𝘃𝗲𝗶𝗻𝘁𝗶𝗰𝗶𝗻𝗰𝗼. seungyeon out of control.
Capítulo 25
Seungyeon descontrolada.
Nos encontrábamos en la fiesta que nos han invitado unos compañeros de la universidad, yo había venido con mi prima Vaitiare para que pueda divertirse un poco y mucho más después de saber que Jungkook era el hombre que amaba y al mismo tiempo odiaba. Además de que también fue un día duro para ella al saber que iban a trabajar juntos desde ahora en más, aunque me dijo que es muy probable de que solamente iba a trabajar en el restaurante hasta que su madre se entere de que trabajaba con su hermanastro. Porque como ya ha dicho una vez, su mamá no la quería tener cerca de su hermanastro.
Mi prima está bebiendo de un licuado de ananá, mientras que miraba a todos los que están en la fiesta. Parecía que estaba buscando la forma de poder distraerse sin tener que pensar en los problemas que tenía en su cabeza.
Kim Seungmin fue por algo de tomar con sus amigos, ya que también estaban invitados a la fiesta, entre que observaba a las personas que se están divirtiendo en la fiesta. Sin embargo, una figura femenina llama mucho mi atención, que por eso le había dicho a mi prima que ya venía, mientras que yo estoy caminando a la salida de la casa siguiendo a esa mujer. La cual tenía un cigarrillo entre sus dedos y un rostro que parecía tener muchos problemas.
—¿Estás bien?—le pregunté preocupada, cuando ella se giró a verme las dos nos quedamos sorprendidas.
Debido a que en la secundaria habíamos hablado varias veces, aun cuando, muy de vez en cuando. No nos llevábamos tan bien y no por mí, sino por ella misma, porque era una de las mujeres más rudas del instituto en ese tiempo.
—Myeong.
—Ha pasado una eternidad sin verte, Mieke.
—Me asombra que aún recuerdes mi nombre, considerando que eras la única que no podía pronunciarlo correctamente.—recordó.
—Creo que eso fue lo que alimentó tu resentimiento hacia mí.
—Tranquila, ya no soy la misma chica de la escuela, dejé mis resentimientos en aquel entonces.
—Me alegra por ti, ¿cómo has estado? Hace mucho tiempo que no sabía nada de ti, ni de tus hermanos. ¿Han regresado a Corea para quedarse o simplemente están de visita?—pregunté, acercándome más a ella, ya que el sonido de la música dificultaba que nos escucháramos bien.
—Sí, hemos regresado para quedarnos. De hecho, también estoy estudiando en la misma universidad que tú, supongo que nos veremos por allí.
—¡Sí! Binnie me dij...—me detuve de golpe, dándome cuenta de lo que estaba diciendo y por la expresión en su cara cuando mencioné el nombre de mi compañero de universidad—L-lo siento.
—Descuida.
Mordí mis labios, sintiéndome incómoda. Sabía que había metido la pata. Tenía la oportunidad de llevarme bien con esta chica de nuevo y lo primero que estoy haciendo era arruinarlo al mencionar a su exnovio. Parece que se dio cuenta, ya que me miró con una sonrisa que interpreté como una risa ante mi torpeza en ese instante.
—No es importante, Myeong, de verdad no me molesta que lo menciones. Además, me estoy dando cuenta de que tú eres la única que no ha cambiado, al parecer.
—¿Por qué dices eso...?
—Sigues siendo la misma mujer inocente, tonta y tímida que conocí en el instituto. Digo «tonta» con cariño, eh.—advirtió, exhalando el humo.
—¿Por qué le mientes?
Una voz detrás de nosotras nos interrumpe. Al girar la cabeza veo que es Kim Seungmin quien nos ha interrumpido. Juraría que en mi interior lo estaba asesinando, porque en lugar de comportarse como un buen novio, siempre me está dejando en ridículo.
—Kim, siempre tan encantador.
—Por eso nos llevábamos bien, Moon.
—Supongo que sí.—ella sonrió.
—¿Ustedes se conocen?
—Claro, Seungmin iba conmigo al instituto.
—¿En serio?—pregunté, confundida.
—Sí, ¿tú no lo sabías?
—No me recuerda porque yo iba a otra clase.
—Ah...
—¿Y ustedes son amigos?—ella indagó.
—No.
—Ouh...—Moon Mieke arqueó sus cejas negras, con una mirada pícara—. De verdad me sorprendes, Kim Seungmin. Nunca pensé que te atraían las mujeres adineradas, recuerdo que siempre hablabas mal de esas personas.
—Auch...
—Las cosas cambian, al igual que las personas.
—No me lo digas...—abrió los ojos con sorpresa, dando una calada al cigarrillo que sostenía en sus manos.
—¿Sabes que fumar en exceso puede ser perjudicial?
—¿Sabes que meterse en asuntos ajenos está mal?—replicó Mieke al comentario de Seungmin.
—Estoy de acuerdo con él.
Nuevamente, otra voz se hace presente detrás de Mieke, simplemente que esta vez era una voz femenina, que si no mal recuerdo, era su hermana. Ella yace con los brazos cruzados, una cara de trasero y se acercaba a nosotros con pasos delicados.
—Mierda...
—¿Qué estás haciendo, Mie?
—No te metas.—respondió fastidiada.
—Me meto porque me importas y eres mi hermana. Sabes que no puedes segu...
—Nosotros mejor nos vamos.—demandó Seungmin, agarrando de mi brazo para volver a la fiesta. En donde puedo ver a mi prima hablando con otra mujer, que ahora que me estoy dando cuenta era la nueva novia de Hwang Inseo.—¿No qué no iban a venir?
—Por lo que veo, solo está ella.
Seungmin no dijo nada más y se dirigió al grupo que sus amigos habían formado cerca de mi prima. Me uní a esas mujeres para terminar la noche entre risas, bailes y un poco de bebidas, ya que no permitiría que mi prima bebiera por el simple hecho de que no podía ni siquiera oler un poco de alcohol. Llegamos a casa alrededor de las 04:00 de la madrugada, y tan pronto como llegamos a nuestras habitaciones, nos rendimos al sueño que nos agobiaba.
«¿Realmente era yo el culpable?» Eso era lo único que me rondaba la cabeza en esos momentos.
Estaba sentado en mi cama, con los brazos cruzados, escuchando los reproches de la mujer que me gustaba. Sí, Eunji vino a mi casa para reclamarme por qué no respondía a sus mensajes ni a sus llamadas. Pero parecía que toda la verdad que le había dicho no le calaba o simplemente no quería entenderla. Cada día que pasaba me daba cuenta de que mi relación con la niña pija me está causando problemas con Eunji. Sin mencionar el encuentro con Yeonbin, que al enterarse de que estaba saliendo con la hermana de mi supuesta novia, se alarmó y empezó a llorar.
Al final, me dijo muchísimas cosas hirientes, empero, fue la última vez que la vi. Supuestamente, la chica con la que estaba saliendo se topó con ella unos días después de eso, y desde entonces no volví a saber nada de mi exnovia. No hay que ser un genio para saber que Myeong Eunji le ha dicho algo para que mi exnovia no se acercara nunca más a nosotros. Intenté salir de mis pensamientos para observar a la mujer de piel blanca y cabello castaño, que se había teñido hace poco. Llevaba un vestido y caminaba por toda mi habitación, hablando sola y diciéndome un montón de cosas que solo conseguían hacerme sentir como un completo idiota, por no tener el valor suficiente para pedirle que fuera mi novia.
—¡Y encima te vas de fiesta!
—Eunji-ssi...
—¡¿Qué?!—exclamó, mirándome con sorpresa.
—¿Podrías calmarte un momento? Ya te dije, si no te respondí los mensajes y las llamadas fue porque estaba con tu hermana. Te dije que no quiero que Fresa se entere de que estamos saliendo.
—¡¿Y por qué?! ¡No son novios!
—Conozco a tu hermana, Eunji-ssi. Estoy seguro de que si se entera de que tú y yo estamos viéndonos, sería capaz de terminar lo que tenemos para que nos veamos felices.
—¡Está perfecto!
Mi rostro se arrugó al escuchar lo que exclamó. Me molestó tanto lo que dijo que me levanté de la cama para mirarla con la misma expresión de confusión. No entendía por qué se comportaba así con su hermana menor.
—Eres muy egoísta.
—¿Perdón?
—Tu hermana organizó todo este plan solo para hacerle entender a tu madre ciertas cosas, ¿y tú estás dispuesta a aceptar que Fresa decida hacernos felices a nosotros, cuando ella solamente está buscando su propia felicidad?—cuestioné sincero, sin la espera de que pueda recibir una respuesta de su parte.
—¡¿Mintiendo?! ¡Dios, Kim Seungmin! Sé que eres amigo de mi hermana, pero debes entender que si ella quiere demostrarle algo a mi madre, debe buscar un novio al que realmente ame. Solo así le estaría demostrando a nuestra madre su punto de vista.—exigió, visiblemente estresada.
—No voy a discutir más sobre este tema.
Respondí con un suspiro y me dirigí a la puerta de mi habitación para ir a la cocina a buscar algo de comer. Aprovechaba que mi hermana se había ido a la empresa a trabajar porque Wanhee noona la llamó de último momento.
—¿Y tú te enojas?
—No me enojo, Myeong Eunji.—dije abriendo la heladera, entre que veía todo lo que hay dentro.
—¡Por supuesto que lo haces, oppa! No quiero que estemos discutiendo por la tonta de mi hermana.
—No la llames de esa manera.—aclaré, mirándola con un rostro serio.
Eso hizo que me mirara con arrepentimiento, jugueteando nerviosamente con sus manos.
—Lo siento, es que...
—Perdóname a mí. No debí hablarte de esa manera, Eunji-ssi. Solo que no me agrada que hables así de tu hermana cuando ella no está haciendo nada malo—expresé, girándome hacia ella. Enlacé mis manos alrededor de su cintura, acercándola a mí—. Intenta entenderla, es una chica que busca la aprobación de su madre.
Myeong Eunji suspiró, blanqueando sus fanales y tratando de evitar mi mirada. Pero mi mano fue a su mentón, para que ella me mirara a la cara, entonces, una sonrisa fue a su rostro, siendo imposible no robarle un beso.
—¿Qué te parece ir a otra parte?
—¿Otra parte?
—Sé que no te animas a hacerme la pregunta, pero yo realmente quier...—fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose.
—¡Seung...!—Seungyeon quedó en silencio. Sus ojos estaban clavados en mí y en la mujer que está a mi lado, notando cómo mis manos se posaban en su cintura. Mi hermana tenía una expresión de desconcierto, sin entender muy bien lo que está sucediendo.
—Creo que debería irme... Te llamo más tarde, oppa...—susurró Eunji, desprendiéndose de mí y acercándose a mi hermana para hacer una reverencia—. Hola y adiós, unnie.
Cuando Eunji se marchó completamente de mi casa y oí el sonido de la puerta, ahí comenzó el conflicto en el apartamento. Mi hermana me miraba directamente a los ojos, mientras dejaba su bolso en la isla de la cocina y se descalzaba. Pude notar el instante en que apretó fuertemente sus zapatos negros de punta y, de repente, uno de ellos voló hacia mí. Afortunadamente, me refugié detrás de la isla de la cocina, evitando que el tacón golpeara mi cara.
Noona hizo un gesto amenazante con su otro zapato.
—¡Dame una explicación antes de que acabe contigo!
—Quizás deberías calmarte...—intenté tranquilizar antes de que empecemos a conversar.
—¡¡Dame una explicación, Kim Seungmin!! ¡¡Estoy a punto de echarte del apartamento!!
—¡Está bien! ¡Pero no grites!
—¡¡Explícame!!—exclamó, amenazándome con su tacón negro. La única barrera que nos separaba era la isla, ambos estábamos en las esquinas—. Seungmin, se te está acabando el tiempo.
—Eunji es la chica con la que estoy saliendo.
—¡¿Qué?! ¡¿Y Minha?! ¡No puede ser! Mi hermano menor es igual a mi exnovio... no puede ser... Tengo de hermano al típico hombre que no soporto y que no quiero.—se dijo así misma, hasta que alzó sus ojos a los míos.—¡Te voy a matar! ¡Voy a llamar a la chica que vino ayer y le diré toda la verdad!
—¡¿Te has vuelto loca?! Además, eso no le importará.—demandé al darme cuenta de la situación.
—¿Me estás diciendo que Myeong Minha es el tipo de chica que acepta las relaciones abiertas? ¿Y peor aún, que su novio lo haga con una de sus hermanas mayores?
—No comprendes...
—¡Exactamente! No entiendo nada.
—Me pidió ayuda y yo la estoy ayudando, Seungyeon. En realidad, estoy saliendo con Eunji. Bueno, aún no somos novios, pero estamos avanzando en esa dirección.
—Espera, espera... No estoy entendiendo bien a dónde quieres llegar, Seungmin.—alzó las cejas, anonadada.
—Conoces a tu jefa, sabes que Min Sowon es la persona más complicada del mundo. Es una mujer que busca la perfección y prefiere mil veces a un hombre millonario que a un hombre humilde como yo.
—Hey, no te menosprecies así...
—Por eso Minha me pidió ayuda y por eso la acepté, al principio era solo porque necesitábamos el dinero.
—No puede ser...—susurró, apoyando sus brazos en la silla de la cocina, mientras sus manos se llevaban a la cabeza.
—Pero luego perdí mi trabajo en el restaurante y Fresa fue la única que me consiguió un puesto en el restaurante de su padre. Después también te consiguió trabajo a ti y no pude dar marcha atrás.—resumí las situaciones que jamás le conté. Solo que ver qué no me decía nada me aterró.—¿Noona...?
Mencioné de nuevo, porque ni siquiera me estaba mirando. Simplemente murmuraba cosas, moviendo su cabeza en negación. Su reacción me está asustando. Hasta que finalmente levantó su mirada hacia mí, observándome con tristeza.
—Todo esto es culpa mía.
—¿Qué?
—Sí, todo es culpa mía. Si no me hubieran despedido por mi falta de responsabilidad, tú no tendrías que haber hecho todo eso y menos aún seguir haciéndolo. Pero es mi culpa, Seungmin.—dijo con una expresión de decepción con ella misma.
—No es así, yo tomé mis propias decisiones, Seungyeon. En todo caso, es asunto mío, no tuyo.
—Es que no entiendes, esto va a terminar muy mal. Minha o tú, las cosas pueden malinterpretarse en cualquier momento.
—¿A qué te refieres?
—¿Estás saliendo realmente con Eunji?
—Te dije que no, aún no le he hecho la pregunta.—le respondí bufando. Debido a que esa situación me está poniendo de mal humor, aún no sabía muy bien lo que tenía que hacer para proponérselo.
—¿Por qué? ¿Qué te detiene?
—No pienso discutir eso contigo.
—¿Minha está enamorada de ti?
—¡¿Qué?!—exclamé, riendo a carcajadas.
—Hablo en serio.
—Claro que no, noona. Ella fue la primera en aclarar que éramos amigos y que todo era un pacto. Además, no soy ingenuo, me percato de las cosas y sé que ella aún guarda sentimientos por su exnovio. Pero no comprendo por qué me estás haciendo todas estas preguntas.
—Porque es evidente, Seungmin. Porque este juego de pretender ser novios puede desembocar en sentimientos auténticos.
—No, eso jamás ocurrirá.
—No estés tan convencido.
—¿Y qué si es así? ¿Te decepcionaría?
—¡No, Seungmin! ¿Aún no lo entiendes? Esto no se trata de lo que pueda pasarme a mí en la empresa o lo que pueda pasarte a ti en tu trabajo, esto se trata de lo que sucederá cuando la verdad salga a la luz. Digamos que ustedes se enamoran, están disfrutando del juego que han montado, pero, ¿qué sucederá cuando la bomba estalle? ¿Y qué pasará cuando los padres de esa chica descubran la verdad? No me gusta esto.
Mordí mi lengua, no quería seguir teniendo esta conversación con mi hermana, tenía asuntos más importantes en los que concentrarme y tener una charla sobre lo que podría pasar o no con el plan que ha ideado la niña pija, no era uno de ellos, así que pasé por su lado.
—Minnie...
—No pienso discutir esto.
—Solo te estoy advirtiendo lo que podría suceder.
—Y yo ya te dije que no ocurrirá. Además, si ella está haciendo todo esto es por alguna razón, yo solo quiero apoyarla, ¿eso está mal? Quiero decir, al principio sí que me caía mal, pero en los meses que hemos estado juntos me di cuenta de que es una buena persona y una persona que está pasando por un mal momento, por eso sigo con ella y no me importa lo que digas o lo que pienses, yo voy a seguir a su lado.—declaré.
Mientras que hablaba, noté cómo la expresión de mi hermana Seungyeon cambiaba. Sus faroles se llenaron de comprensión y, por un instante, pareció que realmente entendía mi punto de vista. Sin embargo, sabía demasiado bien que la conversación estaba lejos de terminar.
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