No debes Estar aquí II
No Debes estar Aquí II
Así, sin más abandonó el gimnasio, dejándole muchas dudas en la cabeza además de una posible contusión ¿Era tan difícil decirle aquello? ¿Por qué llevar todo a la pelea?
Confuso se llevó la mano a la frente, justo donde se había golpeado, sacudió un poco la cabeza y sin esperar más se fue directo a la oficina central donde seguro el señor Collins lo estaría esperando.
Cinco minutos le llevó recorrer las instalaciones hasta su destino, se detuvo para tocar la puerta pero en el interior se escuchaban gritos furiosos, Owen Collins discutía con alguien a quien no lograba identificar del todo, pero, su voz le era vagamente familiar.
Pensó que probablemente no era un buen momento para la visita, se volteo para regresar por donde había llegado para tomar una ducha pero después lo pensó mejor, ya había llegado hasta ahí y Solange le dijo que él lo buscaba así que ¿Por qué no interrumpir? Después de todo no se encontraba de ánimos para regresar más tarde.
Tocó a la puerta enérgicamente para ser escuchado, de inmediato los gritos cesaron y en el interior se escuchó un simple <<pase>> al cual obedeció de inmediato.
—¿Me buscaba?
Lo primero que los ojos de Tristán captaron fue la figura inmóvil de Owen Collins, de inmediato la atención se centró en el hombre que tenía a un lado, en cuanto lo reconoció se quedó sorprendido y entró en shock, ¡no lo podía creer! Y al momento de adivinar el motivo de su presencia, salió del trance.
—No voy a regresar —en cuanto pronunció la frase, su cerebro hizo las conexiones necesarias para darse cuenta de una cosa.
Joseph el hermano mayor de su madre no tenía la menor posibilidad de haberlo encontrado en aquella base; sus amigos jamás en la vida hubieran revelado su ubicación, ¡ni siquiera a su madre! Mucho menos a él; Owen en dado caso de que lo conociera no anda por el mundo revelando secretos del gobierno a familiares desesperados en busca de información, así que solo existía una explicación Joe pertenece a la organización.
¡Sabía que no podía confiar en él! Entonces una idea le llegó a la mente no fue coincidencia que tanto él como Caroline llegaran a su vida casi al mismo tiempo, él sabía que ella lo iría a buscar ¡claro! Leonard trabajaba para él ¿Cuál era el verdadero motivo? ¿Para que la buscaban? ¿Ambos intentaban aniquilarla?
—Debemos hablar —Joe dijo serio, mirándolo con esos intensos ojos azules que tanto le irritaban —a solas
—De ninguna manera —Owen contestaba ofendido —el niño está bajo mi tutela, lo sabes, sabes que debo estar al tanto de todo.
Los dos se miraron retadoramente pero fue Joe quien se rindió, miró a Tristán un poco irritado.
—Ya que estas al tanto de todo esto —señaló a su alrededor refiriéndose a la organización —no debo darte la introducción pero si debo aclarar algunas cosas.
Tristán se preparaba para mandarlo lejos pero le fue imposible ya que en ese momento el celular de Owen sonó, él, extrañado contestó la llamada, no dijo absolutamente nada y a pesar de su entrenamiento, le fue imposible disimular la preocupación.
Sin dar explicación alguna, salió de la habitación, ambos se preocuparon aunque ambos por razones distintas, Tristán no deseaba permanecer a solas con Joe y el mismo Joe sabía que algo no andaba bien.
—No debes estar aquí —Joe lo atacó directamente —¿tienes una idea de lo que hemos hecho tu madre y yo para mantenerte oculto? ¿Para protegerte de los vampiros y mantenerte alejado de la misma organización?
Tristán permaneció en silencio tratando de que su mente procesara la información, él dijo… ¿madre?
—sí, contesto a la pregunta no formulada —somos parte de ella,
Gracias a la información que Zac le proporcionó recientemente, entendía que toda su familia se dedicaba al asunto caza vampiros eso incluía a Diane, poco a poco la neblina se iba dispersando ¡lo utilizaron! ¡Todos!
—No voy a ningún lado —finalmente lograba expresarse —ya no soy un niño, decido sobre mi propia vida.
—No sobre este asunto, Tristán ven conmigo, solo así podre protegerte.
—No, gracias, se protegerme, los que no pueden ni siquiera hacer su trabajo son ustedes ¡eres débil! Yo no lo soy ni lo seré
Joe soltó una enorme carcajada, no entendía, no hay nada gracioso en su declaración
—¿Qué te hace pensar que soy débil?
—No pudiste aniquilar a Caroline cuando se convirtió en vampiresa
Al parecer eso fue algo que Joe no esperaba puesto que permaneció en silencio y eso alentó a Tristán para continuar, quizá en el fondo lo único que deseaba era desahogarse.
—Si tanto odias que este aquí entonces ódiate a ti mismo, pues yo no estaría en este lugar si hubieras aniquilado a Caroline, si hubieras evitado que me mintiera, me utilizara y engañara —Joe frunció el ceño no entendía de lo que hablaba pero sí que estaba muy interesado en el asunto. —si ella no hubiera jugado con mis sentimientos y me hubiera dicho que me amaba ¡cuando era mentira! Yo no estaría aquí.
—¿Amarte? —Joe sonó alarmado —ella no pudo haber dicho eso.
—Lo hizo ¡lo Hizo! — lágrimas de rabia comenzaban a brotarle de los ojos y los puños ya los cerraba con tal fuerza que las uñas se le calvaban en las palmas, dejando rastros de sangre.
—Ella, no pudo decir eso —se acercó a él y lo tomó por los hombros —Tristán, ella es tu…
Las luces se apagaron un momento, evitando que Joe continuara con la frase, de pronto la luz regreso pero esta era el sistema de emergencia, la luz ya no era blanca sino de un rojo intenso, un sonido estridente retumbaba por todas las instalaciones, Tristán no tenía ni idea de lo que sucedía, en cambio Joseph si, vivía esta experiencia de nueva cuenta.
La puerta se abrió de golpe, Owen con armas en mano irrumpía en la habitación.
—Vampiros — anunció y lo primero que le vino a la mente fue un << ¡No me jodas!>> Pero eso no era todo, había más, Tristán podía verlo en los ojos de ambos adultos.
Por un segundo su corazón se detuvo para después comenzar a latir frenéticamente, de tanta emoción que creía que su corazón se le saldría del pecho e iría a buscarla solo si su cuerpo no se movía << ¡Es ella! ¡Vino por mí!>>
Sin pensarlo por más tiempo salió por la puerta ¿a quién engañaba? Siempre se ha mentido a sí mismo, solo la necesitaba a ella.
Corriendo desesperado intentó buscarla; los pasillos seguían siendo terroríficos bajo esa luz escarlata y aun así siguió corriendo, no tenía idea de dónde hacerlo, solo corría sin importar la dirección.
El sonido estridente de la alarma continuaba y a lo lejos, explosiones se escuchaban, Tristán cambió de dirección directo a donde los sonidos lo llamaban.
Corrió, unos cien metros, en la esquina dobló a la derecha y fue ahí donde chocó contra alguien, ninguno de los dos esperaba que eso ocurriera y por ello ambos cayeron al piso, de inmediato Tristán se levantó y como todo un caballero pretendía ayudar a la chica que se encontraba tirada pero al reconocerla se le olvidó toda educación.
Se trataba de la misma mujer que lo acosaba en la tienda de Moscú, aquella cuyo rostro le recordaba a alguien, pero no fue el hecho de reconocerla lo que lo perturbo sino la expresión de terror que ella poseía.
De una manera extraña ella se levantó del piso y seguía mirándolo con ese miedo que Tristán no comprendía.
—No debes estar aquí —declaró y a Tristán le resultó gracioso que no fuera la primera vez que escuchaba aquella frase.
Tristán pretendía responder ante tal declaración sin embargo la mujer rápidamente y con un pánico incontrolable de una bolsa que tenía consigo saco unos polvos y los soplo en su cara, después lo tomó del brazo y lo obligo a doblar en la esquina, justo por donde había aparecido.
<<No te muevas>> escuchó en su mente y eso lo asustó pero por alguna razón su cuerpo le obedeció a la mujer, se pegó a la pared, quedando oculto.
—Lena —escuchó otra voz, el corazón de Tristán se agitaba y al mismo tiempo era como si no se moviera era una sensación extraña ¿qué le ha hecho?
Tristán no puso gran interés en la conversación de ambos solo había una cosa que lo perturbaba y lo hacía paralizarse, sentía como su cuerpo dejaba de responder, sentía como el frio iba entrándole por los poros, le congelaba hasta el alma, el terror se posicionaba en su corazón y todo esto con el simple hecho de escuchar la voz profunda del hombre que se encontraba con Lena.
<<Despacio, regresa por dónde has venido, sigue hasta el final del pasillo, ahí encontraras a tus amigos, huye con ellos, no regreses a este lugar ni a ninguna instalación de la organización>>
Volvió a escuchar en su cabeza y como buen niño obedeció, un paso primero y luego el otro pero no fue capaz de dar otro debido a los siguientes acontecimientos.
—¡Dorian! — gritó y reconoció la voz de Solange.
Permaneció de pie esperando la reacción de los demás, como no escuchó contestación alguna, su cuerpo se tensó, no sabía que esperar de aquella enfrenta pero de algo estaba seguro, esos eran seres sobrenaturales y Solange no podía luchar sola.
Retrocedió nuevamente, discretamente se asomó por la esquina para tener una idea de lo que ocurría. La escena era la siguiente: El hombre alto de cabello negro le daba la espalda al igual que la mujer acosadora de Moscú, Solange a unos cuantos metros lejos de ellos sostenía un arma, una mujer sensata porque con una espada no sabría qué hacer y dado que el hombre cargaba una en la cintura, era obvio que él la sabia usar.
—Déjame adivinar —el hombre hablaba con sarcasmo —Eckhart — cruzó los brazos —No, no eran tan estúpidos… algunas veces.
La mujer soltó una carcajada y Solange se llenaba de rabia y Tristán deseaba desesperadamente mirar el rostro del hombre.
—Collingwood — adivinó el hombre y se preguntaba de donde era que la conocía —sabia que me faltabas tú ¿Cuánto ha pasado? ¿60, 70 años?
¿Cuánto? ¿De que hablaba?, Tristán no entendía nada pero no fue necesario entender puesto que lo siguiente que pasó no le permitió hacer otra cosa que contener el aliento.
Solange disparó, esperaba que la bala hiciera impacto en el hombre pero esto nunca ocurrió, y no porque él se moviera o algo sino más bien porque la mujer que lo acompañaba, había levantado la mano, la palma se la mostraba a Solange, y Tristán tuvo que mirar muy de cerca para darse cuenta que la bala de madera que había disparado Solange, únicamente flotaba en el aire a una corta distancia del pecho del hombre.
Al principio sintió admiración por la mujer ¡wow! Era increíble ¡con solo levantar la mano! Pero, después su mente fue consciente del peligro en que Solange se había metido y también entendía que la mujer lo había salvado y no tenía idea de porqué y en su experiencia, mujeres desconocidas que le salvan el trasero no es una buena señal.
Solange soltó su típico grito de guerra y se echó sobre el hombre, a estas alturas del partido tenía claro que Dorian era un vampiro que seguramente ellos eran los invasores, pero al parecer no eran los únicos puesto que seguían escuchándose explosiones y la alarma seguía taladrándoles los oídos.
Eso aniquilaba su teoría de que era Caroline la que había ido a rescatarlo ¿Por qué siempre él suena como la damisela en peligro?
Dorian jugaba con Solange, parecía un torero y Solange por supuesto era el toro enfurecido, nunca la había visto de esa manera y eso lo asustaba puesto que actuaba por puro impulso y no tenía idea de lo que hacía.
Cuando Dorian terminó de jugar rápidamente blandió su espada, estaba a punto de atravesar a Solange con ella y fue entonces cuando Tristán decidió intervenir en la batalla.
Sin saber cómo logró asestarle una patada en el brazo para que soltara la espada, por supuesto que no la soltó era demasiado fuerte como para que Tristán lograra que eso hiriera pero al menos logró detener la estocada que atravesaría a Solange.
Dorian posó sus ojos en los de Tristán y se quedó sin habla, aquel hombre se parecía muchísimo a él, se sintió extraño, pareciera que se estaba mirando a si mismo solo que con unos años más, lo mismo le pasó a Dorian, solo que este salió más rápido de su asombro y se dispuso a atacarlo.
Logro esquivarlo por muy poco, se agachó cayó al piso y rodó para después levantarse de un brinco, incluso el mismo Tristán se sorprendió del movimiento.
Miró las caras de cada uno, La mujer lo miraba con rabia, Dorian con una autentica curiosidad y Solange… bueno ella siempre quería matarlo así que esta no era la excepción, lo fulminaba con la mirada; Dorian se acercó nuevamente a él con espada en mano, Tristán lo único que podía hacer era esquivar todos los movimientos de Dorian, no le fue difícil y supo que él lo estaba probando, quería saber cuáles eran sus capacidades.
Solange de la espalda sacó su arco, cargó la flecha y la lanzó, Dorian, solo tuvo que inclinar su cuerpo hacia un lado para permitir que la flecha pasara y Tristán tuvo apenas unos segundos para agacharse.
El que la flecha casi le diera a Tristán pareció enfurecer a la mujer y por eso se encargó de ella, dejando libre paso a Dorian.
—¿Quién eres? —realmente sonaba interesado en la respuesta que Tristán pudiera darle.
Aun así no contestó continuo el baile, el atacaba y Tristán esquivaba, entonces sorpresivamente Dorian guardó su espada. Se puso en guardia indicándole que la siguiente fase de la contiende seria a puño limpio.
Imitando a Solange, dejo escapar un gritó y esta vez Dorian dejó de utilizar su velocidad de vampiro para comportarse como un humano, la contienda parecía pareja y Dorian no dejaba de sonreír.
—Eso te lo ha enseñado mi hermana — comentó como si se tratara de una charla en la terraza.
—¿Hermana? —decidió seguirle el juego.
—Cybelle. —se le formó un nudo en el estómago y se atemorizó, ante tal declaración.
Ahora sabia con quién estaba peleando y eso hizo que el corazón se le acelerara, por supuesto que Dorian lo notó y lo hizo sonreír mucho más, su sonrisa fue cruel y terrorífica.
Por algún motivo había olvidado a Solange, esta había salido victoriosa de su batalla con la chica rara y esta permanecía en el piso, de quien sabe dónde está sostenía una estaca de plata, igual a la que Austin le había clavado a Caroline, Dorian aun no notaba esto y decidió distraerlo, para que tuviera existo, por ello bajó su defensa y permitió que Dorian se acercara a él hasta el punto de que lo tomara del cuello.
—¿Quién eres? —volvió a preguntar, esta vez no espero que le contestara y se acercó a su cuello para morderlo.
El dolor que sintió fue indescriptible, gritaba y deseaba que Solange se apurara y le clavara la estaca. Cuando finalmente lo hizo, Dorian lo soltó, cayó el piso sin que su cuerpo lo sostuviera.
Extrañamente la estaca no lo paralizo, como si nada se la arrancó, Solange se había quedado sin armas, quedando indefensos, Solange se acercó a Tristán, intentó ayudarlo a ponerlo de pie.
—¿La última gota? —Dorian había quedado sorprendido, se limpió la sangre con su antebrazo.
Un momento después, colérico volvió a tomar su espada, iba a asestarle un golpe a Tristán, pero Dorian fue derrumbado, cayó al piso y quedó desmayado.
Solange y Tristán miraron primero el cuerpo inerte de Dorian y después miraron a la chica acosadora, ella había derrumbado a Dorian, Tristán no sabía como pero lo había hecho.
—¿Lena? — Solange preguntó.
—Márchate, vete con tus amigos, obedece en esta ocasión.
Sin que se lo dijera por tercera vez Tristán emprendió el camino de regreso por donde había llegado, pero fue Solange la que lo guio a la salida de emergencia, con mucho trabajo lograban recorrer los pasillos.
Por la pérdida de sangre estaba a punto de desmayarse, afortunadamente encontraron a Seth y a Zac, todo comenzaba a tornarse nubloso para Tristán, sus amigos lo ayudaban a seguir adelante, hasta que frente a él tuvo un pasadizo que no conocía, primero entró Solange y después Seth, Zac lo sostenía, antes de que ambos se internaran en el pasadizo de emergencia, Tristán miró hacia su derecha y al final del pasillo encontró una figura que los miraba con atención.
<< ¿Milo? >>
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chicas he aqui el nuevo capi!!!! espero que les guste!!
bueno como habran notado he cambiado la portada y todo gracias a una super chica a la cual le he dedicao el capi!! pasense por sus hisorias si gustan jejeje
espero sus votos y comentarios ;) si les ha gustado claro jejejeje
un abrazote!
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