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𝘁𝗿𝗲𝗶𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲. a chance to love.

Capítulo 37
Una chance para amar.

Me fue inevitable no sonreír ante el comentario que dijo Kim Seungmin. Ya que jamás pensé que sería tan bueno conmigo después de todo, es más, hasta he mirado mi alrededor para asegurarme de que alguien de mi familia esté cerca de nosotros para que me diga una cosa como esa. No obstante, me di cuenta de que en serio él me quería decir un cumplido como ese, ya que solamente estábamos nosotros dos en esa parte de la mansión de mis padres. Por eso sonreí.

—G-gracias, tú también te ves bien.

—No como tú, pero esa es la idea.

—Seung...—fui interrumpida.

—Mejor vayamos a comer algo. Tengo hambre.—demandó, jalando de mi mano para caminar al patio trasero de mi casa.

Pisamos el patio trasero y observé a muchas personas compartiendo con el resto de los invitados. Mis ojos pararon en la silueta de mi padre, se encontraba vestido con un traje rosa pastel y en su mano tenía una copa de vino blanco, está con una gran sonrisa en su cara y hablaba con Seungmin con emoción y felicidad. Me gustaba cómo se llevaban estos hombres, es lo que siempre he querido desde el instante en que me enamoré de él, solo que mi mirada pudieron notar a mi mamá en una esquina.

Ella estaba vestida con ese atuendo color rojo, zapatos de tacón negro, peinado firme y suelto, una copa de vino en su mano y la mirada fría a ambos sujetos que están conmigo, conversando. Esa mujer mayor no quería hacer esto. Sin embargo, tenía una de mil preguntas en mi cabeza: ¿Por qué lo hacía?

—¿Verdad, cariño?

—¿Qué?—volteé mi cabeza.—Perdón.

—Estábamos hablando sobre las vacaciones.

—Ah, sí. Claro.

—¿Estás bien, Minha?

—Iremos a saludar a Soyeon, papá.

—Está bien, cariño. Qué se diviertan.—le sonreí. Alejándome de él para dirigirme a la larga mesa de comida y comenzar a degustar algunos de los postres que se encontraban allí.

—¿Acaso la mesa dulce se llama Soyeon?

—Ahora no es el momento, Seungmin.—respondí mientras saboreaba un pastelito.

—¿Por qué te comportas de esta manera?

—No es por nada.

—¿Estás ansiosa?

—No lo creo,—dude brevemente, comiendo.—ni siquiera sé cómo puedes deducir eso de mí.

—Porque estás comiendo demasiado rápido y te noto temblorosa, Fresa.

—Estoy bien, Seungmin.

—Pero estás temblando.

—No finjas que te preocupa.

—Pero sí me preocupa.

—¿Por qué?—fruncí mi cara.

—Porque eres importante para mí.

Sencillamente que las palabras de Kim Seungmin fueron el detonante de todo lo que me estaba pasando, porque me había puesto más nerviosa de lo normal. Por suerte llegó Changbin y distrajo a su mejor amigo para que yo me pueda meter a la casa de vuelta, fui corriendo a mi habitación, tratando de tranquilizarme y seguí las reglas que me dio en su momento mi terapeuta. Tenía que relajarme. Únicamente que no podía más con la presión que mi mamá me ocasionó, tomé la decisión de salir al balcón de mi habitación a tomar un poco de aire. Entonces fue el sonido de la puerta de mi alcoba abriéndose es lo que llama mi atención, es ahí en donde puedo observar a un Bang Chan dando pasos a mí, parándose a mi derecha con esa media sonrisa en su rostro.

—¿Qué te pasó?

—Nada.

—¿Pánico?—acertó.

—¿Por qué ustedes creen que siempre me pasa algo?—le pregunté, viéndolo.

—Tu forma de actuar, Minha.

—Oh...—musité, viendo la casa delantera, notando los autos estacionados.

Parecían ser infinitos, algunos adolescentes fumando a un costado de la entrada de la casa, de la misma forma que una chica a punto de entrar a la casa y Chan viéndola confundido. Se podía ver el reflejo de las luces de colores que han puesto en la casa, de la misma manera unas que otras parejas hablando con dulzura, y pude visualizar el segundo exacto en que mi hermana apareció con la misma mujer que fue su mejor amiga toda su vida. No obstante, me enteré de que ahora están en una relación romántica.

Entonces, ella siempre jugó con él.

—¿Me quieres decir qué pasa?

—Tengo miedo, Channie.

—¿De qué?—preguntó, apoyando su trasero en la barra del balcón, viéndome directamente a los ojos, mientras yo no podía parar de ver a mi hermana muy feliz.

—Hoy Seungmin se portó amable.

—¿Sí?

—Y ahora veo a Eunji con la mujer que se supone que es su mejor amiga, pero que ahora mismo se están besando.—notifiqué, logrando que Chan eche un ojo a mi demanda. Nuevamente, me miró confuso de lo que le estaba queriendo decir.

—¿Qué hay con eso?

—¿No te parece curioso, Bang Chan? Que justo ahora él está siendo tan amable conmigo y que mi hermana esté con la mujer con la que siempre ha querido estar. ¿No le encuentras algo extraño a eso?—pregunté.

Chan suspiró, cruzándose de brazos. Todavía sin mirarme a la cara, sus fanales parecían haberse perdido en algún rincón de mi habitación.

—Tengo fe en que Seungmin no está jugando con tus sentimientos, Minha.

—¿Y si estás equivocado?

—Está bien, ya sé que no soy la persona indicada para hablarte sobre Seungmin porque una vez ya me equivoqué.—se volteó, apoyando sus manos en la barandilla.—Pero parece que él está...

—Confundido.


—Sí, también.

—Pero yo no estoy confundida. Realmente me gusta, Channie.

—Lo sé, Minha. Solo necesitas darle tiempo.

—No quiero confundir las cosas y menos que él lo haga, no quiero que me use para superar a mi hermana.—expresé, entrando en desesperación.

—Créeme, él no hará eso.

—Tengo fe.—reí nerviosa, contagiando a Bang Chan de la misma manera.

—Solamente necesito que me digas algo. ¿Por qué siempre le encuentras peros cada vez que él hace algo lindo por ti?

—No son peros.

—Para mí sí lo son.

—Simplemente no puedo creer que alguien pueda enamorarse de mí, y mucho menos él.

—¿Por qué?

—Para empezar, Kim Seungmin está muy enamorado de Eunji, además de que nosotros nos conocimos en una situación muy loca, le mentí a todos, Bang Chan, tuve que pagarle la universidad para que él fuera mi novio, nunca tendremos los mismos sentimientos.—confesé con dolor.

Porque me gustaría que Seungmin sintiera lo mismo que yo, pero eso nunca va a pasar, porque si él decide estar conmigo sería solo para superar a mi hermana y no soy ninguna tonta para no darme cuenta de eso.

—Minha, a veces sucede que lo que comienza como una locura, se convierte en lo mejor de tu vida. ¿Lo sabías?

Lo miré con mis ojos iluminados, él no sabe cómo me gustaría que eso fuese así, exclusivamente que nunca va a pasar, no era porque no tenía fe de que Kim Seungmin se enamorara de mí, sino porque lo sabía. Tenía un presentimiento de que si ignoraba el hecho de que él está enamorado de mi hermana, él me iba a hacer mierda el corazón, solamente ya no quería sufrir más por un corazón roto, quería ser feliz con una persona que me amara del mismo modo que yo lo hacía. Pero veces pienso que no lo encontraré aquí.

No con él.


—Que cagada es esto.

—¿Hija?

—Es mi mamá, mejor bajemos.

Únicamente, abandonamos mi habitación para bajar a la gran fiesta que se había armado en esta noche, estando a punto de abandonar la casa puedo notar que mi amigo Bang Chan mira a un costado de la fiesta con enojo. Al parecer, vio a alguien y eso lo hizo molestar, decidí seguirlo con la mirada, para saber qué pasó para que esté así. Allí fue donde pude observar que está hablando con una mujer mucho más baja que él, además, puedo darme cuenta de que no se llevaban muy bien debido a que los dos tenían una mala cara. Más él. Cuando quise comentar algo al respecto fui callada por la figura de Seungmin a un lado mío, logrando que me olvide por completo lo que he visto hace un momento.

—¿Ya estás bien?

—Por supuesto.—sonreí.—Gracias por preguntar.

—¿Mañana quieres salir?

—¿Uh?—volteé a verlo anonadada.

—Quiero ir a un concierto que esperé ir desde que los conozco, es de Day6. ¿Quieres venir conmigo o debería invitar a Changbin?

—¿Day6?

—¡¿No los conoces?!

—¿Por qué te sorprendes?—cuestioné demasiado evidente de esa inquisición.

—¡Porque sí, Fresa! ¿Cómo no los vas a conocer?

—No es como si fuera Harry Styles.

—Retráctate.—exigió, señalándome con su dedo índice.

—Hmm... No.

—Fresa.

—No lo haré, Kim.—dije con una sonrisa de costado y cruzándome de brazos. Por demás de que comencé a ignorar sus ojos en los míos.

—¡Hazlo!—me pinchó en la costilla, lo que me hizo abrir la boca por el impacto doloroso. Por demás de que cada vez que hablaba expulsaba una queja.— ¡Hazlo!

—¡No! ¡Eso duele!

—¡Retráctate!

—¡Ya déjame!—reí, sintiendo cosquillas y dolor al mismo tiempo.—¡Basta! ¡Seungmin!

—¡Hazlo entonces!

Volvió a exclamar, esta vez colocando sus manos alrededor de mi cintura y dejándonos cara a cara, lo que hizo que mi corazón se acelerara, como si fuera la primera vez que lo tenía tan cerca.

Nuestras risas se extinguieron en ese instante, parecía que el mundo se había detenido, al igual que el tiempo, y todo mi enfoque está en la mirada del chico de cabello castaño. Sin embargo, puedo observar cómo cada vez se iba acercando más a mi faz, poniendo una de sus manos en mi nuca y acercando nuestros labios lentamente, necesitaba besarlo, quería hacerlo con todas mis ganas, sencillamente que no podía debido a que veía a Eunji viéndonos detrás de Seungmin. Digamos que eso fue la única cosa que me detuvo, solo que él no lo quería así, ya que acabó nuestra distancia para poder besarnos con mucha necesidad.

Lo sentía por ella, no obstante, no podía resistirme a los besos de Kim Seungmin. Al sentir el contacto, simplemente me dejé llevar por su anatomía, especialmente por ese beso fugaz que me regaló. Mis brazos se posaron sobre sus hombros mientras continuábamos con nuestro largo y profundo beso. Evidentemente, eso se vio interrumpido por la falta de aire y la voz de mi madre que resonaba a través de los altavoces debido a que había subido al pequeño escenario que los organizadores han montado para dar unas palabras.

—Sean todos bienvenidos a esta gran fiesta...

—Ahm.—masculló nervioso, pasando una mano en su nuca.—Lo siento, Fresa, ni siquiera sé por qué hice eso, no quería hacerte sentir incómoda.

—No te preocupes.—dije de inmediato.—De todos modos, teníamos que fingirlo, ¿no?

—Claro.

Pero primero me gustaría que le demos un gran aplauso a...

—¿Sigue en pie qué seas mi acompañante?

—Sí, iré contigo.

—Genial...—pude notar que cada vez iba bajando el noto de su voz. Él está viendo atrás de mí.—Ya vengo, espérame.

—¿Qué? ¿Por qu...?

Pero fui callada, mi novio falso se fue corriendo de la casa de la misma forma que lo había hecho uno de sus mejores amigos. Bang Chan salió a las corridas de la casa, creo que era por la mujer que entró a esta fiesta, aun cuando, todavía no sabía quién era.

Decidí darle atención a las palabras que está dando mi madre arriba del escenario, todos estábamos aplaudiendo ante la noticia de los nuevos padres de la familia, y luego de eso, mi madre dio sus últimas palabras para decir que nos divirtamos en esta noche. En un momento puedo notar a Lee Saeri con una expresión de molestia, únicamente que estaba teniendo una conversación con Kang Yeonbin, ni siquiera sabía que ella iba a venir esta noche debido a que me he enterado de que sus padres eran los nuevos socios de mi madre. El único problema que tenía era que no sabía por qué ellas están peleando de ese modo, al parecer, todos los adolescentes que han asistido a esta fiesta se encontraban con ese mal humor, menos yo, que aún estaba muy feliz por el beso que me había robado mi falso novio.

—¿Minha, estás bien?

—Creo que sí.—contesté sin ganas.

Porque ella se había puesto delante de mí, por lo que no podía observar muy bien lo que estaba sucediendo en mi hogar.

—¿Dónde está Seungmin? Quiero hablar con él.

—Se fue un momento con Bang Chan.

—¿Qué estás mirando tanto?—volvió a preguntar mi mamá, colocándose frente a mí nuevamente, arruinando el momento en que Yeonbin se acercó a Saeri de una manera amenazante.—No está bien espiar a las personas, Myeong Minha.

—Ay, mamá... No seas molesta.

—Minha.

¡Yeonbin, no!

En el tiempo en que escuché la voz de mi hermano Jooheon, solamente corrí a un costado a mi mamá, ya que quería saber que está pasando. Entonces, pude observar el momento en que la chica de cabello castaño estaba siendo jalada por los brazos de mi hermano mayor, alejándola del cuerpo de la novia de Hwang Inseo.

Justamente, el sujeto que ha entrado a la casa asustado por el grito que dio su novia, la cual está en el suelo de la casa. Mi mamá y mi papá ingresaron a la casa a las corridas debido a que eran los responsables de la fiesta que se armó y querían saber lo que está sucediendo. Yo simplemente les seguí el paso, observando que Kang Yeonbin fue sacada de la casa por las manos de mi exnovio. Parecía estar enojado.

—¡Wanhee, trae hielo! ¡Minha, ve a fijarte que pasó!

Por primera vez decidí hacerle caso a mi madre y salir de la casa, buscaba a las personas que han salido apresuradamente. Parada en la puerta principal, vi a Hwang Inseo con Yeonbin, caminando hacia un extremo del jardín, buscando un lugar donde nadie pudiera escucharlos, quiero suponer. Claramente, eso no funcionó debido a que yo ya estaba yendo hacia allí. Mi exnovio parecía muy molesto y no quería que su enojo hablara por él.

—¡¿Por qué hiciste todo eso?!

—¡¿Y por qué crees?!—Yeonbin le devolvió el grito.

—¡¿Estás loca, Kang?! ¡Saeri es mi novia!

—¡¿Y yo qué?!

—Tú... solo fuiste...—Inseo se quedó en silencio. Parecía que no queria terminar esa frase.

—¡Dilo!

—No lo voy a decir, porque ya no quiero tener una conversación contigo, Kang Yeonbin.

Esas fueron las palabras de Hwang Inseo, intentando alejarse de la muchacha que estaba a punto de llorar desconsoladamente.

—Ahora que te quiero lo suficiente, Inseo, ¿qué quieres hacer? ¿Destrozarme? ¿Estás feliz? ¿Conseguiste lo que querías de mí?

—No digas eso.

—¡Es verdad! Primero fue con Minha, luego me buscaste a mí y ahora estás con Saeri. Fingiendo quererla, cuando sabes perfectamente que no es así, hasta yo sé que jamás me vas a amar del mismo modo que has amado a Myeong Minha.

Escuchar ese diálogo me dolió, sentía que de alguna manera, Kang Yeonbin y yo éramos muy parecidas, no iba a negar que eso también me dolía. Por eso decidí darme la vuelta y volver a la casa, fingiendo que no había escuchado nada de ellos dos y que no me han visto. Porque así era.


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