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𝗰𝘂𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝘂𝗻𝗼. like every fairytale.

Capítulo 41
Como todo cuento de hadas.


Comencé a reírme a más no poder.

Kim Seungmin era un tipo demasiado gracioso, jamás había conocido este lado de él, pero claro, las cosas cambiaron mucho desde el instante en que nos pusimos de novios oficialmente. Fueron los cinco meses más bonitos que nunca pasé con su persona, el resto de las personas creían que estábamos hace nueve meses, sin embargo, no hemos dejado que nadie más sepa sobre nuestro leve y pequeño secreto, el cual, se me ocurrió a mí, para lidiar con la forma de ser de mi querida madre psicópata. Estábamos tomados de las manos, mientras paseábamos, apenas al cuarto mes tratamos de ser más expresivos uno con el otro, al menos él. Para mí era algo sencillo, me gustaba demostrarle cuánto lo amaba y lo feliz que me hacía, nunca jugaría con una cosa como esa, muchísimo menos a él.


—Estuve pensando, Minha-ssi. ¿Qué te parece quedarte a dormir esta noche en mi casa? ¿Ah?—propuso, viéndome.

No quería negar que eso me está poniendo muy nerviosa. O sea, no porque vaya a dormir a su casa significa que deba de tener algo más con él. Empero, el solo tener que pensar que estaría en una habitación a solas con mi novio me ponía muy nerviosa.

Lo miré sonriente.

—Por supuesto.

—¿Segura?

—Obvio que sí.

—Qué bueno, porque vendrán los chicos a ver películas con sus novias.—expulsó la bomba.

—¿Chan tiene novia?

—Sí, es Jina.

—Pensé que habían terminado.

—¿Qué te hizo creer eso?

—Hmm... No lo sé, ¿quizás lo estoy pensando porque lo vi besarse con su...?—fui callada por el apretón de manos que me dio.—¡Auh!

—No me lo recuerdes.

—Bueno, está bien. ¿Entonces sí están juntos?

—Así es, creo que Jina cree que Chan está muy arrepentido de haberla traicionado varias veces.—elevó sus cejas, mientras doblamos a la izquierda.—Hay que ser muy idiota para no darse cuenta de que en realidad Channie no está nada arrepentido de haberle hecho eso. ¿Verdad qué sí?

Bufé.

Seungmin siempre veía el lado contrario de la carta, simplemente, pensaba en lo que él haría, no lo que haría otra persona con el sentimiento contrario a él.

—Se nota que Jina está enamorada de él.

—¡Obvio, linda!—clamó, elevando nuestras manos al aire ante que él haya querido levantar sus manos al aire, expresando su enojo con la novia de uno de sus amigos.—Si no está enamorada, no tendría por qué soportar todo lo que le está haciendo pasar Channie.

En todo el camino había estado intentando hacerle entender a mi novio que no todas las personas pensarían del mismo modo que él, debería de estar acostumbrado de eso. Luego de estar caminando por el parque por unas largas horas, mientras compartíamos de la tarde juntos, cada uno se dispuso a encaminarse a sus casas, ya que Seungmin tenía que ordenar su departamento para cuando lleguen las visitas que irán a su casa.

Entretanto yo prepararía mis cosas para ir a su casa a quedarme a dormir, no obstante, de la misma forma estoy buscando las palabras correctas para decirles a mis padres, al menos, a mi papá, de que esta noche no llegaría a la casa. Es que me daba un poco de terror tener que decirle a mi padre que me quedaría a dormir en la casa de mi novio, quizás a él no le parezca nada raro, pero a mí sí, porque me daba miedo. Sin embargo, en el instante en que llegué a mi casa puedo observar que mis hermanos, exactamente Minhyuk y Jooheon, están subiendo a sus autos de una forma explosiva. Tanto que ni siquiera se dieron cuenta de que casi me llevaban por delante, en eso, giro mi cabeza, tratando de buscar alguna respuesta de la forma en la cual ellos se fueron de la casa.


Pero las respuestas están adentro.

Estando en el penúltimo escalón de las gradas, puedo oír la discusión que estaban teniendo mis padres, suponía que esa podría ser una de las razones del por qué mis hermanos se fueron casi corriendo de nuestra casa. Solamente que cuando deslicé las puertas puedo notar que mi papá se metió velozmente a su despacho, en eso, Sowon hace lo mismo. Demonios, eran las 17:00 de la tarde y ellos no son capaces de pasar un día entero como la pareja que son.

O algo así...

19:30 p.m

Terminé de guardar las cosas necesarias para irme de la casa cuando siento una presencia dentro de mi habitación, pero no me refería a un fantasma o algo relacionado a eso. Ni siquiera hablaba de mi perro, sino de la persona de la cual estaba pensando en las últimas dos horas y medias. Mi padre.


Myeong Seokjin.

—¿Te vas, Minha?

Me volteo lentamente, como si fuese que me he mandado la peor cagada del mundo y que no podría tener perdón de Dios.

—... ¿Sí?

Mi papá asiente, echando un suspiro, entrando a mi habitación muy dispuesto en tomar asiento en mi cama. Sin embargo, parecía que mi madre lo ha colapsado muchísimo, ya que está muy apagado. Tenía la mirada más triste que nunca le he visto en la vida.

—¿Con quién?

—Seungmin, papá.

—Está bien. Pero si van a hacer algo, solamente te pido que se cuiden.

—Oye...

Mi padre echa su último suspiro y se levanta de la cama a dejar un beso en mi frente.

—Te quiero.

—Yo también, pa.

—Por cierto, ¿tu mamá te habló sobre la fiesta que haremos para navidad?—indagó, viéndome mientras que sostenía la puerta corrediza entre sus manos.

—¿Navidad? Pero nosotros no festejamos eso.

—Sowon siempre busca cualquier excusa para hacer una fiesta y dejar a la familia en ridículo. Pensé que lo sabías, cariño.

—Papá...—arrastré las palabras.

—Contéstame, ridícula.

Me reí, negando.

—No me ha dicho nada.

—Es lo que iba a hacer ahora, Seokjin.

La voz de mi madre se hizo presente a un costado de mi papá, puedo observar la mirada de mi padre. No la quería siquiera ver a la cara, que me miró por última vez para abandonar el pasillo de la casa, y mi mamá me dedicó una media sonrisa, abriendo la boca y darme una noticia que me acabo de enterar por mi padre.

—Será una gran fiesta, soy muy consciente de que aquí no festejamos la víspera de navidad, pero me gustaría hacer un gran festejo para que todos podamos dejar los problemas atrás y empezar una nueva vida.—comentó cruzada de brazos y viéndome pacífica.

—¿Eso no sería en año nuevo?

—Qué más da. Habrá fiesta.

—Está bien.

—Dile a Seungmin que venga, eh.

—Bueno.

—Con su familia, por cierto.

—¿Qué?—dije impactada.

—Sí, ¿tiene familia o no?

—Sí, mamá.

—Bueno, entonces deberían venir—dijo, sus ojos brillando con una curiosidad desafiante—. Quiero saber con qué tipo de familia nos estamos uniendo. Después de todo, parece que tú y Kim Seungmin están destinados a estar juntos, ¿no es así?—elevó sus cejas, como si la idea fuera un hecho indiscutible—Por la forma en que hablas de él, por la forma en que actúas, está claro que no hay forma de que pueda convencerte de dejarlo para buscar un futuro mejor.

Con un suspiro, cerré mi bolso. Las palabras de mi madre resonaban en mi cabeza, pero no cambiaban mis sentimientos hacia Seungmin.

—Seungmin tendrá un gran futuro, mamá—respondí, mi voz firme y segura—. Y yo quiero ser parte de ese futuro.

—Deberías de no hablar sin saber.

—Se graduó de la universidad con un título de leyes y está trabajando en uno de los mejores bufetes de abogados.

Min Sowon, solamente movió sus cejas con desinterés y me miró con una sonrisa más falsa qué el amor que me tenía a mí.

—¿A dónde vas?

—Me alejaré de ti por un día. Quiero ver cómo se siente la libertad por un día completo. Adiós.—me despedí, pasando por su lado.

Molesta qué es.

20:00 p.m

—Hola.

Sonreí, viendo a Seungmin con un delantal de Shawn Mendes puesta sobre su gran cuerpo, el cual logró mi risa escandalosa, porque nunca en mi vida le he visto puesto eso, tanto que ha recibido las risas de sus mejores amigos del mismo modo.

—Solo pasa, Fresa.

Nuevamente, me reí.

Al cruzar el umbral de la casa, saludé a Kim Seungyeon, quien se estaba preparando para salir. Iba a encontrarse con una compañera de trabajo en un bar, dejándonos a Seungmin, los chicos y a mí solos en casa. Antes de irse, nos advirtió con una sonrisa juguetona que no destrozáramos la cocina, luego salió por la puerta con un adiós alegre.

Después de dejar mis cosas en la habitación de Seungmin, regresé a la sala de estar donde se hallaban los visitantes, los amigos de Seungmin. Mieke y yo nos hemos vuelto muy cercanas, pero cada día que pasaba, su salud parecía deteriorarse más y más. Supuse que esta reunión era una forma de distraerla, de hacerla sentir mejor, aunque solo fuera por un rato. Pero al llegar al lado de Lee Jina, la atmósfera cambió. Jina y yo habíamos sido muy buenas amigas en el pasado, simplemente que nuestra relación no ha terminado bien. Aún así, decidí poner una sonrisa en mi rostro y saludarla cordialmente. Después de todo, esta noche era para Mieke, y no iba a dejar que viejos rencores arruinaran la velada.


—¡Minha-ssi!

Ante el llamado de mi novio, sencillamente, me fui a la cocina para ayudarlo con la comida, aun cuando, era mucho peor que él. Me han criado fuera de la cocina, mi madre me crió solamente para complacerla con las familias de los demás, no nací para ser una ama de casa, aunque me gustaría aprender a sobrevivir un poco cuando llegue el momento de vivir sola.

—Tienes que joderme...

—¡No te burles!

—No puedes cortar la cebolla de ese modo, Fresa. ¿Sabes? Creo que tendré que volver a llamarte de ese modo.

—Minnie...—me quejé, viendo la cebolla mal cortada. En eso, siento las manos de Seungmin en mis manos, observándome con una mueca graciosa en su cara.—Enséñame.

—Está bien, ven.

Opté por acomodarme frente a la isla de la cocina, obviamente que después de haberme  recogido mejor el cabello, puedo sentir las manos de Seungmin sobre mis manos, entre que agarraba el cuchillo con fuerza y empezaba a cortar cómo se debería de hacer. Simplemente, puedo sentir algo detrás de mi espalda.


Puta madre.

—Y-ya entendí.

—¿Si? Házlo.

Entonces, comencé a hacer todas las cosas que me había indicado el chico a cargo de la cocina esta noche. Traté de olvidarme del momento vergonzoso que ha pasado con mi propia cabeza debido a que fui la única de ambos que se dio cuenta de aquello. Debería dejar de pensar que esta noche pasaría algo con mi novio.

Ahora mismo no sabía si tenía miedo de que eso pasara o de que yo lo estoy pidiendo a los gritos. ¿Es una locura? ¡No! Obviamente que no está mal pensar en eso, es normal, cualquier persona que tiene su propia pareja en algún momento de su relación habrán tenido relaciones sexuales. ¿No? Obvio que sí.


—¡Minha!

—¿Umh?

—¿Estás bien, cariño?—me preguntó Mieke, entre que me pasaba el vaso de cristal con un poco de soju.—Hemos estado hablando durante minutos, pero parecías estar en otro mundo.

—Sí, estoy bien.—contesté, consciente de que la conversación había tomado un giro melancólico.

Hemos terminado de comer y ahora estábamos hablando sobre un futuro sin Mieke Moon. Era un pensamiento triste, pero inevitable. A pesar de la tristeza que se cernía sobre nosotros, hay un rayo de esperanza. Saber que, cuando Mieke ya no esté con nosotros, Changbin no estaría solo. Tenía a sus amigos, personas que se preocupaban por él y que estarían allí para él en los tiempos más difíciles. Eso es lo que significa la amistad, después de todo. Estar allí en los buenos y malos momentos, apoyándose mutuamente a través de las pruebas y tribulaciones de la vida. Por demás de que la pérdida de Mieke Moon sería un golpe duro para todos nosotros, sabíamos que, juntos, podríamos superarlo.


—¿Vemos una película?

—Hannie, pon una. Ya sabes dónde está.

—Voy.—indicó Jisung, la persona que vino con una vecina suya.


Han Jisung, al parecer, estos últimos días ha estado conviviendo demasiado con una de sus vecinas, tanto que se agradaron, únicamente que cada vez que lo veía, parecía no estar feliz con esa mujer. Me acomodé al lado de Seungmin para ver la película. Empero, el género que Han puso no era de mis favoritas, fue por eso que opté por acomodar mi cabeza sobre las piernas de mi novio y cerrar los ojos.

Creo que fue mala idea.



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