Mil razones y el adiós
Abrió los ojos de forma brusca ante el dolor de cabeza fuerte que sentía. Inclina su cuerpo para sentarse en donde sea esta y algo se lo impide. La buena noticia es que al fin le verá la cara al traidor ¿La mala?
Está atado...
Encima de él barrotes de hierro de un grosor considerable. Gira lentamente su rostro a la izquierda, luego a la derecha y corrobora lo que se imagina.
Está encerrado en una celda, en algún lugar de una bodega.
Su memoria no registra algo conocido en lo que ve. El sitio es oscuro, húmedo, con un fuerte olor a combustible y el sonido del mar bastante cerca. Muy probable sea una bodega para el traslado de mercancías de cualquier tipo, ello limitaba que fuera escuchado en caso de que quisiera gritar, lo rechaza en el primer pensamiento.
Intenta recordar a donde iba y porque, el sopor le demora unos cuantos segundos. Había pedido audiencia para hablar con él, todo fue realmente sencillo y viene a su mente las palabras de Estanislav.
"Si logras acceder a la primera, tu deber es cuestionar cualquier cosa en adelante."
Su compañero de aventuras sobresalía por su desconfianza hacia todos, aseguraba que la vida le había demostrado que era la mejor manera de avanzar. Demasiado tarde para lamentarse, Angelo solo mira a su alrededor en búsqueda de una manera de liberarse.
Lo último que recuerda es que se embarcó en la avioneta, le dieron el coñac de siempre y el aparato empezó a deslizarse por la pista. Apagó el móvil acabándose la bebida de un solo tajo, estaba tranquilo porque todo resultó según lo esperado.
Con la certeza que si lo quisieran muerto ya lo estaría, y todo demuestra aún no lo está, se queda pensando en las posibilidades. Si su enemigo es obtenido en su labor le queda por delante una larga agonía, si, por el contrario, jugó la envidia...
Le queda una larga agonía...
Concluye. Sonríe al suponer que no tiene muchas opciones.
—Para ser alguien que está a punto de morir estás calmado. —dice una voz muy conocida.
Inspira todo el aire que puede y cierra los ojos ante la revelación del causante de todo. La duda que le llega es si lo hizo por su cuenta u obedeció órdenes de alguien. Ninguna de las dos le proporcionará alivio a la herida que se abre en su pecho, pero la segunda podría entenderla.
—El mundo está lleno de tanta oscuridad que ser optimista es un superpoder. —refuta divertido —Siempre veo el lado bueno en todo.
Su respuesta le divierte al visitante, aquel que no se ha interesado en ver. Sus ojos cobrizos reparan todo el lugar, sigue viendo el sitio en espera que se le haga conocido.
—¿Te pagaron? —pregunta al comprobar no lo es.
—Se podría decir que sí.
Afirma ante esa respuesta. Ha sido traicionado tantas veces, por personas más queridas y cercanas que esta no duele lo que debería. Era lo que anhelaba, corroborar que todo cuanto descubrió era verdad y lo logró.
—Espero que valga la pena, porque van a morir Young, tú y Xen...
Al mencionarlo lo mira fijamente mientras sonríe. No tiene idea como o cuando, pero saldrá de allí y van a pagarle. El italiano devuelve la sonrisa sin temer. Alza una ceja llevándose la mano derecha en sus bolsillos, chasquea los dedos y en cuestión de segundos la bodega está llena de varios de sus hombres.
—¿Los conoces? —le pregunta y mira a su alrededor. —sigues sin tener miedo, eres un tipo bastante extraño.
Aprieta los labios en una mueca divertida mientras asiente. Raro, por no demostrar emociones, en un mundo que si las manifiestas eres débil.
—Dicen Young que el mejor momento para el cambio es cuando todo a tu alrededor colapsa.
Empieza decir volviendo la vista a los barrotes superiores, ignorando que tiene a su alrededor a los hombres que ingresaron a la isla y acribillaron a los suyos.
—Significa que algo nuevo está por nacer. —finaliza —Por cierto, bonito traje.
No lo verá pedir perdón para agilizar su agonía, eso solo empeorará la situación. Lo que, si le gustaría escuchar la versión de los hechos desde su punto de vista, saber hasta qué punto tenían razón y como si leyera sus pensamientos le dice...
—Cumplo órdenes Hermes. A Xen no le gusta que estés por fuera con todo lo que sabes de él.
— Tampoco a Sergey— finaliza por él. —no lo sabías cuando fui a buscarte ¿Me equivoco?
El silencio del siciliano le indica que su conjetura va por buen camino. Se atreve a creer que descubrió todo cuando Kanoe fue asesinado. Xen consideraba que Angelo moriría en manos de Kanoe y este a su vez en las de él al regresar. Los motivos eran tan obvios que solo alguien astuto pudo deducirlos.
—Fue tu hijo el que cambió todo y no lo digo por encerrarse en esa caja... —sigue—te envió un mensaje desde el móvil de su madre preguntándote si ibas a llegar.
Angelo recuerda ese mensaje y como le pareció extraño que le preguntara aquello. Consideró fue una manera de Aydey de recordarle su cumpleaños y no pensó en lo contradictorio que era ese mensaje cuando descubrió la verdad sobre su esposa.
—Me alegra saber que Anker es lo que siempre quise de él. —declara orgulloso.
—¿Qué te hace creer que todo acabara contigo muerto? Al igual que tú, Xen no deja hijos que quieran vengarse con el tiempo.
—¿Te das cuentas que hablas como si fueran inmortales?
Su muerte no pasará desapercibida y hay más agradecidos que miedosos en esta organización.
—No se toca la familia... por eso estoy libre. —le recuerda y sonríe—alguien me dijo que Xen lo hizo contra su voluntad ¿Me equivoco Xen?
La pregunta la hace en tono alto, alzando la cabeza por encima de la cama metálica a la que está atado y viendo a los rostros inescrutables a su alrededor. ¿Sabrán que van a morir también? Lo que su jefe ha hecho con él debería alertarlos un poco.
—Kanoe solo debía entrar a la casa y darnos el camino libre—empieza diciendo una voz conocida que se abre espacio en medio de los hombres en trajes oscuros —expuso en mi mesa los motivos del odio entre ustedes y la amenaza que le hiciste en contra de la madre su hijo y este. Entregó el dinero, pagó su afrenta ante mí ¿Qué pidió? Que su familia no fuera tocada y su hijo pasara a los primeros lugares de trasplante. —abre los brazos haciendo una mueca divertida en sus labios —¿Cómo negarme?
Continúa diciéndole que pudo pedirle lo que quisiera, pero solo pidió por su hijo y su familia. Esa acción le hizo merecedor de su perdón, le devolvió el dinero, le advirtió, era un hombre libre, podría fingir su muerte como mejor le pareciera.
Angelo aprieta los labios de forma cínica intentando no responder algo que empeore su situación. Sigue escuchando como según él, Kanoe le buscó al saber que a Angelo le fue entregado la orden de ejecutarle.
—Conocí a Kai mejor que todos, es un hombre de honor... pero segado por el amor de una mujer que no podía corresponderle. Con hijo enfermo y a punto de morir, sin posibilidades de nada. Antes de irse le dije que me debía un favor que lo recordara...
—Conmovedor... —recalca sin demostrar cuan poco le cree—te convenció tras cogerte en su apartamento—dice en medio de risas y puede sentir su respiración detenerse —eres demasiado viejo para ser marica Xen... una vergüenza a la causa. ¿Lo sabían? — pregunta a las copias y pega que es lo que parecen sus hombres, quienes le miran sin hacer algún movimiento —podrían acceder a privilegios solo si se dejan follar o follan a su jefe, dependiendo del fetiche que este tenga.
Tira con fuerza de la correa que lo ata y siente el broche crujir al rozar con el cuero, un segundo intento resulta más efectivo y se libera de las manos. Ocurre rápido ante la vista de los presentes que se calzan la mano en la pretina mientras su jefe sonríe al verle sentado.
—Lo imaginé. —le dice al verle libre sonriente. —eres un hombre peligroso que solo drogado puedes ser controlado, aun allí me resultas una amenaza...
—Permíteme seguir a mí —le interrumpe, retira las correas de sus tobillos y se sienta en la camilla mirando al asiático y su abogado de frente —te enteras de que el nombre de este servidor fue puesto como reemplazo del "gran jefe" y eso me dejaría de frente con quien sustituiría.
Xen alza una mano hacia sus hombres y así como entraron salen sin hacer ruidos o protestar. En ese punto tiene todo tan claro que solo le resta sonreír por corroborar lo que ya sospechaban. El temor de Xen no era otro más que Hermes supiera las finanzas mal manejadas. Era de los pocos que no se dejaría sobornar, por lo que su nombre no le convenía en ese puesto.
—Estoy dispuesto a jugarme la vida por esta verdad... tus finanzas están mal, el cambio te obliga a saldar todo y/o afrontar las consecuencias. —el hombre se tensa, al tiempo que Young lo ve sin hacer comentarios. —no le diste el dinero a Kai. De hecho, ese muerto de hambre nunca les robó ¿Me equivoco? —restriega sus muñecas al hablar sin tomarse el interés de verle a los ojos. —Usaste el odio entre nosotros para que yo le cazara, hablaste con Sergey quien sabes desea en ese puesto a su hijo y—empuña los dedos de su mano y los abre rápidamente — ¡Pum! Plan perfecto.
Era un plan que se planeaba con tiempo y paciencia, hacerlo rápido crearía sospechas. Le cuenta a Kanoe que Hermes es casado, tiene un hijo y da las coordenadas, a Angelo y al resto del grupo le dice que su contador le robó. Así mantuvo ocupado a la junta y dilata la votación, mientras espera.
Xen mira a Young, quien al parecer lo que escucha lo ha dejado sin palabras mientras le comenta.
—¿Entiendes por qué debería morir? —pregunta—es demasiado astuto siendo un vulgar asesino ¿Te lo imaginas de jefe? Tú tendrías que entregar tu puesto y yo... morir sería un cuento de hadas.
En su plan, ambos iban a morir tarde que temprano, quizás el mismo día o con tiempos de diferencia, pero eventualmente lo harían. Aquello le dejaba el camino libre a un hijo de Sergey para aspirar, con Hermes muerto y la reputación de traición de su grupo manchada, todo sería más fácil.
—A Kanoe le das lo que quiere, un corazón para su hijo y la libertad para los suyos... Pueda que algo más —detalla, distraído, sigue pensando en los detalles.
En ese punto no puede parar de hablar y cada palabra dicha la siente liberadora. El movimiento de la mano de Young le indica, fue engañado al igual que Kanoe, lo que sea le prometió a su contador, no estaba dispuesto a cumplirlo. Por lo que el abogado debe estar planteándose el siguiente paso para él. En adelante, cada quien se protegerá las espaldas, está seguro que Xen acaba de perder a un buen colega.
—Te liberé—interrumpe su diálogo—dormías con quien pudo asesinarte en cualquier momento... supe lo que ocurría y le decidí callar, era lo mejor. Mataste a Kanoe antes que lo hiciera yo y tus hombres debían morir por traicionarte. Ante todos yo no hice más que limpiar la cloaca que era tu grupo.
Es lo que dirá e imagina tiene pruebas para sustentar lo que acaba de decir. Las cuentas de sus hombres con ese dinero sería una de ellas, la reputación que habían creado por años se iría a la basura.
—Tu argumento es bueno —confiesa encogiéndose de hombros —espero que te crean. —suelta sin más.
Xen da media vuelta empezando a alejarse hacia la luz que se observa al fondo de la bodega, permaneciendo allí Young. Creer en una amistad como tal en este ambiente es una falacia, pero hay lazos que de alguna manera te hace creer que es así.
—Por cierto. —Xen se detiene a unos dos cientos metros y habla sin mirar atrás —tu sobrina es hermosa, estoy pensando enviar a alguien por ella.
—Y cavarás tu tumba Xen, porque algo me dice que no tienes ni puta idea quien es. —lo dice tan bajo que solo Young lo escucha—Dasha Alexandra O'hurn Ivannov, ese es el nombre de la mujer que enviaron a asaltar a Brasil. ¿A ti qué te prometió? —pregunta.
Andrés le inyectó capital solo para que se echara la culpa del asalto a Sasha, a Kanoe podría ser lo del hijo y dinero... ¿Y a Young? No tiene claro que tenía que ver Sasha en toda esta historia y se le eriza la piel solo de pensar lo que ese bastardo le haría.
—¿Qué ganaban con hacerle daño a Sasha? —pregunta acercando su cuerpo a los barrotes y metiendo las manos entre ellos—ella nunca debió ver a Vladímir—piensa en voz alta ...
¿Cuál era el fin? Insiste en saber y su Young suspira antes de responder. Hay tantas coincidencias en esto que imagina el dinero sustraído se contaran por trillones y la confianza sería lo que menos perdería.
—Desviar la investigación interna... la que se daría tras tu muerte. Culpar a cualquier otro enemigo de tu asalto, la chica había sido vista contigo... no tuve que ver.
Lo sabe, porque al igual que él, Young tiene ciertos límites. Sin embargo, hay jerarquías, órdenes que no pueden ignorar si eres solo un capitán y tienes quien te ordene.
—Espero entiendas que contrario a ti, yo soy un peón. Cuando supe todo esto, era demasiado tarde —su comentario es sincero, pero llega tarde a Angelo.
Cuando lo supo tuvo suficiente tiempo para alertarle, en cambio, llenó su correo de pistas falsas y narraron los hechos sesgados. Xen y Young debieron ser los primeros en señalar, por ser quienes le dieron los detalles de lo sucedido en Tokio a sus hombres y a él lo que Aydey le dijo a su hijo.
—Espero hagas lo mismo cuando vayan por ti...
—Me gusta tu seguridad Angelo, pero no vas a salir vivo de aquí. —alza una mano y arquea una ceja en el proceso.
No hablaba de él, sino de los chicos, pero no perdería el tiempo en corregirlos. Había dejado suficiente material para que siguieran sus pistas, encontrarían su cadáver y con ellos al culpable. Empieza a sentir el olor a gasolina más fuerte y el fuego detrás de sí.
— Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo...—suelta una risa fuerte al ver que el excompañero se detiene y gira hacia él.
Sonríe al ver su rostro confundido al verle sonreír con los brazos abiertos en mitad de la celda mientras el fuego consumía la parte posterior de la bodega detrás de él.
—Mira espejos Young. Hoy soy yo, mañana serás tú. Solo que a mí no me verás rogar por piedad...
Young da media vuelta y podría jurar que sale casi que corriendo del sitio asustado por como arde todo a su alrededor. Se dice que al llegar la muerte te arrepientes de todo y vez tu vida pasar por tus ojos. Nada de eso ocurría en él, se sentía en paz consigo mismo y no había algo de lo que se arrepentía.
—Te apartaré un puesto especial en el infierno... —le grita sin dejar de reír a carcajadas.
Cuando el fuego empieza a acercarse cada vez más, recuerda que si hay algo de lo que se arrepiente.
No dijo te amo a Anker...
Ni a Sasha...
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