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No debes Estar aquí I

l@s he hecho esperar demasiado y eso me llevo a tomar la desicion de publicar este fragmento del capitulo, en cuanto tenga lo siguiente lo subire, espero que disfruten de esta parte y bueno he aqui incluida una de las sugerencias que me han pedido ;) gracias por seguir aqui conmigo y con esta historia :D ya saben cuanlquier duda o sugerencia haganmela saber q me hace muy feliz recibir sus comentarios y votos gracias de verdad!! son los mejores por ser tan pacientes!!!

No Debes Estar aquí I

Nueva York

Actualmente

Tristán

Una gota de sudor, corrió de su frente hasta entrar a su ojo, le ardió un poco y aun así no se detuvo; continuo con su ejercicio, siguió golpeando con furia el muñeco de entrenamiento, golpeando certeramente la cabeza y el pecho.

SU cabello húmedo y su camiseta se le pegaban a la espalda, los músculos le suplicaban que parara, necesitaban un descanso pero él no hiso caso de las peticiones de su cuerpo, necesitaba mantenerse ocupado para que los recuerdos no lo asaltaran pero a pesar del ejercicio extremo y su cansancio, los recuerdos llegaban a él como flashes que taladraban su cabeza.

El recuerdo de la búsqueda de Caroline en la mansión que habían ocupado esas semanas, lo asalto, reviviendo todo el sentimiento como si estuviese experimentándolo por primera vez, a flor de piel, dolor profundo y aniquilador; anhelaba que ella estuviera ahí,  aguardándolo, bastaba con una frase y una sonrisa suya para que él cambiara sus planes, para que creyera en ella pero el encontrar la mansión completamente vacía y destruida en parte, fue como si su propio corazón se derrumbara, comprobó que sus amigos no mentían, él nunca significo nada para ella y por eso no cambio la decisión de convertirse en un Cazador

Cuando Tristán bajo del avión y piso territorio Americano, sintió como si hubiesen pasado siglos desde la última vez que estuvo en su hogar, un lugar de donde está convencido, nunca debió salir.

Cantidad de sentimientos y pensamientos contradictorios lo abrumaban, en ningún momento se arrepentía de haberla conocido, lo único que lamentaba era como se habían separado, lamentaba como de un momento a otro se convirtió en su enemiga y a pesar de todo eso seguía queriéndola con todo su ser pero también se había decidido a dejar de amarla.

Para convertirse en un cazador Seth y Zac tuvieron que hablar con su padre quien es el líder del campo de entrenamiento de Nueva York, le contaron la verdad a medias, contando exclusivamente el secuestro de Tristán, nunca mencionaron a Austin ni lo que Caroline buscaba de  él, es obvio que el padre de ambos no descansaría  hasta conseguir la verdadera historia pero de momento se había comprometido a entrenar a Tristán,  ya que debido a los ataques de las oficinas centrales en Inglaterra, la Organización se sumía en el completo caos, no estaban en condiciones de seguir los protocolos adecuados para su iniciación.

Por lo tanto aunque no lo expresaran abiertamente Tristán estaba consiente que la amabilidad del señor Collins se debía más a la necesidad de conseguir nuevos reclutas, por todos los que han perdido en los ataques que a la amistad que mantiene con sus hijos.

Durante el viaje de regreso, Tristán tenía algunas dudas con respecto a la Organización, las cuales Zac se encargó de resolver.

Se preguntaba  ¿Cómo es posible que la Organización le permitía al Señor Collins tener familia y en el mundo exterior mientras que a Caroline la mantuvieron encerrada?

Zac le explicó que Caroline en ningún momento fue considerada Cazadora, esa era la verdadera diferencia: Caroline desde su entrada quedo estancada en su papel de espía lo cual a Zac le parecía extraño debido a las habilidades que ella posee, pero seguramente los directores creyeron que era mejor mantenerla apartada de todos quienes quisieran robar su poder.

Los espías y los Cazadores se rigen por distintas reglas y comparten algunas. Los Cazadores después del entrenamiento y haber probado su efectividad son  <<liberados>> es decir los colocan en cualquier parte del mundo, dedicándose principalmente a Cazar, se les permite, enamorarse, casarse y tener hijos siempre y cuando esos hijo se dediquen a lo mismo.

Tristán no estuvo convencido de que la libertad de los cazadores era mejor que el encierro de los espías, de una u otra forma ambos conservaban los grilletes, unos grilletes que ahora él mismo llevaría por el resto de su vida por voluntad propia, los cuales no estaba seguro de cuanto durarían realmente ya que la organización se venía a pique.

—Cachorro —escuchó que lo llamaban y reconoció la voz de inmediato, sin embargo no se detuvo ni volteo a verla, ya que hasta que no se digne a llamarlo por su nombre no volteara.

Recordó la primera vez que se topó con aquella mujer hostil.

Owen Collins padre de sus amigos, los esperaba en la entrada de las instalaciones, lo que por fuera es una bodega abandonada, lo primero que le aterro a Tristán fue el hecho de adivinar que tendrá que vivir bajo tierra, de por si los lugares pequeños y sin ventilación le ponían los nervios de punta, vivir bajo tierra lo martirizaba.

Después de saludar a sus hijos Owen los guio al interior del edificio, llevándolos a un elevador bastante viejo que producía sonidos extraños, lo único que lo mantenía tranquilo era el hecho de que si el elevador se atoraba, no se sería el único atrapado.

Al abrirse las puertas del elevador lo primero que capto su atención fue la intensa iluminación que parecieron cegarlo un momento, segundo el larguísimo pasillo que se abría ante él.

—Agente Collingwood — Escuchó la voz del señor Owen  dirigirse a una persona que no había visto antes, seguramente la intensa luz tenía algo que ver.

El Agente Collingwood resultó ser una chica, en cuanto sus ojos se posaron en ella, en automático se formó en su rostro, su sonrisa de seductor, la que tenía olvidada; la chica tenía embelesados a sus amigos, Tristán le calculaba unos 23 años, de estatura media y cabello castaño, ojos miel, era muy linda y al mismo tiempo salvaje y de carácter duro.

Intercambio algunas palabras con Owen y después se dirigió a él para presentarlos.

—Tristán, te presento a la Agente Solange Collingwood.

En cuanto Tristán escuchó su nombre y ella lo miró directamente, experimentó una especie de Deja vu incluso algo más extraño paso, los colores desaparecieron, todo se tiño de blanco y negro, todos los demás ya no existían, únicamente ella permanecía de pie frente a él y Solange usaba un vestido de una época pasada, la vestimenta que vio en los libros de Historia para referirse a la Primera Guerra Mundial

—¿Tristán? —Las voces preocupadas lo sacaron del trance — ¿Estas bien? —permanecía medio hincado y le costaba trabajo respirar.  

Su vista se dirigió hacia Solange, esta lo miraba horrorizada, un pánico invadía su rostro y en cuanto Tristán se puso de pie, ella endureció sus facciones, una máscara de acero impenetrable se posó en su cara y pudo apreciar Odio puro en sus ojos, eso le desconcertó ¿Qué le hizo?

—Estoy bien —declaro.

Los demás no estaban muy convencidos pero no le dieron más importancia al asunto.

—Tristán, Solange te llevara a tu habitación.

Ella de inmediato dio media vuelta y recorrió el larguísimo pasillo sin detenerse a mirar si él la seguía o no y dado que ambos estarían unos minutos a solas Tristán decidió correr para poder alcanzarla y preguntarle algunas cosas ya que le intrigaba mucho aquella chica.

—¿Tu mama era francesa? —su intención era desconcertarla con la pregunta para que fuera bajando la intensidad de su enojo y pudieran hablar y por supuesto lo logro.

—¿Qué? —por la mirada que le dirigió él supo que había acertado.

—Tu nombre, es Francés y tu apellido es Británico una combinación extraña e interesante.

Solange no agrego nada a su comentario tal y como él esperaba sin embargo sí que recibió una mirada hostil que lo aterro, no entendía el porqué de su comportamiento.

—¿Llevas mucho tiempo aquí? —Nuevamente no recibió respuesta sino más bien ella acelero el paso, quería deshacerse de él a toda costa.  —Oye ¿Cuál es tu problema? Solo quiero ser amable ser amigos.

—Nunca seremos amigos —se detuvo y lo miro con furia —no has venido a hacer amigos, sino a convertirte en un Cazador y si no puedes será mejor que te largues.

—¿Quieres que me vaya? ¿Qué rayos te hice? Es la primera vez que nos vemos.

—Quiero que te marches porque eres una pérdida de tiempo, basta con solo mirar esa cara de cachorro asustadizo que tienes para darse cuenta de que no tienes lo necesario.

—Así que es por mi cara —Tristán adivino  a q se debía su odio y se lo escupió para ver su reacción —Me parezco a alguien que te hizo daño ¿no es cierto?

Solange palideció y él sonrió victorioso, no se equivocó ahora más que nunca indagaría en su vida para saber de quien se trataba, seguramente era un viejo amor y eso lo lleno de alegría, tendría una misión de la que ocuparse para alejar sus pensamientos y su propio sufrimiento.

A partir de ese día Solange lo trato con la punta del pie, algunas veces Owen Collins no podía asistir a los entrenamientos y ella se encargaba de él, tanto Zac como Seth se quedaron con él en aquel lugar pero estaba claro que la segunda al mando era ella y no los hijos del señor Collins y ¿Quién podría culparlo?

Además de unos cuantos encargados de las instalaciones y algunos agentes que entraban y salían solo ellos tres vivían en aquel lugar y ni siquiera él que es su amigo le encargaría algo tan importante como  lo es una base súper secreta a Seth.  

—Cachorro —volvió a llamarlo y nuevamente se negó a mirarla.

Mientras ella no lo tratase con amabilidad no voltaria, después de todo ¿qué es lo peor que podría ocurrir? 

Al terminar de pensar aquella frase fue testigo de cómo aquel muñeco que tenía enfrente era atravesado por una flecha, por pocos centímetros la flecha no se impactó en su nuca y eso lo paralizo un poco pero ni así se dignó a mirar a Solange, saco la flecha y la arrojo lejos para después continuar  con lo suyo.

Estaba cien por ciento seguro de que no se quedaría tranquila y en el fondo eso lo esperaba ya que los recuerdos de Caroline no lo abandonaban y Solange lograba distraerlo, lograba que su atención únicamente se centrara en ella y eso era bastante conciliador.

De pronto como si el genio de la lámpara le hubiese concedido un deseo, sintió como Solange lo amenazaba, un objeto puntiagudo se le clavaba en la espalda, no demasiado como para herirlo pero si para molestarlo.

Lentamente se giró para ver de qué se trataba y cuando tuvo el arma apoyándose en su pecho no pudo evitar sonreír; Solange consumida por la rabia sostenía un florete.

De todas las armas que se encontraban en esa habitación tenía que elegir precisamente aquella que Tristán dominaba; su padre era una profesional de la esgrima y como todo padre le enseño y le contagio la pasión por aquel deporte, ese era un secreto entre él y su padre ya que su madre se negaba a que Tristán aprendiera ¿Por qué? Ni idea pero así estaban las cosas, pero tampoco era un experto como su padre.

Cuando Caroline y las demás comenzaron con el entrenamiento el por supuesto que tenía una rapidez y unos reflejos bastante buenos pero prefirió fingirse torpe para mantenerla junto él el mayor tiempo posible, captar su atención todo el tiempo y no se arrepentía de ello pero justo ahora no tenía motivos para seguir fingiendo, no era un Master pero si era mejor que Solange ya que por la manera en la que sostiene el florete se nota que no tiene idea de cómo moverse.

Por lucirse decidió provocarla con sus dedos índice y medio apreso la punta del florete y con un movimiento suave de muñeca, alejo el arma de su pecho dejándole claro el mensaje <<no me molestes, no me atemorizan tus amenazas>>  y para dejarlo más claro lo dijo.

—Me estorbas

—¿Eso crees? —parecía calmada pero en el fondo Solange ardía, sus ojos flameaban con la intensidad del mismo infierno.

La observó con atención y por ende le fue fácil adivinar en que momento se dejaría ir contra él, Tristán con un solo movimiento pudo esquivarla, ella por poco se va de bruces ya que solo golpeo el aire y fue bastante gracioso ver como recuperaba el aliento.

De su garganta dejo escapar un grito de guerra y fue así que ataco a Tristán, el como si estuviera leyendo un instructivo fue capaz de anticipar todos sus movimientos, adelantarse a cada uno de sus ataques y ella nunca estuvo cerca de hacerle daño.

Inevitablemente a su mente llegó la voz de Cybelle, dándole consejos diciéndole que la velocidad muchas veces es mejor que la fuerza y entonces entendió del todo a lo que se refería, Solange hacia el trabajo por él, ella ya se había cansado y no había hecho otra cosa más que evadir sus estocadas; el recuerdo de Caroline, Cybelle, Lily y Brian era demasiado doloroso para él, no soportaba este juego por más tiempo y esta batalla le hacía recordar y sufrir.

Decidido a terminar con sus recuerdos, apreso la muñeca de Solange, le arrebato el florete y dando media vuelta termino con el encuentro, de haber sido una batalla real, Solange tendría atravesado el corazón.

—La próxima vez para evitar una humillación me trataras con amabilidad. —Solange apretó la mandíbula en respuesta.

—¿Ya te crees mucho por un golpe de suerte?

No contesto a su provocación, en lugar de eso tiro el florete y le dio la espalda, quería darse una ducha e ir a la cama por un día, era suficiente.

—¿A dónde crees que vas?

Continuo con su camino sin vacilar pero de repente una patada directa en la espalda lo tomó por sorpresa  haciéndolo caer de frente; Solange se posicionó encima de él, lo agarro del cabello y lo obligo a permanecer en el piso.

—Recuerda que no somos iguales a mí me respetas ¡idiota! —Le estrello la frente en el piso. Solange se levantó dándole libertad para levantarse. —Owen está buscándote.

Así, sin más abandono el gimnasio, dejándole muchas dudas en la cabeza además de una posible contusión ¿Era tan difícil decirle aquello? ¿Por qué llevar todo a la pelea? 

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