La verdadera Historia
La verdadera Historia
Lilibeth
Escuchar los rumores sobre el ataque vampírico, le alzaba el ego hasta el cielo, por eso se paseaba por todo el lugar para oír más y por eso casi inconscientemente llegó hasta la casa Blake, ahí descubrió a Leonard espiando a los invitados o mejor dicho a Cassandra y como no tenía más que hacer, decidió espiarlo a él, además, no había rastro de Caroline.
Unos minutos después se deleita con la aparición de Cybelle hecha una fierecilla, detrás la sigue Caroline y ninguna de las dos se da cuenta de que William les pisa los talones, la primera mujer entra en la casa y Caroline se reúne con su amigo en su patético escondite y mientras, William es más inteligente, rodea la casa y tardó más en llegar que en irse con Cassandra como su acompañante y Lily estaba segura de que ninguno de sus "amigos" conocía la existencia de la puerta trasera pues no se les ocurrió revisar la estructura, Lily reía por la ingenuidad de ese par.
Caroline ya había escuchado los rumores y en el fondo ya sabía que seguramente fracasara sin importar los esfuerzos, ella podía adivinar que por la mente de Caroline ya cruzaba la idea de renunciar y resignarse al siniestro futuro que Dorian le tenía preparado y para ella, eso era perfecto, el único problema aquí era Leonard.
El rubio la miraba con pesar y verla de esa manera hizo que dentro de él se prendiera la llama de la esperanza y decidió no rendirse. Lily lo maldijo hasta el fin de los tiempos e incluso más allá de eso, Lily sabía que si Leonard desobedecía la petición de Caroline, ese par tenía la oportunidad de lograr su objetivo.
Al escuchar el plan y entender lo que ese rubio pretendía al usar su poder, supo que se vería en la necesidad de intervenir, no tendría más opción que revelarse ante Caroline; en ese momento Dorian salía de su casa con su supuesta “hija” y seguramente tanto Leonard como ella intentarían robarse a Cassandra, era tiempo de actuar de un vez y para siempre. Siguió al padre e hija y escucha atentamente la conversación, permitiéndoles avanzar para que se alejaran lo máximo posible de la vista de la gente.
―algo está molestándote ¿Qué es?
Caroline no respondía, Lily admitía que Dorian es bastante encantador y un padre amoroso, al menos mientras fue humano y sabía que Caroline opinaba lo mismo y eso la confundía, la imagen de él en la actualidad: cruel, manipulador, hambriento de poder, sanguinario y despiadado es por supuesto difícil de olvidar pero Caroline comenzaba a ablandarse por el padre amoroso que tenía enfrente, después de todo un huerfano siempre anhela el cariño de unos padres, un cariño que siempre le hizo falta.
―es la boda ¿Cierto? ―continuo interrogándola ―tu esperabas que William ganará
Caroline al escuchar eso se sorprendió y algunas sospechas se convertían en verdades.
―¿Por qué dices eso? ― preguntó al mismo tiempo que se detenía
―ustedes dos son muy unidos, puedo imaginarme porque ―hizo una pausa para sonreír, Lily lo conocía bastante y supo que esa sonrisa era falsa, buscaba ocultar algo importante al aparentar dulzura y comprensión, no es tan diferente a su yo del presente después de todo ―preciosa, por más que aprecie a ese muchacho, yo estoy consciente de que no es lo suficientemente bueno para ti.
―¿Qué es… ―Caroline intento interrogarlo de vuelta sin éxito, él la interrumpió a la mitad de la pregunta.
―entiende Cassie, el resultado del torneo fue el mejor para ti, no importa que mi amigo sea unos años más grande que tú, él te hará feliz, así que olvida esas ideas absurdas con William, eso es prohibido.
Caroline lo miraba severamente, intentando arrancarle la verdad desde el fondo de su mente; ella sabía que ese secreto era la calve para su éxito o su fracaso.
―dime la verdad, conozco el secreto pero quiero escucharlo de tus labios, quiero darte la oportunidad de explicarte y así mi imagen que tengo de ti no cambie.
Caroline se deslizaba por el filo de la verdad y eso a Lily no le convenía en lo absoluto, no solo arriesgaba que Dorian se convirtiera sino en el futuro arriesgaba su carta oculta.
―Caro―la llamó mientras salía de su escondite, Lily la miraba con una sonrisa burlona
En cuanto ambas se miraron a Caroline le llegaron las respuestas a algunas interrogantes, mientras que otras más se arremolinaban en su cabeza sin la posibilidad de contestarlas por sí misma.
Lilibeth se acercó más a Caroline y como si Dorian percibiera el peligro, se interpuso entre ambas, su enorme musculatura cubría por completo a su “hija” quien aún no salía de su asombro y mientras ataba los cabos sueltos su autocontrol desaparecía, la fiera rompía sus ataduras y al final sin poder retenerla la bestia se liberó como nunca antes, Lily sabía que el poseer tanto poder sin control la volvía vulnerable y eso le daba ventaja.
Notaba el cambio en ella, los ojos se le tornaban lentamente plateados y recordó la visión que tuvo hace tiempo y compartió tanto con ella como con Milo la noche que Diane murió, sin pensar en las consecuencias, aparto a Dorian de su camino.
―Cassie no― quería impedirle que se acercara a Lily, él intuía que ella era la atacante de la bruja Lena.
―tú atacaste a Lena ―la acuso sin esperar repuesta ―saboteas mi misión
―no me preguntaras la razón ¿verdad? Creo que esta de mas
―¡que hipócrita eres! Jamás quisiste renunciar a ser vampiro―para Lily las acusaciones de Caroline estaban de mas pero si quería quejarse que lo hiciera con otra.
Afortunadamente Caroline entendió que las palabras no funcionaban para nada, dejaron que una traidora se infiltrara y el daño ya estaba hecho
―A donde yo vaya tu iras―toco el anillo que reposaba en su dedo cuyo color rojo abarcaba mucho menos de la mitad
―qué bueno que al fin reconoces que tu plan estaba destinado a fallar ¡pobrecita Carolinae! sacrificaste todo por nada, eso te convierte en una completa ¡estúpida! ―Se cruzó de brazos ―creo que debiste gozar de los favores de tu enamorado antes de la destrucción que Dorian tiene planeado.
Hablar de Milo siempre le provoca dolor y quien hasta ese momento permaneció en silencio decidió intervenir
―¿Caroline? ―Dorian no era tonto, entendía a que se debían las rarezas de su hija ―¿Qué le has hecho a mi hija? ¡Monstruo! ¿Dónde está Cassandra?
Lily reía.
―creo que en el lago en brazos de su amante ―Lily contestó
La ira de Caroline se salía de control, Dorian corrió para corroborar la información
―¡No te iras! ―Caroline estalló en ira y con eso se perdió, dejo que su naturaleza tomara las riendas, usando su súper velocidad, le impidió el paso y de un solo golpe lo dejo inconsciente―Dorian no morirá ni hoy ni nunca
Las chispas azules brotaron de sus dedos,
Lily sabía que con aquello sería difícil, pero su intención no era derrotarla solo distraerla lo suficiente para que Dorian despertara y recibiera una muerte segura, sin mas Caroline le Arrojo la primera descarga que Lily recibió en el pecho sin tiempo para esquivarlo.
<<Gane On >>
Dorian
La conciencia regresaba a él con lentitud, al abrir los ojos con lo primero que se encontró fue a ese par de demonios luchando entre si y aquel que robo la forma de su hija poco a poco tomaba su verdadera forma, su cabello negro iba tornándose plateado y aunque aquella con el rostro de Cassie se le notaba superior, ambas llevan a un combate parejo ya que la ira de la falsa Cassie la dejaba en desventaja.
Ambas eran una verdadera amenaza pero no tenía tiempo para nada, si Cassie estaba en peligro debía ir y protegerla, de momento no era prioridad eliminar a los demonios ni entender por todo lo que discuten.
Esperando que ninguna de las dos notara su escape, se levantó y corrió dándoles la espalda, corrió aproximadamente unos 200 metros cuando sintió un dolor abrazador en su brazo y el dolor le abrió paso al ardor, al fijarse distinguió una especie de cuerda brillante y chispeante en azul que lo obligó a retroceder.
―No iras a ningún lado ―rugía la falsa Casandra
Con una fuerza impresionante lo arrojó contra el tronco de un árbol, con la misma cuerda de luz lo ató al tronco. Dorian pensaba en dos cosas al mismo tiempo, la primera el dolor que la atadura le provocaba y en segundo lugar el gran poder que su hija-demonio poseía, no solo mantenía fuertes sus ataduras sino que al mismo tiempo dominaba a su enemigo a quien ya le costaba mucho trabajo continuar y por la expresión de su rostro se adivinaba que le faltaba muy poco para rendirse, ella permanecía de rodillas y lo que antes era una segunda cuerda chispeante en un segundo se convirtió en una ola de fuego.
La mujer gritaba de puro dolor, Dorian la miraba con gran admiración a pesar de todo. Mientras más plateado se volvía su cabello más grande se volvía la ola de fuego, justo cuando creyó era el fin de aquella mujer, la ola de fuego desapareció. Caroline con uno de sus brazos se rodeaba el pecho y con la otra se presionaba la cabeza. Dorian veía como caía de rodillas y ambas gritando y retorciéndose de dolor, fue cuestión de segundos para que sus ataduras desaparecieran.
Dorian sabía que por lógica debía correr pero su cuerpo no lo obedecía porque su curiosidad es más fuerte que su voluntad. Necesitaba encontrar la respuesta, quería saber qué fue lo que detuvo a ese poderoso demonio y al buscar en los alrededores se encontró con la figura de la bruja Lena; alzaba las palmas de las manos apuntándole a ambos demonios por lo tanto dedujo que podía controlar la situación y por eso la abandonó .
Corrió directo al río, debía proteger a su esposa e hija, Dorian sabía de antemano que Cassie no estaría en casa, odiaba ese tipo de celebraciones y más si se trataba de una celebración por su venta como objeto así que sin perder tiempo corrió derecho al río, su lugar favorito, después de asegurar la seguridad de su hija, iria por su esposa.
Corrió velozmente sin disminuir la velocidad, hasta que fue capaz de captar el sonido del agua correr, se detuvo, barrió con la mirada el lugar, a primera impresión no vio a nadie, iba a marcharse, reprendiéndose por equivocarse, pero un pequeño destello llamo su atención y al descubrir de lo que se trataba, la furia se apoderó de él.
En la lejanía Casandra recargaba su espalda en el tronco de un roble y sin reparo alguno besaba a un hombre rubio a quien no distingue del todo y un solo nombre le paso por la mente: William, eso definitivamente lo hizo perder el control, un símbolo, una muestra de amor que debería pertenecer a su amigo y ganador del torneo, al parecer el carácter es de familia pues se enfureció y olvido por completo a los vampiros.
De inmediato hizo el movimiento para desenvainar su espada y al no encontrarla colgando a su costado, recordó que la dejo en casa, pero, lo único que jamás deja es un pequeño puñal, lo sostuvo con fuerza y no se puso a pensar que con esa pequeña arma estaba en desventaja pues lo que siempre importa es el hombre. Su primera reacción fue arrojar el puñal pero si fallaba corría el riesgo de lastimar a su hija así que corrió y se arrojó sobre él para derribarlo, de la impresión Cassandra gritó, El rubio cayó de frente mientras que Dorian cayó sobre su espalda.
―¡Padre! ―gritaba desesperada
Ignorando a Casandra por completo, le dio la vuelta al infeliz, debía mirarlo a los ojos cuando le calvara el puñal en el pecho y se quedó helado al descubrir que quien besaba a su hija no era William. Ese momento de titubeo le permitió al enamorado de Casandra defenderse, alzó las manos para intentar arrebatarle el arma pero Dorian posee más fuerza; siguieron forcejeando hasta que Alberich logro rodar y colocarse encima de su atacante.
―Alberich―así se llamaba ―détente―
Casandra, le suplicaba al ver que intentaba apuñalar a su padre en el pecho. Alberich recuperó la calma y se permitió ser misericordioso con Dorian. Permitiéndole vivir. Alberich soltó el cuchillo quedando este a pocos centímetros a la izquierda de Dorian.
De igual manera, Dorian sereno su enojo e intentó pensar para poder pedir explicaciones y comprender absolutamente todo.
-¿Que pasa aquí?- Dorian necesitaba saber
-Lo amo-confirmó lo obvio
Dorian enloqueció al escuchar aquello, no concebía que su hija se comportará de esa manera, que se atreviera a amar a cualquiera que le hablará bonito al oído, que le prometieron el mundo entero y ella lo creyó, pero lo peor de todo es que aceptará verlo a escondidas como una cualquiera.
Sin reservarse ningún insulto le hizo saber lo que pensaba
-De ser un hombre habría hablado conmigo, habría participado en el torneo, habría luchado por ti con honor y no te habría convertido en una puta -cerraba los puños con fuerza y poco a poco se acercaba a ella.
Alberich se percató de ello y se interpuso entre ellos y al ser ofendido intento defenderse y explicarse pero Cassandra se le adelanto.
-¿A quién quieres Engañar? ¡Jamás lo hubieses aceptado! Jamás le hubieras dado la oportunidad. Para ti lo único que importa es la pureza de la sangre, se honesto conmigo ¿desde cuándo arreglarse el torneo para que tu mejor amigo se case conmigo?
-¿me crees un monstruo? ¡Eres mi hija! Y yo soy un hombre de honor, jamás te haría tal cosa. El torneo se llevó a cabo sin mi intervención.
-Eres un monstruo sin importar lo que digas -la dureza con la que Cassandra afirmaba tal cosa le golpeó el corazón, ama a su hija y no daba crédito a sus palabras- se lo de William ¿cómo pudiste engendrarlo y después abandonarlo? ¡somos hermanos y no me lo dijiste!
Sintió como si Cassandra lo golpeara con la fuerza de miles de hombres, conocía el secreto, sabía que estaban unidos por sangre pero un detalle era erróneo
-¿quién te dijo eso? ¿Acaso fue aquel demonio que robo tu cara?
-¿de qué hablas? - Al decir aquello una idea absurda se le metió en el cerebro -conozco a mi Cassie y esta no eres tú ¡eres otro demonio!
-¿Perdón? -Ella se confundió y perdió el hilo de la conversación, por un momento, Alberich se acercó a ella y la tomó de la mano para hacerle saber que estaba ahí a su lado.
-¡tu, demonio! Intentas sacar a la luz mis pecados -perdía la razón a cada segundo -¿los quieres? ¡Bien! William comparte tu sangre pero no por ser un Blake ¡fue tu madre quien lo engendro! Yo la amo y no me importó, pero fue ella quien lo repudiada y lo abandonó para morir, fui yo quien se lo confió a los DeFoe yo lo salve de morir solo en el bosque.
-¡Mentira!
-Pregúntale, no podrá negarlo, William fue producto de la violación -Cassie. Le creyó.
-Ella quería purificarse por eso lo abandonó. Y ahora yo debo purificarte. tu sabias, conocías lo que los ligaba y aún así lo alentaste.
-¿yo? Fuiste tú quien lo dejo participar en el torneo, pero el solo quería entregarme mi libertad. Pero aún así no lo sabias y de haber ganado él y yo...
-¡cállate!
Saco el puñal gemelo al primero y el ataque no iba dirigido al amante sino a su propia hija. Alberich se interpuso a tiempo para recibir el ataque en el hombro. Sin pensar, Cassandra lo cubrió con su cuerpo, esperaba un segundo ataque que le arrebataría la vida, un golpe que jamás llegó, al mirar se encontró con un William que le sujetaba la muñeca à su padre. Will se encargó de alejar al furioso Dorian de la pareja, ambos forcejeaban y para la mala suerte de ambos, Will no contaba con su fiel espada, aquella que le ayudaría a ponerle fin a este conflicto, Dorian por completo perdió la razón y sólo poseía un mísero cuchillo. Así que no se veían en desigualdad de condiciones, la fuerza física de ambos era muy similar sin embargo La demencia de Dorian le daba motivación para deshacerse del entrometido y así aniquilar a su hija, a él no le importaba por encima de quien tenía que pasar para conseguir su objetivo. William alcanzó a sujetar la mano que sostenía el arma, con un rápido y fuerte giro logró que lo soltara y de paso le torció la Muñeca, impidiendo así su nuevo uso.
Mientas Dorian se lamentaba del dolor sujetando su muñeca, William lo sujeto por detrás, inmovilizándolo para así obligarlo a calmar su tormenta y la niebla de su mente se disipara para así comprendiera la situación.
Como era de esperarse no ocurrió nada de eso, lo único que Will ganó fue un golpazo en el rostro. Dorian lo había golpeado con su nuca en plena nariz, Will lo soltó y de Inmediato se llevó las manos a la nariz sangrante intentando eliminar el dolor y detener la hemorragia. Por este motivo no fue consciente de que su rival había encontrado el cuchillo que Alberich. Anteriormente le arrebato Y sin darle tiempo a reaccionar, Dorian. Le propinó una patada en el pecho que lo tumbo. Dorian se le subió para blandir el cuchillo, William esperaba la muerte pero esta nunca llegó en cambio tres gotas de sangre que salieron de la boca de Dorian le marcharon el pómulo, el tiempo pareció congelarse para inmortalizar aquel momento, para que esta noche fuera recordada por los ángeles de la noche, porque gracias a este fatal destino, nacerían por segunda vez
Dorian se desplomó sobre él. Y fue capaz de ver como la espada de Alberich le sobresalía de la espalda y un poco más atrás Cassandra miraba horrorizada sus manos cubiertas de sangre.
De inmediato se quitó el peso de encima, quería consolar a su media hermana sin embargo, Alberich se le adelanto, llegó hasta ella y la abrazo con fuerza pero esta lo rechazó
-¡vete!-dijo al mismo tiempo que se arrojaba a los brazos de William. Quien la recibió con su cálido cuerpo un poco shokeado.
Alberich insistió un poco pero ella lo rechazó en todas la ocasiones que lo intento por eso decidió darle su espacio y se marchó ya hablarían cuando se calmara.
-Lo mate-lloro sobre el fuerte pecho de William, el aun no creía que hubiese. Matado a su propio padre. –lo mate.
+++++++++++
Ahora si es la recta final esperan dos capítulos. Más y el epílogo y en el último capítulo porfavor no me maten que se q podría pasar xD
Espero que les guste este capítulo de nuevo les doy las gracias por sus votos y comentarios. Que me ayudan a continuar
Gracias a todos los que han estado desde siempre junto a estos personajes también a aquellos que se unieron recientemente !!! Gracias por todo
Un mega abrazo
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