Mina mira a su alrededor con nerviosismo, con el entusiasmo que había tenido desde la noche anterior, casi no había dormido y cuando pudo conciliar el sueño, se había quedado completamente dormida, no escuchando la alarma para levantarse a tiempo.

Y por eso, cuando vio que había dormido una hora más de lo planeado, salió de su cama de un salto, arreglándose rápidamente, realmente esperaba en no llegar tarde. Pero cuando llegó al lugar acordado, encontró que Jungkook ya estaba ahí de pie, esperándola, avergonzada se apresuró hacia él.

─ ¡Lo siento! ─ dice ella agitadamente─. ¿Tienes mucho tiempo esperando? ─

─No realmente, se me hizo un poco tarde, así que solo unos cinco minutos ─ Jungkook sonríe de lado.

Mina sonrió aliviada de no ser la única que se le había hecho tarde.

─Entonces está bien ─ asiente ella con mas tranquilidad.

─Empecemos el día, ¿a dónde quieres ir? Podemos ir a comer algo o podemos ir al acuario, tú escoges ─ Jungkook sonríe de lado.

Mina ve a su alrededor, tratando de escoger rápidamente, la opción del acuario se le antoja mas.

─Podemos ir al acuario y después a comer, ¡oh! Y también a la tienda de recuerdos ─

─Claro, vamos ─ Jungkook estira un poco su mano y sujeta con suavidad la de Mina, haciendo que ella se sonrojara.

Mina ve como sus manos están entrelazadas, su corazón desbocado por la emoción de que él sujetara su mano, era algo que no había previsto, pero estaba feliz.

Jungkook fue la persona que compro las entradas al acuario, pagando todo, y aunque tuvieron una pequeña discusión por quien pagaba cada parte, Jungkook terminó ganando. Ambos mirando todo con alegría, el túnel que les dejaba ver a cada especie marítima nadando por el lugar era precioso. Un azul que asemejaba al mismo cielo, era como estar debajo del mar, pero sin mojarse.

Mina sorprendiéndose por cada especie que no conocía y Jungkook haciéndole pequeñas bromas como, por ejemplo, cuando ella intentó "hablar" con el tiburón bebé y después siendo asustada cuando llego uno mas grande, tal vez la madre de la pequeña cría.

Ellos sonriendo felices, ella sonrojándose cada vez que Jungkook tomaba su mano, y él disfrutando de cada momento con ella. Diferentes motivos, pero los mismos sentimientos.

Ambos siguieron el recorrido, llegando hasta el final del acuario y saliendo, mientras platicaban de los peces que les había gustado y los que les había dado más miedo. Fueron directo hacia la tienda de recuerdos, la cual estaba cerca de ahí.

Mina quería comprar un recuerdo, algo que le recordara cada día que lo que había experimentado hoy no había sido un sueño, que había sido real.

[...]

─ ¿Te ha gustado este día? ─ pregunta Jungkook suavemente, mientras están sentados en el pequeño restaurant cerca del acuario.

─Si, muchas gracias ─ asiente ella, pero recordando el verdadero significado de la cita de hoy─. Entonces... ─

Jungkook la mira a sus ojos, entendiendo perfectamente lo que ella quiere decir, lo que ella está pensando él lo sabe muy bien, y no es como si hubiera leído su mente.

─Mi respuesta te la daré un poco después, hay que dejar un poco de suspenso ¿no? ─

Mina hizo un suave puchero, haciendo a Jungkook reír un poco. Ella bebió un poco más de su refresco, mirando hacia otro lado y tratando de no mirar a Jungkook, pues se sentía avergonzada.

Ellos estuvieron un poco más en el restaurant, platicando un poco más, conociéndose un poco más, Jungkook tuvo que improvisar un poco, pues su vida humana había empezado apenas hace unos meses.

Cuando decidieron salir del restaurant, había llegado la noche, pero aun había una última parada, la plaza que estaba de camino hacia la estación del metro, donde Jungkook diría sus sentimientos, donde él le daría una respuesta a Mina.

Y mientras caminaban, uno junto al otro, las luces de las calles empezaban a encenderse, iluminando el camino que ellos estaban recorriendo. Unos cuantos pasos más dieron, antes de que Jungkook se detuviera e hiciera que Mina hiciera lo mismo. Se giro a observarla, completamente serie, Mina se puso nerviosa, pue sabia llegado el momento.

─Me expresaste tus sentimientos, y me han llegado, por eso te pedí tener una cita, pues merecías saber aún mas de mí, ¿Qué has aprendido? ─ pregunta Jungkook.

─Que... que eres una buena persona ─ Jungkook sonríe tristemente.

─ ¿Es así? ─

─ ¿No lo eres? ─

─No lo sé, tal vez depende de la situación ─

─No puedes ser alguien malo, no cuando fuiste el único en ayudarme aquella vez cuando nadie lo hacía, además me has acompañado muchas veces a tomar el metro, incluso has salvado a Namjoon cuando no lo conocías, insisto, no puedes ser alguien malo ─ ella niega suavemente, sonriendo.

─Acepto que tus sentimientos hacia mí son correspondidos, no puedo negar que siento algo hacia ti, pero ¿enamorarte de alguien en unos cuantos meses, se puede? ─

─Supongo... ─ ella asiente algo pensativa─. Hay personas que se enamorar a primera vista ─

─Los humanos suelen ser así... ─ murmura Jungkook, suspirando y mirando al cielo, rindiéndose por completo ante su protegida.

─Mina, de verdad que agradezco que tengas sentimientos hacia mí, por eso yo he decidido corresponderlos, no soy muy bueno en ello, pero haré todo lo posible por no fallarte ─ Jungkook sonríe.

Mina abre un poco mas sus ojos, sorprendiéndose por la respuesta de Jungkook, pero feliz de no haber sido rechazada.

Ella quería saltar de la alegría, incluso su cuerpo no obedeció la orden de su cerebro solo siguió el instinto de su corazón, dando un par de pasos hacia Jungkook, sorprendiéndose cuando él se volvió completamente serio y la puso detrás de él en un movimiento rápido, protegiéndola de algo que Jungkook había visto.

Un par de personas aparecieron a un par de metros de ellos, sus vestimentas eran de color negro con detalles rojos, parecían un par de príncipes de hace siglos, muy bien vestidos, muy bien peinados, pero con un aura terrorifica.

─ ¿Estas listo, Jungkook? ─ habló uno de ellos, el de cabello azabache ─. Te advertí que vendría por ella, pero también que te daría un pequeño tiempo para que te despidieras ─

Mina sintió escalofríos cuando vio sonreír a ese ser tan hermoso como un bello muñeco de porcelana.

─No dejaré que la toques ─ masculló con enojo Jungkook, aferrando más su mano a la de ella, pues no la había soltado en ningún momento desde que la puso detrás de él.

─No te estoy pidiendo permiso, y lo sabes ─

─Dudo que puedas hacer algo en tu estado actual... ¿un humano? ─ comentó de manera burlona el otro chico que estaba a un lado del que había hablado primero.

─ ¿Quién es él? ─ pregunto Jungkook, apuntando con su barbilla al chico rubio.

─Ah, lo siento, no los presenté, Jimin él es Jungkook, Jungkook él es Jimin, mi nueva adquisición ─ habló el azabache de manera socarrona y burlesca, acercándose a Jimin, quien sonrió cuando fue sujetado con fuerza por su barbilla y siendo besado por el azabache.

Jungkook sintió repudio hacia lo que veía, y no por el hecho de que eran "hombres", no, más bien porque ambos parecían estar enfermos e igual de retorcidos. Un par de demonios que venían por su protegida, y en el peor momento.

─Dejemos la charla para después ─ habla de nuevo el azabache─. Entrégame a la chica ─

─Sobre mi cadáver ─

─Eso no sería nada difícil ─ se burla Jimin, mirándolo mientras sonríe.

Jungkook se tensó ante tal situación, estaba claro que estaba en desventaja, pues detrás de él tenía a Mina y además eran dos contra él, sin contar que eran unos demonios y él solo un humano.

─No tengo mucha paciencia, ¿sabes? Así que esta es la última vez que lo digo, dame a la chica ─

─No ─ contestó firmemente Jungkook, dando un paso hacia atrás, haciendo que Mina hiciera lo mismo.

─Jimin, cariño, encárgate ─ ordenó el azabache.

El nombrado sonrió de manera aterradora, abalanzándose hacia donde estaba Jungkook, este último preparándose para cualquier ataque, pero dispuesto a proteger a Mina. Pero nada pasó, nada pasó porque dos pares de alas blancas, brillantes y hermosas cubrieron la visión de Jungkook.

Mina mira un poco, por un lado, sorprendiéndose por lo que estaba pasando, un par de chicos con un par de alas cada uno de ellos, extendidas de una manera que parecía que los protegian.

─Que repugnante, ¿Qué se puede esperar de unos demonios? ─ se escuchó una voz.

─Atacar a un humano... si que han caído demasiado bajo, no, espera, ustedes ya están en lo más bajo, en el infierno ─

─Tks ─ chasquea la lengua el azabache, mirando con el ceño fruncido hacia los hermosos ángeles que habían llegado─. Aun si se entrometen, no pueden cambiar el curso de la vida, ella me pertenece y nunca me rendiré ─

─Pero no será hoy, de eso nos encargaremos nosotros ─

Un silencio sepulcral lleno el lugar, con enojo, Yoongi, el demonio azabache se esfumo en la noche, Jimin, su compañero lo siguió de inmediato.

Seokjin, quien junto a su hermano Hoseok, se giraron hacia Jungkook, quien estaba sorprendido por lo que estaba pasando, y no solo él, Mina quien estaba detrás de él también estaba más que sorprendida por todo. Jungkook tendría que dar y recibir muchas explicaciones.