𝘁𝗿𝗲𝗶𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝘀𝗲𝗶𝘀. bad decisions.
Capítulo 36
Malas decisiones.
Ladeé mi cabeza confundido.
Mi corazón estaba hecho pedazos. Había tenido días muy duros desde que ocurrió aquello, no podía ver ni a mis amigos, sencillamente me la pasaba peleando con mi hermana y de repente ella aparece de la nada, en la puerta de mi departamento, para decirme que tenía que asistir a una cena o fiesta familiar que organizaría la madre de las hermanas Myeong. Sabía que no quería ver a Eunji ni en pintura, porque se lo he dejado muy claro la última vez que la vi. Por eso miré a Fresa con una cara que no podía describir en ese momento, solamente puse mi mano en la puerta de la entrada para cerrarla en su rostro sin mirarla.
Pude escuchar cómo intentó defenderse, no obstante, simplemente me di la vuelta y entré a mi habitación de una vez por todas. ¿Por qué? Pues, porque no tenía ánimos de abandonar mi departamento en estos instantes y mucho menos ir a esa casa.
—¿Por qué hiciste eso?
No le respondí, estaba acostado en mi cama mirando al techo. Sabía que en cualquier instante Seungyeon me iba a decir algo sobre la forma tan grosera en que me estoy comportando con esa chica. Esa...
—Te estoy hablando, Seungmin.
—Y yo no te quiero hablar, noona.
—De acuerdo.—declaró Seungyeon, mientras yo me daba la vuelta para no verle la cara.—¿Así será desde ahora? ¿Tú comportándote como un imbécil solo porque una chica jugó con tus sentimientos y cuando tienes a la persona correcta viniendo a verte simplemente le cierras la puerta en la cara?
—Déjame solo.
Kim Seungyeon suspiró exhausta, entrando a mi habitación y caminando al borde de mi cama para poder tocar mi pierna con su mano, entre que daba leves movimiento en él.
—Sé que estás herido, Minnie, que todo lo que te hizo Eunji te dolió demasiado y lo comprendo muy bien, pero Minha es una buena chica, lo sabes. A papá le hubiera gustado conocerla...—murmuró lo último.—Por favor, no seas un idiota y acéptala en tu vida, tal vez, no entienda la coherencia de ustedes en hacer algo como esto, sin embargo, los apoyo y no diré una sola palabra, pero deja de ser tan estúpido. La chica que todavía está en ese pasillo te importa y se nota.
Decidí no contestarle.
Debido a que no quería oír ningún consejo más que venga de ella, sabía que todo lo que hacía y decía era para dejar de verme en este estado, no obstante, Seungyeon no sabe nada de lo que está sucediendo en mi vida y la forma en la cual me estoy sintiendo, porque me enamoré en serio de Myeong Eunji. Me había enamorado de cada error que tenía y eso era lo peor, que yo estaba dispuesto a tolerarlo, cuando no tendría que ser así. Aun de es modo, también estaba dispuesto en olvidarla, a olvidarla de una manera que le dolería a otra persona, sabía que tenía la oportunidad de cumplirlo, ya que sé que si hacía cualquier cosa, ella lo aceptaría de todos modos, soy consciente de que le gustaba a Minha y ella aguantaría absolutamente todo por estar conmigo, solamente que tampoco quería lastimarla.
Ella no lo merecía.
—Seung...
—Perdóname.—dije rápidamente.
—¿Por qué?
—Fui demasiado grosero contigo al cerrarte la puerta en la cara.—me disculpé, moviendo mis hombros apenado.
—Está bien, no es algo que no haya recibido antes.
—Ignoraré el hecho de que ese comentario me hizo sentir todavía más idiota de lo normal. ¿Qué fiesta?
—Mi mamá organizará una doble fiesta. Mi hermano Donghyuck será padre muy pronto, y mi madre no tuvo mejor idea que reunir a ciertas personas, a las cuales ha tratado muy mal, a que festejen con nosotros. Es su forma de disculparse, quiero suponer.—reveló con una mueca.
—¿Y por eso debemos ir?
—Sí, ella misma ha dicho que tienes que venir.
Fruncí la nariz, negando lentamente, porque Min Sowon me daba mala espina. No era mi persona favorita en todo el mundo y yo había creído que ese puesto lo tenía mi madre, pero esa señora realmente no me agradaba para nada.
—Fresa...
—Lo sé, a mí tampoco me gustó la noticia, pero le prometí a mi hermana Soojinnie que estaría en esa fiesta con ella. Porque Sowon, al parecer, le hizo la misma mierda a Soojin. Ella traerá a una persona de su pasado y tiene miedo de que mi madre haga algo raro.—comentó nerviosa.
Lamí mis labios, tocando mi frente muy confuso con todo lo que Fresa me está diciendo ahora mismo debido a que estaba muy seguro de que esa fiesta iba a terminar de la peor manera. No sé si para la madre de Minha, o para alguno de nosotros, sin embargo, no me podía negar a lo que ella quería, ya que hacerle caso siempre ha sido parte del trato.
—¿Cuándo?
—En realidad, iba a ser el viernes, pero lo haremos hoy a la noche.—confesó jugando con sus dedos.—Porque tú... Bueno, no me has respondido el celular...
—Oh.
—Pero lo entendí. Tú no estabas bien y es algo entendible...—echó un suspiro, viendo el suelo del pasillo del departamento.
—¿A qué hora?
—Empieza a las 20:00.
—Allí estaré.
—Gracias por hacer esto, Seungmin.
—Descuida. Nos vemos a la noche, niña pija.
Esta vez decidí cerrar la puerta sin mirarla a la cara, debido a que directamente he entrado y cerrado la puerta. Me encaminé a mi habitación a buscar mi bolso y poder ir a trabajar, el señor Myeong Seokjin entendió la razón del por qué no podía ir a trabajar en estos últimos cuatro días, empero, ya era tiempo de que aparezca nuevamente a hacer lo que debía, tenía una responsabilidad y pagar muchas cuentas personales y de la casa. Agradecía que una de esas cuentas no era saldar la cuenta de mi madre.
20:18 p.m
Seungyeon me dejó enfrente de la mansión de los Myeong, podía ver las enormes rejas negras abiertas, varios autos estacionados en las aceras y también dentro de la propiedad misma. Se podía escuchar el sonido de la música, algunas luces dentro, además de que varias personas están ingresando a la casa, aun cuando, era muy temprano, las personas eran muy puntuales en esta ocasión. Eché un suspiro.
No tenía que siquiera mencionar que estar en este lugar me daba dolor de cabeza, tenía que estar preparado mentalmente para cualquier cosa que la señora Min Sowon quiera hacer esta noche. Lo lamentaba por las hermanas Myeong, pero yo sabía perfectamente que esa mujer tenía algo detrás de esa falsa máscara que ha colocado esta misma noche. Entré a la casa, observando a varios meseros ir con sus bandejas, de igual forma, he visto un pasillo hecho de flores que te llevaba al patio trasero, allí se encontraban la mayoría de la familia, conversando con otros hombres, mujeres y adolescentes. Parecía estar yendo muy bien, sin embargo, eso era lo que me está asustando.
—Minnie.
Giré mi cabeza a la derecha, viendo la cara de una persona que creí que había vuelto a su casa para no volver a esta parte de la ciudad. Por eso me sorprendí de tal forma en volver a verla nuevamente.
—Yeonbin, wow.
—Lo sé, ¿asombrado? Yo también.
—Pensé que habías vuelto a...
—Vine con mi familia, son los nuevos socios de la señora Min.—comentó, bebiendo de la copa con champagne que tenía en su mano.
—Ah...
—Seh.—elevó sus cejas, concentrándose en beber de la copa de vidrio.—No es algo que me haya gustado saber, pero bueno. Es agradable saber que estás mejor.—sonrió de costado.
—Tú también te ves bien.
—Claro.—respondió desinteresada.
Ahí fue donde pude notar ciertas ojeras debajo de sus ojos. Ella se veía muy demacrada, no parecía la misma persona que había conocido hace unos años. Cuando le quise decir algo, llegó su papá para alejarla de mi lado, sin evitar la costumbre de nosotros dos, ya que me dedicó la peor cara que ha tenido conmigo desde el instante en que nos conocimos. Veo que será normal que alguno de los padres de mis parejas me odien de sobremanera. Opté por buscar a Fresa, únicamente que no la encontré por ninguna parte.
Había visto a uno de mis mejores amigos conversando con sus padres sin problemas, ellos también eran muy unidos a la señora Sowon. Seo Changbin al mirarme me sonríe levantando una mano de sus manos y yo solamente repetí su acción. No me iba a acercar a ellos debido a que su madre no era muy buena conmigo qué digamos
—Amigo, llegaste.
—¿Chan?—pregunté asombrado.
—No me digas que pensabas que no estaría.
—La verdad es que no.
—Minha es mi amiga.
—¿Ah, si?—cuestioné confundido.
—Evitemos ese momento incómodo y vayamos a tomar algo. Minha está con su hermana en estos momentos, me dijo estrictamente que esté contigo por mientras.
—Oh... Qué bueno que quieras estar conmigo porque te lo dijo Fresa y no porque realmente lo quieras hacer. Gracias, hyung.
—No me malinterpretes, Minnie.
—De todos modos, no es importante.
—Mejor vayamos allí.
Pero fue demasiado tarde porque la vi de todos modos, luciendo un hermoso vestido verde oscuro brillante. Demasiado pegada a una mujer, se veían muy enamoradas. Empero, cuando Eunji me vio, la sonrisa de emoción que tenía se borró de inmediato. Me hizo entender lo idiota que fui al estar con ella, me di cuenta de que había sido su juguete desde el principio. Bang Chan me jaló del hombro para alejarnos del patio trasero de la familia y entrar a la casa, donde intenté distraerme, solo que no funcionó como él esperaba. Llegó un momento en que me levanté de donde estábamos sentados para irme de la casa. No obstante, detuve mis pasos al escuchar la risa de Fresa.
Se veía hermosa, por alguna extraña razón.
Viéndose feliz, mientras que hablaba con Soojin noona. Ella tenía puesto un vestido negro ajustado que destacaba su fisionomía ejercitada, el maquillaje que combinaba y un peinado con rizos en las puntas de su cabello castaño, le quedaba perfecto.
—¿Está bellísima, no?
—Demasiado.—afirmé embobado. Bang me miraba, mientras que yo no podía quitarle los ojos de encima a la mujer que estaba bajando las escaleras con una de sus hermanas.
—Minnie...
—¿Mmh...?—musité sin poder sacar mi mirada de ella.
—No la lastimes.
Fruncí mi cara, volteando a ver a mi amigo.
—¿Qué dices?
—Te estoy viendo. La forma en la que la estás mirando y la manera en la que miraste a su hermana hace un momento.—respondió, mirando a Fresa, sin voltear a verme a los ojos.—Es una mirada que conozco perfectamente.
—Hyung...
—Yo también lo hice.—Chan informó, lo que me hizo mirarlo desconcertado.—Intenté superar a una persona con otra. No creías que siempre fui un chico soltero, ¿verdad, Minnie? Si lo soy es porque tomé esa decisión. Y todo para dejar de lastimar a otras personas que no lo merecían, ya que es mi dolor y las otras personas no tienen la culpa de eso.—aconsejó seriamente. Pude ver un brillo en sus faroles.—Así que no cometas ese mismo error, Seungmin.
Palmeó mi hombro, dejándome solo en esa casa lujosa y con varias dudas pasando por mi mente en estos mismos minutos. Debido a que no la quería lastimar, en realidad, no quería lastimar a ninguna persona, sin embargo, también tenía una intriga de saber lo que se sentiría ser amado por la niña pija, por esa muchacha que ha hecho que mi vida se convierta en una jodida película de romance.
Pero una trágica.
—Llegaste.—informó con una enorme y reluciente sonrisa en su mirada jovial.
—Estás hermosa esta noche.
Entonces, pude observar el sonrojo en sus mejillas.
Un tono suave, casi como si alguien hubiera pintado delicadamente un toque de rosa en su piel. Sus ojos brillaban bajo las luces de la casa, reflejando una mezcla de emoción y nerviosismo. Su cabello castaño caía en ondas suaves alrededor de su faz, enmarcando sus delicadas facciones. El diseño del vestido era simple, pero elegante, con un corte que realzaba su silueta. El negro contrastaba de manera impresionante con su piel, dándole un aire de sofisticación. Pero lo que realmente me cautivó fue su sonrisa. Era una sonrisa genuina, llena de alegría y calidez. Una sonrisa que tenía el poder de iluminar toda la habitación. Una sonrisa que, sin duda, me robó el aliento. No podía apartar la vista de Fresita. Cada detalle, cada gesto, cada expresión que cruzaba su rostro se grababa en mi mente. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, y una sonrisa se formó en mi rostro sin que pudiera evitarlo. No iba a mentir. Ella se veía muy bellísima.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro