Touya y yo nos miramos a los ojos por bastante tiempo. Aunque mi mirada era intensa, no parpadeaba casi y eso pareciera ponerlo nervioso.

-¿Qué...? ¿Por qué me miras así?

Yo no dije nada. Estaba pensando a fondo sobre todo esto. Y ya tomé una decisión. Me incliné hacia él consiguiendo que retroceda y recueste su espalda contra el pilar de madera.

-¿______? -negué levemente.

-¿Ya no me dirás angelito...? -murmuré rozando nuestros labios a pocos centímetros-. Touya...

Vi como tragaba grueso. Sonreí ya que esto de parecer la dominante me estaba gustando. Él se queda muy quieto pero yo me separé poco para mirar su rostro y le sonreí con ternura. Pero luego, al momento de acercarme nuevamente... uní nuestros labios y lo que menos transmitía éste beso era ternura.

Él me toma por la cintura y me acomoda mejor para luego atraparme entre sus brazos y abrazarme con fuerza pegándome más a él. Yo puse mis manos para sostenerme en su pecho pero lo tomé del cuello.

El beso era intenso y lleno de necesidad y deseo. Pero también... aunque fuera escondido y difícil de creer... transmitía un sentimiento más fuerte: Amor.

Exacto, raro ¿no?
Pero así es, lo puedo sentir y eso me hace sonreír.

Hasta que Touya mete su lengua en mi boca y se encuentra con la mía. Sus brazos me aprietan aún más y yo ladeé mi cabeza. Ambos nos separamos una vez que nos faltó el oxígeno, estábamos jadeando y mirándonos a los ojos.

-Angelito... -murmura.

Sonreí nuevamente. Pero mi sonrisa parecía inocente y tierna, suspiré echándome para atrás solamente para acomodarme y sentarme sobre él.

-¿Vas a hacerme esperar más o... vamos a la habitación? -pregunté con una mirada de inocencia. Él se sorprende por mis palabras.

-¿Ah? -parecía confundido y eso me hizo reír.

-Hace mucho tiempo que no me prestas la atención necesaria... estoy digamos que... necesitada... -murmuré en su oreja antes de volverlo a ver.

Luego de un momento sonríe agachando la cabeza pero luego vi que movía sus hombros como si se estuviera aguantando un poco la risa y luego me mira.

-¿Quieres usarme, angelito? -dice con un tono provocativo.

Me hizo estremecer antes que sonreí y lo tomé del rostro con una mano y me acerqué a él.

-Pues sí... pero solo a ti. No quiero a otro hombre, solo a ti Touya...

-Repite eso último...

Me reí poco. Lo agarré por la barbilla para levantar más su cabeza a la vez que me acercaba aún más, apoyando mi pecho contra el suyo y mezclando nuestras respiraciones.

-Touya...

Él sonríe y me sujeta del trasero para así levantarme, aunque se aprovecha y lo manosea haciéndome reír.

-Está bien, tú ganas... haré que el angelito ruegue y suplique por más.

Sonreí vibrando por la idea.

-Me encantaría... eres el único que me da la satisfacción que necesito.

-Y tú eres la única que consigue aguantar esa satisfacción que yo concedo.

Enredé mis brazos en su cuello y me acerqué a besarlo otra vez. Él camina hasta adentro de la casa conmigo en brazos. Noté que entramos a la habitación pero él cierra la puerta y me deja contra ésta mientras sigue besándome.

Yo me aferré a su cintura con mis piernas para no caer pero le fui quitando el abrigo y luego levanté los bordes de su remera, él se la terminó quitando. Sentí sus manos hacer presión en mi trasero y como me frotaba contra su entrepierna haciendo que se creara un bulto creciente.

-Hm... Touya... -murmuré al sentirlo contra mi intimidad.

Él suspira y comienza a besar mi cuello y a morderlo. Recosté mi cabeza contra la pared y hundí mis manos en su cabello. Sus besos bajan a mi clavícula y al borde del cuello de mi remera.

Me despega de la pared y me lleva a la cama para depositarme allí con delicadeza, una de sus manos recorre mi cuerpo lentamente y disfrutando. Su otra mano la pasó por mi pierna que estaba levantada junto a su cadera aún.

Me levanté un poco para alcanzar sus labios nuevamente pero sentí su mano entrar por debajo de mi remera, no tardó mucho en quitármela y lanzarla rn algún lado de la habitación. Hizo lo mismo con mi sostén y el short.

Yo puse una mano contra su pecho y lo empujé a un costado quedando sobre él y presioné mi mano sobre el bulto en su entrepierna. Él me sostiene la cadera con una mano y la aprieta al sentir esa presión.

-Hm... -murmura y cierra los ojos.

Yo me bajé más hasta quedar entre sus piernas y le quité el cinturón y luego fui bajando sus pantalones. Vi que sus boxers se habían bajado un poco y podía ver el comienzo de su miembro. Sonreí y bajo su mirada lo lamí por sobre la tela y luego succioné un poco. Él aprieta la almohada con una mano e inclina su cabeza hacia atrás.

-Angelito... Mhm...

Repetí la misma acción dos veces hasta que decidí bajar más su bóxer y dejar salir su miembro el cual se levanta frente a mí. Pasé mi lengua desde sus testículos hasta la punta consiguiendo que Touya se contrajera un poco y siga gimiendo.

-Es...Espera... -intenta hablar entre jadeos.

-¿Huh?

Se sienta y en un segundo me toma y me deja sentada sobre él pero de espaldas a su rostro.

-¡Hm!- Me sorprendí al momento que me tomó por los muslos y me jaló haciendo que cayera al frente, terminando en cuatro sobre él y con su miembro a centímetros de mi rostro. Lo intenté mirar por encima de mi hombro pero antes sentí su lengua pasar por mi entrada. Me contraje suspirando y mis piernas temblaron.

-T..Touya...

-Así está mejor... -murmura.

Me abre más el trasero y hunde su rostro en mí, comenzando a lamer y chuparme por completo.

-¡Ah... Mhg! -me mordí el labio y me incliné hacia adelante pero sentí el miembro de Touya en mis pechos.

Intenté acomodarme, agarré su miembro y lo metí en mi boca. Ambos nos dábamos placer el uno al otro y yo comenzaba a amar esta posición. Lamí su miembro y succioné. Pero también sentía como Touya metió dos dedos en mi y siguió pasando su lengua haciéndome vibrar.

Sentí aquella sensación en mi vientre bajo y como el miembro de Touya comenzaba a palpitar y de la punta salía el líquido preseminal. Me puse el cabello tras la oreja y saqué el miembro de Touya de mi boca para lamer y tapar la punta con mi lengua pero volví a meterlo en cuanto se corrió al igual que yo.

-¡Mhm! -no pude evitar poner los ojos en blanco por el placer mientras me corría y sentía su semen llenar mi boca.

Tragué todo el líquido y lamí lo último que salía de su miembro, al igual que él lame mi entrada por completo. Jadeé un poco y me senté, lo miré por encima de mi hombro y me limpié con mi pulgar el hilo de semen que caía por mi boca y bajo su atenta mirada lamí mi dedo. Él vuelve a tragar grueso y aprieta su mano en mi cadera.