Capítulo 15
Exnovia psicótica.

Abrí mis fanales aterrada de que una mujer vino con todo hacia mi persona, me coloqué detrás de Seungmin, escondiéndome de la muchacha psicótica que me miraba como comida para los perros. Mi hermano se puso cerca de nosotros para averigüar qué está pasando, cuando el chico que estaba usando de escudo opta por dar una gran zancada, deteniendo a la chica que me miraba con pura repugnancia, solo puedo contemplar que se la termina llevando del pasillo, dejándome a mí con preguntas sobre quién era esa muchacha enloquecida al verme y con el resto de las personas con quiénes estábamos hablando hace un instante.

—¿Ella quién es, Minha?

—A-ah... e-ella...—balbuceé nerviosa, girando mi cabeza de nuevo, viendo por el pasillo. Tratando de buscar la mirada de Seungmin. Volví a mirar a mi hermano sin saber bien que decirle.—Ni idea.

—Es Kang Yeonbin.

—Su exnovia...—susurró Seo Changbin, apareciendo cerca de nosotros para entrar al departamento, haciendo que vislumbre al resto más que confundida de lo que estaba pasando. Pensé que no tenía novia, o siquiera tuvo, por la sencilla razón de que tenía un carácter especial para ser el novio de alguien.

—¿Es su exnovia y no sabías?

—B-bueno. ¡Y tú qué dices! ¡Estás con esta chica y ni siquiera sabemos si es la pareja oficial o la amante, así que mejor ocúpate de tus propios asuntos! ¡Voy a ver a mi novio! ¡Dios, qué fastidioso eres!—exclamé, molesta, antes de girarme y comenzar a caminar por el pasillo.

El sonido de las puertas cerrándose me informaron que mi hermano y los amigos de Kim se han introducido a sus respectivos departamentos. Empero, ya era tarde porque doblé a la izquierda, en donde se encontraba el hombre tratando de tranquilizar a la mujer, al verme cambió su rostro de inmediato y quiso tirarse encima de mí, sin embargo, el chico se colocó en el medio, impidiendo que ella pueda dar un paso.

—¡Tú, maldita zorra!

—¡Ni siquiera sabía qué Seungmin tenía a una por allí!—exclamé aterrada.

—¡¿A una por allí?! ¡¡Te voy a dejar pelada!!

—¡Yeonbin, ya basta!

—¡Perdóname! ¡No quise decir eso!

—¡¿Por qué la defiendes?!—abroncó la chica mirando a Seungmin con ojos brillosos. No obstante, volvió a verme a mí.—¡¿Y tú por qué besaste a mi novio?!

—¿Tu novio...? ¡Pensé qué estabas soltero!

—No es mi novia.—aclaró, girando su cabeza por un momento para así confirmarme eso.

Pero cuando Seungmin volvió a ver a la mujer, se hallaba todavía con más ganas de ponerse a llorar. Debido a que sus luceros están demasiado esplendentes hasta que podía notar un poco de rojo en ellos, estoy muy segura de que en cualquier momento se largaría a lagrimear.

—Seungminnie...

—No debes preocuparte. En serio, agasshi.

—¡¿Agasshi?!

—Lo siento..., no debes preocuparte por mí. Seungmin y yo solamente somos socios, los dos estam...

—Fresa, mejor no digas nada.

—Seungmin me está ayudando con mi madre, no somos novios en verdad, en serio no tienes que preocuparte por mí, o por lo que veas. De verdad, no somos nada, yo no siento nada por él y Seungmin mucho menos por mí.—contesté sin importar que Seungmin me dijo que no le dijera nada a la muchacha.

Pude ver los ojos de la chica en los del hombre, ya no estaba enojada por la mujer que besó a su «novio», sino que veía con cierta mirada a Kim Seungmin que no pude descifrar en ese mismo momento y estaba muy segura de que solo ellos dos lo sabían. Por lo que preferí irme de allí, me di la vuelta yendo al ascensor para irme a mi casa, supongo que el chófer me está esperando fuera del edificio.

Cuando Myeong dijo lo último, simplemente, pude ver el rostro sorprendido y de lástima que me dio Kang Yeonbin, algo que nunca pasaba porque ella sabía muy bien que lo odiaba. No me gustaba esa cara, no me gusta darle pena absolutamente a ninguna persona. Solamente que ella me está mirando de esa forma hasta que se dio cuenta y se relajó por un instante, de todos modos, yo no entendía por qué se está comportando de esa forma.

No somos novios y nunca más lo volveremos a ser. Nuestro momento se terminó hace mucho tiempo y ella debería de entenderlo, en alguna instancia esto debería de pasar, Yeonbin tendría que acostumbrarse a verme con otras mujeres que no sean ella. Sé que es doloroso, pero es hora de que se dé cuenta de que todo lo que hice por ella estos últimos días fue amabilidad y, sencillamente, eso, amabilidad y nada más. Así que me dediqué en darle una última mirada, la cual tenía creído que lo entendió, sin embargo, no lo hizo, porque cuando me giré para volver a la casa de mis amigos, pude escuchar sus pasos atrás de mí.

Empero, no decía nada, me estaba siguiendo, aunque de alguna forma, pude sentir que está caminando a mí con muchas fuerzas y que tenía que decirme algo, sencillamente que no lo hacía. No hasta que estábamos lo suficientemente cerca del departamento de mis amigos, ahí fue donde me giré a verla con mis ojos más que enojados de lo que ha salido de sus labios, en serio que no quería hablar de nada de lo que tenía con Myeong Minha, por demás de que eso no era de su incumbencia.

—¿Por qué lo haces?

—Toma tus cosas y vete, Kang Yeonbin.

—¡¿Por qué lo haces, Seungmin-ah?!—gritó con sus ojos brillosos, parecía que en cualquier minuto se pondría a llorar como usualmente lo hacía. Podía entender que ella en serio se preocupaba por mí, solo que es momento de que deje de hacerlo.—Tú no haces nada porque sí, algo a cambio habrás tenido que pedir, dime la verdad.

—Eso no es asunto tuyo.

—Me importas, quiero ayudarte. Solamente, dime cuánto necesitas y yo te...

—¡Ya basta, Yeonbin!—exclamé. Me estaba haciendo enojar como se está comportando conmigo—¡¿Cuántas veces tengo que repetírtelo?! No necesito la benevolencia de tu padre, no necesito el auxilio de nadie, Kang. Y aunque no debería concernirte lo que yo haga con ella, simplemente estoy correspondiendo el favor.

Esas fueron mis últimas palabras antes de entrar al apartamento de mis amigos, quienes me miraban con expresiones de confusión, tratando de entender lo que había sucedido hace unos minutos. Simplemente, tomé mis pertenencias, eché un último vistazo a mis amigos y me disculpé con ellos. Luego volví mi mirada a Kang Yeonbin, indicándole que sería mejor que se fuera a su casa. Ya no quería hacerme cargo de ella, ni mucho menos tener que pedir favores a mis amigos para asistirla. Ya no iba a ser más ese Seungmin siempre dispuesto a ayudar a los demás, era hora de enfocarme en mis estudios, mi trabajo y mi hermana. Eran las únicas cosas que realmente me importaban en ese momento.

—

¡Genial! Has llegad... ¿Qué te pasó?

—Hola, noona.—saludé tirándome en el sofá, cerré los ojos. Necesitaba estar en paz, al menos por unos instantes, tenía muchas cosas sobre mis hombros que no sabía cómo relajarme.—¿Qué haces?

—Mi hermano menor está mal y quiero saber qué le está pasando. ¿Qué es lo raro de eso?

—Tal vez que estés mirándome con tus ojos de loca y estás con un cuchillo en la mano, de paso.

—No me provoques que lo usaré contigo, eh.—bromeó. Logrando mi risa.—Ya, dime. ¿Qué le está pasando a mi hermanito que está con esa cara? Espero que la demente de Yeonbin no te haya hecho algo de nuevo, porque si no, voy a acabar lo que no pude concluir aquel día.

Reí vagamente ante su amenaza a mi exnovia. De verdad no quería hablar sobre lo que me estaba pasando, solo quería descansar y fue exactamente lo que le he pedido a mi hermana, lo cual comprendió y me dio tiempo a solas, así que después de haberme relajado por pocos minutos volví a mi habitación a repasar para el examen que tenía mañana, era muy importante y no quería desaprobarlo.

—¡Seungmin!

De repente, me desperté sobresaltado, mi corazón latiendo con fuerza por un miedo inexplicable. Entonces, me di cuenta de que me había quedado dormido y estaba llegando diez minutos tarde a la universidad. Internamente, me estoy castigando, pero opté por vestirme lo más rápido que pude, recoger mis cosas, lavarme la cara y salir del departamento. Al llegar abajo, vi a mi hermana lanzándome esa mirada acusadora y aterradora que siempre tenía. Gracias a su ayuda, llegué un poco menos tarde a la universidad.

Al llegar a la sala, rogué al profesor que me permitiera tomar el examen, con la excusa de que he estado trabajando hasta muy tarde y por eso no pude llegar a tiempo. Para mi sorpresa, funcionó. Me permitió entrar a la sala y tomar el examen. Después de una hora, logré llenar dos de las tres hojas.

Quizás no fuera suficiente para aprobar, pero al menos lo intenté. Al salir de la sala, mi atención se centró en el ruido que hacía mi estómago por el hambre. No tuve tiempo para desayunar, así que busqué en mi bolso mi billetera, solo para darme cuenta de que la olvidé. Exhalé un suspiro de frustración.

Con el mal humor apoderándose de mí, intenté distraer a mi estómago para que no pensara en el hambre. No obstante, al levantar la vista, vi a Fresita acercándose por el mismo pasillo en el que me encontraba, y decidí cambiar de dirección. Por supuesto, eso fue antes de que Hwang Inseo se cruzara en mi camino.

—¿Evitando a tu adorable novia?

—No me molestes.

—Vaya, ¿por qué ese mal humor? Igual no me acerqué a ti para pelear, becario, solo vine para invitarte a un lugar.

—¿Perdón?—fue lo primero que se me vino a la cabeza cuando mencionó eso.

Seguramente, estaría buscando la mejor manera para deshacerse de mí y dejar mal a la niña pija.

—Oh, no me malentiendas. Quiero que vengas, pero con la condición de que Minha te acompañe. Me gustaría que tuviéramos una cita doble. Ella sigue pensando que quiero arruinar todo lo que tiene contigo, pero mi intención es hacer las cosas bien.—expresó.

—Sigo sin entender.

—De verdad que eres difícil de comprender, becario—demandó, tratando de mantener la paciencia—. Lo que te estoy proponiendo es que tú y tu novia se unan a nosotros en una cita doble. Tú vendrás con ella y yo iré con la nueva persona con la que estoy saliendo. ¿Así o más claro?

Arrugué mi frente ante su respuesta, ya que tenía muchas razones para desconfiar de sus palabras. Miré detrás de mí, notando que la mujer todavía está perdida en sus pensamientos. Parecía ajena al hecho de que la mayoría de las personas la están mirando de la misma manera que yo lo estaba haciendo. Y conociendo a todos, seguramente estarán pensando que hemos tenido una discusión.

La tristeza en su faz era palpable, incluso desde el otro extremo del mundo. Miré a Hwang Inseo con disgusto, porque parecía estar disfrutando de este momento.

—¿Por qué haríamos eso?

—Oye,—movió su rostro, demostrando que lo estaba impacientando.—solo quiero hacer las cosas bien, quiero que Minha crea en mis palabras y sepa que quiero que seamos amigos. Es por eso que estoy aquí hablando contigo, para que hables con Myeong Minha y le digas sobre nuestra cita doble. Estoy muy seguro de que querrá ir cuando sepa de las entradas que he comprado.

Mordí mis labios, tratando de controlar mis implusos de esta mañana, había echado un suspiro de cansancio. Yo no quería tener que seguir hablando con este sujeto y obtener las miradas de algunos universitarios sobre nosotros dos. Por demás de que mis ojos iban de vez en cuando en la niña pija, que ahora mismo se encontraba hablando con la belleza de su hermana Eunji, simplemente miré al hombre que me agradaba muchísimo menos que antes, para responder.

—Okey.

—De acuerdo, dile que nos encontraremos esta misma noche a las 20:00, en el Amusement Park Jung—dijo, su voz llena de firmeza—. Por favor, no lleguen tarde como lo has hecho hoy, porque el lugar tiene un horario de entrada, ¿entiendes?—agregó, antes de darse la vuelta.

—Pero que molesto es...

—¿Qué quería?

—¡La puta madr...!—exclamé asustado. Ocasionó que haya dado un brinco del susto que me dio.—Dios mío, mujer, haz algún ruido cada vez que te acerques a alguien de esa manera, ocasionarás un infarto algún día.

—Perdón. ¿Qué quería Inseo? ¿Te volvió a molestar?

—No, lo contrario. Nos invitó a un lugar esta noche.

—¿Cómo? Disculpa, es que creo que oí un poco mal, nada más que eso.

—Has escuchado bien, porque tu exnovio nos invitó a una cita doble. En el Amusement Park Jung, ni puta idea que será eso. Pero dijo que tenía las entradas y por tu rostro puedo deducir que tenemos que ir lastimosamente.

Comenté sin ganas de seguir viéndole la cara de felicidad, asombro y a la vez, de preocupación. Fresa estaba tratando de hablarme, pero está con sus luceros abiertos, mientras que movía su cabeza de un lado al otro.

—Por supuesto que debemos ir, Seungmin, pero, ¿has dicho una cita doble?—preguntó, manteniendo el ritmo conmigo. No iba a quedarme aquí parado sin hacer nada.—Sabía que estaba planeando algo. Cuando salí del edificio de mi hermano, me lo encontré en la salida y empezó con su discurso de que quiere que nos llevemos bien. Para fastidiarlo, le dije que eso nunca sucedería, simplemente porque no podría creer que pudiera amar a otra persona que no fuera él. Entonces... Bueno, digamos que tuvimos una discusión sobre que ninguno de los dos podría aceptar que...

—Ve al grano.

Pedí dejando de caminar, logrando que ella deje de avanzar de la misma manera, solo que detuvo sus pasos rápidamente, antes de que su cara termine en mi pecho.

—Ah, sí. Emh, bueno, lo que tiene Hwang Inseo, además de pensar que todo el mundo debe de estar a sus pies, es que le digan que no puede hacer algo sin que otra persona lo esté haciendo por él. A lo que le hice una psicología inversa y hará cualquier cosa para hacerme creer que me olvidó, que está saliendo con otra persona y que acepta nuestra relación. Es por eso que te dijo que quiere una cita doble, y mucho peor, en mi lugar favorito.

—Será un día muy largo...

Farfullé lentamente. Mientras pasaba por su lado, necesitaba tomarme un descanso para esta noche.