Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Una Ramera En Noche Vieja

De una amiga perdida, la verdadera familia y del ¡PORTA!...

Sale del casino, una sonrisa en los labios y la liberación de más de dos semanas de estrés. Deja atrás a Noah y parte del grupo, Fiódor sale junto con él, pero a continuar la fiesta en otro sitio, las dos mujeres que lleva prendida a su cuello lo confirman.

—¿Seguro no desea una? —niega al hombre y sonríe. —con gusto se las sedo—insiste.

—Te agradezco la oferta, pero tengo...

—Una cita conmigo —interrumpe una voz frente a él y busca a la dama.

Escanea su cuerpo de arriba abajo con una media sonrisa en los labios, minifalda en cuero, botas y chaleco, negro las tres prendas. Finaliza su vestimenta top rojo de encaje traslúcido que devela sus rosados pezones y piel de porcelana. Una cabellera rubia (teñida), atada en una coleta, labios carnosos que no duda sabe emplear y ojos cargados de lujuria.

—No repites chica, me han dicho —comenta la desconocida y enarca una ceja en respuesta —soy la excepción a la regla.

—Admiro tu seguridad, pero no estoy disponible. —habla despidiéndose del chico quien niega divertido viendo a la mujer que ha despreciado.

—Donde comen tres, comen cuatro... yo no te dejaré morir —le escucha comentar y sonríe caminando a su auto.

Necesita llegar con el tío William, quien le ha llamado en muchas ocasiones. Está por cerrar la puerta del vehículo cuando la mujer irrumpe en el asiento del copiloto.

—Solo serán unos minutos —insiste.

—¿Quién de todos fue?

Ella luce aturdida cuando le hace esa pregunta e ingresa la llave en la ranura. El motor del auto ruge y ese ruido es música para sus oídos, la ha visto en la barra, ha intercambiado palabras con Estanislav. Todos tienen una chica a su lado y otra entre sus piernas, Angelo sigue creyendo que el acto de tener sexo es privado y no le gusta exhibirse, ya tiene demasiado con su estatura.

—Veo que has optado por el silencio —habla al ver que ella calla y se ve algo nerviosa —¿Tu primera vez?

—Contigo sí.

Pero nota su voz temblorosa y su mano izquierda alisa la falda o intenta cubrirse. En pie ha lucido imponente y segura, si logras ignorar sus labios inferiores temblar.

—¿Tienes límites?

—Los que usted tenga mi señor —le responde y mira su mano izquierda con cautela.

—¿Cómo te llamas?

—Anoushka, pero usted puede darme el nombre que desea...

Afirma encendiendo el auto y yendo directo a casa. De vez en cuando ella le mira, a sus manos, al hacer los cambios o cuando se detiene en algún semáforo. El vehículo ingresa al callejón posterior que da a la casa frente a una enorme puerta de hierro que se abre en ese instante al distinguir de quien se trata y la enfrenta.

—Tienes diez minutos para convencerme porque crees yo necesito una mujer...

Asiente sin decir una palabra y su mano viaja a su entrepierna. Le intriga y excita aquello que ella está dispuesta a hacer, pueda que se haya equivocado y no sea lo que imaginó. Antes de bajar el cierre de su pantalón frota su mano por encima de la tela y su amigo reacciona. Sabe que la va en serio al verle recoger el cabello del todo en su cabeza. Solo cuando saca a su miembro, baja el rostro hacia él y está a poco centímetro, decide acabar la farsa.

—Antes que sigas, me gustaría saber para qué me serviría este servicio, aparte de lo evidente, somos cincuenta hombres ... dentro del grupo. ¿Por qué crees que una mamada me hará contratarte?

Levanta su cuerpo del todo y no se molesta en cubrirse, si todo sale mal ella podría acabar lo que empezó. No deja de frotar su erección, lo que logra relajarlo más de lo que está dispuesto a aceptar.

Un tatuaje en su pecho le ha dado una pista, sus labios se aprietan y sus ojos lanzan fuego puro. Sus azules adquieren una tonalidad oscura y sus mejillas un tono escarlata.

—¿Solo eso? —de repente ella ha adquirido más valor y se acerca a su cuello —estoy dispuesta a todo... tengo lo más importante...

—¿Un coño? —pregunta sintiendo las descargas que sus hábiles manos le dan.

—Hablaba de ser huérfana... aunque eso también si es tu deseo.

Ella ha servido a su país y no duda sea un buen elemento, pero siendo mujer es una distracción para todos y lo incluye. Su hermoso rostro y bien cuerpo sería el final del grupo, ya puede imaginar las interminables peleas por ese coño.

—Mi grupo está completo... pero mi cama libre —sigue y ella no cesa en sus caricias. —dile a Estanislav que lamento no contratar a su amante, porque de hacerlo no seriamos 50 sino 99.

Aleja su rostro del cuello y le observa de cerca con una sonrisa en los labios. Detiene su caricia de manera brusca y posa su mirada en un punto encima de los hombros de Angelo. Decido a ver que ha llamado su atención, gira encontrándose el rostro de Alexandra, iracundo, sonrojado y al borde de las lágrimas.

—Maldición —alcanza a decir cubriéndose, pero es demasiado tarde. —¡Largo! —ordena a la mujer abriendo las puertas del vehículo y observando como Sasha hecha a correr dentro de la casa, pero ha visto lo suficiente para ver sus lágrimas.

No pasa mucho en la ciudad, pero cuando lo hace retoma su antiguo trabajo. Ella sigue insistiendo en que no es una vida para él y pone como ejemplo a su abuelo. Sin esperar que la mujer salga del todo, pisa el acelerador, traspasa su carrera y se detiene a varios metros de ella.

Un dato que aprendió en ese instante es que esas piernas largas sabían usarla, pues lo rodeo sin dificultad. Puso a prueba su estado físico, psicológico y paciencia, al tener que derribarla soportando golpes y maldiciones.

—¿Qué mierdas haces husmeando? —la reprende una vez logra controlarla.

Se abstiene de hacerlo de tal manera que no se vea comprometedor, ha visto un par de ojos verlos intrigado. El que lo ve en este instante puede deducir que son dos hermanos discutiendo. Se aleja de ella quien frota su muñeca mientras llora.

—¡Estabas con esa zorra! Yo pensé que entre los dos...

—No hay nada entre los dos, —le interrumpe —salvo una amistad si estás dispuesta a seguirla.

—¡Eres un imbécil! —escupe de mal humor limpiando con violencia sus mejillas e inspira fuerte —no me digas que no lo notaste Angelo o que no eras consciente porque no te creo.

Era solo una niña confiada en que él era su príncipe azul, cuando solo estaba viviendo su primera ilusión. Sonríe al intentar tomar sus manos y se aleja de él con violencia.

—No puedo verte más que como una hermana ágape mou. —recoge sus rodillas hasta quedar sentado en la misma posición que ella y lo piensa un poco —eres una chica importante en mi vida, me has dado más de lo que merezco y me alaga que sientas algo tan bello... pero no puedo corresponderte...

—Está bien...

—¡No lo está! —le interrumpe y la ve bajar el rostro —eres una chica hermosa que puedes tener a cualquiera a tus pies... Pero no eres mi tipo cariño. Debes prometerme que esto no se va a repetir... si deseas mi amistad incondicional la tienes Sasha O'hurn, pero si prevalece en ti esto, temo que lo mejor es no vernos.

—Si es lo que quieres, por mí está bien—sin decir nada más se levanta dejándolo solo en mitad de la cancha con muchos ojos puestos en ella.

—Angelo —la voz del tío William le hace levantar y caminar hacia él —papá quiere hablar contigo antes que irte con Sergey.

Pasa por su lado sin hacer comentarios y le entrega un sobre. En esta ocasión le enviaron el dinero de esa forma e imagina era lo acordado, pues tras verlo no hace comentarios y asiente. Encuentra al anciano mirando hacia la cancha, justo donde ha tenido el problema con Sasha, y cierra los ojos mientras la pasa por su cabeza.

—Tu grupo ha crecido y hay enfrentamientos con los demás... sus habilidades son mejores que las de Sergey y eso te traerá problemas. —toma un documento en la mesa que está a su lado y lo alza sin verle —este es tu nuevo trabajo, haré de jefe en esta ocasión, la persona no desea que su nombre salga a la luz.

Lee el nombre de la persona y las coordenadas de la ubicación. Es una isla, una en donde suelen realizarse fiestas de todos los estilos. Escucha que el sitio no aparece en el mapa, por seguridad de lo que allí sucede y quienes suelen visitarla.

—Solo debes saber que hay niñas y niños en medio de esas fiestas. Se ha salido de control y desean limpiarlo...

—Resumen... alguien ha hablado del tema y este miserable debe figurar como culpable —comenta viendo la foto del hombre de cabello gris y rostro de político. —¿El tío sabe de esto?

—Lo sabe... tu pago es la isla.

—¿Qué debo hacer con este? —insiste sacando la imagen.

—Es tu decisión, solo asegúrate no dejar rastros... los documentos de propiedad le serán entregadas a William.

Guarda el documento escuchando el resto de detalles y cuantos hombres deben ir con él en esta ocasión. El tipo está la mayor parte del tiempo con una amante, de la que se separó hace un par de días. Cinco empleados, el piloto del avión, chef y barman. Deben irse el primero de enero, cuando los invitados de la fiesta de noche vieja se hayan ido y la isla duerma las doce horas que suelen hacerlo tras una.

—Si hay niños los rescatas, alguien los recogerá—da media vuelta hacia él y le mira fijamente.

—Abandonaré la casa ... —entiende que es lo que desea y niega divertido.

—Mi niña no te buscará más Angelo, no es la clase de mujer que se humilla dos veces... —pasa por su lado sonriendo con las manos atrás de su espalda y se detiene un instante en el pasillo que da a su habitación —acepta la propuesta de Sergey y has algo inteligente con ese cheque...

(...)

Completar los cincuenta parecía una tarea imposible, Noah y Ángelo no sabían el misterio que encerraba esa labor, pero así era. Cada que el número dentro del grupo se completaba, había algo que los hacía devolver a 49,48...

Bajas la mayor parte del tiempo.

El alivio para ambos era al saber que los decesos no eran en servicio, sino al llegar de descanso. Han pasado muchas dificultades juntos, llevan 20 meses en el grupo y empiezan a tener estatus dentro.

Reuniones en el último campo del territorio de Sergey, reciben la noticia del receso de uno de ellos en una riña dentro de un bar. En esta ocasión el fallecido hace parte del grupo inicial y ello lo hace doloroso. Fiódor, el chico que hace unas horas salía con él de ese casino.

—¿Por qué no ser solo 49? —Pregunta Estanislav lanzando una roca a un punto de la pared.

—Al jefe le gustan 50, creo que a todos—réplica Vladímir tomando una roca más pequeña y lanzándola al mismo punto.

Están sentados rodeando una fogata, cada uno de ellos encima de algún tronco. Al volver de viaje suelen darle una semana de descanso. Todos, excepto Ángelo, son huérfanos y se identifican por el solo nombre u apodo. Por lo que sus visitas no son a hogares o personas, sino a bares, clubes, etc. Encontrar conflictos y enemigos en esos sitios es fácil, sobre todos para hombres acostumbrados a que todo deben lograrlo a las malas.

Les comenta el nuevo trabajo, algunos detalles se los guarda por lo intrincado y escabroso. Dice además que el pago será con la isla si lo hacen bien, ese será el hogar de ellos en adelante. Escuchan atentos sin dejar de sonreír la extensión de terreno que tiene el lugar y todo lo que pueden construir. El número de hombres que los acompañara y las horas que tienen para ejecutarlo.

—Creo que es hora de tener un espacio —habla en voz alta llamando la atención del grupo. —un sitio al que puedan llamar hogar, algo donde llegar.

—Este no es nuestro —sigue Noah por él —y acarreará conflictos a futuro con el grupo de Sergey.

Estanislav sonríe lanzando una segunda roca que derriba la de Vladímir y alza los brazos sonrientes. Angelo no tiene claro las reglas del juego, pero los ha visto jugarlo en muchas ocasiones.

—¿Lo dice por la virgen? —pregunta Nikolái, saca del bolsillo de su abrigo un billete que le entrega a Akim con quien ha apostado —me debes la revancha.

—¿Por qué más? —réplica Akim y los demás asienten. —Es un desecho de hombre...

La virgen, así, han bautizado al hijo mayor de Sergey, aquel que estaba en las fuerzas y dice "Estaba" porque fue removido. Los motivos no le fueron dados, pero los cincuenta han estado haciendo sus deberes. Su padre ha pedido a alguien de los pesos pesados que le fuera retirado. Sergey tenía planes para su hijo dentro de la organización, al parecer, el mundo criminal no le motivaba a Jedrek.

Si no fuera tan presumido, podría llevarse bien con todos sus hombres, pero no disimulada el despótico que sentía por los cincuenta y el grupo de su padre. Saca el cheque que le han entregado y se lo muestra a Noah, el papel amarillo pasa de mano en mano.

La firma inconfundible del mayor y el nombre suyo resaltan para todos. "—Es un servicio más, uno de los tantos que te han pedido". Le había dicho y aceptó muy a pesar del sabor amargo que esa propuesta le hacía sentir en los labios.

—En unos minutos llegará y pedirá que entrene con el hijo...

—¡Dime que debes matarlo! —sonríe a Estanislav, pero sus hombres no le ven la gracia.

Sin hacer mención de nombres, todos saben a quién se refiere y por lo que le han pagado. Las maldiciones que escucha no lo sorprenden, al igual que ellos él soltó algunas en su idioma a Sergey cuando le hizo la propuesta. "—¡Me lo debes! Gracias a mí estas en ese lugar".

—Me siento como una ramera —confiesa a sus amigos y puede ver que todos tienen el mismo sentimiento.

El cheque ha dado la vuelta al grupo y regresa a sus manos. No va a cobrarlo o usar ese dinero en nada, lo dejará para encuentros futuros. Su experiencia con los seres humanos le han dotado de algunas habilidades a la hora de realizar juicios. El rechazo de Jedrek hacia ellos, no es otra cosa que el miedo a sacar lo que hay en su interior. Él esperará que suceda, porque va a suceder y hasta entonces, ese cheque permanecerá guardado en su billetera.

—¿Quiere demostrarnos que somos una familia? —sonríe a Estanislav con quien aún no ha hablado de tener mujeres en las filas —no se rinda en el primer asalto.

—Rompa una costilla...

—O todas...

—Yo me conformo con una pierna...

—Un diente, de preferencia que sea visible.

Sonríe en voz alta sin poder evitarlo al escuchar lo que cada uno deseaba. Prometen al final de la jornada llevarlo a un lugar que le gustara. Pasarán noche vieja allí, antes de volver a partir.

—¿No pedirás nada? —pregunta a Noah.

Guarda silencio avivando el fuego con un trozo de madera. El fuego se divide en dos pequeñas flamas amarillas, con tintes rojos. En segundos la madera es arropada por las llamas y el trozo de madera arde.

—No deseo ver a mi hermano de lucha, convertirse en Ramera en noche vieja... Espero que al final de ella logres conservar tu dignidad. —no hace más comentarios y mira por encima de Ángelo molesto.

El rostro en alto del resto de sus hombres que se encontraban frente a él habla que el circo empezará. No estaba acostumbrado a perder, tampoco en dejarse sobornar. Pero, era consciente que le debía al ruso ese muchas cosas. Aunque el precio a pagar sea con su dignidad.

—¿Has tomado mucho? —La inconfundible voz de Jedrek logra erizar los bellos de su nuca —o le sigues temiendo a perder con un contrincante real.

Sus hombres sonríen golpeándose unos con otros, sé gastándose bromas. Por un instante sacan a colación un cheque y el valor que hay en él, lo que harían con ese dinero. Ese comentario le hace reír, es la manera que encontraron de decirle cuanto había humillado Sergey a su hijo al comprarle una pelea.

La razón por la que se ha negado a luchar con ese payaso en años anteriores era por las ganas que le llevaba y en nada tenía que ver el miedo a perder. Cuando tu oponente es digno y da la batalla, no es una derrota como tal.

Se incorpora dejando en manos de Estanislav sus armas y la daga. Retira de sus manos el anillo, cadena y toda prenda que genere un peligro para su oponente. Se conoce lo suficiente para saber que en algún momento lo retará y querrá mandar al diablo la promesa de dejarse ganar.

—Haga feliz a un huérfano en noche vieja... Costilla, nariz, diente y pierna. —comenta Estanislav.

—No importa el orden...

—Sea el héroe que todos queremos ser...

—Hay un grupo que representa...

—¡Los Cincuenta! —vitorean.

Sonríe mientas avanzar hacia el sitio de entrenamiento. No es fácil dejar pasar que te has vendido, va contra todo lo que ha luchado.

...

Pese a todo, encontró que su contrincante era bueno o estaba lleno de odio en su interior. Creía era más lo segundo dado su salvajismo a la hora de atacar. Jedrek necesita un respiro, Ángelo por su parte no. Ha visto al jefe del grupo pedirle bajar el ritmo y le sonríe en respuesta, pero obedece.

—Me gustaría saber a quién imaginas golpear —le reta.

—Axelia Vryzas... No supo ser una puta —Jedrek le sonríe y le imita.

Axelia Vryzas dejó de ser un problema para él hace mucho tiempo. Es tan capaz de todo con tal de salirse con la suya, que no duda sea capaz de entregar su cuerpo solo por obtener lo que desea.

—Tienes más que ofrecer que esa insulsa ofensa — Sonríe limpiando con el pulgar la sangre que brota de su boca. —creo que sabes tu papi, dañó tus planes de general. Compró tu retiro, lo que no debería sorprender ¿No compró acaso tu ingreso? —le hace un guiño y lo ve maldecir.

A campo abierto, con ambos bandos a cada lado, dan sus mejores golpes. Ambos sangran en los labios, Jedrek no se molesta en limpiarla dando una apariencia salvaje. Angelo siempre ha procurado una buena presencia, aún en la lucha. Por lo que se limpia de vez en vez.

—Sangras como una virgen... Como ella —observa el sitio al que está señalando y ve a Sasha observando la escena algo aburrida. — Un punto débil no es bueno Vryzas.

Jedrek siguió detallando lo que podría hacerle a Alexandra y nadie podría negarle nada. Sería a futuro el jefe del grupo y podría hacer que su padre pidiera a la chica.

—No como esposa, sino como puta... Cuando me aburra la dejaré en manos de los demás. Sé que le gustas no hace más que estar atrás tuyo... Como perra fiel. Será una Puta fina y debe tener ese coño apretado.

El infierno era frío comparado con su cuerpo en ese instante. Noah, quién está lo suficientemente cerca para escuchar niega con rostro preocupado. Da media vuelta y se acerca a Alexandra, le dice algo alejándola del campo.

—¡Hablas mucho para ser un bastardo! Eres una vergüenza para tu madre...—susurra para que solo él le escuche —hablas como ruso, te comportas como ruso... pero a sus ojos es lo que siempre serás ¡Un bastardo!

Jedrek sabe que no es un Levenev real, pero desea crezca en el chico el odio suficiente para así fingir el imbécil le ha ganado. Algo que ocurre dos minutos después cuando le da el nombre de su madre y como murió. Dejarle vencer fue una derrota con sabor a gloria, logró darle unos cuantos golpes reales antes de permitirle ganar.

Cuando la disputa acaba, permanece en el césped unos instantes antes levantarse. Cierra los ojos permitiendo alejar las imágenes mentales de Alexandra siendo dañada por esa bestia.

—Espero la próxima vez que hables de puta, te asegures que en tu familia no haya una —comenta su sentir la presencia—fue un placer compartir contigo esta noche.

(...)

No volvió a ver a Sasha en lo que quedó de la noche. No estaba en los jardines o asomada en la ventana en donde solía ubicarse para despedirlo. En esta ocasión era distinto, pues esos maletines que sacaban aquella noche vieja, no volverían a ingresar y en adelante solo serían visitantes esporádicos en la mansión.

Después de ese ataque de sinceridad contra de ese hombre, debían salir de esa edificación. Los pleitos en adelante irían en aumento y no solo con él, sería lo mismo con todo el grupo. Habían pasado noche vieja en un restaurante que Carlo había alquilado esa noche. Unieron mesas, comieron y brindaron, era la mejor manera de darle fin a un año de éxitos.

—Deberíamos tener una señal —escucha decir a Noah, quien al igual que Angelo y los otros diez (los que se irán en unas horas no han tomado.

—¿Una señal? —preguntan entre sí y Noah asiente.

—Algo que nos diga debemos avanzar o detenernos —todos lo miran a él quien lo piensa un poco.

Ellos suelen deducir lo que desea y no necesita en algunas ocasiones pedirlas. Solo una cosa les ordena una vez esta con alguien que desea lastimar mucho antes de enviarlo al más allá...

Es que lo dejen solo con ese personaje y cierren la puerta...

—¡Porta! —susurra ante el silencio que se ha formado.

—¡Porta! —repiten en voz alta alzando sus copas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro