III
-𝕵𝖚𝖌𝖚𝖊𝖒𝖔𝖘 𝖆 𝖘𝖊𝖗 𝖉𝖎𝖔𝖘-
Canción de ambientación: i don't need your name-Rosenfeld
- ¡Por Jesús! -exclamó un hombre barbudo que no paraba de gritar desde aproximadamente una hora- ¡Alguien sabe por todos los santos! ¿Dónde está Gabriel? -posó una mano en su frente- ¡agh! -gruño furioso.
-Señor, creo que lo hemos encontrado de nuevo-mencionó uno de los ángeles que traía una mirada de consternación no podía creer lo que diría-pero puede que no le guste saber donde se encuentra en este momento-murmuró evitando la mirada del hombre.
- ¡Pues donde está, perdimos contacto con él incidente con aquel demonio! -suspiro con cansancio.
-Mi señor...
-Por todo lo bueno, tengo el mal presentimiento de que algo anda mal-susurro en voz baja mientras veía el registro de todas las almas del mundo.
El ángel admiro el rostro deprimente de aquel imponente hombre, su dolor era enorme hasta el punto que podía sentirlo con toda la intensidad que desprendía de su cuerpo.
-Sabes Uriel las almas están desapareciendo y se supone que Gabriel bajó a la tierra para averiguar qué sucede-argumento preocupado el ser que se hacía llamar Dios, más al ver como su arcángel evitaba aún más su mirada-y bien ¿Dónde está Gabriel? -le interrogó con curiosidad al ver su reacción.
-Mi señor, Gabriel...está con aquel que no debe ser nombrado...-murmuró por lo bajo para que solo ellos escucharan- ¡Al parecer no recuerda que es un ángel! No sabría decirle qué es lo que pasó pero según lo que nos contó Farlán...digo Miguel lo que nos informó es que ha vivido como un ser humano-se tronaba los dedos con preocupación.
- ¿Gabriel está con la sucia serpiente? -repitió con asombro.
La noche emanaba un lúgubre destello de lujuria por cada rincón de esa enorme ciudad el claro ejemplo de todo esto no era nada más ni nada menos que la habitación número 66 del hotel llamado "Paraíso".
-Dime que no es cierto-impaciente se levantó de su trono.
El chico de mirada esmeralda se acercó hasta el chico de baja estatura sus ojos verdes como esmeraldas brillaron llenos de deseo morboso, posó sus manos encima de la cadera del chico que ante su roce no pudo evitar sentir como esas manos le quemaban por dentro al sentir un remolino de emociones en ese preciso momento.
- ¡Mi señor intente calmarse si intenta contactarlo solo provocará más caos! -balbuceo el arcángel con inquietud en su voz.
Inconsciente posó sus manos encima de los hombros del chico más alto delineando lentamente sus tonificados músculos, Levi clavó su vista en los labios del joven se mordió el labio superior por la repentina incomodidad que comenzaba a surgir en su parte baja rozó suavemente su pelvis contra la del chico de porte alemán.
- ¡Al diablo con eso! -bramó furioso, mientras tomaba el libro de vida donde llevaba todos los registros.
Eren por su lado sonrió orgulloso y malicioso al ver el tipo de reacción que le ocasiona al chico de ojos color carbón, sus manos viajaron hasta el trasero del chico de casquete corto, paso sus manos por los muslos del chico, ejerció un poco de fuerza dándole a entender que enroscaba sus piernas alrededor de su cadera, Levi acató su orden en cuestión de segundos.
-Pero mi señor ¡Él sabrá su ubicación! ¡Es demasiado peligroso! -el arcángel camino hasta él para arrancarle el libro de sus manos.
Eren no dudo más tiempo y lo estampó contra la pared más cercana, Levi soltó un gemido de sorpresa al notar el cambio de ambiente, rápidamente fue despojado de su ropa interior junto con sus pantalones quedaron en alguna parte de la habitación.
-Sabes que si algo le pasa a Gabriel todo empeorara...-se quedó a la mitad de su discurso justo después de encontrarla dirección donde se encontraba su preciado ángel.
Eren escupió en su dedo índice y medio algo de saliva lo suficiente para que esta funcione como lubricante, los colocó en la entrada del joven sin previo aviso y lo penetró con estos. Los gritos de sorpresa mezclados con éxtasis por parte de Levi no se hicieron esperar, provocando que el deseo fogoso en el interior de Eren aumentará.
- ¡Lo encontré! -grito efusivo el hombre de barba larga mientras veía la dirección señalada por el mapa.
Levi era un manojo de gemidos, sus ojos reflejaban un fuerte deseo abrumador de sexo, se encontraba al borde del orgasmo. Eren lo noto al ver cómo ese rostro sonrojado no era nada más que lascivia pura, tomó las caderas del joven preparándose para penetrarlo.
-Me alegro que aún podamos encontrarlo...-fue interrumpido por el grito de Uriel quien comenzaba a sentir como su piel se quemaba.
-Juguemos a ser dios a crear algo insólito que solo nosotros conocemos, provoquemos el mejor de los cataclismos, angelito-susurro sensualmente cerca del oído del chico que se deshacía en gemidos, preparándose para entrar.
-Con un carajo, callate y solo cogeme-le insinuo sensualmente cerca de su oído, restregó su trasero contra la polla palpitante del otro.
-Tan impaciente pequeño-un gruñido gutural escapó de su garganta entrando de una sola estacada en su interior. Levi abrió grandes los ojos al notar el enorme tamaño del chico.
- ¡Muchacho! ¡¿Qué sucede?! -corrió a auxiliarlo más al ver como este comenzaba a tener marcas de quemaduras en su cuerpo.
- ¡Joder! -gimió fuerte al sentir como su cuerpo alcanzaba el clímax, su juicio comenzó a nublarse debido al placer.
Eren al notar como Levi estaba a punto de perder la noción debido al éxtasis que comenzaba acumularse en su parte baja, no dudo en aumentar sus embestidas comenzando a ver el paraíso que hace mucho tiempo no sentía con tal fervor.
- ¡Dios ayudeme! ¡Me siento corrompido! -gimoteo del dolor, una descarga eléctrica recorrió todo su cuerpo.
Él hombre de barba comprendió por donde iba el asunto, volteo a ver el punto destellante blanco que marcaba el mapa donde se encontraba el arcángel que buscaba, este lentamente se estaba volviendo gris. En los ojos del hombre de barba se aglomeraron las lágrimas junto con toda la ira en su ser.
Segundos bastaron para que las embestidas de Eren aumentarán hasta el punto que al dejarse guiar por el placer lentamente sus alas que se esforzaba por mantener ocultas salieran a hacer acto de presencia, dos estocadas más y ambos alcanzaron la anhelada liberación , sin embargo, Eren no espero que cuando tocara el rostro bañado en lágrimas y uniera por segunda vez sus labios con los del chico una sensación corrosiva con imágenes distorsionadas con el rostro de Dios hicieran acto de presencia.
-Luciel...pero qué demonios has hecho-sollozó suavemente al ver como el arcángel más fuerte durante mucho tiempo, fue corrompido.
A lo lejos en el mismo lugar se escuchaban gritos de terror por parte de los ángeles ya que el cielo se desmoronaba al perder uno de sus pilares más fuertes que salvaguardaba la seguridad de todo el lugar, las lluvias desbordantes no se hicieron esperar, los ángeles estaban de luto al perder a uno de sus guardian. Gabriel, la pieza más importante de dios quien sería el encargado de esparcir el mensaje de sabiduría cuando fuese necesario había fallado en su misión de obtener información sobre el mal. Había caído en las garras de satanás entregándose para ser profanado por la oscuridad.
-Con que tu nombre es Gabriel-pensó justo después de romper el beso con el chico de mirada carbón, su mirada se intensificó al escuchar a lo lejos la lluvia-tan jodidamente adictivo-le murmuró por lo bajo justo después de ver como ese brillo blanquecino y brillante se apagaba lentamente volviéndose gris apagado y carente de vida.
Por su parte aquel ser que era venerado por el mundo entero no pudo evitar enfurecer y lanzar un fuerte rayo contra la Tierra cerca del hotel donde ambos jóvenes se encontraban, prendió el micrófono que se conectaba con el resto de altavoces en todo el lugar.
- ¡Mis queridos ángeles y arcángeles, uno de los nuestros fue sodomizado por esa sucia serpiente! -bramó- ¡Por lo que si queremos salvar todas esas almas de ese cruel destino tenemos que pelear! -gritó con furia- ¡El destino de la humanidad se decidirá después de esta pelea! -los ángeles callaron, escucharon atentamente lo que su líder tenía que decir- ¡Luciel nos declaró la guerra en cuanto puso su mirada en Gabriel! -gritó con todas sus fuerzas motivando a su ejército.
En cuanto a Levi le regresó la lucidez observó al ángel de alas negras que tenía enfrente, su mirada palideció al notar que algo raro pasaba, no se sentía bien.
- ¿Qué demonios eres? -le cuestiono mientras se vestía rápidamente.
Eren por su parte, bebía tranquilamente su copa de vino, lo observo por unos milisegundos y no pudo evitar sentir un pinchazo de curiosidad en su cuerpo al ver la reacción del chico, su curiosidad comenzaba a aumentar con desesperación ante la reacción que tenía el chico, porque cualquiera lo miraría con adoración...pero el no.
-Bueno, muchos me consideran alguien bueno-sonrió con sorna, se puso de pie mientras caminaba hasta él-algunos otros me consideran la escoria del planeta, malignamente adictivo-ensanchó su sonrisa al ver como el otro se tensaba ante su voz.
-Sin rodeos que coño eres-siseo enojado, preparándose para pelear.
-Oh cariño, tengo tanto nombres-prendió un cigarrillo, le dio una calada-puedo ser muchas cosas-sus ojos reflejaban anhelo-pero puedes llamarme Eren Jaeger el jodido amo del infierno-soltó el humo conforme hablaba.
Un escalofrío recorrió toda la espalda de Levi.
Es mi primera vez escribiendo una escena de sexo, espero y no haya sido tan mala xd
Nos leemos pronto.
meilinlin12
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