09. the homecoming dance.
۫ ּ ִ ۫ ˑ ֗ ִ ˑ ּ 𖥔 𓄼 ࣪⠀ ִ ۫ ּ ֗ ִ ۪ ⊹ ˑ ִ ֗ ִ ۫ ˑ ᳝ ࣪ 𓄹 ⊹ ᳝ ࣪
ANGEL ━ CAPÍTULO NUEVE:
❛ EL BAILE DE BIENVENIDA ❜
ִֶָ . ָ࣪ 🕊 ˑ ֗ ִ 🦋 ˑ ִ ֗ ☁️ . ָ࣪ ִֶָ
Homecoming, el Baile de Bienvenida, la mejor noche para declararsele a alguien mientras bailaban una canción lenta, o como deseen llamarle, final y oficialmente había llegado a la preparatoria East High a calmar los nervios y pensamientos negativos de la mayoría sus estudiantes.
─Hoy sí que debe de ser un buen día para ser Ricky Bowen. ─soltó un largo suspiro Big Red, a lo que su mejor amigo lo miró con una ceja alzada.
─¿A qué te refieres con eso? ─inquirió.
─Amigo, es el baile de bienvenida ─espetó con obviedad, señalando uno de los tantos posters pegados en las blanquecinas paredes de la escuela─, y puedes invitar a Nini al baile ahora que rompió con EJ.
─¿Qué? No, Red, no voy a invitar a Nini al baile. ─soltó Ricky Bowen, mientras junto a Big Red caminaban por el pasillo principal de la preparatoria, ganándose alguna que otra mirada la llevar puesto su pantalón de pijama. El pelirrojo al escuchar a su amigo, arrugó el puente de su nariz con confusión.
No lo entendía, en verdad no lo hacía. Había pasado la mitad de su verano escuchando al chico hablar de Nini y de cuánto se arrepentía que haberle pedido un tiempo, de igual manera en la que estaba pasando sus dos primeras semanas de clases observando como Bowen se encontraba perdiendo una de las mejores amistades que él podía llegar sólo por creer las palabras que su ex-novia había dicho sobre Calíope. Y ahora, que tenía la opción de tratar de remendar uno de los dos corazones que había roto, no la tomaba.
Increíble. Esto no era nada más que increíble.
─Amigo, esta es tu oportunidad. Ella ahora está soltera y buscando.
─Uno, ya lo sé. Tuve que oírlo por Ashlyn, quien se enteró por Seb; dos, para ella sólo soy un amigo ─comenzó a explicar, evitando rodar sus ojos─; y tres, dejaré un lado "La Operación Troy" para concentrarme en recuperar la confianza de Callie.
«Ahora todo tenía sentido» pensó Big Red, quedándose parado en la mitad del pasillo viendo como su mejor amigo se alejaba de él y caminaba a una dirección que desconocía en ese momento.
Sin tomarle mucha importancia al asunto, subió sus hombros y caminó en dirección a su casillero.
Por otro lado, estaba el auditorio de música en el ala norte de la preparatoria, que desde las afueras de sus paredes se lograba escuchar el sonido que los platillos de una batería causaba al ser tocados con sus baquetas, al igual que alguna que otras carcajadas y/o quejidos provenientes de seis personas.
Los cuatro adolescentes presentes en el salón rodaron sus ojos burlonamente, luego de que el ojiverde se ofreciera a contar un chiste que la noche anterior había encontrado en una de sus redes sociales, pero sin rechistar frente a la pantalla, aceptaron.
─¿Saben dónde es que Superman cuelga su capa? ─preguntó un emocionado Bradley, pasando su verdosa mirada entre sus cinco amigos tras la pantalla, quienes, incluso al saber lo que vendría, le siguieron el juego levantando sus hombros o simplemente negando─ ¡Pues en su superchero!
Calíope tapó su boca rápidamente, evitando que el chocolatado liquidó saliera de su boca y mojara el suelo y causara algún accidente con un instrumento; Jazzmyn, al encontrarse en el hogar de sus abuelos, no le importó que el agua que estaba bebiendo saliera por su nariz a causa de su risa, empapando la cámara que la dejaba verse, causando que las risas aumentarán. Mason, en cambio, al canalizar su respiración, soltó las baquetas de sus manos dejando que cayeran al suelo, mientras en tono burlón decía: "Boo. Ése te lo conté yo. Merezco los derechos de autor", causando que Bradley, tras la pantalla, le regalara la vista de su dedo corazón.
De un momento a otro el ambiente se tensó un poco en cuanto Dean golpeó el hombro de Calíope, para luego señalarle con la mirada que un cierto chico se encontraba recargando su cuerpo en el umbral de la puerta. El resto de sus amigos, al darse cuenta de esto, desarmaron el semi círculo que habían formado y giraron sus cuerpos en dirección a Ricky; Talía se encargó de mover su móvil, dejando que su novia y su hermano quedaran a la vista.
«Dios, ¿qué hacía aquí?» pensó la morena al cerrar sus ojos y dejar que un leve suspiro escapara de sus labios, pues Ricky Bowen no era la persona que sus amigos desearan ver en ese exacto momento... O en cualquier otro, de hecho. Ellos estaban molestos con él por la forma en la que la había tratado y estaba segura de que ese enojo no se habría ido aún.
Y bueno, si, ella debió haberle dicho a sus amigos sobre la charla que había tenido con Ricky dos noches atrás y que las cosas estaban mejorando un poco, pero de igual manera sentía que no debía hacerlo al ser un tema delicado y privado para el ruloso.
Talía observó al chico, pasando sus chocolateros ojos de arriba a abajo y cruzó sus brazos, para finalmente hablar: ─¿Por qué usas pantalón de pijama? ─cuestionó, siendo la primera en romper el corto silencio que se había formado.
El chico bajó su mirada a sus piernas.
─No es mi pijama.
─¿De verdad? Pues no te creo, Bowen. Tú eres el mentiroso aquí.
Antes de que el chico pudiera emitir cualquier sonido, la voz de la pelinaranja se hizo presente en el salón.
─¡Basta! No armaremos una discusión en este momento, ¿bien? ─desactivó un corto momento su micrófono para dirigirse a alguien más, para después volver su vista al chico─. Al menos no ahora que no estoy con ustedes.
─¿Por qué tanto revuelo? Sólo quiero hablar con Callie. ─comentó, acomodando nerviosamente su cabello con una de sus manos.
Las miradas de los tres adolescentes presentes más la de los únicos dos en la llamada fueron posadas en la morena, quien sólo les sonrió de vuelta.
Calíope carraspeo su garganta antes de dirigir su voz al chico. "Si quieres podemos hablar afuera" fue lo que colmó el vaso para los integrantes de Cosmic Dreams.
─¿Qué? ¡No! Estamos un poco... No, de hecho estamos muy ocupados en éste momento. ─espetó Dean, buscando la aprobación de Bradley y Mason, quienes sin dudarlo lo siguieron.
─Si gustas puedes retirarte y no volver jamás.
─Dudo que Callie quiera hablar contigo luego de lo que le hiciste. ─siguió el rubio luego de escuchar la voz de Bradley salir del celular.
En un sincrónico acto, los rulosos colocaron sus ojos en blanco, con la pequeña diferencia en que Callie lo había hecho divertida ante la protección de sus amigos, mientras que Ricky había sido a causa de una pequeña molestia.
[ DEAN ]
─ Senior Year.
"Si supiera la fecha de nacimiento de Ricky podría decirles si él y Callie están hechos para estar juntos, pero ¡no! La niña no quiere preguntarle porque le da vergüenza."
Calíope se acercó al chico y tomó de su muñeca, llevándolo a un lado de las afueras del salón, ignorando cada comentario que sus amigos iban diciendo a medida que caminaba. Miró los ojos del chico, notando como tenían el mismo brillo que cuando ocurrió su primera interacción fuera de la escuela, cuando él comenzó a llamarla por "ángel", y sonrió ante ello.
─¿De qué querías hablar? ─preguntó, luego de asegurarse que sus amigos no la estuvieran espiando.
Al escuchar las palabras de la chica, Ricky pestañeo dos veces, saliendo de sus pensamientos.
─Yo... Uhm... ─comenzó a balbucear, para luego aclarar su garganta─ Yo quería saber si quisieras ir al baile conmigo y, bueno, también con Big Red.
La pregunta le cayó por completa sorpresa a la chica Kane, puesto a que no había pasado por su mente siquiera asistir al baile, incluso había planeado con sus amigos ver un maratón de las películas de Marvel o Star Wars, ya que, honestamente, no le llamaba la atención volver a ir como el año pasado, pues no se lograba hacer mucho teniendo a algunos profesores y al director como chaperones, también la pista de baile estaba normalmente vacía o con sólo tres parejas y nueve personas ━sus amigos, Seb, Natalie y ella━ disfrutando del momento, mientras el resto sólo se sentaba a tomarse algunas que otras selfies y a comer.
Oh, y además debía agregar que la pregunta de Ricky la había tomado por sorpresa al pensar que él invitaría a Nini, contando que ahora estaba soltera y buscando... Al menos eso era lo que había escuchado por Ashlyn.
─Ricky ─comenzó a decir, pensando bien en cuál sería su respuesta─...No lo sé. Hoy es el baile y como no tenía planeado ir no tengo nada, ni siquiera un vestido.
─Por favor, ángel ─suplicó, observándola a los ojos y haciendo un puchero, logrando que la chica soltara una pequeña risa─. Prometo que será la mejor noche de tu vida.
Calíope cerró sus ojos fuertemente por unos cortos par de segundos y luego los volvió a abrir, pensando en cuál sería su panorama en caso de que aceptara la propuesta de Ricky.
─¿Entonces...? ─la insistencia del chico logró sacarla de sus pensamientos.
Una pequeña sonrisa se hizo presente en su rostro, mientras decía: ─¿Prefieres ir por mí o nos vemos aquí?
Ante la respuesta de la chica, el rostro de Ricky se iluminó completamente con una gran y estúpida sonrisa. ¡Le había dicho que sí!
[ ... ]
El resto del día Ricky se lo había pasado pensando sobre como lograr que esa noche sea inolvidable para Calíope y para él, pero en especial para la chica, siendo que la única razón por la que asistiría al baile sería para lograr recuperar la confianza de la chica y hacerle saber lo mucho que la apreciaba en su vida.
Su mente no lograba concentrarse en ninguna otra cosa que no fuera la posible felicidad que su ángel podría tener al finalizar el día, algo que le había causado tres caídas del skate en camino a su casa y no poder colocar las llaves en la cerradura de la puerta de su propia casa. Soltó un pequeño bufido ante el cuarto intento fallido y cerró sus ojos, para después dibujar una sonrisa en su rostro y llevar sus pensamientos a otro lugar que no fuera su mejor amiga; y lo logró, finalmente.
Y digamos que se arrepentía un poco al entrar a la sala de estar y encontrarla hecha un completo desastre.
─Papá, estoy preocupado ─dijo, en cuanto encontró al hombre durmiendo en el sofá con una manta cubriendo su cuerpo─. Huele como mi habitación.
─¿Por qué no estás en el ensayo con tus amigos? ─cuestionó, evitando el comentario de su hijo.
─¿Por qué no estás trabajando?
─Me estoy tomando el día. ─se excusó.
Ricky se acercó a las ventanas mientras le hacía saber a su progenitor que este ya era el quinto día seguido en el que se tomaba el día; corrió las cortinas, dejando que la luz solar invadiera la habitación y que Mike Bowen tapara su rostro con la manta que cubría gran parte de su cuerpo. El chico lo miró y negó con una pequeña sonrisa en su rostro, ante la acción de su padre.
─Diez minutos más y me levanto.
─Oye ─quitó la manta del cuerpo del adulto─, mamá no volverá. Así son las cosas ahora, ¿está bien?
El padre de Ricky se sentó en el sofá y negó, mientras le hacía entender a su hijo que no estaba bien. El joven dejó a un lado la manta que se encontraba doblando a un lado y comenzó a recoger parte de la basura del suelo.
─A mí tampoco me gusta, pero no puedo verte así. Tienes que bañarte y volver a la civilización.
─No te veo a ti saliendo al ruedo después de tú ruptura con Nini. ─contraatacó, observando atentamente a si hijo arreglando el desorden que había causado durante sus cinco días de duelo.
─En eso te equivocas, mi amigo ─un sonriente Ricky guardó sus manos en los bolsillos de su sudadera, listo para darle la noticia a su padre de que asistiría al baile─, porque iré al baile esta noche.
Mike Bowen sonrió ante lo que su hijo le había dicho.
─¿En serio? ¿Con quién?
[ RICKY ]
─ Junior Year.
"Con Calíope, como ya saben. Pero también con Big Red, ¿sí? Llevaré a Big Red a su primer baile. Lo sé, soy el amigo del año. Denme el premio. ¿Quien necesita una novia si tienes una amiga a la que hacer felíz y un amigo que no sabe bailar? Él llevará la mentas; Callie su carisma, talento y belleza; y yo, el baile. Ay Dios..."
─Estamos juntos en esto ─ignoró la pregunta de su padre, pues sabía que si mencionaba el nombre de la chica, él comenzaría a lanzar comentarios sobre lo mucho que adoraría que Calíope fuera parte de la familia y no, no con la intención de querer salir con Athena Kane, la madre de la chica─. Velo como un pacto de amigos.
─¿Debo anotarme en citas por internet?
─Primero, arregla la cama, papá ─sugirió, mientras tomaba su mochila del suelo y se acercaba a las escaleras─. ¡Con pasos de bebé!
Dicho esto, su cuerpo comenzó a desaparecer del campo de visión de Mike Bowen, y abrió la puerta de su habitación.
Ahora, la pregunta del millón, ¿qué usaría para esta noche?
[ ... ]
En el transcurso a la casa de Big Red, Ricky sólo le había hecho saber dos cosas y media: la primera era lo hermosa y radiante que se veía, aún que siempre lo hacía, y dos, él quería arreglar las cosas y ganarse su perdón y que todo estuviera normal entre ellos; también le hizo saber que la extrañaba y que la amaba como su mejor amiga, que él la necesitaba en su vida. Y era verdad, el castaño tenía todos esos verdaderos sentimientos por Calíope, por su ángel, pero sólo había un pequeño detalle en todo esto... Él en verdad no sabía si lo que sentía por ella era sólo amor de amistad o, bueno, el romántico.
No recordaba cuando había sido el minuto exacto en que su ex-novia había desaparecido casi completamente de su mente, siendo reemplazada por la chica que normalmente lo inmensamente feliz y por la que su corazón latía más rápido que de costumbre en sólo recordarla.
Sin embargo aquí estaba, sentado en la mesa junto a Calíope, Big Red y otros chicos del musical, con su móvil en mano y quejándose sobre como E.J Caswell se había robado a su novia, para después terminar con ella y salir con otra chica a los días siguientes. La morena, cansada de escuchar casi los mismos lamentos de su amigos, apoyó su cabeza en la palma de su mano y puso sus ojos en blanco, logrando que Ashlyn y Carlos la invitaran a su conversación, la cual aceptó agradecida.
Si se supone que esta noche sería para compensarlo todo, ¿por qué estaba pendiente de eso? De hecho, eso ni siquiera era parte del plan que Caswell le había hablado, ya que, de primera, Nini ni siquiera tenía pensado en asistir al baile con Kourtney, debido a que habían decidido tener una noche de chicas ━a la cual, había sido invitada unos minutos después de aceptar se la acompañante de Ricky y Big Red━ junto a la señorita Jenn.
─El punto que es hiciste un pacto con tu padre. ─comentó sonriente el pelirrojo─ Volverás al ruedo, ¿no? Así que hazlo. ─se acercó discretamente un poco más al chico y en un susurró volvió a hablar─ Esta noche, con Callie.
─No voy a usarla para eso, Red; es mi mejor amiga ─afirmó en voz baja, asegurándose de que nadie de su mesa escuchara a excepción de Big Red─. Además me está ayudando a volver con Nini.
─Sólo digo que ella es dulce, bonita y se que te hace feliz ─se encogió de hombros─. Y, sí, puede que te esté ayudando, pero al final del día decidiste dejar el plan para volver con Nini de lado hasta volver a tener la confianza de tú-ya sabes-quien...
─Puedes decir su nombre, no hablamos de Voldemort.
─¡Ya lo sé! ─exclamó en voz baja─. La cosa es que si decidiste dejar a Nini a un lado por un momento para pasar un buen rato con Callie, puedes hacerlo por el resto de tu vida, o al menos por parte de esta ─dejó escapar un pequeño suspiro de su boca─. Ricky, chicas como ella no van y vienen. Lo sabes.
Ricky sintió como sus mejillas comenzaban a tornarse rojas y miró por el rabillo del ojo a la chica, notando lo entretenida que se encontraba junto a Carlos y Ashlyn. Sonrió ante esto, pues el hecho de verla feliz le provocaba que su corazón comenzara a derretirse de la ternura al ver como su rostro entero se iluminaba gracias al precioso brillo de sus ojos y a la tenue luz artificial del recinto, que, casualmente, sólo se encontraba sobre su cuerpo.
Se veía hermosa, al igual que siempre.
Tras un leve golpe que sintió en su hombro, creyendo que había sido el pelirrojo sacándolo de sus pensamientos, se levantó de la silla captando la atención de los presentes en la mesa diez y le tendió su mano a la morena.
─¿Qué te parece si vamos a bailar? ─preguntó animadamente.
Sin darle muchas vueltas, Calíope asintió y tomó la cálida mano del chico, ayudándola a levantarse del asiento.
─¿Están estas ocupadas? ─la amable voz de Gina captó la atención de todos en la mesa, dejando a la vista lo feliz que se veía tomada del brazo con EJ Caswell.
Carlos negó con su cabeza, acción que causó que los chicos se sentaran inmediatamente; sin embargo, la voz de Gina volvió a escucharse, sólo que esta vez para pedirle a su "bebé" que le trajera ponche, a lo que él obedeció.
La morena ahogó la carcajada que moría por salir de sus labios, pues el hecho de que parte de su plan no funcionaría al no tener a Nini presente le causaba gracia. En cambio, Ricky, aún con sus dedos entrelazados con los de Calíope, se acercó a Gina.
─Oye, no quiero interferir en tu cita, pero te mereces algo mejor ─con su mano libre señaló discretamente a la cita de la chica─. Ese tipo no es buena gente.
Gina levantó su mirada y apoyó su brazo en el respaldo de la silla, para finalmente hablar.
─No eres el más indicado para dar consejos de amor ─ladeó su cabeza─. Y cuando quiera tu opinión te avisaré.
«Oof, pero que diosa» pensó Calíope al escuchar como la chica de brillante y colorido vestido se defendía.
─Te la diré de todos modos porque creí que tenías más clase.
Tras esa frase, Calíope comenzó a tirar del chico, obligándolo a ir a la pista de baile, pero al notar que no causaba efecto en Ricky, decidió llamarlo por su nombre, a lo que Big Red se unió a ella.
Ignorando las voces de sus amigos, Bowen continuó. ─Pero quizás sea cierto lo que todos dicen de ti.
El malhumorado semblante de Gina se podía notar hasta el otro lado del mundo, ¿pero quién la culparía? Ella tenía todo el derecho de hacerlo, incluso Calíope podía decir que todos en la mesa estaban molestos ante las palabras del ruloso. Todos podían coincidir con el pensamiento de que Ricky Bowen se estaba comportando como un imbécil.
─¿Ah, sí? ¿Y qué sería?
─Qué eres demasiado ambiciosa para tu bien y para el de todos.
Luego de inclinarse para tomar su pequeño vaso con ponche dentro de él y de beber un sorbo del rojizo líquido, Ricky se dio cuenta en lo que había dicho, arrepintiéndose al instante. Sin embargo ya era muy tarde, pues el jalón que Calíope le había dado ni siquiera le dio la oportunidad de volver a dejar el vaso en la mesa.
Y por milésima vez, Ricky Bowen la había cagado.
─Esto fue un gran error, ¿verdad? ─preguntó el chico, tratando de romper el silencio que de había formado entre ellos.
Calíope lo miró con una ceja alzada.
─¿Qué? ¿Hablarle así a Gina? Si. Fue muy grosero ─contestó, saltándose de la mano del chico al ya estar en la pista de baile─. Le debes una gran disculpa.
─Vino al baile con el ex de mi ex. ¿Qué es lo que le pasa?
─¿Qué es lo qué le pasa? ─contestó incrédula─. Quizá no tenga que ver contigo, Ricky. Quizá la gente puede salir con quien quiera y estar con quien quiera. El mundo no gira a tu alrededor, no eres el único sufriendo en la tierra.
Ricky asintió avergonzado, pues lo que su amiga le había dicho era nada más que la verdad. Se sintió como una completa basura tras la escena que había causado, y temía que todo haría que su ángel se alejara más de él.
Nada de lo ocurrido estaba en el plan de último minuto que había hecho, y daría lo que fuera para repetir todo lo ocurrido en el día.
Se quedó un momento en silencio con la vista puesta en la última chica a la cual había herido sus sentimientos, encontrándose con que se encontraba hablando molesta con EJ Caswell. Frunció sus cejas al ver como la morena vaciaba un poco de ponche sobre su pareja. ¿De qué habrán discutido? pensó interesado en la situación, antes de volver a hacer su voz presente.
─Prometo ir a disculparme después de que bailemos ─dijo, con una leve sonrisa dibujada en su rostro, mientras se acercaba más a la chica y volvía a captar su atención─. Además, está ocupada, ¿para qué molestarla más ahora, cuando tenemos la oportunidad de disfrutar la noche?
La chica sonrió y observó su alrededor, notando como sólo algunas parejas o citas se encontraban bailando lentamente al ritmo de la música. Su vista paró en su pelirrojo amigo, que se encontraba balanceando su cuerpo cómodamente con Ashlyn. Y, repitiendo la acción del castaño, se acercó, rompiendo los algunos centímetros que los separaban, para luego enrollar su cuello con sus manos.
─Sabes que puedes colocar tu manos en mi cintura, ¿verdad? ─dijo, mirándolo suavemente a los ojos.
─Prefería que tú me lo dijeras. No quiero incomodarte, ángel.
[ CALÍOPE ]
─ Junior Year.
"Si Ricky no fuera mi amigo y no estuviera enamorado de Nini, perfectamente podría decir que está tratando de coquetearme. Créanme. Tener tres amigos me ha ayudado a saber esto del coqueteo de los chicos. "
Calíope negó divertida y quitó sus manos del chico para tomar sus muñecas y posarlas en su cintura, para después volver a enrollar el cuello del chico. Tras esto, Ricky apegó más el cuerpo de la chica al suyo, causando que una pequeña sonrisa se hiciera presente en el rostro de la morena.
Mientras movían sus cuerpos al compás de la lenta y romántica canción, ambos descansaron sus cabezas en el hombro de sus compañeros y cerraron sus ojos, ignorando el calor que sus cuerpos habían obtenido a causa de sus corazones latiendo sincronizadamente. En ese momento sintieron como el resto del mundo se quedaba totalmente paralizado, siendo los únicos con la capacidad de disfrutar de la noche.
En ese instante sólo eran ellos junto a sus inocentes fantasías.
[ ... ]
La noche del baile había acabado antes de lo que Calíope hubiera querido, ya que después de que ella y Ricky terminaran de danzar su primer y único baile, el chico había visto la oportunidad de acercarse a Gina para disculparse cuando esta comenzaba a caminar hacia la salida del gimnasio de la preparatoria, dejando a Callie en la pista de baile con el resto del club de teatro por un par de minutos más antes de que la magia del Hada Madrina de Cenicienta diera por finalizado al toque de las doce en punto.
Por qué en el momento en que Ricky volvió al lugar para decirle que Gina le había pedido que la llevara a su casa, sintió que aquella pequeña y esponjosa nube en la que se encontraba volando se había esfumado, logrando que cayera al duro suelo llamado realidad. Aún así, con una sonrisa finjida en su rostro le dijo al chico que estaba bien, que ella no tenía problema alguno en quedarse unos momento sólo con Big Red y el resto del grupo de teatro.
Todo era una pequeña mentira, porque sí, a Calíope sí le había dolido un poco el pecho cuando vio al chico desaparecer una vez más por la puerta del gimnasio con la compañía de Gina. Pero, claro, aquel dolor punzante que había sentido fue simplemente el comienzo de lo podría empeorar su noche, porque cuando el joven Bowen le escribe un mensaje para avisarle que no lograría llegar antes de que el baile finalizara puesto a que había tenido un percance con el automóvil a unas cuadras de la casa de Gina, por lo que la chica le había ofrecido quedarse en su nuevo hogar hasta que la grúa llegara.
Y, dos horas con treinta y cinco minutos después de que el chico partiera, con la misma sonrisa con la que le había dicho esas ultimas palabras a Ricky, subió al auto de su madre. La mujer no cuestionó nada en ningún momento, sólamente se dedicó a manejar por la iluminadas calles de Salt Lake City, observando cada cuanto a su hija, notando como su mirada se encontraba perdida por el paisaje que se lograba apreciar desde la ventana. Athena Kane arrugó levemente el puente de su nariz ante esto. Odiaba que su pequeña niña se encontrara de esa manera por un simple chico, pues sí, sabía un poco lo que había ocurrido, ya que se había encargado de sacarle un poco de información a su hija antes de recogerla, claro.
¿Pero ahora? Ahora lo único que Athena Kane se encontraba observando era al mismo chico que había roto ━por lo que ella creía━ el corazón de su hija, balanceándose nervioso en sus pies al encontrarse frente a la entrada principal.
Ricky Bowen soltó un corto suspiro mientras se alejaba del fronte de la casa y caminaba hacia la pequeña entrada que llevaba al patio trasero, y sin preocuparse de que alguien pudiera verlo, quitó el cerrojo del cerco de madera y entró. Y, al notar que ninguna de las dos mujeres Kane se encontraban en el garaje, subió su vista al piso de arriba de la casa, específicamente al ventanal de la habitación de Calíope. Quería disculparse con ella por lo que había ocurrido anteriormente y por la noche de hoy, así que ideó un, tal vez, un poco ¿peligroso? plan. Hizo tronar los dedos de sus manos y comenzó a escalar el árbol que daba a la habitación de la chica.
En cuanto los pies de Ricky ya se encontraban pisando el techo, se acercó a la ventana y al notar como la chica se encontraba sobre su cama con un pequeño cuaderno a su lado, golpeó suavemente el vidrio. Calíope, al escuchar aquel sonido, se giró levemente en dirección a la ventana y frunció su ceño, extrañada al ver a su amigo en las afueras de su habitación con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro; se levantó de su cama y caminó hacia la ventana, dejando que el frío viento invadiera su cuerto al abrirla.
─¿Qué haces aquí? ─cuestionó, haciéndose a un lado para que Ricky entrara a la habitación, y, luego cerró la ventana antes de girarse a su amigo─. Creí que estarías donde Gina.
─Dejé su casa hace unos minutos atrás ─dijo, quitándose el saco que llevaba puesto y dejándolo en la cama de la chica─. Quería verte para disculparme por haberte dejado sola en el baile.
─En realidad no estaba sola; Big Red, Ash, Seb y Carlos estaban también ahí ─afirmó, mientras se acercaba a su cama y se sentaba en ella, subiendo sus dos piernas─. Luego Theo llegó, también, y parecía haber estado ayudando a EJ limpiar su traje.
─Lo sé. Se que en sí no lo estabas ─asintió, siguiéndola con la mirada antes de caminar y acomodarse a un lado de ella─, pero no debí hacerlo. No debí haberte dejado allí cuando quise invitarte para que pasáramos un buen rato y yo pudiera recuperar tú confianza. Fue demasiado estúpido no haberte preguntado si querías acompañarme, tal vez después podríamos haber ido a otro lugar y...
─Relájate, lince. Todo está bien ─esbozó un pequeña sonrisa.
─¿Estás segura? Por que...
Calíope asintió y ladeó levemente su cabeza.
─Ricky, caminaste desde la casa de Gina hasta acá y, además, te escabulliste a mi habitación sólo para pedirme perdón.
─¿Cómo sabes que caminé? ─preguntó.
─El auto de tu papá debe de estar en el taller y tus zapatillas tienen un poco de barro, al igual que la parte de abajo de la ventana ─dijo con obviedad, señalando los pies de su amigo.
─Oh, claro, claro. Lo siento, Nancy Drew. ─el tono divertido que Bowen había usado, logró que Calíope rodará sus ojos juguetonamente, mientras las comisuras de sus labios se elevaba.
Ricky no pudo evitar ser contagiado con la sonrisa de Calíope. Adoraba verla sonreír, pues la hacia ver más hermosa y adorable de lo que era. ¡Oh! Y no olvidemos de lo brillantes que sus ojos se colocaban; según podían él, podían iluminar cualquier oscura habitación en un sólo segundo. Ricky soltó un suspiro, y volvió a hablar.
─¿Crees que tu mamá sepa que estoy aquí contigo? ─preguntó, dándole una rápida mirada a la puerta. Calíope se encogió de hombros.
─No lo sé, Romeo ─le respondió, encogiendose de hombros; el castaño sonrió ante el apodo que le habían puesto─, pero tampoco creo que le importe mucho. Mamá te adora.
─Yo pienso que me odia, al igual que tus amigos.
Calíope frunció el ceño e hizo un mohín con sus manos, tratando de quitarle importancia a lo que su amigo recientemente había confesado.
─¿Qué? ¡No! ─soltó en una voz más aguda de lo normal, delatando su mentira. Ricky, notando esto, arqueó una de sus cejas─. En sí no te odian a ti, odian que me hayas roto un poco el corazón, nada más. Pero prometo hablarles para que dejen de matarte con la mirada.
─Tú sabes que lo siento ─volvió a decir─. Y, de verdad quiero que todo vuelva a ser como antes; que podamos hablar sin sentirnos incómodos, de poder abrazarte, poder tomar tu mano cada vez que siento que mi mundo se derribará. Te quiero a mi lado, ángel.
Los brillantes y grandes orbes de la chica se suavizaron ante las palabras que Ricky Bowen le había dicho. Bajó su cabeza, con la intención de tapar la delicada y pequeña sonrisa de enamorada que se había formado en su rostro, sin embargo, ignoró ━o al menos trató de hacerlo ━ la manera en la que su corazón comenzó a latir mil veces por segundo.
─En verdad quieres que te perdone, ¿cierto?
─Si, pero cada palabra que dije fue en serio ─afirmó, mientras se acercaba un poco más a ella─. En verdad lo hago. Te extraño, ángel.
Dudosa de lo que iba a ser, inclinó su cuerpo en dirección a Bowen, depositando un tímido y breve beso en su pómulo.
─Creo que lo estás consiguiendo, pero creo que deberías seguir intentándolo; sabes que soy un poco orgullosa ─farfulló, mientras su mirada aún se encontraba puesto sobre el chico, y luego bajó sus piernas del colchón.
Cuando notó que Calíope se encontraba
colocándose sus pantuflas, preguntó: ─Oye, ¿qué haces?
─Iré a decirle a mamá que estás aquí ─le respondió con obviedad─, y estaba pensando que que tal vez podría preguntarle en si podrías pasar la noche aquí; claro, sólo si lo quieres.
─Le avisaré a mi papá que dormiré aquí esta noche. ─asintió, brindándole una sonrisa.
─Genial ─le devolvió el gesto─. Tengo que contarte sobre todo lo que ocurrió mientras no estabas, especialmente cuando Born to be Brave sonó por los parlantes ─luego se levantó de la cama y caminó hasta la puerta de su habitación. Ricky observó cada uno de los pasos que ella dio.
─¿Quieres que vaya contigo? ─preguntó, acercándose a Calíope, quedando a uno de sus lados.
Ella negó, mientras devolvía su mirada hacia su amigo, diciendo: ─No, no creo que sea necesario ─luego deposito un beso en una de las mejillas de Ricky─. Vuelvo enseguida.
Dicho esto salió rapidamente de su cuarto, dejando a su amigo de pie con los ojos perdidos en la puerta blanca. Se encontraba encantado, de hecho, sentía como si aquel beso lo hubiera hechizado de pies a cabeza.
Llevó la palma de su mano a la zona aún un poco húmeda y la tocó con delicadeza, para finalmente sonreír y volver a la comodidad de la cama de su amiga, listo para tener una grandiosa noche junto a ella.
Y, ugh, bien, ¡lo admitía! Tal vez, pero sólo tal vez, sí sentía algo más que amor platónico hacia la chica.
ՙ𖤐𓂃 ֶָ֢ MADS' SPEAKS!
BUEN@S DÍAS/ TARDES/NOCHES!! ¿Cómo están, preciosurxs? En verdad espero que se encuentren bien y que se hayan dado un tiempo para respirar y pensar en lo mucho que valen en este gran universo 💖
Yyy, bueno, hablando de la historia o capítulo en sí, ¿qué les pareció el capítulo? A mí parecer, Ricky y Calíope me van a dar diabetes de lo dulce y empalagosos que se están poniendo ah. Los adoro. Son mis pequeños bebitos♡
Otra cosita sobre la historia, el sábado hice un nuevo edit (que está al comienzo de la novela) y me gustaría saber lo que opinan de él. ⬇️⬇️⬇️
Bueno, les dejo por hoy SJSJS.
¡Nos leemos pronto!
─Con mucho amor, Mads♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro