Capítulo 44
Gritos de alcohol.

Desde el momento en que abandoné la cocina no pude acercarme a Kim Seungmin, aun cuando, mis hermanos lo han tratado, pero es que no podía. Siempre que estoy a punto de dar un paso, algo dentro mío me decía que era una mala idea. Es por ello que, únicamente, me encaminaba al bar, a servirme uno de mis tantos vinos blancos a disfrutar de su bellísimo sabor, amaba el vino blanco. Pasaron tres horas desde que la fiesta empezó, desde ese instante no vi a mi madre estar sobre mis hombros, era algo bueno debido a que ella está concentrada en disfrutar de la noche con todos sus falsos amigos. Antes de ir por mi noveno vino, llegó mi padre a decirme que era mejor que vaya con mi novio, porque una de mis hermanas está muy encima de él, pero me reí al escuchar eso, era cierto y no me quería meter más.

No podía más.

—Ve con Seungmin, hija.

—Bueno, papá.—contesté, alejándome de la barra con la copa en mi mano.

Solamente que al llegar a la entrada de la casa, observo el momento en que Eunji le da un toque a Seungmin, ¿lo peor? Es que él me está viendo directamente a los ojos con una especie de tristeza en esos lindos e iluminosos fanales marrones.

«Te odio, Kim Seungmin.»

«No sabes cuánto.»

Sin embargo, alcé mi copa hacia ellos en forma de un brindis, les ofrecí una media sonrisa y bebí el vino de un solo trago. Simplemente, me alejé de ese lugar para encerrarme en mi habitación y llorar como una condenada. Antes de regresar a esa gran fiesta que organizó mi madre, tenía que fingir que nada de esto había sucedido. Subí las escaleras para aislarme en mi cuarto, pero antes de poder hacerlo, escuché una conversación que captó totalmente mi atención.

—¡¿Por qué estás aquí?! ¡Te he dicho que no te quería volver a ver nunca más!

—Tengo el mismo derecho que tú en venir aquí, Min Sowon. ¡Oh! Cierto que ahora eres Myeong, lo lamento. A veces se me olvida.

Fruncí mi cara al oír una voz masculina que no escuché en toda mi vida. Por eso es que me acerqué aún más a la puerta del cuarto de mis padres, quería saber quién era la persona esa.

—Ve directo al punto, ¿por qué has venido?

—¡¿Por qué haces esa pregunta?! ¡Demonios, Sowon! ¡Estoy agotado de tus engaños! Estoy cansado de tener que pretender que no la conozco y que no te conozco a ti, estoy harto de participar en tu maldito juego de locura. Minho necesita a su madre.

¿Minho? ¿Su madre?

Di un brinco hacia atrás.

—Minho se ha criado con su padre desde que era un bebé y mi hija se crió conmigo desde que es una bebé. ¿Entiendes o no, Lee? Quiero que te vayas de mi casa, quiero que te vayas de nuestra vida, y también, quiero que nunca más en tu puta existencia vuelvas a pisar un solo jodido pie en esta casa.

Esa persona rio irónicamente. No entendía muy bien de lo que están hablando ahí adentro, pero de lo que estaba consciente era de que mi madre tenía un hijo más y estoy muy segura de que mi padre no tenía ni la más mínima idea.

—Es muy triste para Minha saber que tú eres su madre biológica, porque eres una basura.—expresó dolido.

Apenas escuché eso, corrí a mi habitación y cerré la puerta de un golpe, aunque no fue intencional, ya que estaba tratando de esconderme de todo lo que acababa de descubrir. Entonces, ¿qué significaba eso? ¿Yo? ¿Acaso mi papá no era mi papá? ¡Mierda! ¡¿Por qué me detestan tanto?! Grité para mis adentros, y comencé a golpear todo lo que tenía a mi alrededor, hasta que me encerré en mi baño privado. Justo en ese momento, mis ojos se posaron en la última botella de vino que tenía en la mano.

—A la mierda con todo.

Esas fueron mis últimas palabras para abrir la última botella de vino blanco.

«Mamá, te odio.»

«Quiero que comprendas que en algún momento voy a reunir el valor necesario para hacerte ver lo nefasta madre que siempre has sido y que, probablemente, a causa de tus acciones, no desee tener relación con nadie. Te aborrezco.» Pensé, mientras bebía de la botella.

—¿Qué haces, Minha?

—¿Umh?

Levanté la vista, encontrándome con la mirada de Bang Chan, quien mostraba un rostro de pocos amigos. Me está examinando con una expresión completamente seria, mientras yo me veía a mí misma, sin entender qué estaba mal. Solo estoy observando a una mujer frágil con una botella de vino blanco en el suelo, una copa en su mano y sentada en la bañera.

¿Dónde está el drama?

No hay ninguno.

—Tu madre me dijo que venga por ti.

—Créeme, Bang, no es una buena idea.

—Ella quiere que vayas, porque van a dar las doce en punto. Si dependiera de mí, te dejaría aquí, pero tu madre es muy insistente, Minha.—dijo con seriedad.

No pude evitar reírme.

—¿Acaso tú también estás enojado conmigo?

—Me molesta verte así.

—¿Y cómo esperas que esté entonces? ¿Umh? No finjas que no sabes por qué estoy así, Chan. Eres su amigo, así que conoces la razón.

Bang Chan desvía la mirada, pero desde aquí puedo ver el brillo en sus ojos, mientras una de sus manos reposa en los elegantes bolsillos de su pantalón.

—Vámonos, Minha.

Ordenó, me ayudó a salir de la tina de mi cuarto para abandonar mi habitación. Sencillamente que cada que bajaba un escalón muchas ideas pasaban por mi mente, la verdad me está entrando como un rayo de luz, por lo tanto, pude ver a las personas reunidas en el centro y mi madre estaba pasando por el medio de las personas. Chan me ayudó a bajar las escaleras, mi madre se subiría a los escalones a dar su mensaje motivacional para sus amiguitos.

En eso, me solté de la mano de mi amigo, encaminándome al bar, donde Jeon Jungkook no me quería entregar la botella de alcohol, empero, se lo arranqué de las manos. No me importaba que me haya echado la peor de sus caras, sabía que a él no le gustaba nada de eso, por lo que tuvo que vivir con Vaitiare. Pero qué triste. Todavía más triste era el discurso de mi madre. Mientras que seguía bebiendo del pico de la botella de vino, estoy tratando de escuchar las mentiras que salían de la boca de Min Sowon, tanto que me era imposible no expulsar unas que otras risas.

—Todos aquí saben que a mi familia y a mí nos ha costado muchísimo volver a ser una empresa familiar importante, pero nada de esto sería posible sin mi bella familia.—Sowon sonrió. Buscando a su familia en el público.—Mis hijos saben que los amo a todos por igual, pero deben entender que su padre, es decir, mi esposo, es la única persona que me proporcionó la fortaleza necesaria para mantenerme en pie en este negocio. A veces, me gustaría tomarme unos días de vacaciones y disfrutar de lo que la vida me ha brindado. Una hermosa familia.

Eché una risotada.

Lastimosamente, tenía la mirada de todo el público puesta en mí, empecé a caminar entre esas personas para salir de la multitud y llegar a unos pasos cerca de mi madre. Sowon me miró con terror y molestia, sabía que no le está gustando nada la forma en la cual me estoy comportando.

—¡Aplaudan a mi mamá! ¡Por favor! ¡Aplaudamos!—exclamé, colocando la botella sobre mis piernas, apretándolas, para que no se caigan, mientras aplaudía. Logrando que algunas personas del público hagan lo mismo.—¡Ella se ha ganado el premio a la peor madre del mundo!

Entonces, cuando mencioné la última oración las personas dejaron de aplaudir y las sonrisas de mi madre desapareció de su cara. Ahora puedo escuchar cómo el público empiezan a decir muchas cosas sobre mi comentario, de nuevo, agarré la botella de vino, sin quitarle la mirada de encima a mi madre.

—¿Saben qué?—volteé, observando al público viéndome.—Hay de tantas cosas que quiero hablar en este momento, pero primero quiero empezar con mi madre. Min Sowon es verdaderamente la peor madre, es una mujer que disfruta viendo sufrir a su familia, especialmente a sus hijos, ¿verdad, Soojin unnie?—pronuncié su nombre, tratando de localizarla entre la multitud—Mi madre tiene una homofobia latente, mi hermana es lesbiana y estaba profundamente enamorada de una mujer, pero Sowon arruinó toda su vida, solo por capricho. Díganme, ¿eso es lo que hace una madre? ¡No!

—Minha, mejor vámon...

—No, Minhyuk, suéltame.—dije, soltándome de su agarre.—Porque ya no me quiero callar más, estoy harta de estar callada y fingir una vida que no es la mía. ¡Así que lo diré!—me volteé, viendo directo a los ojos de mi madre.—¡Has ganado, madre! ¡Tenías razón! En todo, absolutamente en todo lo que dijiste y en lo que has dudado. No puedo conseguir un novio por mi propia cuenta, ¿quieres saber por qué? ¡Te diré!

—Minha, no.

Escuché la voz de Seungmin entre el público, saliendo rápidamente y viéndome con sus ojos muy brillosos. Pude ver que no quería que yo haga esto, sin embargo, debía de hacerlo por mi propio bien.

—Yo—comencé, mirando al chico del cual estoy perdidamente enamorada—contraté a Kim Seungmin para que fingiera ser mi novio. A cambio, le pagué la universidad y le conseguí un puesto de trabajo en el restaurante de mi padre. Aunque lo último lo hice porque el tonto de mi exnovio hizo alguna estupidez y el jefe de Seungmin lo despidió, entonces, no tuve otra opción... Lo siento, papá.

—Qué alguien la saque de allí.

—Voy, mamá.

—¡Retomando! Así es, mamá, tú has tenido toda la razón desde un principio y ahora te la estoy dando, como querías. No sirvo para nada, ni siquiera para tener un novio de verdad. ¡Ah! Porque en realidad Seungmin y yo nunca nos amamos, ¿no?—lo miré con una enorme sonrisa y lágrimas en mis ojos.—En realidad, Seungmin está enamorado de mi hermana, él y Eunji estuvieron saliendo a escondidas por los últimos meses, ellos se aman demasiado. ¡Uh! No saben cuánto se aman, tanto que él permitiría que ella lo cambie... ¿No es así?

—¡Ya basta, Minha!—gritó Sowon, llamando mi atención por completo.

—Tienes razón, perdón.—reí, volteando a ver a mi madre con esa cara de enfado.—Me olvidé de decirles que Sowon es la peor esposa, mi padre ni siquiera es heterosexual.—expulsé la bomba. Sowon empezó a bajar las escaleras rápido. No obstante, detuvo sus pasos cuando en el público empezaron a hablar de eso.—Mi padre, Myeong Seokjin, está muy enamorado del gerente de su restaurante. El señor Yang Namjoon. Es una buena persona, lo juro, simplemente que su amor no puede ser posible, porque la bruja de mi madre...

—¡Minha!

Rompió en llanto Sowon. Tenía la atención de toda mi familia puesta en mí, también las miradas de decepción de mis hermanos.

—De acuerdo, mejor me voy a dormir.

—Te acompañaré.

Habló Wanhee, caminando a mi lado para que podamos subir las escaleras y marcharme a mi habitación. Empero, estaba muy segura de que quería dejar lo mejor a lo último.

—¡Ah! ¡Por cierto, papá!

Seokjin se gira, observándome con una media sonrisa en su cara. Pero sabía que no era una buena sonrisa, sino que estaba sintiéndose la peor mierda por la hija que le tocó.

—No soy tu hija, resulta que tengo un hermano llamado Minho. ¡¿No es loco?!—reí. Entre que ahora todos están hablando con más razón.—¡Boom, mamá!

Pero de la nada me desmayé.

13:40 p.m

Abrí mis párpados ante el dolor de cabeza que me ha atacado, me acosté en la cama, puedo ver todo el desastre que se convirtió mi habitación, pero también puedo notar a una de mis hermanas sentadas en el sillón individual que tenía mi pieza. Como pude fui al baño a lavarme la cara, en eso, oí los pasos acercarse a la puerta.

Wanhee me veía incómoda.

—¿Estás mejor?

—¿Qué pasó? Me duele todo.

—¿No te acuerdas?—negué, entre que secaba mi faz con la toalla.—Te emborrachaste y le confesaste a los invitados que nuestra madre es una pésima figura maternal, que es homofóbica con Soojin, nos revelaste que tu relación con Seungmin fue un engaño, ya que lo contrataste, y también que está saliendo con Eunji. ¡Ah! Y le declaraste a todos los socios de nuestra madre que papá no es tu padre biológico.

Me cubrí el rostro. Nunca imaginé que sería capaz de montar tal escándalo frente a las personas que forman parte de la empresa de nuestra madre.

—Dime que es broma...

—No, por eso mismo papá está armando sus maletas para irse de la casa.

—¡¿Qué?!

Rápidamente, abandoné mi habitación para ir en la búsqueda de mis padres, solo que en ese momento puedo observar a mi papá con unas maletas en sus manos y a punto de cruzar la puerta. Todos los ojos están puestos en mí. Sowon me miraba con una intensidad helada, sus ojos parecían lanzar dagas invisibles en mi dirección. En contraste, mi papá me observaba con un rostro inexpresivo, como si estuviera mirando a través de una ventana empañada, sin poder discernir claramente lo que está sucediendo al otro lado.

—Yo lo lamento demasiado...

—Minha, es mejor que vuelvas a tu habitación.—aconsejó Youngsun.

—Papá, por favor... No te vayas.

—Cariño, esto iba a pasar de todos modos.

Seokjin mencionó, mirándome con una media sonrisa. Empero, abrió la puerta de la casa para irse, siendo seguido por sus hijos varones.

Dejándome con mi madre y mis hermanas, siendo testigos de todo. Sowon da un paso.

—Mamá, lo sien...—pero fui interrumpida por un cachetazo.

—¡Mamá!

—¡¿Qué te pasa?!

—¡Cállense!—les gritó a mis hermanas, viéndome con sumo odio.—¡¿Eres idiota, Minha?! ¡¿No te has dado cuenta de que acabas de romper a la familia?! ¡Nunca debí de haberte dado a luz!

—¡¡Sowon!!

Se puede escuchar la voz de mi padre desde afuera, abriendo la puerta rápido, se puede ver su enojo.

—¡¿No te ibas?!

Pero mi padre me miró, notando que no me podía quitar la mano de la mejilla. En eso, él da una gran zancada, observando el rojo que hay en mi rostro.

—Minha, ve a juntar tus cosas.

—¿Q-qué?—balbuceé.

—¿Qué crees que haces, Seokjin?

—Minha se vendrá a vivir conmigo, Sowon.

—No.

—¿Por qué? Ella es mi hija.

—Estás tremendamente equivocado. Minha no es tu hija, Myeong Seokjin. Minha es la hija de otro hombre, con quien te engañe cuando descubrí tu aventura con Namjoon.

Solté una risa cargada de ironía, una risa que resonó en el silencio que siguió a las palabras de mi madre. Por lo poco empática que está siendo conmigo.

—Minha se viene a vivir conmigo.

Esas fueron sus últimas palabras, pronunciadas con una firmeza inquebrantable, sin mostrar el más mínimo indicio de que las revelaciones de mi madre le afectaran.