-𝔏𝔲𝔠𝔦𝔣𝔢𝔯 𝔢𝔩 𝔭𝔲𝔱𝔬 𝔞́𝔫𝔤𝔢𝔩 𝔠𝔞𝔦́𝔡𝔬-

-kaleo-i can't go on without you-

Mi madre siempre dijo que no solo Dios nos observa en todo momento, sino que también Lucifer, recuerdo que mencionó que nunca debía tentar mi suerte si llegaba a encontrarme con el jodido ángel del infierno, que podía ser capaz de perder la cabeza en cuestión de segundos si lo hacían enojar.

Por lo que desde muy pequeño conozco las tres simples reglas que han sido pasadas de generación en generación:

-No lo veas a los ojos.

-No lo retes.

-No te enamores de ese pobre diablo.

Oh será tu mayor perdición en el mundo.

⚜⚜⚜

Su cuerpo se abatió con fuerza contra la terracería de aquel oscuro lugar al que ningún faro de luz podía llegar. Guardo sus alas. Camino con toda la calma del mundo, las suelas de sus zapatos resonaban por todo el lugar de esa lúgubre y solitaria guarida conforme más se acercaba hacia una puerta que tenía escrito "Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza", podías escuchar los gritos desgarradores de almas en pena rezando por piedad.

No había duda alguna, se encontraba frente a la puerta que te llevaba al infierno.

El chico de ojos esmeralda tomó el pomo de la puerta, la abrió con fuerza, entró y cerró al mismo tiempo. Lo que tenía ante sus ojos no tenía precio; a simple vista se veían las llamas de fuego que lucían por todo el lugar, estás danzaban al son de los gritos de terror de todas esas pobres almas que en algún momento fueron seres humanos que se creyeron satanás en vida propia, seres de piel rojiza con colmillos, cola y cuernos cuál demonios también había algunos con forma humana eran jodidamente hermosos ante los ojos de un simple mortal, sin embargo, había algo que destacar de estos "humanos" y eran sus alas oscuras como el abismo mismo.

- ¡¿Dónde putas está Asmodeo?! -bramó furioso, el joven de cabello castaño con alas gigantes- ¡esa jodida cabra que parece más a un caballo! -gruño por lo bajo.

El resto de personas que se encontraban cerca del lugar, escucharon el rugido por todo el infierno, las paredes retumbaron ante el ruido gutural que el chico soltó. Todos los que habitaban este lugar reconocieron la voz de aquel ángel caído que fue desterrado del cielo, era Luzbel y no se encontraba precisamente feliz.

- ¿Por qué armas tanto drama tan temprano? ¿acaso alguien no encontró con quién pasar el rato y recurrió a Manuela? -un chico de cabello café cenizo que se colocaba en el primer piso del infierno- Además, ya te dije que no me llames así, ese nombre es anticuado y feo, Jean suena más cool y jovial...-el chico paró su discurso en cuestión de segundos al ver como el chico de mirada esmeralda que tenía enfrente comenzaba a sacar humo de sus orejas.

- ¡Yo te hablo como se me dé la puta gana! -gruño furioso- ¡repíteme cuál fue la única maldita advertencia que les di jodido bovino! -mencionó mientras golpeaba el piso ocasionado que todo el infierno temblará del terror y las llamas se incrementen-les dije... ¡NO DEJEN RASTROS! -bramó colérico, su mandíbula se desencajo por el enojo que emanaba, sus ojos cambiaron de color a un negro profundo.

-Relaja la raja Eren, los humanos son idiotas y no son creyentes de voto hasta el momento en que son juzgados al borde de la muerte-restó importancia-así que dudo mucho que crean que son demonios quienes hacen todo esto-argumento con diversión mientras un pequeño brillo rojo reflejaban sus ojos lujuriosos.

-Estupida y sensual cabra, dios del paraíso de los deseos carnales-mencionó a manera de burla la voz de una joven chica de cabello rubio, pálida de piel con unos hermosos ojos celeste, cuerpo escultural que a cualquiera provocaría envidia.

-Y vino la víbora a soltar su cizaña-murmuró irritado el chico-que no te falta conseguir más miembros para el ejército-señaló al chico que cada vez sentía que explotaría aquel lugar del enojo, mientras tanto Jean rodaba los ojos- ¿que no ves cómo está el llorica porque no logró coger con quien quería? -soltó con diversión pues podía ver a través del amo del infierno la intensidad sexual que desprendía.

Annie lo analizo por un segundo, para después suspirar irritada-a veces me pregunto como carajos sigues vivo-se acercó al chico y le dio un sape-tarado, no es que nos interese si los humanos se enteran o no son seres inferiores y manipulables-hizo una pausa para ver si al chico le conectaban sus dos neuronas, lo cual al parecer estaba sucediendo-son los ángeles de quienes debemos cuidarnos, en cuando descubran el plan de Jeager no pensarán dos veces en arremeter contra nosotros...-fue interrumpida por el chico que era conocido como "el dios negro".

-No es que le tengamos miedo, podemos destrozarlo con todo el poder que les hemos robado sin que se den cuenta-una sonrisa sádica adorno los labios del chico, quien comenzó a calentar un hierro con forma de cabra-lo que queremos lograr es destrozar su espíritu, quiero doblegarlo, escucharlo gritar del dolor, el mismo que sentí cuando el bastardo me arranco las alas-cuando creyó que estaba lo suficientemente caliente, volteo con sus ojos llenos de oscuridad profunda a ver a la cabra que se atrevió a desafiarlo-Sabes Asmodeo, ese será tu nombre para siempre puedes auto llamarte Jean y cualquiera que te conozca puede llamarte así-camino con el fierro caliente hacia el chico quien estaba a punto de hablar.

- ¡Silentium! -sus ojos se tornaron negros, eran frios y tenebrosos, solto un conjuro en latín, este automaticamente le sello la boca al chico quien comenzaba a derramar lágrimas-te reducaré a no faltarle al respeto al amo y señor del infierno-finalizo su discurso, la serpiente y el sapo que apenas llegaba al lugar no dudaron someter al chico ante su jefe.

Posterior a esto, las almas en pena que se encontraban bajo el poder de la cabra de la lujuria gritaron de dolor junto con los alaridos dolorosos de uno de los fieles siervos de satanás, el punto ángel del infierno.

⚜⚜⚜

Por su parte Levi no podía sacarse la imagen mental de aquella mirada perversa de ese joven apuesto de unos 21 años aproximadamente no lograba comprender cómo con ese pequeño acercamiento que tuvo con el muy desgraciado fuera capaz de provocarle un mar de emociones desbordantes que no podía articular en simples palabras, eran tan seductoras como si de una fiera caricia se tratasen, quería volver a cruzarse con ese tipo y tener una noche loca en donde las sábanas y el alcohol fueran los únicos testigos de lo que pase.

Hange mientras tanto, anotaba en su pequeña libreta algunas observaciones acerca del lugar, mayormente sobre qué tipo de personas llegaban a este sitio, desvío por un momento la mirada para ver a su compañero quien no había emitido ningún ruido desde aquel encuentro con ese chico.

Hasta el momento solo tenía la mirada perdida y las pupilas dilatadas.

-Enano deja de fantasear con el chico-mencionó Hange con una mirada burlona, observando cómo su compañero regresaba de su trance- ¡Oh por dios! ¡Rivaille eres un asalta cunas! -exclamó con diversión provocando que el otro se enojara.

- ¡Cállate loca de los cadáveres! -sus orejas se pintaron de un rojo color cereza de la creciente vergüenza-bastardo...-murmuró por lo bajo, para posteriormente sentarse en la silla más cercana que había de la puerta sangría.

La cual conducía a un pequeño armario este se encontraba actualmente clausurado pues de ese pequeño sitio habían encontrado a la víctima más actual, por cierto dicho lugar se ocupa más para "desbordar líquidos" que para guardar cosas dentro.

- ¡Oh no seas así enano gruñón! Prometo que a la próxima te dejaré venir solo para que puedas divertirte-su sonrisa burlona se ensanchó al notar las orejas enrojecidas del chico- ¿Era necesario decirle todo ese rollo a aquel chico? -argumento con diversión la chica de lentes que se ponía los guantes de látex para poder tomar muestras de fluidos o cualquier sustancia que diera indicios de alguna pista sobre el paradero del criminal.

Levi evitó su mirada por alguna extraña razón, caminó hasta la puerta ya con sus guantes puestos y abrió la misma para que Hange logrará pasar, el se quedó afuera pues apenas y si cabía una persona allí.

- ¿Cómo pueden entrar más de una persona en ese lugar? -interrogó el chico que veía asqueado todo el lugar-ten cuidado con lo que tocas, y mucho cuidado con hacerte una herida o encajarte algo, no sabemos qué enfermedades puede haber en esta choza-hizo una mueca de asco.

-Siempre tan delicado...-canturreo por lo bajo la pelicastaña que entre todas las manchas de sangre seca que aún se encontraban en aquel lugar, lograba percibir algo-esto es...-susurro por lo bajo para posteriormente tomar con unas pinzas esterilizadas un cabello castaño- ¡Levinano pasame uno de los frascos esterilizados que hay en mi maleta! -le gritó el chico que solo atino a darle lo que le solicitó-Te dije que sentí que esos pasantes de criminología no supieron buscar bien-refunfuño molesta.

Levi enarco una ceja- ¿les llamarás la atención? -pregunto molesto al ver la poca eficiencia del equipo de su compañera.

Hange sopesó sus palabras por un momento.

- ¿Hange? -intentó llamar su atención.

- ¿No te parece extraño? -soltó de la nada, mientras veía fijamente el frasco con el cabello dentro, daba una última mirada a las paredes y el piso, donde solo se veían rastros de sangre, ningún rastro preseminal- ¿por qué mi equipo no encontró un cabello tan obvio? y ¿por qué no hay rastro de semen por ningún lado, pero si cabello? -observó a Levi.

- ¿Estás insinuando que ese tipo estuvo de nuevo aquí? -el pelinegro frunció el ceño molesto- ¡¿cómo demonios logró atravesar a los guardias?! -respondió consternado.

-Se que suena raro y es que solo se que han tenido un cambio de turno, y este pero su cambio ha sido frente de esta misma puerta, en ningún momento la han dejado sola-dijo extrañado ya que esa teoría era una completa locura.

-Si no fue así entonces no logro explicarme cómo llegó esto aquí y nadie lo notó...a menos que se haya infiltrado en la policía-Hange guardó silencio después de decir eso-Levi...que personal pusiste a cargo-cuestionó con curiosidad y rastros de incertidumbre.

-No es necesario que cuestiones si eran de confianza o no, mandaré a todo mi escuadrón a que te regalen una muestra de ADN para que puedas comparar el resultado-sugirió con una mueca de asco en su rostro-de tan solo imaginar que un miembro de mi equipo pudo cometer algo tan asqueroso me repugna-pensó con furia, para posteriormente quitarse los guantes de látex sin cuidado alguno, escribió un mensaje al oficial que se encargaba de administrar quién entra y quien sale del lugar, en este decía que necesitaba las placas de todos sus oficiales que entraron a este lugar.

-Anteojos crees que sea necesario que llame a Erwin-preguntó al aire mientras suspiraba con frustración.

-No es una mala idea-contestó la chica-no podemos confiar en nadie más que no sean conocidos que conocemos bien como para llevar un caso tan delicado-menciono mientras se quitaba los guantes que usó para tocar la escena del crimen y los ponía en una bolsita de plástico- ¡la pandilla se reúne de nuevo! -exclamó alegre.

-Siempre me sorprende tu estado de ánimo pese a la situación-susurro mientras rodaba los ojos-vámonos paso a dejarte a tu casa y de allí me voy a la comisaría para ver que todo funciona bien-suspiro agotado, paso su mano por sus cabello oscuro como la noche.

-Vale, aunque deberías dormir la ultima vez que no lo hiciste casi matas del susto a todos tus agentes y oficiales por tu mirada de perro furioso-recordó con diversión la chica.

-Recuerdo perfectamente que todos siguieron mis órdenes al pie de la letra, tuvimos un buen resultado-añadió el chico de casquete corto.

Ambos caminaban procurando esquivar a las personas que se encontraban dentro de aquel bar de mala muerte, las luces de color neon junto con el fuerte ruido de la musica nunca fueron un impedimento para que ambos jovenes adultos entablaran una conversación sobre el caracter gruñon del chico.

Si prestas atención al interior de este pequeño bar, podrás notar que había unas cuantas bailarinas exóticas, un fuerte aroma a marihuana, alcohol y sexo.

-Aroma a sexo...-repitio en voz baja con los ojos abiertos pues esto le parecia demasiado extraño-desde cuando se reconocer el aroma a sexo-se cuestiono con curiosidad el chico.

Iba tan ensimismado que solo comenzó a asentir a lo que su mejor amiga decía, no noto cuando llegaron fuera del lugar hasta que escucho esa voz...

-Detective, le gustaría seguir la fiesta en algún otro lugar-insinuó la voz sensual de cierto chico de mirada esmeralda, que invadió su espacio personal en pocos segundos.

-Tomaré un taxi Rivaille, nos vemos mañana-se despidió rápido la chica para después hacer la parada de un taxi y subirse a este.

Levi un tanto consternado por lo rápido que sucedió todo, volteo su mirada al chico de mirada esmeralda.

-Claro porque no-argumento con cierta lascivia en su mirada.

Eren respiro hondo, paso una mano por su cabello-vámonos-le susurro cerca de su rostro con la voz levemente rasposa y un poco más gruesa de lo normal.

Eso provocó que Ackerman se excitará.

meilinlin12