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Despedida y nueva familia

¿Sitio? Su antiguo hogar ¿Invitados? Los que quedaban de los cincuenta e incluso algunos que se retiraron en búsqueda de algo mejor. Sí, para algunos pertenecer a su grupo no era el máximo honor y era respetable. ¿Nostalgia? Muchas, había que admitir los mejores momentos de su vida, estuvo rodeado de ellos.

En menos de doce horas de la orden dada contra Vladímir Levenev, fue ejecutada por hombres de Sousa. Cuando se trata del jefe, todos bajan la cabeza y obedecen. Según registros, era la segunda vez que daba una orden contra de alguien. En la primera por el secuestro de su esposa embarazada e hijos y en la de ahora por el secuestro de su hija.

Angelo sabía hubo una tercera: la de Chernóbil, que el mismo ejecutó sin saber que se lo hacía al mismo jefe.

—¿Cuál crees que será el próximo movimiento del mayor? —pregunta Akim.

Sentados a su alrededor están Estanislav, Akim y Nikolái. Noah está con el resto del grupo y bromea con cada uno de ellos. Le contó lo que había descubierto y le restó importancia alegando que no había interés monetario o sentimental con ser lo que nunca ha querido.

El hijo de alguien.

—Ya hizo el primer movimiento—les recuerda y su voz hace a todos callar como era costumbre —se levantó de la cama milagrosamente.

—Creo que debería lamer culos... o darlos —el comentario de Carlo hace reír a todos.

—Su vida está pendiendo de la voluntad del jefe, yo pisaría con cuidado por esos terrenos. —Afirma a Akim quien sonríe. —¿Quién es?

—¿Cómo te fue con Ava? —pregunta en respuesta y el chico sonríe al ver como elude la pregunta.

—No lo he hecho... Prioridades jefe—comenta señalándole—además ¿Qué tan difícil es llevar una niña a ver a su madre?

Tuerce los labios y siguen disfrutando de la velada. Akim, Estanislav, Nikolái y Noah, habían decidido seguirlo a América. Contaban con el dinero para empezar en cualquier lugar, pero insistían en no romper el vínculo que los unía.

—Necesitaré un empleo ¿Crees que puedas hablar con tu suegro?

Ignora el comentario de "suegro" y mira a Nikolái, está más preocupado en saber los motivos de querer trabajar. Cada uno de ellos cuentan con una pequeña fortuna con la que pueden ser sus propios jefes si lo desean. En medio de esos interrogantes, recibe dos sorpresas más, Akim y Estanislav desean lo mismo.

—¿Para qué? — les pregunta —¿Pueden formar su propia empresa de seguridad? —recomienda —ser sus propios jefes por primera vez...

—Llamaríamos la atención—habla Akim—y necesitamos conocer el terreno.

—¡Olvídenlo! —ruge y los tres sonríen ante su reacción — no los dejaré entrar con los O'hurn para que le roben empleados y clientes.

La risa les delata y golpea a cada uno en medio de risas. Su alegato es tan digno de ellos que no puede enojarse, necesitan saber con exactitud la empresa que van a formar.

—Un puesto de periódico, una cafetería o pizzería—les recomienda señalando a cada uno —entrenador personal o escolta privado... dejen a los O'hurn libre de esto.

—Le teme al suegro—finaliza Carlo, quien se ha unido al grupo seguido por Vladímir—pueden trabajar con nosotros.

—Implicaría trabajar con Sergey—resumen Nikolái y Estanislav afirma —ya no queremos eso.

Han tocado la vida civil y probado los aires de libertad que jamás han visto, pueda que empezaran a soñar con ser hombres "normales" desde hace tiempo. Todos tienen sueños para algunos estos son difíciles de concretar, los cuatro hombres que ve ante él hicieron parte de ese grupo alguna vez.

—Puedo ayudarle a organizarse —habla y se gana una mirada de agradecimiento —tengo experiencia basándonos en la empresa de Estambul. —se encoge de hombros indiferentes y los ve verse entre sí apenados.

Ojalá todas las perdidas fueran de dinero, ello solo implicaría trabajar duro y esforzarse un poco más. Hubo vidas de por medio que pudo evitarse si el diálogo entre ambos fuera más grande. Pudo recuperarla al comprarla, pero Sebastián y Elvis la compraron de manera legal. No estaba era de su interés vivir en Estambul o regresar a esa ciudad por ningún motivo.

—Socio o nada —Declara Estanislav.

—Podemos ampliar un poco y no quedarnos en seguridad—sugiere Akim.

En segundos los ve animados, buscar hoja, lápiz y escribir aquello que podrían o estaban dispuestos hacer. Al finalizar y empezar a leer en voz alta, terminan descubriendo que es todo aquello que han hecho en la ilegalidad por más de 17 años.

—Sin ocultarnos o ser señalados—comentan entre sí y Angelo afirma.

Se vale soñar y sus hombres lo han hecho desde que son pequeños. Han luchado por sobrevivir, se han ganado el respeto y admiración a base de puños, no existía otra manera.

—No podemos por más que queramos rescatarlos a todos —la voz de Noah le hace aterrizar y baja el rostro—de treinta, cuatro, cinco si te incluyo... Nada mal.

—Seis, con Iroshka—enumera —¿Por qué siento como si les traicionara al dejarlos solos?

Le pregunta viéndolos reír luego que Vladímir tomara la hoja y la hiciera trizas lanzando los restos de ella al aire. Las palabras de Noah le calman solo un poco, él sigue insistiendo que retirarse es abandonar a los que quedan a su suerte.

—No te lo tomes a mal, pero dentro de unos meses serás solo un recuerdo—explica en tono jocoso. —no nos atamos a nada ni a nadie, desde pequeños la vida nos enseña que todo es efímero y nada nos pertenece. Teme por ti, pues la sociedad en la que naciste te hizo creer que eres poseedor de algo... pero no es así.

—¿Cómo logran ser feliz entonces?

Una conversación que debió tener hace años, pero que nunca tuvo las agallas. Por años se preguntó como hizo el ruso para avanzar día tras día sin que le afectara estar solo en el mundo. Noah sonríe al sentarse a su lado y juntos ven el festín que hacen sus excompañeros.

—Disfruté cada instante alegre, cada sonrisa, cada vivencia buena... la viví como si fuera la última—inicia diciéndole —haré lo mismo con mi matrimonio y mi hijo... Cada día que vivido será un regalo del universo y lo disfrutaré como tal. Deberías hacer lo mismo.

Cada día sería un regalo del universo, se repite internamente y dos pares de ojos se le vienen a la mente. El primero es su hijo, su bien más preciado y el segundo son unos coquetos, pícaros grises que lo persiguen en sueños.

—¡Gracias! —agradece y Noah asiente.

—Ve por Anker, sabes cómo va a acabar esto.

—¿Y Jaz? —el ruso enarca una ceja antes de preguntar.

—¿Qué pasó con Fósil?

Sonríe negando al no saber que responder, pueda que empiece a humanizar a la mujer que le dará a su hermano aquello que siempre soñó muy a pesar de que lo niegue.

Un hogar.

Con la promesa de volverse a reunir para la reunión de cumpleaños se despide. Siendo aquella una despedida distinta a las que ya ha tenido a lo largo de su vida, solo cuatro de ellos los volverá a ver, a los demás sería imposible.

No a puertas abiertas, eso causaría problemas a sus ex hombres y a él ante la sociedad. Consideraba un acto hipócrita fingir que no estaban allí, su presencia en muchas esferas era tan real como respirar.

(...)

Al llegar a América se encontró con el Vryzas ya terminado, lo que seguiría sería la inauguración. Su primer acto al llegar a América había sido buscar a Sasha, pero no la encontró en su apartamento, tampoco le dieron razón en la recepción.

Vigiló el edificio por algunos días negándose a recurrir a sus padres. Estaba tan convencido que no le querían cerca a su hija, que evitaba ese rechazo.

Anker había querido quedarse un par de días más con sus tíos, con quien por fortuna ya empezaba a llevarse mejor. Era más fácil lidiar con Anker que con diez de los otros niños Vryzas, por lo que comprendía a sus hermanos.

Su hijo llegaría con ellos para la inauguración, para el evento contrató a un grupo especializado en esos menesteres. Dedicó sus días en acabar de arreglar su casa, contratar empleados y organizar menús. De vez en cuando buscaba el número de ella y le marcaba.

Sin resultados.

La opresión en el pecho aumentaba día tras día y el insomnio hizo parte de su rutina. Las pocas veces que dormía le llegaba el rostro de ella, su sonrisa o las lágrimas al pedir que no se fuera.

Era una mujer hermosa, con muchos pretendientes mejores que ella y sin tantos problemas. ¿Qué lo hacía a el especial? Si toda la vida se dedicó a alejarlo de él. Existían dos personas a quienes recurrir y lo hizo llevado por la desesperación. Los mellizos hermanos de Sasha a quienes buscó en la universidad, con el pretexto de entregar la invitación.

Se apostó en la entrada del centro, esta vez bien vestido y ocultando sus tatuajes. Permaneció allí mucho tiempo, pero no había rastros de ellos. Cuando el sol empezó a oponerse logró vencer la cobardía y fue a entregar la invitación a casa de sus padres.

Cuando divisó los primeros rastros de la mansión de su adorado tormento y detuvo el auto. Sintió que volvía a tener diecinueve años e iba a declararle (noten lo estúpido) "su amor" a una chica. Detuvo el auto frente a la casa y estuvo dentro del mismo con los ojos cerrados sin saber qué hacer.

—Se necesita de mucha valentía para dar el primer paso hacia el amor, toda una vida para demostrarlo y muchas formas para no acabarlo—sonríe al escuchar la voz de Alexis y se alegra de que sea él quien lo haya pillado. —los grandes cambios son para valientes, los cobardes nunca les llega nada porque el temor les gana.

—¿Sabes dónde está?

—Podría—le responde y le escucha entrar—¿Por qué debería decírtelo?

Su hermano sigue lanzando sal a la herida. Cansada de tantos rechazos y ante la imposibilidad de no poder detenerlo, quiso alejarse de todos. Hizo aquello que no hizo por nadie antes... "Volver".

—Se cansó de danzar a su alrededor...

—Le creyó a Mackenzie cuando dijo que no era merecedora de un sacrificio y por eso se rebajó a buscarme.

Alexis le dice que suele pasar cuando el amor por alguien sobrepasa al que debes tenerte. Como persona solemos tener un límite, alguno lo traspasan en el afán de buscar el mal llamado amor ideal. Él lo vivió, nadie más que él sabe el dolor que su hermana sufre en estos momentos.

—Pudo iniciar con Mackenzie. Al llegar a Brasil las cosas cambiaron ¿Me equivoco? —le pregunta.

—Nos acercamos más, debo admitirlo.

Pero Alexis ha decidido seguir hasta dejar todo claro. Ve en esa acción a su abuelo y en lo sobre protector que era con su familia. Es quizás lo que más admiraba del anciano y que siempre quiso para él. Alguien que se preocupara porque todo estuviera bien en su vida.

—Dime si estoy o no en un error...

Ella nunca dijo sus sentimientos, no después que le pidiera no volver a tocar ese tema. Aunque, no hubo un instante en que no se lo demostrara. Enumera Alexis y Angelo cierra los ojos al no poder soportar esa verdad.

—Lo primero y más importante es alejarse cuando se lo pediste. —explica.

Retira varios botones de su uniforme, deja su arma en su muslo y Angelo no pierde de vista ese gesto. Había aprendido que con los O'hurn Ivannov, tenía que estar precavido y con todos los sentidos activos.

Por ser personas sumamente peligrosas...

—Se alejó cuando supo te casaste, se acercó, no te dejó cuando estabas en problemas. —sigue — En tus peores momentos, fue ella quien estuvo a tu lado aun cuando todos te dieron la espalda, le dijiste muchas veces que se fuera y no quiso. Se hizo tres tatuajes pese a que toda la vida dijo que odiaba el de mamá...

Fue la roca en que Anker se apoyó en sus peores momentos, le prometió devolvería a su padre, le entregó una foto de su madre y le hizo sentir amado. Los detalles de todo cuando ella ha hecho por él a lo largo de conocerla son mucho más de lo que Alexis menciona.

—¿Qué has hecho tú por ella? — pregunta y calla ante la certeza que no hay nada que decir.

—Tienes razón... no es justo buscarla.

El chico suelta la respiración y golpea el arma contra su muslo escuchándole decir en un ruso perfecto "Es un idiota". Le gustaría estampar su rostro de maniquí en el parabrisas y que luego le repitiera eso que dijo. Se abstiene de todos los pensamientos sádicos que ese chico le provoca y guarda silencio.

Después se desquitaría con ese chiquillo...

—No es lo que quiero que veas Vryzas —habla al fin y su voz exasperada le hace verlo —¿La quieres? —pregunta arqueando una ceja.

—¿Crees que estoy escuchando tu sermón por nada? —responde molesto y le ve sonreír —solo quiero que me digas ... Donde mierdas está tu hermana.

—Te daré un motivo para verla. Antes de hacerlo te daré un consejo...

Ahora todos creen tener la frase perfecta y la manera correcta de vivir. Actúan como eruditos, tres errores cometidos le hacían ver como los más expertos y odiaba eso en ellos.

—Guárdate tus putos...

—No eres responsable de lo que te enseñaron de niño, pero como adulto, eres 100% responsable de cuestionarlo.

Sin hacer o decir algo más, toma el arma y la acciona en su pierna. La maldición que suelta es seguida de su mano en el cuello de Alexis O'hurn, quien sonríe divertido. Retuerce su mano en el cuello de su camisa y tira de él, sin que parezca temer la reacción que ve en el griego.

—Está en turno de urgencias... te enviaré la dirección...—lo enfrenta viéndole a los ojos sin demostrar miedo pese a que debería —eso —comenta señalando el disparo en su pierna—es por todas las jodidas lágrimas que derramó por ti... bienvenido a la familia.

¿En dónde mierdas fue a parar? ¿Por qué no puede tener una maldita vida tranquila?

—Debiste ser huérfana Alexandra y todo sería malditamente sencillo.

—Ve con cuidado—dice una vez Angelo lo libera saliendo del auto.

Si cree dejará las cosas así, es que no lo conocen.

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