𝘀𝗲𝗶𝘀. win over the father-in-law.
Capítulo 6
Gánate al suegro.
Nos encontrábamos en las gradas viendo cómo entrenaban mis amigos para el juego del viernes, a mis lados estaban las novias de mis amigos, a mi izquierda; Lee Jina, era la nueva novia de Bang Chan. Ella era más calmada que la muchacha que eligió mi mejor amigo, Jina era más delicada, parecía sacada de un poema y podría jurar que ella sí estaba escrita por una mujer, todo lo que hacía por mi hyung era con amor, solo que estaba muy seguro de que Chan no sentía lo mismo por ella. Según Seungyeon noona, es muy libra de su parte, aunque no entendí muy bien lo que quiso decir con aquello.
Por otra parte, a mi derecha está la novia de Changbin. Jung Naseul, era la persona más insoportable que podría existir, hasta juraría decir que prefiero miles de veces el tener que soportar a Myeong Minha qué a ella. Naseul era una mujer con voz chillona que ni siquiera su amiga la soportaba, quien era Jina, de tener que escucharla era frustrante, además de que se veía desde aquí hasta Sudamérica que solamente lo quería por el dinero que mi mejor amigo tenía, o mejor dicho, sus padres tenían. A diferencia de Bang Chan, Changbin sí tenía sentimientos por la mujer que lo está viendo en este mismo momento y era algo triste, cuando Binnie está enamorado dedica todo su tiempo y su dinero para ver contenta a la persona que ama, hasta podría decir que estaría bueno que los cuatros hagan un intercambio.
Jina con Changbin y Chan con Naseul, ahí sí todos serían felices, porque si seguían como ahora a final del día terminarían heridos. Pero, ¿quién soy yo para juzgarlos y meterme en sus vidas? Nadie, solo un espectador más que quiere solucionar los problemas ajenos cuando siquiera puede con los suyos y eso me recuerda a que la niña pija tenía hasta hoy para conseguirme un nuevo trabajo, como si fuese arte de magia la doble puerta gris se abre en dos, llamando la atención de los jugadores cómo de los que estábamos sentados viéndolos jugar, está la niña pija con sus ojos buscando algo o a alguien.
—Ay, ¿quién es esa?
—Parece que está buscando a alguien.
—¿Pero era necesario hacer tanto alboroto? Tsk. Qué irritantes son las personas así. ¿Has visto su atuendo? Parece un bufón vistiendo de esa manera, para ser la hija menor de los Myeong se viste de manera lamentable, creo que Eunji estaría desilusionada de ella...—comentó Naseul, empezando a reírse en voz baja mientras cubría sus labios.
—Naseul, silencio...
—¿Qué? Es la verdad, Jina-ssi. Tú más que nadie conoces cómo son los padres de Minha, la madre una despiadada empresaria que parece que no se preocupa en absoluto por sus hijos, los ve como simples generadores de dinero, mientras que su padre es un simple cocinero que no habría llegado tan lejos si no fuera por la señora Sowon, a veces hay que decir las cosas tal como son, Jina.
Juraba que estoy por entrar en un colapso nervioso porque me daba hasta la mierda que estén hablando sobre la vida de los demás cuando ni siquiera podían con la suya, aunque debía de aceptar que las palabras de Naseul sobre: «Tu más que nadie sabes cómo son los padres», me da curiosad. ¿Acaso Jina era cercana a la familia de la niña pija? Debía dejar de meterme en esta conversación y mejor ir a la cafetería porque tenía mucha hambre.
En el momento en que estoy por pararme, cruzo miradas con Jina, que me ha lanzado una sonrisa nerviosa, seguro por las palabras de su amiga, pero en verdad no era de mi interés. Claro, hasta que Myeong Minha se posicionó frente a nosotros en las gradas. Creo que llegó el instante en donde se suponía que debía de fingir ser el novio de la desastrosa, sin embargo, recordé que la mujer me debía una noticia a lo que veo que mueve su cabeza en afirmación, supongo que lo ha conseguido, me levanto de las gradas con mi bolso en mi hombro izquierdo, bajando las gradas a pasos vagos, quedando justamente a dos gradas para bajar al suelo y estando cerca de la niña pija.
—Tienes que ir a la salida de la universidad al restaurante, el dueño quiere saber sobre tus habilidades para contratarte, te acabo de mandar la dirección por mensaje.—informó, señalando su aparato en el aire. Elevé una ceja inspeccionando el comportamiento de la adolescente de preparatoria.—¿Si me oist...?
—Te escuché.
Respondí antes de que me vuelva a decir algo más que la dejaría como una completa estúpida, pero cuando estoy a punto de marcharme vuelvo a oír la voz chillona y molesta de la nueva novia de mi amigo que me llegó a molestar de una forma inquietante.
—¿Seungmin se habla con esa rarita?
—Ya basta, Naseul.
—¿Qué? Sería un combo gracioso que ella salga con uno de los chicos más lindos de la universidad ¿no? Aunque... pensándolo mejor, esa maldita no puede tener suerte dos veces en el año.
No quería comentar nada al respecto, sin embargo, sabía que la mujer que aún estaba frente a mí había escuchado. Así que, al bajar los últimos escalones para llegar al suelo, extendí mi mano hacia la mano izquierda de la niña engreída. Uní nuestras manos y miré a mi izquierda, justo hacia las gradas, donde estaban las mujeres observándonos, al menos, Naseul, que cuando la miré, sonreí de lado, notando que su mandíbula había caído un poco, quizás se dio cuenta de que no solo hablaba con la niña engreída, sino que también salía con ella. Al volver la mirada al frente, pude ver una sonrisa en el rostro de la desordenada. No obstante, al girar para abandonar el gimnasio, porque dentro también se encontraba su amante, no pude decir nada. Pero al salir del gimnasio, decidí soltarla y pronunciar lo siguiente que la dejó con una expresión de confusión.
—No te acostumbres.
Y, simplemente, me dirigí a mis siguientes clases dejando a una muchacha de estatura enana sola en el medio del pasillo con la mirada perdida. Las últimas horas en la facultad han pasado volando, eso significaba que debía de dirigirme al restaurante donde la niña pija me consiguió un puesto de trabajo. Saco mi celular viendo la ubicación, ya con la dirección memorizada comienzo, mientras cruzo hacia el establecimiento, en todo el camino me mantuve escuchando música, entre que disfrutaba el viaje en el bus que dejaba justamente en la esquina del lujoso lugar. Me sorprendí de solo ver el lugar por fuera, no me quiero imaginar cómo sería por dentro.
Así que entré al restaurante, observando el entorno lujoso. Incluso los camareros vestían con elegancia. Hay mesas rústicas y sofisticadas de última tendencia. Intenté evitar describir todo el establecimiento y me dirigí directamente a la recepción, donde se encontraba un hombre que parecía ser unos tres años mayor que yo, todavía muy joven. Al verme, me regaló una sonrisa.
—Bienvenido al Myeong Beauty Restaurant, ¿tiene reservación? ¿Viene solo? ¿O quiere pedir una mesa? Ahora mismo estamos llenos, pero pued...—informó echando un vistazo a la libreta blanca que tenía sobre el mostrador, sin embargo, decidí interrumpirlo antes de que terminara su frase.
—No, lo siento. No vengo a comer, sino para una entrevista de trabajo.
—Oh... Creí que ya no habían más puestos.
—Una amiga me dijo que el dueño le dijo que venga.
El hombre que se hallaba serio hace un momento agrandó sus labios con una sonrisa y a la vez soltó una risa que llamó la atención de algunos meseros que se encontraban cerca de nosotros, pero era algo que me está poniendo nervioso. Porque tal vez, el mencionar que una amiga me lo dijo, sonó gracioso para el recepcionista.
—Disculpa, de verdad. ¿Tu amiga, por casualidad, es Myeong Minha?—asentí con una expresión seria.—Oh, por Dios, esa chica... Sí que sabe cómo manejar las cosas...
—¿Cómo dices?
—Nada, lo siento. Ahora llamaré al señor Seokjin, espérame aquí, si viene alguien solo dile que no hay más mesas.
—C-claro.
Respondí confundido, mientras veía cómo el chico se alejó de la recepción, caminando a pasos suaves, como si no le importara el hecho de que debería de estar sentado en recepción, atendiendo a las personas que llegaban. Pasaron pocos minutos cuando se puede ver a un adulto regañando al recepcionista, quien no le estaba dando demasiada atención a lo que le decía el hombre, supongo que eran familia y es por eso que no lo está respetando como se suponía que uno debería de hacer con los mayores. Cuando el recepcionista está lo suficientemente cerca de mí me regala una sonrisa.
—Aquí está.
Mencionó, rodeando el mostrador para volver a sentarse, mientras masticaba su chicle. Oigo un bufido a mi izquierda lo que se llevó mi sorpresa porque no lo he visto, nuevamente, estoy sorprendido porque este hombre se parecía al padre de la niña pija y esperaba que esta sea una coincidencia de la vida y no que ella le haya rogado a su padre a que me metiera a este restaurante por un capricho de ella.
Empero, viéndolo de ella...
—Kim Seungmin, nos volvemos a ver.
—Señor Myeong...
—¿Qué sucede, muchacho? ¿Mi hija no te ha dicho que este es mi restaurante?—negué incómodo. El señor Myeong suelta una risa pesada.—Sí, esa niña suele ocultar acontecimientos muy importantes.
—¿Por qué será...?
Susurró el chico de recepción, tecleando algunas cosas en la computadora que decoraba el mostrador, además de algunas biromes y pequeñas plantas de decoración.
—Tú te callas.—amenazó con su dedo índice. El hombre levantó sus manos al aire, en modo de defensa. El papá de la niña pija se volvió a reicorporar firme, mirándome.—Él es Jeon Jungkook, el de recepción y quien me hace la vida imposible en el restaurante, después de mi esposa. Espero que no te juntes con él... a ver si se te pega lo ridículo.
—Kim Seungmin.
—Un gusto, amigo de Minha.
—Ven, Seungmin, quiero hacerte la entrevista para luego ver qué puedo ofrecerte. ¿Qué pasó con el trabajo anterior? ¿Pagaban muy poco? Ja, era de esperarse de Choi Hosung, nunca ha podido ofrecer lo suficiente para que sus empleados se queden. Dicen que realmente es un ermitaño y un poco avaro, que quizás por eso también estafaba a sus empleados.
Fruncí el ceño ante esa revelación del señor Myeong, porque en todos los años que trabajé en el restaurante del señor Choi nunca había escuchado tal rumor como el que acababa de compartir. Estábamos caminando por un pasillo, supongo que iríamos a su oficina. Mientras caminábamos, mis ojos se desviaron a las paredes, observando algunos retratos familiares y de él mismo.
—Fue un malentendido, por eso el señor Choi me despidió.
—¿Se puede saber?—cuestionó, abriendo la puerta, dejándome pasar. Estando dentro, cerró la puerta.
—Un chico de mi universidad, al que no le caigo bien, me acusó de robarle a la novia y al parecer al padre no le gustó mucho eso. Básicamente, utilizó su poder para dejarme sin trabajo, es por eso que ahora estoy aquí, señor Myeong.
—Esos jóvenes...—bufó, tomando asiento en su silla.—Desearía que mis hijos no fueran así, si ves que Minha usa su poder de esa manera, házmelo saber, Seungmin. La castigaré si me entero de que esa ridícula se cree superior solo por el dinero de sus padres.
—Sí, señor.
Reí nervioso, logrando que él haga lo mismo.
En esos minutos siendo parte de la entrevista que me estaba dando el padre de la niña pija, le agradó el hecho de que me ajustaba a lo que sea, así que me encontraba caminando con el dueño del restaurante haciéndome el recorrido, porque dejó en claro que un día podría ser mesero cómo un día podría ser recepcionista, o que también podría ser uno de sus ayudantes en la cocina, a lo que me estaba preparando mentalmente para recordar todo lo que hay que hacer en cada sección del restaurante.
Al cabo, la entrevista terminó más que bien, ya que mañana comenzaría mi turno nocturno debido a que a la mañana me encontraba en la universidad y eso era lo bueno del señor Myeong, que comprendía que algunos sean universitarios y no tenían tiempo para estar a la mañana. Es lo que pasaba con el chico de recepción, me enteré por el dueño mismo que asistía a la misma universidad que nosotros y lo conocía porque era sobrino de un amigo cercano de él, además de que también era un antigüo amigo del amante de la niña pija.
Quizás por eso me había preguntado por ella, claro, la chica era muy conocida gracias a sus padres.
Hasta donde yo sabía, la mayoría de los universitarios pertenecen a la clase alta y todos se conocen entre sí. Sin embargo, yo apenas sabía sobre las personas necesarias, como mis amigos. No sabía nada sobre la familia de la niña pija, hasta ahora que me acabo de enterar de que su padre es un chef famoso y popular en Seúl, que además tiene un restaurante increíble. Y en verdad, cuando me mostró el sueldo que cobraría de ahora en adelante, supe que podría ahorrar en dos meses y saldar las deudas que mi madre ha dejado. Entre que caminaba a la estación para tomar un bus, así volvía al departamento en donde supongo que me esperaría mi hermana, me encuentro una escena un poco molesta hacia mi persona, porque ahí, contra una esquina, estaba la supuesta novia de mi mejor amigo besándose a más no poder con uno de los amigos del amante de la malcriada, creo que era mi momento para sacar fotos y mandárselo a mi mejor amigo, no obstante, me sentía mal por Changbin, en la tarde mencionó que la quería sacar a una cita y en esa cita estarían los padres de él.
Sí, quería presentarla a sus padres, pero después de esto no creo que es lo que quiera hacer. Entonces, opto por desviar la mirada, si veía un movimiento más, no me detendría y le mandaría las pruebas a mi mejor amigo, cuando mis ojos van a la derecha, en el lugar contrario, en donde se supone que debería de esperar el bus, noto a una mujer que venía con una maleta blanca en su mano izquierda, mientras que en su mano derecha hay un celular, que de golpe comenzó a sonar mi móvil, aún no entendía muy bien lo que está sucediendo, pero decido por salir de mi trance para sacar mi celular, viendo de quién era la llamada y no estaba loco, porque, al parecer, sí estaba aquí, frente a mí, conmigo, de nuevo.
Kang Yeonbin te está llamando...
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