alrededor, ¿dónde diablos estoy? Giré la cabeza hacia la derecha, viendo un estante con fotografías, libros, una guitarra en la esquina. Entonces, escuché el sonido de unos tacones por el pasillo hasta que la puerta se abrió y ambas nos quedamos mirándonos durante unos largos segundos. Ninguna de nosotras decía una sola palabra, pero lo que sí sabía era que es muy probable que el chico que me ayudó anoche se enojaría conmigo, su hermana se encuentra mirando con los párpados palpitantes, creo que era un tic.

—B-buenos días, agasshi...—saludé, levantándome de la cómoda cama.—Y-yo... lo lamento, no quise causar ningún problema.

—Está bien, no importa, Minha. Ven a la cocina, preparé mucho café. Lo necesitarás.

—Claro.—sonreí tímidamente.

Ella me miró y luego se marchó de la habitación de su hermano, mientras yo solo estoy tratando de encontrar el resto de mis cosas porque me faltaba mi bolso, donde supuestamente estaría mi celular. Sin embargo, era mejor tomar un poco de café antes de irme de este departamento con mis cosas en mano, cuando salí del pasillo estaba mirando todo con miedo, no sabía si Kim Seungmin está en casa, además de las cosas que le he dicho anoche. Porque evidentemente recordaba algunas palabras que le dije estando ebria y creo que sería mejor disculparme con él, o mejor dicho, sería bueno disculparme con Eunji y Seungmin, el enojo me hizo reaccionar de esa manera, no quería perder a ninguna persona en mi vida, menos por un sentimiento que no era mutuo.

Kim Seungyeon me echó una mirada para señalar uno de los taburetes de la isla de la cocina, me senté en el tercer taburete con las manos sobre mi cara por la vergüenza que sentía por lo que había pasado y estaba pasando en este mismo momento.

—Toma.

—Muchas gracias, agasshi.

—Llámame Seungyeon, Minha. De alguna manera ya somos familia, ¿no?—me miró con sus ojos penetrantes. Supongo que ya sabía que era novia de su hermano.—Aunque... no estoy tan de acuerdo con lo que están haciendo.


—¿Cómo?

—Sé que no debo meterme en tus decisiones, pero soy la hermana de Seungmin y conozco a mi hermano, él está cometiendo muchos errores al estar con ambas hermanas, alguien saldrá lastimado muy pronto. No tengo que ser inteligente para saber que esa persona eres tú, Minha.—informó tomando sus cosas. Podía ver un brillo de incomodidad en su mirada.—Cuando te vayas, cierra la puerta, te dejaré la llave que está escondida en la maceta. Adiós.

—A-adiós...

Me despedí con la cabeza baja, me quedé terminando el café, tratando de pensar bien en cómo acercarme a las personas afectadas para pedirles disculpas por mi estúpida forma de reaccionar al enterarme de su relación amorosa y que no me hayan dicho una sola palabra al respecto. Después de haber lavado la taza en la que me sirvieron el café, volví a la habitación donde me han dejado para buscar mi bolso y abandonar la casa. Evidentemente, antes de hacerlo fui al baño a lavarme la cara y luego salí de la casa, no sin antes colocar la llave de repuesto en el lugar que me indicó Kim Seungyeon.

En todo el viaje a mi casa, simplemente había tenido la mirada en el suelo.

No iba a negar que me dolía la cabeza, tenía muchas ganas de matarme mentalmente por haber dejado que el enojo y esas emociones negativas hayan hecho que vuelva al vicio del alcohol, por demás de que si mis padres se enteran la tarde de hoy será mucho peor de lo que había imaginado en algún momento de mi vida. No obstante, cuando llegué a la casa no había nadie, solo vi a las empleadas de la casa, las cuales fueron las únicas que se preocuparon por dónde me había metido.

—Demonios...—bufé, entrando a la ducha.

En todas esas horas únicamente estuve pensando y tratando de buscar las palabras para disculparme, sin embargo, lo haría mañana cuando me los cruce en la universidad. Las primeros en regañarme fueron mis dos hermanas mayores y Vaitiare, la cual estaba más preocupada por mí que el resto de mi familia. Quería saber lo que me ha sucedido, solo que no le pude decir la verdad debido a que no me animaba a confesar una cosa como esa.

—Pase.—contesté, me encontraba sentada frente al escritorio de mi habitación.

Estoy terminando un proyecto que me han mandado de la universidad y era para mañana. Cuando escucho que la puerta se cierra volteo la cabeza, viendo a mi padre, el cual se ha sentado en la cama, mirando todo lo que estoy haciendo.

—Hola, pa.

—¿Dónde has estado anoche, Minha?

—Dormí en la casa de...

—¿De...?—me preguntó, mirándome relajado.

—Seungmin.

—¡¿Seungmin?!

—Relájate, no sucedió nada inadecuado.

—Oh, sí. Yo también le decía lo mismo a mis padres cuando estaba con tu madre.—elevó una ceja pícara. Empero, se podía notar que no estaba de ánimos para hacer bromas en este instante.

—No quiero saber lo que tú hacías con mamá.

—Es momento de que tengamos esta charla.

—¿Si sabes que ya no estamos más en la secundaria, no?—comenté entre risas leves.—Ya sé cómo se hacen las cosas. Yo sé lo que es tener sexo, papá.

—¿Segura?

—Ajá, también sé protegerme.

—Entonces, no me preocuparé por lo que sucedió anoche con tu novio y te voy a preguntar una sola cosa.

—Sí.—dije, girándome en la silla, ya que tenía rueditas. Podía girar de inmediato para mirar a mi papá.

—¿Por qué tu ropa olía a alcohol?

Borré la media sonrisa que se había formado en mis labios al momento de mirar a mi padre a los ojos.

—B-bueno, hay una buena explicación para...—pero fui interrumpida por su voz autoritaria.

—No entiendo por qué me estás mintiendo, Minha. Tú no eres así.

—Papá...

—No quiero ser rudo contigo, pero supongo que a veces los adolescentes lo necesitan.

—¿Qué quieres decir?

—Mañana irás a la universidad y de la universidad vendrás a casa.

—¿Qué...?

—Así es, te estoy castigando como en la secundaria.—informó, levantándose de la cama.—Por cierto, tampoco tienes el permiso de ver a tu novio y se lo voy a hacer saber muy pronto.

—¡Papá! ¡Eso es injusto!

—¿Lo es realmente, Myeong Minha?—se giró para mirarme.—Tú sabes que puedes hacer todas las cosas malas que quieras y que yo siempre te voy a apoyar. Sin embargo, recaer para mí es lo peor que puedes hacer.

No me dijo nada más y se fue de la habitación, dejándome confundida con lo que acababa de suceder. Sabía que a mi padre le disgustaba cada vez que me encontraba embriagada y en una nube de alcohol, y a mi mamá le causaba vergüenza. No obstante, pensaba que todos tenemos un límite y que en cualquier momento cualquiera podría recaer. Creía que mi padre se estaba excediendo con este castigo. Ni siquiera cené, quería dormir para mañana resolver el problema que tenía con esas dos personas, y así, tratar de rogarle a mi padre para que dejara de castigarme como en la secundaria.

08:30 a.m

Entré a la universidad buscando a las personas con la mirada, pero a la única persona que encontré fue a la misma que me dijo que era una buena idea confesarle mis sentimientos a uno de sus mejores amigos. Empero, lo único que hice fue dedicarle una media sonrisa y alejarme de su persona, todos nos podríamos haber confundido en una situación cómo esa y estaba muy segura de que no estoy enojada con él, aún así, necesitaba hallar a esas personas lo antes posible.

—¡Te estuve buscando!

Al doblar el pasillo me quedé quieta de inmediato. Porque se encontraba mi hermana viéndome con sus ojos brillosos y mucha desesperación. Supongo que no se ha quedado a dormir en la casa, nunca me la había cruzado.

—También te buscaba.

—¿Por qué? ¿Estás bien?

—¿Dónde está Kim Seungmin? Necesito hablar con ambos.—velozmente mencioné.

—Entra más tarde.

—Okey. Entonces, nos juntamos más tarde.

—Oye, esp...

—Tengo clases, unnie.—me despedí de Eunji para encaminarme a mis siguientes clases.

No obstante, había tenido tres clases en toda la tarde y la mayoría del tiempo me la he pasado en la biblioteca o en la cafetería. Chan se me acercó a pedirme muchas disculpas sobre lo que sucedió con su amigo y a mí no me había quedado de otra que decirle lo que estaba sintiendo en estos momentos, pero él me prometió que se iba a quedar a mi lado y que yo ya tenía un amigo en quien confiar. De todas formas, simplemente, me lo tomé como una forma de devolverme el mal momento que había sufrido por su culpa.


—Fresa.

Detuve mis pasos cuando escuché su voz, al voltearme pude ver sus ojos brillantes fijos en mí, entonces, todas las dudas que tenía desaparecieron de mi sistema. Ver a Kim Seungmin me provocaba eso, evidentemente todo desapareció cuando observé a mi hermana aparecer detrás de su novio.

—Ya estamos los dos, ¿de qué querías hablar?

—¿Estás bien?

—Iré al grano.—reí nerviosa, evitando la pregunta de mi falso novio.—Quería pedirles disculpas por haber reaccionado de esa manera al enterarme de su inesperada relación... amorosa... Pero necesito que me entiendan por qué me enojé, no estaba celosa, menos me enojé contigo, unnie, porque estuvieras con Seungmin. Solo estaba enojada contigo porque eso me hizo quedar como una mala hermana.

—¿Por qué una mala hermana?


—Mientras tú estabas enamorada de él, yo estaba fingiendo ser su novia y tenías que vernos de esa manera cada vez que estábamos con la familia, es por eso que me siento mal como tu hermana. También entiendo si ya no quieres seguir con esto,—dije, mirando ahora a Seungmin.—no quiero arruinar la relación que ustedes dos tienen.

—Fresita...

—Wow, ¿de verdad harías eso por nosotros?—Eunji indagó con sus luceros iluminados. Parecía que después de todo tenía que hacer una buena acción por mi hermana mayor, ya que se lo merecía de cierto modo. Sin importar como esa decisión me hacía sentir.

—Obviamente, Eunji-ssi. Tú tenías razón y mamá siempre ganará, así que, ¿qué caso tiene seguir con esto? Además de que papá me castigó porque se enteró de que anoche bebí como albañil recién cobrado.

—¿De dónde sacaste eso...?

—No.


—¿Perdón?—le pregunté al hombre que no me sacaba la mirada de encima. Es más, podría decir que se encontraba demasiado molesto por la decisión que estaba tomando para que pueda progresar en la relación que tenía con mi hermana.

—No acepto terminar con el trato, vamos a seguir haciéndolo.

—¿Qué?

—¿De qué hablas, oppa?—preguntó Eunji.

—Tú me ayudaste desde un principio, sabiendo que no quería, así que ahora voy a hacer lo mismo contigo. Aunque tú no quieras, lo vamos a seguir haciendo.

—Seungm...—mi voz fue interrumpida.

—En cuanto al castigo, puedo solucionarlo. De alguna manera, tu padre confía demasiado en mí y puedo ayudarte a que te quite ese castigo.

«Genial.» Pensé sin poder creerlo, ya que el problema sería cómo no dejar de sentir algo por este hombre cuando estaba haciendo todo lo posible porque yo siga detrás de su persona.

Apenas le dije eso a Fresita, me dirigí a la salida ya que mi horario de estudios terminó y por eso llegué un poco tarde a la universidad. La noche anterior, después de dejar a la niña pija en mi casa, me fui al departamento de mis amigos a pasar la noche allí, no quería hacerla sentir incómoda en ningún momento, o que ella creyera que sucedió algo más. Sin mencionar que su hermana me estaba presionando mucho para que me alejara de su hermana menor. Digamos que en estos últimos días me di cuenta de que Eunji es celosa de sus propias hermanas. Sin embargo, lo que más me molestaba de ella era que sabía que cuando Fresita se enterara de nuestra relación, ella no querría seguir con todo el plan.

Por eso le dije de inmediato a la niña pija que no íbamos a echarnos atrás con el plan que ella había ideado. Después de decir eso, me fui al restaurante. Quería llegar temprano para trabajar y también hablar con el padre de Fresita. Esperaba que nada saliera mal, empero, en todo el camino no pude dejar de pensar que quizás la relación que estaba teniendo con Eunji podría arruinarlo todo. Ni siquiera quería que ella viniera conmigo, pero no puedo negar que me gustaba pasar tiempo con ella, incluso cuando Eunji podría arruinarlo todo.

—Seungmin, es temprano.

—Hyung, ¿podemos hablar?

—Por supuesto.—se giró por completo, dándome toda su atención, mientras que todavía sostenía con fuerza la birome que tenía en su mano.—¿Qué sucedió?

—Es sobre Minha...

—No hace falta que sigas hablando, Kim. Ya sé lo que está pasando con mi hija—Seokjin interrumpió mis palabras de inmediato. Eso me asustó, más cuando mis pensamientos sobre mi nueva pareja se hicieron realidad—. Eunji me lo confesó todo.

En ese momento, mi mente pareció congelarse.

¿Eunji le había contado todo a su padre? No podía creerlo. ¿Había sido tan impulsiva como para revelar la verdad solo porque le dije que seguiría con el plan de fingir ser el novio de su hermana? ¿Ha permitido que su enojo la guiara a hacer algo tan drástico? Me sentí como si me hubieran dado un golpe en el estómago. Eunji era impulsiva, sí, pero siempre pensé que tenía un mejor control sobre sus emociones. Nunca imaginé que llegaría a tal punto de revelar nuestra farsa. ¿Acaso no se daba cuenta de las consecuencias que esto podría traer? ¿No entendía que esto podría arruinar no solo mi vida, sino también la relación con su familia de su propia hermana? Me sentí traicionado.

Había confiado en Eunji, creí en ella. No obstante, ahora, parecía que dejó que su enojo la controlara y ha decidido poner fin a nuestra farsa sin siquiera consultarme. El pensamiento de que Eunji podría haber actuado de tal manera me dejó atónito. Me gustó pasar tiempo con ella, disfruté de su compañía. Mientras estos pensamientos me inundaban, me di cuenta de que tendría que enfrentar las consecuencias de las acciones de Eunji. Y no tenía ni idea de cómo iba a hacerlo.


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