Enfrentamientos
El viaje fue en silencio, su acompañante había hablado con sus padres una última vez antes de abordar el avión rumbo a Atenas. Mackenzie no volvió a insistir y Angelo recibió la noticia que tenían nuevas pistas.
Pasan la seguridad del aeropuerto y toma el equipaje de Sasha, ha dejado más de la mitad en Londres y lo ha reemplazado por una Tula. Cuando le preguntó el motivo, le dijo que no pretendía estar con él más de lo permitido. Dentro de cinco días ella volvería a Inglaterra, tomaría su equipaje y se iría de viaje... sola.
Sabe lo que está sintiendo en esos momentos, el dolor por el engaño y la burla, la creencia de no volver a amar, el odio por ser tan inocente. Al final de todo, logras superarlo y puedes continuar con tu vida, en su caso lo hizo lleno de rencores.
En retrospectiva, es consciente que cometió lo que hoy día llama novatadas. Artemis le dio siempre bases para desconfiar, es el único culpable del sufrimiento de su hermano y suyo. Demitrius se hubiera enojado, quizás expulsado, hasta le odiaría, pero no se casaría con Artemis.
Envía a Sasha en un auto delante de ellos. No hace preguntas, está tan interesada en lo que ve que asiente entrando al auto y despidiéndose.
Entra al auto en espera de respuestas, le dicen que su hijo retomó las clases. Anker no va a la escuela, estudia en casa con profesores especializados. Tiene la mejor educación y ello le ha permitido puntajes altos. No tendría problemas en que su hijo asista a una escuela, pero quiso que tuviera la mejor educación y explotar la mente brillante que había notado Anker poseía.
No sufriría de bullying, tendría al profesor solo para él y no habría distracción, interactuaría con personas de diversas edades, ello le haría más abierto, sin contar que estaría protegido y vigilado. Él podría verle solo con abrir el PC y ver que hacían él y sus maestros.
Nunca le ha obligado a decir por favor o dar las gracias, porque ello significaría (a su juicio) hacerlo hipócrita. Sin embargo, las dice, es atento, respetuoso, con toda autoridad y bastante inteligente.
—Arranca Qué encontraste? —pregunta a Noah cuando el chofer obedece.
—La policía sugirió Psicólogo...
—Lo sé... —le interrumpe —al grano.
—Anker no ha hablado y Demitrius le envió a otro experto privado —sigue —sigue sin hablar, así que le entregaron plumones y papel que él dibuja.
Le entrega varias hojas arrugadas y otras enmendadas, todas sacadas de la cesta de la basura y arrojadas por su hijo. No existe una manera de explicar lo que siente y no lo dice por quizás ser engañado. Ya lo han hecho personas de verdad valiosas y está demasiado mayor para darle color a ello.
Lo primero que nota es que su hijo tiene cierto talento para la pintura, que no heredó de él, solo saber hacer cuerpos hechos con rayas y círculos. Se compromete a rescatar aquello dentro de la pestilencia que les rodea. En varios aparece un hombre, sin camisa o desnudo, con un enorme tatuaje de dragón en su espalda.
Lo que le aterra en todo esto es que los dibujos son del hombre en sitios puntuales de la casa, su hijo tiene claro los tatuajes que la persona posee y eso solo es posible si le viera desnudo.
—Necesitan tu autorización para revisarle —le pide —por ello te rogué venir.
—¿Alguna idea de quien es? Tengo una teoría —le pregunta y su compañero calla —Solo un profesor puede ser.
—Estoy trabajando en ello... después hablamos de las tuyas —confiesa —creo que tú podrías hablar con él.
Sin dudas...
—¿Qué te dice el psicólogo?
—No cree existiera abuso, pero no desea confiarse. Su silencio podría ser por temor a decir algo que hable mal o causé problemas en su madre, teme crearle conflictos debido al lazo fuerte que tienen. — toma una de las hojas dentro del paquete y la deja encima del resto. —son él y ella, si notas sonríen —una la figura está detrás llorando. —este eres tú...
Revisa las demás aquellas que ha tachado con plumón rojo muchas veces. Son dibujos de suyos, con armas, dagas y varios cuerpos a su alrededor bañado en sangre.
Saca un último dibujo y se queda viéndolo sin hacer comentarios. El salón de juegos dibujado de una manera magistral a lápiz, Angelo en mitad de la misma y la única palabra que ha escrito en los más de veinte dibujos que le muestran.
—Hermes —lee.
—El psicólogo es de nosotros —habla —tu hijo ha dibujado lo que es tu vida dentro de los 50 y la suya con su madre.
El nombre Hermes escrito podría significar solo una causalidad si no estuviera al lado de un dibujo suyo. El conflicto allí es que su hijo no sabe a qué se dedica, tanto él como Aydey dejaron claro, no deseaban mezclarlo.
—¿Alguna orden? —pregunta Noah y él sigue viendo la imagen de Aydey abrazada a su hijo y la suya detrás llorando.
—Ninguna, por ahora.
Ha pintado encima de ellos una cúpula a lápiz que ha borrado. El auto se detiene, pero él sigue viendo extractos de la imagen borrados que no ha visto. Sale del auto no sin antes guardar los dibujos.
Sale del todo preguntando por su hijo y lo ve en el puerto hablando con Sasha, ambos tienen los pies en el mar. Su hijo tiene la palabra en ese instante y le charla animado, la rubia luce sorprendida por lo que sea le dice. Alza el rostro hacia él y la mirada que le brinda es extraña ¿Qué puede decirle que le sorprenda? Baja por completo los escalones y se detiene a pocos pasos.
—¿Qué sucede? —en respuesta su hijo salta y corre hacia él.
—Papá.
—Nada en particular....
—Le decía que mamá va a venir —comenta Anker y Sasha sonríe de forma nerviosa — y que ella tendrá que irse
—¿A qué te refieres?
Su hijo muerde una manzana y mira el mar ante ellos. Angelo puede notar lo incomoda que esta Sasha, sus mejillas están coloradas y ese brillo de enojo inconfundible de los Ivannov.
—Es una puta, mi madre me dijo que tenía muchas. Cuando ella venga se irá debe irse—le responde y Angelo aleja a su hijo ante la explosiva declaración.
—¡Anker! —le ordena. —¿Qué te he dicho sobre ofender a una mujer?
Su hijo baja el rostro y Sasha intenta pasar por su lado, pero se lo impide. No puede soportar que sea ofendida, menos que su hijo sea el culpable.
—No es necesario, puedo entender —lo excusa ella, pero él no puede dejarlo pasar. —es mucho estrés.
Alza el rostro de Anker con una mano y la otra sostiene aún a Sasha. Es increíble he algo de esa naturaleza se lo dijera Aydey, ella ama a su hijo y desea siempre la mejor educación para él.
—Ella —señala a Sasha y su hijo se queda viéndola con rostro lloroso —es sobrina de William ¿Sabes el nombre completo?
—No...
—Alexandra O'hurn Ivannov —menciona y su hijo se sorprende al tiempo que su rostro refleja vergüenza —mi primera amiga en Moscú, te he hablado de ella...
—Lo siento mucho Alexandra —se excusa y ella sonríe al pasar una mano por su cabello.
—No hay nada que excusar y me pagas con una muestra a los alrededores —le dice y el pequeño sonríe afirmando —Es hermosa, nunca me lo imaginé así —le comenta viendo a su alrededor —¿Estaremos mucho tiempo?
—¿Quieres dar una vuelta antes de partir?
—Creo que vendré en otra ocasión, no es un buen momento.
Asiente con la mirada puesta en el mar. No ha hablado de su ex, aunque le ha visto llorar en soledad al creer que él no le está viendo. Si el hombre fuera un poco más astuto y no tan bestia, podría reconquistarla.
—¿Por qué no has venido antes? —pregunta.
—Mamá no le gustaba que lo hiciera —le mira un instante antes de seguir —por lo que hicieron con el tío William.
Él no fue uno de ellos y no tiene por qué sentirse mal, aunque es inevitable. William no le ha ido mal luego de aquello, una empresa sólida, hijos que lo quieren y triunfan en sus respectivas carreras, el amor de su esposa. Es peligrosamente rico y poderoso con el dinero suficiente para vengarse de todos los que le dañaron en su momento, el que no lo haga solo es porque ha logrado superar esa etapa.
Es en lo único que Angelo lo envidia, por la capacidad de perdonar y cerrar la página.
—¿Qué sitio te gustaría conocer? —pregunta su hijo y ella le mira un instante antes de responder.
—Cuando tu mami aparezca tendré tiempo de explorar.
—Yo te llevo —le dice seguro y ambos sonríen.
****
—¿Te volverás a ir? —le pregunta ese mismo día en la noche —¿Es por lo que dije a Sasha?
Sonríe retirando sus zapatos y lanzándose en el puesto de al lado de su hijo. Pasa su brazo por sus hombros y le pega a él, inicialmente solo le abraza acariciando sus brazos.
—Debo buscar a tu mamá, ella necesita de nosotros —habla al fin. —¿La extrañas?
—Un poco, pero ella vendrá —dice seguro —o tú la traerás —alza el rostro hacia él y Angelo sonríe asintiendo. —¿La extrañas?
—Un poco —imita su gesto y su hijo sonríe —¿Qué te dijo para que te encerraras?
—Ella me encerró—habla casi en un susurro y puede sentir su voz temblorosa.
—Anker... yo también extraño a tu madre, pero si no sé la verdad no podré hallarla.
—¡Es la verdad! —comenta en voz alta.
—No tienes que gritar —le responde en calma al verle sacudirse alejándose de él—Anker... campeón...
Se había cerrado, al mejor estilo de su niñez y sonríe al verle. Sentado de espaldas a él, brazos cruzados y mirada al frente, no iba a hablar por más que le insistiera. Conocía ese gesto y ello le empezaba a dar color a todo el gris que había a su alrededor.
—Si logras recordar algo más, me haría muy feliz si lo compartieras conmigo —mira por encima de su hombro hacia él y asiente —ahora ven, es hora de dormir ¿Eres demasiado grande para dormir con este viejo?
Niega volviendo a sus brazos y pegándose a él con fuerza. Su hijo sabía a qué se dedicaba, es todo lo que piensa al ver que de poco se va quedando dormido. Él hizo hasta lo imposible para que ello nunca se diera, ahora con esa verdad ¿Qué se supone debe hacer? No hay un sitio para él dentro de la sociedad, nunca se ha encontrado tan bien en un ambiente que dentro de los 50, pero en ese sitio no quería ver crecer a su hijo
Era casi media noche cuando Angelo cruzaba la mansión en búsqueda de la habitación de Sasha. Estuvo toda la tarde a bordo de un velero con Tess la esposa de su hermano Miles. Da golpes leves en la puerta y al no encontrar respuesta gira la perilla lentamente.
La imagen que ve le hace sonreír y apoya su hombro en el marco de la puerta. Sasha duerme con un diminuto pijama que no deja nada a la imaginación, de medio lado con una enorme almohada abrazada. Su cabello dorado cae en la blanca almohada y el reflejo de la luz de las afueras que se cuela por la puerta de la terraza le da un toque angelical a esa imagen.
Una sola tarde de sol y playa fue suficiente para que su esbelta figura se empezara a broncear. Mackenzie debería estar lamentándose por dejarla partir y de alguna manera ese pensamiento le alegra. Entra del todo a la habitación, cubre su cuerpo con las sabanas y regresa sobre sus pies, esta vez se asegura la puerta tenga seguro y baja al encuentro de sus hermanos.
Su plática con Anker no tuvo éxito, su hijo no hizo comentarios distintos a los que previamente había comentado. Los encuentra en la sala y al entrar guardan silencio, Noah está en la terraza esperándole, pero antes de salir decide ser "sociable".
—¿Cómo te fue? —pregunta Giorgio entregándole un coñac.
—No hay avances —confiesa lanzándose al sillón al lado de Otis y frente a su hermano mayor. —no puedo mencionar esos dibujos... solo el psicólogo puede.
Ha pedido buscar dentro de los tatuadores conocidos en los diversos grupos. Ello significa una larga lista de nombres en todos los países, su única posibilidad es que en Tokio le den un nombre.
—Detesto la idea que un Vryzas pase por esto... —Miles se incorpora dejando el vaso con fuerza en la mesa, ese ruido hace eco en el lugar y gira hacia él —¿Por qué escogiste ese mundo Angelo?
—No empieces... —le advierte a Miles y los demás están alerta.
—Nunca termino de entender ...—sigue Miles ignorándole —¿Fue por joder a mi mamá? Quien en últimas tuvo razón al no querer a tu novia
—Me hubiera gustado esa bola de cristal funcionará con Artemis —contraataca levantándose por no soportar ser acusado injustamente —¿Lo olvidaste? Toda la mierda que me lanzó... Me lanzó a la calle ¿Quién me recibió?
—Por favor, ahora no—les calma Demitrius intentando mediar, Ángelo está dispuesto a dejarlo así, pero Miles... No.
—Y le demostraste que tenía razón ¡Mírate! —le señala y tiene claro, se refiere a sus tatuajes que solo Miles odia, los demás han aprendido a soportarlo—No necesitaste de ese mundo ¿Por qué lo hiciste? Enlodar nuestro apellido de esta manera.
—No le bastó con sacarme, detrás de mí se fue Eros y todos sabemos como acabó.
Traer a la luz los errores no es bueno y al igual que otras ocasiones terminará mal. Pero, está aburrido de ser visto como la oveja negra cuando nunca le han apoyado. Miles no sabe nada de lo que tuvo que pasar o de los pecados de su madre.
—Por piedad, hay una de nosotros secuestrada —sigue Demitrius.
—¿Culpa de quien?
—Miles... —ruegan Demitrius y Otis.
—Dime que ella no tiene la culpa de su muerte, de alejarme de casa ante las narices de todos y ninguno —señala a cada uno con rostro dolido —hizo nada para cambiarlo.
—De eso solo tú eres culpable...—es todo lo que necesita decir Miles para que su paciencia acabe
Avanza hacia él, pero Otis y Demitrius se lo impiden. No tiene puta idea de lo que fue su vida y no debe opinar al respecto.
—¡Calla la boca! —habla intentando acercarse, pero su hermano mayor se lo impide — Que si supieras la verdad tendrías que tragarte esas palabras... pedirme perdón de rodillas.
—Tenemos visitas y el niño puede escucharlos. —comenta Otis palmeando los hombros de su hermano e intentando sacarlo a la terraza.
—Sincérate delante, se honesto —Miles no está dispuesto a dejar las cosas así, Noah decide intervenir — dinos como dejaste morir a mamá porque la culpaste de la muerte de Eros.—finaliza Miles, pero ya Noah lo ha logrado alejar de la disputa.
—No tiene sentido irse a las palabras, nunca te pondrás de acuerdo con Miles. Ven la vida de manera distinta, por qué han visto diferentes caras de la moneda —le calma su amigo mientras lo saca de la sala.
Sale sacudiéndose de Noah quien nota su tensión y lo deja libre. Respira agitado ante los recuerdos, el porqué de su sueño y la estupidez de comentarlo con el último que debía saberlo.
—Siempre dices que te basta saber no eres culpable —le comenta Noah —has sido tantas veces señalado que no te importaba otra más.
—Jode que no tenga cerebro para hacer conjeturas y hallar la verdad...
—Algunos no quieren ver la verdad y cree que les basta mirar a otro lado. Ser ciego por voluntad ante ella castiga y te lleva a territorio tenebroso, tú y yo lo sabemos—sus palabras lo hacen calmar, pero la voz diciéndole que Eros había muerto le persigue desde hace años —¿Me llamaste?
—¿Sabes lo que hay que hacer cuando uno de los nuestros supera los cinco meses secuestrados? —le pregunta y Noah afirma con rostro férreo.
El cambio brusco de conversación le sorprende y es notorio, pero al parecer le disgusta recibir un mandato que suele escuchar en estos casos.
—He obedecido todas tus órdenes y soy consciente que he tenido muchos problemas con ella por Jaz. Pero, esta ... —calla un instante y le ve antes de seguir —¿Es por lo que te dijeron allí? —señala detrás de él y niega —no es uno de los nuestro, es tu esposa, la madre de tu hijo...
—Hice todo por recuperarla cuando supe estaba en manos equivocadas, pero fue por Anker. Aydey se convirtió en mi centro del mundo por hacerme padre... pero no puedo arriesgar a mi hijo y a todos —habla sacando los dibujos de su hijo.
—Me estás pidiendo olvidar que ella fue secuestrada luego de cuatro meses....
—Te estoy exigiendo buscarla antes de esa fecha —corrige —Sin importar quien sea debes hacerlo. Hasta yo. Sí, llega luego de esa fecha ... ¡Desaparécela!
Noah gira su cuerpo del todo y Angelo sostiene su mirada. Saben por experiencia el peligro que se corre en recuperar a alguien luego de cierto tiempo. Se crean amistades, lazos, se hacen alianzas con tal de salir libre. Se traicionan y nos importa quien, porque el sentido de supervivencia es más fuerte. Todo esto a su alrededor no le convence, los dibujos de Anker, lo visto en esos videos y el traidor.
—¿Confías más en nosotros que en ella? — afirma y su compañero lo ve sorprendido.—No es lo que me has hecho creer...
—Te olvidas de Murat Ozdemir y toda aquella historia que le ayudó por no tener donde dejarlo. Como hizo todo lo que le decían y hasta llegó a ayudar en sus delitos... todo por sobrevivir. Yo no olvido Noah —le dice mirando uno de los dibujos —el amor ya no me ciega, puedo amarla con locura, pero también amo a mi hijo.
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