XIX
Por favor leer la última parte que está escrita en nigrita.
Narra Mérida...
Para que después el me volviera a interrumpir.
— Un café negro, simple en pocas palabras — yo solo seguía anotando todo en una letra que era básicamente como un código que solo yo era capaz de decodificar, solo yo podía entender mi letra.
— Quiero que le digas a Rapunzel que me prepare mi Mustang iré en el, ah soy cómo podía olvidarlo, llama a Astrid.
—Okay, que llame a Astrid, punto — hable en voz alta mis apuntes para después comprender lo que había escrito.
—¡¿Que llame a Astrid?! ¡Pero Hiccup!.
— Nada de peros, yo decidí invitarla no es mi problema que ella y tu tengan algo de enemistad— Hiccup me corrigió bruscamente, ¡como era posible que esto me estuviera pasando a mi! Yo no sé ni porque la quiere invitar a ella.
Narro yo...
Pero Hiccup sabía que pasaba, y por qué hacía lo que hacía.
Como les dije el puede parecer y actuar como un demonio porque lo es, ustedes deciden como juzgarlo, pero hay algo de bien en todas sus acciones.
Narra Mérida...
Voy en busca del café de Hiccup a la cafetería, fue un gusto encontrarme con una rubia de cabello largo de apellido Agreste, muy bien mataré a dos pájaros de un tiro.
—¡Hola! ¿Señorita Agreste?.
— ¡Oh Mérida! Que guste verte, olvida las formalidades conmigo, no me gusta que me llamen señorita o incluso que me llamen por mi apellido como mi padre, yo no soy el ¿sabes? Tal vez lleve su sangre en mis genes pero hasta allí, solo dime Rapunzel y así estaremos bien — en realidad Rapunzel era amable, dulce y tierna, tenía el carácter de Adrien el cual desde que llegue me pareció un amor, tuve razón en compararlos a ellos dos cuando llegué, pero Hiccup no tiene nada que ver con sus hermanos.
— ¿En qué puedo servirte? — y como siempre alguien me tiene que sacar de mis pensamientos porque por mí sola... Imposible.
— Emm... ¡ah si! Hiccup me mando por un café pero antes de irlo a pedir, me preguntaba si no podía alistarle el Mustang dijo que quería llevarse ese carro para la sesión fotográfica.
—No te preocupes yo hago el café, solo yo conozco muy bien sus gustos, pero... ¿sabes por qué te pidió que fuera yo la que prepare su auto y no cualquier otro empleado? — pensándolo bien, no pero eso me atrapó en la curiosidad porque Hiccup no es de aquellos que no tienen voz de mando sobre sus empleados, ¡El es la voz de mando aquí!.
— No, no se... — respondí esperando que ella me explicara, mientras hacía el café.
— Pues ese carro es su bebé sabes— habló riéndose — solo deja que los más cercanos a el lo toquen, no confía en casi nadie ¿sabes?. Pero lo que me intriga es que esos tipos de carros porque tiene muchos, solo los saca para ocasiones especiales, como llevar a una linda chica en el— dijo guiñándome un ojo, si tan solo supiera que no es en honor a mí lo del Mustang, ¡sino que es gracias a nuestra invitada de honor! Astrid.
Después de esa plática que empezó normal pero termino algo incómoda, me dio el café negro de Hiccup, justo como me lo pidió, para después marcharse diciendo que iría a ver al bebé de Hiccup, me caía muy bien Rapunzel.
Fui a entregarle el café a Hiccup, escuchaba que la regadera estaba prendida, así que se estaba duchando, le deje el café en la mesa de su habitación, para después marcharme, lo más fácil había pasado pero lo peor estaba por venir...
(...)
—¡Anda solo hazlo! — Marinette me estaba apoyando, para hacer la mayor tontería que había echo últimamente, llamar a Astrid.
Nos encontrábamos en su cuarto, porque yo sola no podría, así que fui a buscar a Marinette se que ella jamás fallaría como amiga, ella siempre estará ahí para darte una mano, se le notaba desde lejos que es una persona de bien.
—Okay lo haré — hablé agarrando valor e intentando agarrar el teléfono que Marinette me presto porque el mío no tiene saldo.
—¡Muy bien Mérida esa es la actitud!— me alentaba— Aunque llevas diciendo eso como diez veces y las ultimas diez veces no hiciste nada— eso último lo susurró.
Y no sé ni de dónde me saque las fuerzas necesarias para llamar a Astrid (puuuu... puuuu... el tono de llamando sonaba).
— ¿Aló? — Astrid respondió.
— Emmm... este... ¡no puedo! — y se lo tiré a Marinette — ¡Que hablar yo! ¡No puedo!!!— me dijo Marinette.
Siempre fui una cobarde y la verdad es que no encuentro la valentía que la mayoría de las personas tienen.
—¡¿Esto acaso es una broma?! Porque escúchame bien...
— ¡Este si un segundo!— Marinette la interrumpió poniéndomelo en la oreja, y supe que de esta no me podría escapar, este es mi trabajo.
—Hola le habla la ayudante del señor Hiccup Agreste para informarle que tiene una... Invitación — no sé porque me costó decir esa última palabra— y que pasará por usted a las 7:00 P.M. Esperando que acepte.— aunque en realidad no, vamos Mérida esto lo haces por tu trabajo.
— ¿Mérida? ¡Ja! ¡Que amargo agrado escucharte!.
— Solo responde si, ¿irás o no?.
—Dile a Hiccup que con gusto me iría con el, que puede pasar por mí al Hotel de Las Islas...
— Si si ya lo sé — y así sin más le corté la llamada.
— Gracias por ayudarme Marinette.
— Para que están las amigas — y me dio un sincero abrazo.
—Muy bien te veo después— dije rompiendo el abrazo porque mi tiempo para alistarme se agotaba.
Entre a la bañera y me di una ducha, busque unos jeans, una camisa manga larga, una bufanda rosa palo y unos converse rosados a juego con la bufanda. Me miraba bien a decir verdad y lo mejor es que este atuendo no me incomodaba o estorbaba al momento de hacer mi trabajo y la bufanda y la camisa manga larga es por el frío qué hay en este tiempo de invierno.
Salí a la sala principal y momentos después llegó Hiccup con unos jeans negros, una playera verde abajo de una camisa cuadriculada verde manga larga a modo de chaleco haciendo juego no solo con la playera sino que también con sus ojos y si no admitía que se veía bien me tomarían por loca.
Se quedó viendo mis ojos por un momento su verde mirada me quemaba por un momento se me olvido la necesidad innata de respirar.
— Mérida te ves... muy bien— sus palabras me devolvieron a la realidad y solté una bocanada de aire que no sabía que estaba reteniendo.
¡Hola! Bueno esto era lo demás que había escrito en el capítulo anterior espero que comenten que les pareció y que teorías tienen para los próximos capítulos y al comentario que más se acerque a los acontecimientos del siguiente capítulo a la personita que lo escribió a esa persona le dedicaré una parte de esta historia.
Se les pide mil disculpas por los errores de ortografía.
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