~3~
La puerta se abrió mostrando la figura de un hombre de pelo azulado.
Saga le temía, pero Regulus desconocía quien era. Notaba el aura de soledad que le rodeaba a la vez un aura de desconfianza ante todos.
-¡Señor Géminis!- exclamó sorprendido Saga mientras que comenzaba a temblar en temor.
Géminis le vió, como si le estuviera examinando, para luego asintió.
-Vine a ver donde había terminado Regulus.- Regulus no pudo evitar hacer un ceño de extrañeza al escuchar su nombre. Eso le hizo a sonreír al peliazul.
Saga notó eso y no pudo evitar un suspiro de alivio. Aparentemente Regulus le había ignorado durante toda la explicación.
-Me retiro. Saga, recuerda decirle el horario de este lugar- dijo para cerrar de nuevo la puerta y poner la cerradura.
Al verlo marchar Saga no pudo evitar soltar el aire. Llevaba demasiado tiempo aquí como para no poder temer a los 12 jefes, cada uno era temible a su modo.
Regulus miraba con curiosidad a Saga al sentir su temor. ¿Que era lo que temía a ese gran hombre?
Antes de poder pregúntale cualquier cosa la puerta rechino, la cerradura vieja trono y la puerta se abrió mostrando a un hombre con una larga cadena, esa cadena mantenía atados por el cuello a otros 11 jóvenes.
Regulus se mordió el labio para no soltar un grito de espanto, ¿que le estaban haciendo a esos pobres hombres?
Pobre alma, tardó demasiado en darse cuenta de que eso era lo que le esperaba cada día restante de su existencia a menos que lograra escapar de aquel lugar.
-Regulus!- siseó Saga al verlo inmóvil, tenía que hacer algo o podría ver morir a otra persona más.
El otro reaccionó ante la llamada del peliazul pero no sabía que hacer, estaba perdido.
-Ya nos vamos- anunció el guardia mientras que comenzaba a cerrar la puerta despacio.
Saga iba a gritar pero otro peli azul similar a Saga le pisó para tratar de callarlo. Regulus terminó encerrado adentro de aquella sala completamente solo.
Miró a su alrededor, que estaba sucediendo? Todo era tan raro... quería volver con su padre, escucharlo hablar sobre la naturaleza.
Lágrimas comenzaron a asomarse por sus bellos ojos azules, porque estaba sucediendo todo esto?
Calló de rodillas mientras lloraba en silencio, sabía que si alguien le viera en ese momento seguramente le matarían, pero simplemente aquellas molestas lágrimas no querían parar.
Estaba en el filo de la desesperación y la realidad donde el mundo que te rodea parece simplemente un lugar de horror.
-Porque lloras?- preguntó una voz detrás suya.
Volteó detrás sorprendido para ver a un muchacho un poco más viejo que él. Tenía un aspecto difuso y sus ojos se veían casi vacíos, sin vida alguna.
-Quien eres?- preguntó confundido mientras temblaba, no conocía a aquel sujeto.
-Mejor pregúntame quien fui- le respondió la voz mientras que parecía dirigir su vista hacia él.
-Quien fuiste
-Silencio!!- bramó enfurecido mientras que el suelo temblaba levemente.
Regulus inmediatamente calló mientras que miraba en espanto al otro. El sonido de cadenas sonó en frente de la gran puerta mientras que el latido del corazón del menor se aceleraba.
- Aries mató a Teneo porque odiaba su rebeldía- canturreó cuando el sonido de las cadenas se alejó.
-Teneo?- tartamudeó incrédulo Regulus mientras el espíritu asentía.
-Mi alma no descansa en paz, aquella bala era mi sentencia y ahora sacarlos de aquí a todos ustedes mi deber- suspiró Teneo mientras que lágrimas de color carmín bajaban por sus mejillas.
-Pero si Saga...
-Saga tiene miedo- interrumpió Teneo mientras negaba- Saga tiene miedo por todos ustedes, ha vivido este infierno desde sus casi principios.
-Ustedes...?
-11 hombres aparte de Saga y tu mismo están encerrados a manos de los que se bautizaron con los nombres del zodiaco, despidiendo cualquier relación a su mortalidad.- Teneo seguía derramando lágrimas de lo que parecía ser sangre mientras miraba al chico.
Regulus no podía decir palabra alguna, su mente parecía congelada tratando de procesar todo lo que estaba escuchando.
Todo era tan raro, un espíritu, un grupo asesino, el que pinta en todo esto?!
-Debes encontrar su mortalidad- susurró Teneo mientras que se volvía cada vez más transparente- Mañana vendrá otro espíritu, todos nosotros estamos encadenados aquí. Recuerda Regulus!!- gritó en el punto donde que el menor tenía que forzar la vista para verle- Aries mató a Teneo porque odiaba su rebeldía!!!
Dicho esto desapareció a la vez que la puerta se abría de nuevo mostrando a un peliblanco que le miraba con una rara mezcla de interés, desprecio, y...
Locura
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