¡Baka!
Conan estaba molesto.
Muy molesto.
No podía perdonar una traición y no deseaba oír explicaciones de ese estúpido e idiota mago. Solo tenia claro;
Odio.
Tristeza.
Rencor.
Traición.
«Te odio, te odio» Se repitió en su cabeza, no quería oír explicaciones, menos de la boca del ladrón ¿Porque?.
El menor lloraba en un callejón después de ver tal escena que se repetía en su mente... Lágrimas tras lágrimas recorrían las mejillas del niño, a la vez que trataba de parar de llorar, se limpio las lágrimas con sus manitas, pero no podía hacer que sus lágrimas cesaran. Por un momento sintió que perdió momentos importantes de su vida con el maldito ladrón.
Escuchó los pasos de una mujer, lo único que podía oír eran los tacones sonar, miro y lo primero que logro ver fueron ¿Zapatillas rojas?, con curiosidad levanto su mirada aun cuando su vista no era tan clara por culpa de las lágrimas, el pequeño miró a esa mujer de cabello negro azabache, ojos azules, labios rojos, vestido que moldeaba su figura corto mas arriba de las rodillas, de color rojo, sonrió al ver al menor llorando.
–Conan~–. Dijo la mujer con una sonrisa seductora y colocando su dedo índice muy cerca de sus labios.
–¿Quién eres?–. Pregunto con sorpresa, su voz sonaba quebrada, se sintió idiota por llorar por algo tan inútil, si el ladrón le había engañado de tal manera solo significó una cosa; nunca le amo.
–Yo soy...–. Le respondió, pero antes de que el menor escuchara el nombre de la mujer todo se volvió negro, ambos quedaron atrapados en la oscuridad... Una risa sádica pudieron escuchar.
«Vamos a jugar~
A quien hemos de matar ~
Uno, dos,tres se ha de repetir »
Un escalofrío recorrió el cuerpo del niño, y también un odio hacia esa voz que cantaba, la mujer de rojo por su parte pareció molesta, se agacho al tamaño del menor y lo abrazo, en ese momento conan sintió una calidez.
–¿Qué quieres? ¡Deja al pequeño en paz!–. Exclamó molesta, una vez mas el silencio reino, pero por poco tiempo
«Cuatro, cinco, seis te voy a matar~
Si huyes peor te ira~
Tu sangre he de derramar~
Sin duda tuya sera,
Siete, ocho, nueve,
El reloj sigue ~ avanzando,
HoY... mOrIrAs.~»
Al terminar unos pasos se escucharon, conan respiro profundo armándose de valor para lo que vería mas adelante, el se imagino una loca psicópata pero lo que vio fue lo contrario.
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Kaito kuroba corría desesperadamente buscando a su pequeño detective, más no lo encontraba, minutos antes había creído que se metió por aquel callejón sin salida, pero no, no estaba, la angustia recorrió todo su ser, se maldijo mentalmente, pero debía aclarar ese mal entendido.
–Kaito~–. Menciono su compañera li, haciendo un puchero y colgándose de su cuello, el mago la rechazó y trato de empujarla mas no pudo, ya que esta lo beso.
–Basta–. Dicho esto empujo muy fuerte a li.
Su poker face se destruyo.
Dejando solo a un vulnerable kaito.
Sus ojos llenos de enojo hacia li.
Formo un puño y con los ojos algo llorosos le dijo:
–No se que rayos te pasa, ni quien eres, pero alejate de mi, solo quieres ocasionarme problemas ¿Eres estúpida? Alejate de mi y de el ¿Entiendes?–. Le grito. Li estaba sorprendida, por primera vez kaito kuroba no tenia poker face.
Se giro para ir en busca de su detective pero una voz lo detuvo.
–Demonio–. No era la voz de li, esto hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo, sintió que el miedo se apoderaba de el ¿Porque?. –Mirame, ¿Tienes miedo? Puedo sentirlo, ¿Quien crees que soy? ¡Nada te da derecho a maltratar a alguien de mi misma especie!–. Estaba molesto.
Se Giro para ver lo que seria su peor pesadilla...
Ojos negros como la misma oscuridad.
Cabello rojo como la misma sangre.
Piel blanca como si no tuviera sangre.
Traje negro como la misma muerte.
–¿Qu- Quién e-eres?–. Logro articular, tratando de que no sonara asustado, pero sonó asustado, aquel misterioso chico sonrió.
–¿Yo? Ja Ja soy lo peor que te pueda ocurrir... Soy tu pesa...dilla–. Dijo esto pausado, pero con misterio, una extraña sonrisa tenia en su rostro, no se podía descifrar si era de misterio ó de un asesino
–Dejalo–. Ordeno li, su acompañante solo bufo.
–Te odio ¿Quedo claro?–. Sin decir más jalo la mano de li y ambos desaparecieron siendo absorbidos por una luz blanca.
Kaito se quedo confundido, pues no sabia ni quien era ese tipo, ni la razón del odio que este tenia hacia el pobre mago. Algo paso por su mente ¡Conan! Siguió en busca de su detective sin esperar que este estuviese en peligro...
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Traía una espada en sus manos, el mango de la espada era de un color dorado con diamantes incrustados en ella, la hoja de la espada brillaba como si tuviese oro, aparecía a simple vista pesada, pero ante esa mujer era liviana, algo le dijo al menor que huyera, pero no podía, todo a su alrededor era oscuro y lo único que sentía era unos brazos delgados y cálidos que lo a cobijaban, la mujer que se acercaba sonreía tarareando la canción anterior, con esa espada se dispuso a clavarsela al menor, pero se percató de la presencia de la mujer de vestido rojo.
–Matare~ dos pajaros de un solo tiro ¡Qué suerte la mía! –. Dijo con una sonrisa siniestra... En ese momento conan se dio cuenta que no estaba solo, que estaba con la mujer que se encontró en aquel callejón ¿Pero porque lo quieren matar?
Un liquido rojo y caliente salpico.
Era espeso, y olía a hierro.
Se escuchó como goteaba.
Eso era ¡Sangre! La espada estaba llena de sangre, y goteaba de ella, en un abrir y cerrar de ojos a uno lo había atravesado la espada.
Se pudo escuchar que la asesina reía divertida...
–Hoy moriras~ Hoy sera tu fin.
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Notas de la autora: Hola.
Siempre no saldre del concurso.
Ayame_Shirakiin tienes mucha razón.
Estoy en la escuela ><
Xd
Les dejo este capitulo :3 esperó y les guste *--*
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