07. always by your side.
۫ ּ ִ ۫ ˑ ֗ ִ ˑ ּ 𖥔 𓄼 ࣪⠀ ִ ۫ ּ ֗ ִ ۪ ⊹ ˑ ִ ֗ ִ ۫ ˑ ᳝ ࣪ 𓄹 ⊹ ᳝ ࣪
ANGEL ━ CAPÍTULO SIETE:
❛ SIEMPRE A TU LADO ❜
ִֶָ . ָ࣪ 🕊 ˑ ֗ ִ 🦋 ˑ ִ ֗ ☁️ . ָ࣪ ִֶָ
A pesar de que las clases habían finalizado hace un par de horas atrás, los pasillos de la secundaria East High no se encontraban del todo vacios; parte de su alumnado se encontraban dirigiéndose a la biblioteca con algunos libros o cuadernos en sus brazos, mientras que otros recorrían cada lugar de la escuela junto a sus amigos por diversión ━extraño, lo se━ o, bueno, unos simplemente discutían con sus parejas esperando a que el ensayo del musical comenzara, como en el caso de Nini y E.J Caswell, quienes se encontraban discutiendo alejados del resto del grupo de teatro.
Calíope dejó de reír junto a sus amigos cuando vieron que los integrantes de la obra se encontraban varados frente a su salón,
algunos pretendiendo no escuchar la conversación de la pareja del momento y otros, bueno... Otros estaban preocupados de encontrar el hámster perteneciente a Natalie.
─Uuy, parece que hay problemas en el paraíso. ─canturreó Dean, antes de ganarse una mala mirada por parte de Ashlyn Caswell, la prima del co-capitán del equipo de waterpolo y la chica que interpretaba a la señora Darbus en el musical. Elevó un poco sus brazos, dejándolos a la altura de sus hombros─ Bien, lo siento. Fue inapropiado.
Cuatro de los cinco adolescentes, al no sentir interés por los problemas que los tortolitos tuvieran, pasaron por el medio de los presentes sin notar que su rubio amigo se había quedado apreciando la escena. Calíope, al notar la falta de su presencia, giró un poco su cuello y ahí lo vio, parado a un lado de Seb Matthew y al de Theo Laferty, con su mano izquierda tapando su boca que, claramente, se encontraba un poco abierta; negando divertida se acercó a su amigo y tomó su muñeca.
─Chismoso. ─soltó Calíope al rubio a su lado, mientras en sus labios se formaba una pequeña sonrisa.
Mason rodó sus ojos al sentir el contacto de la mano de Callie con su muñeca, sabiendo que la chica lo arrastraría del lugar.
Ambos adolescentes caminaron a donde el resto de sus amigos los esperaban, Mason refuñando entre dientes y Calíope observándolo divertida. Sin embargo, la pequeña caminata por el pasillo se vio interrumpida ante los llamados de Nini a la morena; la chica soltó su agarre de su amigo y giró su cuerpo en el lugar.
─Callie, ¿podemos hablar? ─la chica cruzó sus brazos en su pecho acercándose, y notó como Nini bajaba su vista a las puntas de su cabellera tomadas en dos bajas coletas, nerviosa─ Quiero pedirte disculpas por lo ocurrido.
Talía, Bradley y Dean se acercaron un poco a donde las chicas y el rubio se encontraban, claro que no con la intención de ser metiches en la conversación, después de todo Calíope de todas formas les contaría, sino que en caso de que algo malo ocurriera ellos estarían al lado de su amiga. Ante esto, Kane sonrió al sentir la compañía de sus mejores amigos.
Ya saben, ellos tendrían su espalda y ella la de ellos.
Realizando un mohin con su mano, le dio a entender a Nini que prosiguiera.
─En verdad siento mucho lo que hice desde que comenzamos el año, pero me dejé llevar por los celos que sentía al verte cerca de tu-ya-sabes-quien. ─explicó.
La morena apretó sus labios tratando de ocultar la pequeña sonrisa que moría por aparecer en su rostro, pues le había causado gracia la forma en la que se había referido a Ricky.
─Antes de que tú o tus amigos digan algo, no estoy tratando de excusarme. Estoy tratando de remendar mi error al haberte juzgado mal a pesar de ya haberte conocido un poco el año pasado. ─volvió a decir, haciendo una pequeña pausa─ Se que no te agrado en este momento y no me molesta, se que lo merezco. Y me gustaría volver a empezar las cosas contigo, y no tendríamos que ser amigas neceariamente, pero volver a las pequeñas sonrisas al vernos estaría bien para mí.
─No me desagradas, Nina, ni siquiera el que me hayas acusado de haber tomado tu teléfono logró que lo hiciera. ─dijo amablemente─ Ricky me habló sobre ti durante casi todo el tiempo, incluso cuando debía ayudarlo a calmar sus nervios antes de una de sus tantas citas que tuvo, y sólo escuché cosas buenas sobre ti. El chico te ama, aún que no haya podido decirlo explícitamente.
Bradley al escuchar las palabras de su amiga dirigidas a Nini, inclinó su cuerpo al de sus amigos restantes y en voz baja habló: "No hay nada más romántico que tratar de unir a tu crush con su ex-novia" , causando que soltaran una fuerte carcajada.
Ignorando esto, Nini estiró su brazo a Caliope con la intención de hacer las paces; sin embargo, la morena negó con una pequeña sonrisa en su rostro y se acercó a la chica, enrollandola en sus brazos.
[ MASON ]
─ Senior Year.
"Nini es un poco molesta, pero ustedes aún no están listos para esa conversación."
─¿Entonces estamos bien? ─cuestionó la chica de las coletas luego de separarse del abrazo.
─Digamos que por el momento sí, lo estamos. ─contestó antes de dar una media vuelta e irse a las afuera de la secundaria junto con su grupo.
Dios... Después de "arreglar" las cosas con Nini, necesitaba beber un café caliente, ¿y qué mejor lugar que en dónde su madre era dueña?
[ ... ]
Sólo era el segundo día de la semana y su día ya iba como un avión en descenso. Y no, no sólo era porque Calíope volvía a ignorarlo, tampoco porque Nini hasta el momento no había demostrado una pizca de atención hacía su persona, mucho menos por la mala calificación que había obtenido en el examen de matemáticas y de física. No. Esto era mucho peor de lo que podía siquiera haber cruzado por su mente durante sus dieciséis años de vida.
Esto sólo involucraba a su pequeña y rota familia de tres.
Y honestamente, Ricky Bowen adoraría decir que entendía todo lo que estaba sucediendo en su vida estos últimos tres meses, pero todo había ocurrido en un abrir y cerrar de ojos; un día tenía a sus padres felices ━bueno, al menos aparentando serlo━ sentados en el sofá de la sala de estar disfrutando de una comedia romántica o una película de terror, y al siguiente estaba sólo con su padre, luego de que su madre haya partido a Chicago por su trabajo, cada uno en su habitación en silencio, encontrando la manera de entretenerse y/o cenando el recalentado de la pizza que habían pedido la noche anterior.
Sentía que había vuelto a ser un niño pequeño, cuestionándose todo lo que ocurría en su alrededor y en que era lo malo que él o su padre habían hecho para que su adorada madre los dejara solos en un lugar donde muchos de los recuerdos que tenía de ella habían sucedido.
Odiaba esto. Odiaba el querer gritar, llorar y golpear algo a causa de la impotencia que tenía. Quería hacerle saber a Lynne Bowen el error que estaba cometiendo al mudarse lejos de él. ¿Es que acaso no extrañaría a su pequeño? ¿Acaso todos esos te amos y daría mi vida por ti fueron viles mentiras, sólo para hacer creer que era una buena madre? ¿En qué momento el haría lo que sea contar de verte feliz fueron llevados por el viento?
Él quería o más bien, necesitaba ver a sus padres compartiendo un hogar y una cama, no le interesaba volver a desear todas las noches reconstruir el roto hogar en el que se encontraba. No le interesaba tener que ir algunas veces a la consulta donde sus padres asistían a terapia.
Había pasado más de media hora desde que Big Red había caído tendido ante los encantos de Morfeo, y más de media hora desde que él sólo se daba vueltas por el suelo al no lograr conciliar el sueño a causa de sus pensamientos y las palabras que unas horas antes la señorita Jenn le había dado de consuelo. Y, bueno, digamos que la máquina de sonidos que el pelirrojo usaba para tapar la otra máquina que ayudaba a que sus ronquidos no se escucharan, más el recuerdo del hámster de Natalie ━quien era la directora del musical, por cierto━ comiendo una barra de proteína en la oficina de su maestra, no ayudaban del todo.
─Estúpida selva amazónica. ─murmuró, antes de tomar el colchón inflable que unas horas antes Big Red le había ofrecido para dormir y lo colocó sobre su rostro, haciendo presión en la zona de sus orejas.
Al notar que nada lograba hacer que los sonidos no se escucharan tan fuertes, quitó el colchón de su rostro y, con un pequeño bufido, destapó su cuerpo de la frazada y se levantó del suelo tratando de no hacer la mayor cantidad de ruido posible, incluso sabiendo que su amigo no iba a despertarse; agarro su mochila del pequeño sillón azul y la colgó en su espalda, después tomó su patineta y casco para, finalmente, subir por las escaleras y llegar a la primera planta de la casa. Con el mayor cuidado posible abrió la puerta principal y, pisando sólo con las puntas de sus pies, salió del lugar que llamaba segundo hogar.
Dejó su skateboard en el cemento y subió a ésta, con uno de sus pies se dio un pequeño impulso, logrando que comenzara a avanzar por las silenciosas y vacías calles de Salt Lake City. Por un momento se puso a pensar en lo estúpido que había sido abandonar la casa de Big Red, teniendo en cuenta que el lugar en el que menos deseaba estar en ese momento era su casa, donde sus padres se encontrarían discutiendo el tema del divorcio.
Divorcio... Ugh. Nunca había detestado tanto una simple y estúpida palabra de tres sílabas como lo estaba haciendo ahora, en sí nunca había pasado por su mente lo que esa palabra podía llegar a cambiar drásticamente la vida de los seres humanos. Nunca creyó que Bowen y divorcio estaría en una misma oración.
Diez minutos después de vagar por las calles de su ciudad, se encontraba fuera del hogar donde la mujeres Kane vivían. No tenía idea de cómo siquiera había llegado allí, puesto a que en el momento en el que sintió el frío viento chocar con su rostro, parar en la vivienda de Calíope no estaba en sus planes. Tal vez había sido su subconsciente quien lo había llevado a visitar a su amiga, después de todo ella era quien normalmente lo aconsejaba cuando era necesario. Si... Tal vez eso pudo haber sido.
Bajó de de su skate, dejándolo levantado a un lado del asiento del porche, se acercó a la gran puerta blanca y, finalmente, tocó el timbre. Desde tras la puerta logró escuchar como la suave voz de Calíope tras gritar "Yo voy, ma, no te preocupes" se acercaba más a él. Dejó escapar de sus labios un pequeño suspiro cuando la morena apareció en su rango de vista.
─¿Ricky? ─soltó confusa y sin mucho ánimo al ver al chico parado frente a ella─ ¿Qué haces aquí? Son las once de la noche.
─Yo... Uhm... Tuve unos problemas en casa.
Ricky bajó su mirada a sus zapatos y comenzó a jugar nervioso con la yemas de sus dedos. Al notar esto, la chica le sonrió débilmente, tomó una de sus manos y tirando de ella lo hizo entrar a su hogar. Esperó a que el chico diera unos pasos más y cerró la puerta tras ellos.
[ CALÍOPE ]
─ Junior Year.
"¿Qué? ¿Esperaban que lo ignorara sólo por estar molesta con él? ¡Claro que no lo iba a hacer! A pesar de todo sigo siendo su amiga y no lo voy a abandonar en ningún momento, en especial uno como éste."
─Callie, cielo, ¿quién era? ─cuestionó Athena Kane entrando a la sala principal, secando sus manos con un paño de cocina. Al ver que su hija se encontraba con cierto chico, frunció sus cejas─ ¿Ricky? ¿Qué haces por aquí?
Antes de que pudiera abrir su boca, la voz de la menor de las Kane resonó por la sala de estar.
─Tuvo problemas en su casa. ─respondió Calíope─ ¿Crees que pueda quedarse por esta noche, ma?
La señorita Kane ladeo su cabeza confundida ante la actitud de su hija, puesto que hace un par de horas atrás ella se encontraba quejándose sobre cómo se sentía al respecto al muchacho. Sin embargo, asintió sin pensarlo más de una vez; ya se había vuelto una costumbre que el muchacho pasara una noche o el día entero cuando algo ocurría en su hogar.
─Ve a acomodarte a la habitación de invitados. Callie te buscará algo para que uses y yo hablaré con tu padre, ¿si?─dijo con una pequeña sonrisa, a lo que Ricky asintió agradecido─ Bueno, que descanses bien, Rick.
Dicho esto, ambos muchachos subieron la escalera en un completo silencio; al llegar al pasillos donde las habitaciones se encontraban, Calíope tomó la mano de Ricky y le dio un suave apretón antes de hacerle saber que volvería en un minuto.
Callie entró a su habitación y fue directo a su guardarropa. Buscó alguna prenda que fuera lo suficientemente grande como para que su amigo durmiera cómodamente; sonrió cuando tras toda su ropa actual encontró una camiseta verde y un pantalón de buzo café, que le había robado a su tío James dos veranos atrás, cuando su mamá y ella habían ido de visita a su ciudad natal. Cerro las dos puertas del mueble y se encaminó a la habitación frente a la de ella.
Ricky, quien se encontraba sentado en la cama abrazando uno de los pequeños cojines, giró su cabeza a la puerta cuando la escuchó abrirse, dejando ver a Calíope con dos prendas de ropa en sus manos, la cual dejó sobre el antiguo baúl que estaba a los pies de la cama.
─Se que debí haberte llamado para preguntar si te molestaba que viniera.
Calíope posó sus almendrados ojos e hizo un movimiento con sus manos, restándole importancia.
─No, está bien. De igual manera no me hubieras encontrado, escribía una canción y digamos que de igual manera no hubiera contestado tu llamada.
El de castaña cabellera asintió entendiendo y observó a la chica tomar asiento a su lado.
[ RICKY ]
─Junior Year.
"Muy bien, eso dolió."
─¿Qué ha ocurrido, rulitos? ─preguntó en tono delicado. Lo que menos quería en ese momento era hacer sentir incómodo a Bowen, sin importar lo molesta que se encontraba con él hace un par de minutos atrás.
─Es un tema muy difícil de hablar... ─balbuceo─ Y no sólo contigo, es con todos en general. Es como si...
Ricky exhaló pesadamente por su nariz y posó su mirada en la chica, logrando ver que Caliope se había sentado a un lado de él, subiendo sus descalzos pies al colchón y cruzando sus piernas, quedando en posición de indio. Posó su mano en el hombro del chico y lo apretó suavemente, dándole a entender que tenía su apoyo.
─Mi mamá ha vuelto... Volvió sólo para que ella y mi papá me dieran la noticia de que se divorciarán. Luego ella volverá a Chicago. ─explicó mientras se levantaba de la cama y tomaba las prendas de vestir, para luego guardar silencio por un par de segundos─ Y no se que hacer. Estoy muy asustado esta vez. Todo ya se siente distinto.
Calíope se levantó de la cama y lanzó su cuerpo al de Ricky, pasando sus brazos al rededor de su cuello. El chico correspondió al abrazo en el segundo que sintió el peso de la chica sobre él y dejó que algunas lágrimas corrieran por sus mejillas.
Al separ sus cuerpos unos minutos después, ambos volvieron a sentarse en el colchón.
─Oye ─Calíope chocó su hombro con el de Ricky en forma juguetona, sacándole una débil sonrisa─, todo estará bien. Estoy más que segura de que tus padres te adoran y de
que esto lo hacen por tu bien, incluso si suena extremadamente estúpido y sin sentido. Y nada logrará cambiar el amor que sienten por ti, ni siquiera el hecho de que vivan en diferentes lugares. Ellos siempre tendrán algo en común y ese serás tú.
Ricky recostó su cuerpo en la cama, acción que fue seguida por Callie; luego, ambos se miraron.
─Y si, lo sé, todo este proceso será demasiado emocional y un poco difícilde atravesar, pero no es nada de lo que no puedas manejar. Big Red, yo e incluso mi mamá estaremos para ti cuando sea que lo necesites, no importa la hora o día. ─tomó su mano y entrelazó sus dedos al escucharlo sorber su nariz─ Siempre estaré a tú lado, sin importar cuán raras estén las cosas entre nosotros, Ricky. Ninguna discusión logrará que todo lo que siento por ti me aleje hasta olvidar nuestra amistad.
Ante las palabras de la chica, Ricky sonrió y acarició delicadamente su mejilla.
─En verdad eres un ángel, Callie. Me alegra que seas parte de mi vida. ─susurró antes de besar su frente como de costumbre─ Gracias por todo.
La morena sintió como la sangre de todo su cuerpo subía a su rostro, caléntandola y dándole una tonalidad rojiza. Ricky al notar esto sonrió enternecido, pues adoraba como sólo él era quien provocaba los sonrojos de Calíope.
Ya sientiendo un poco de vergüenza ante esto, la de cabellos ondulados, se sentó en la cama con la excusa de dejarlo descansar, no sin antes responderle lo importante que él era en su vida.
─Antes de que te vayas, Callie. ─tomó suavemente su muñeca, reteniendo a que se levantara completamente─ ¿Crees que es una buena idea de que vaya a hablar con mi mamá?
Kane ladeó su cabeza pensando en una buena respuesta, para finalmente hablar tras unos cortos segundos: ─Sería muy egoísta de mi parte no permitirte que vayas a hablar con ella sólo por preferir que te quedaras aquí está noche, después de todo, lo que más necesitas son respuestas de ella.
Ricky se levantó y se acercó a Calíope y la abrazó; luego acercó sus labios al oído de la chica y habló con una suave voz: ─Bien, entonces... ¿Nos vemos mañana en la escuela?
Callie se separó del abrazo mas no de él, dejando unos pequeños centímetros alejados. Asintió y se acercó para besar la punta de su nariz.
─Le diré a mamá que decidiste ir a tu casa a resolver todo.
Asintió ante las palabras de la chica y se dirigió a la puerta. Antes de salir por ésta, giró un poco su cuerpo observando el cuerpo entero de la chica.
─Te quiero. ─soltó, sin siquiera esperar una respuesta.
─Y yo a ti, rulitos.
Ante la respuesta de Calíope, sonrió ligeramente en dirección a la chica y salió de la habitación con los latidos de su corazón disparados.
Callie, por su parte, se quedó observando el umbral de la puerta por un par de segundos, hasta que el ruido proveniente de las escaleras la sacó de su pequeño trance. Salió de la habitación, ignorando la confusa mirada que su madre le daba y entró a la que le pertenecía; se acercó a la ventana y abrió un poco la cortina, dejando en su vista a Ricky Bowen con su casco puesto y arriba de su skateboard listo para irse de su rango de visión.
Sonrió e inconscientemente un suspiro salió de sus labios. Dios, como adoraba a ese chico.
─Tenía razón. ─asustada ante la voz de su madre, dio un salto en el lugar, para luego girar su cuerpo y posar su mirada en su progenitora, quien se encontraba sentada en el baúl a los pies de su cama─ Le gustas y te gusta.
Ladeó su cabeza con confusión.
─Nunca dije que me gustara. ─dijo a la defensiva.
─No, pero se te nota, ¿sabes? ─palmeó con delicadeza el colchón, con su vista siempre en los brillantes ojos de su hija─ Cuando conocí a tu padre estaba igual de embobada que tú con Ricky. La diferencia es que yo sabía lo que él sentía por mí, y en cuanto me di cuenta de mis sentimientos por él, acepté a todo más rápido de lo que debí... Pero no me arrepiento en nada, pues gracias a eso te tengo a ti.
Al ya estar sentada en su cama, corrió su cuerpo a los pies de ésta, así acercándose más a su madre. Posó su mirada en ella y, al notar como sus ojos se encontraban cristalizados, tomó su mano y la apretó, no sin antes deposita un beso en su mejilla.
Ya era la segunda vez en la noche que veía como dos personas importantes para ella se desmoronaban frente a sus ojos y odiaba eso, pues no sabía mucho que hacer ante eso, no entendía del todo como quitar sus penas y dolores. Detestaba no tener la capacidad de tomar sus manos y absorber todo mal sentimiento que albergaba en sus corazones, en especial cuando trataba sobre su progenitora y el donador de esperma, que en algún momento de su vida había llamado por "papá"
En cambio, con Ricky era un poco más fácil, pues ella podía aconsejarlo a base de su experiencia al haber sido la mayor parte su vida, ella y su mamá. Calíope podía tratar de sacarse el dolor con saber que su amigo tenía la posibilidad de hablar con su madre, en este caso, que se iría de la ciudad. Calíope podía decirle a Ricky que hiciera todo lo que ella no pudo hacer con Daniel Ryder antes de que la abandonara cuando tan sólo tenía seis años casi cumplidos.
─Deberías darte cuenta de lo que sientes por Bowen antes de seguir ayudándolo a estar con Nini. ─aconsejó─ Soy tu madre y conozco esa mirada de enamorada, siempre la colocas cuando ves a esos famosos que te gustan ─rió levemente ante su tonta comparación─ La diferencia es que ahora es alguien que, uno, te conoce y, dos, siente lo mismo por ti. No desaproveches la oportunidad, mija.
La joven mujer se levantó del oscuro baúl y depósito un pequeño beso en la frente de hija, no sin antes murmurar un: "Descansa bien"; luego de esto, caminó a la salida de la habitación y apretó el interruptor de la pared, dejando a Calíope centrada en sus pensamientos con sólo la lámpara de su mesita de noche alumbrandola.
Dios, tanto drama ¡y sólo era martes!
ՙ𖤐𓂃 ֶָ֢ MADS' SPEAKS!
hELLOOOO! ¿Cómo están, preciosurxs? En verdad espero que se encuentren bien.
(el mood de ricky durante toda la temporada 1 AHSJJS)
La verdad es que decidí escribir gran parte del capítulo con el punto de vista de Ricky, ya que sentí que mucho de lo que escribí no sólo lo describía a él, sino también a mí (sacando la parte de la madre mudándose a Chicago o en sí a cualquier otra ciudad). Y las palabras dichas por Calíope son las que en algún momento del año pasado recibí por parte de una amiga, sólo que esta vez la transforme en una escena romántica (?
Honestamente, siento que escribir éste capítulo me ayudó a desahogarme.
En fin, cuentenme ¿qué les pareció el capítulo, les gustó? ¿qué es lo que esperan ver en un futuro para Callie y Ricky?
¡Nos leemos pronto!
─Con mucho amor, Mads♡
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