Capítulo 42 || Final ||
Nos alejé de casa, para ir a una zona donde Yoshio no corra peligro y no vea esto. Touya... espero que esa bala no le haya hecho mucho daño... y que esté bien.
Por distraída, afloje un poco el agarre y sentí que me daba un codazo en la cabeza que me hizo soltarlo pero crea un látigo y lo ata a mi ala. Me dolió mucho. Sentía como si mi ala se desgarrara, ambos caímos al suelo golpeandonos pero él se levanta y me jala para luego tomarme del cuello y ahoracarme a la vez que me coloca una pistola pegada a la cabeza.
-¿No ibas a matarme? -sonríe-. Qué decepción...
-¿Eso crees? -murmuré sonriendo.
El disparo retumba por el lugar y sentí como me soltó. Me agarré el cuello agarrando tanto aire como podía. Lo había disparado en el pecho. Mi cuerpo cedió al dolor y caí de rodillas, miré la herida en mi pierna y luego miré mi ala. Estaba algo lastimada pero podría volar... por lo menos hasta llegar a casa. Resoplé cansada y me levanté para luego elevarme e irme a casa.
-¡Mami!
Yoshio corre hacia mí al momento de verme llegar. Touya aparece detrás de él. Su hombro estaba como nuevo... Lo miré extrañada pero él apunta a Yoshio con su cabeza. Sonreí un poco y me agaché a la altura de Yoshio para besar su frente.
-Estoy bien, cariño... no te preocupes -dije tranquila.
-Yoshio. ¿Qué te parece si llevamos a mamá adentro y le muestras tu nuevo truco? -menciona Touya.
-¡Sí!
Touya se me acerca y me carga repentinamente, no me quedé... en realidad no quería caminar. Él me lleva hasta adentro de la casa mientras yo lo abrazaba.
-Me asustaste... -murmuré. Él suspira.
-Estoy bien, tranquila... -apoya su mejilla sobre mi cabeza. Yo suspiré igual pero cerré los ojos.
Entramos a casa y fuimos a la sala; Touya me dejó sentada en el sofá y Yoshio se me acercó. Saca una de sus plumas y la enciende en llamas azules, yo retrocedí cuanto pude.
-No. Eso duele mucho -dije recordando vagamente cuando Touya tuvo que cauterizar las heridas de bala.
-Espera, dale una oprtunidad -dice Touya.
-Si me duele me desquitó contigo y aparte de golpearte no habrá... ya sabes qué.
Él abre los ojos de par en par pero luego se relaja un poco y bufa.
-¿Qué cosa? -pregunta Yoshio confundido.
-Nada, nada, temas de adultos lo entenderás algún día -dije sonriendo y besando su cabeza-. Ahora... ¿Cómo es esto?
Yoshio acerca su pluma a la herida en mi pierna, yo cerré los ojos con fuerza y me sobresalté cuando sentí que Yoshio ponía su pluma sobre mi herida pero... sorpresivamente, no quemaba, solo... fue como si se adheriera a mi pierna.
-¿Huh?
Cuando saca la pluama, mi herida había desaparecido. Hizo lo mismo con las demás.
-Genial... -murmuré.
-Me debes el ya sabes qué esta noche -dice Touya sonriendo.
Lo fulminé con la mirada pero luego rodé los ojos y abracé a Yoshio.
-Gracias.
-Mami... me había asustado... -admite. Yo lo subí y lo senté en mi regazo.
-Lo siento... no quería que eso pasara.
-No volverán a hacerles daño... ¿verdad?
Touya se sienta a nuestro lado. Rodeando mis hombros con un brazo.
-Claro que no. Y menos a ti... para eso estamos papá y yo -dije y le hice cosquillas.
Él se ríe y pide que pare pero luego le di un sonoro beso en la mejilla.
-Oye, niño... ¿Qué te parece la idea de tener un hermano o hermana? -pregunta Touya sobresaltándome.
-¡Sería genial! ¡Sí quiero!
Dabi me mira cómplice y enarcando una ceja.
-Bien, entonces si esta noche te duermes temprano... dentro de nueve meses tendrás a tu hermano.
-¿Por qué tanto? -pregunta quejoso el niño.
-Porque se tiene que formar primero... así que... ¿Lo quieres o no?
-¡Buenas noches! -dice y sale corriendo.
-¡No! ¡Espera Yoshio! ¡No me dejes sola con tu pa...! Y se fue...
Estiré un brazo hacia él pero se encerró en su habitación y luego sentí y vi la mano de Touya agarrar mi mano estirada y besa mi nuca.
-No hay que decepcionar al niño... mi angelito... -comenta Touya en mi oído.
Yo me estremecí pero me di vuelta acostada en el sofá y mirándolo.
-Eres malo...
-¿Qué esperabas? Después de todo soy un villano.
Agarra mis muñecas y las deja por encima de mi cabeza, sujetada con una de sus manos mientras la otra acaricia mi cuerpo.
-Lo sé... y no puedo creer que me gustes así -sonreí suspirando.
Él sonríe de lado y comienza a besar mi cuello y a meter su mano bajo mi remera.
-Vamos... angelito... quiero oírte gemir toda la noche... Pero contrólate un poco, no queremos traumas al niño, ¿verdad?
Su voz en mi oreja me hizo erizar y estremecer. Sonreí considerando la idea y... no sonaba tan mal darle un hermanito o dos a Yoshio.
-Touya... -me acerqué a su rostro-. No te contengas.
Él sonríe y vuelve a besarme con intensidad y a morderme los labios, luego pasa a mi cuello.
-Angelito...
-Touya...
Fin
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