~2~
El silencio rodeó el lugar. Regulus no comprendía porque el espanto de Saga mientras que Saga escuchaba atentamente afuera.
Cuervos cantaban su legumbre sonata mientras cadenas arrastraba el guardia de la mañana.
-Regulus, escucha atentamente.- tenía que explicarle todo en el poco tiempo que tenía- Tendrán algo de piedad por ti pero recuerda estas reglas:
1-. Se sumiso, trata de no revelarte, a menos que le guste a tu dueño
-¡¡Teneo!!- siseó Saga junto a otras diez personas. ¡La estupidez del pobre chico lo iba a matar!
-¡¡¡DÉJENME IR!!!- gritó el chico mientras que se removía de los brazos de un guardia- ¡¡¡NO SOY SU JODIDO JUGUE...- su gritó fue cortado por el sonido de una pistola al ser disparada.
Su estómago había sido perforada por una bala.
-Que triste...- dijo uno de los jefes, aquel que era el "dueño" de Teneo- Eras tan bello mi estupido Torito-
Aries había matado a Teneo porque odiaba su rebeldía.
2-. No desobedezcas
-¡No lo voy a hacer!- chilló Kagaho mientras que miraba al pobre chico en frente suyo. Su rostro estaba casi irreconocible por los golpes, pero la esencia en sus ojos... sin lugar a duda era el que había sido su novio antes de haber terminado en ese lugar.- ¡¡No voy a matar a Alone!!
-Kagaho es tu última advertencia- resopló molesto el hombre detrás suyo.
-¡¡¡No lo haré!!!- gritó de nuevo mientras volteaba a ver al hombre.
-Tendré que educarte, salvaje gorrión- dijo para agarrar su cuello y tronarlo en un movimiento limpio.- Bah, eras un inútil de todos modos, ese estupido de Alone ya estaba muerto.
Tauro había matado a Kagaho por su desobediencia.
3-. No trates de irte con otro "dueño"
-Señor Géminis~- gimoteo una chica mientras se recargaba contra el brazo de el hombre.
Los 11 chicos que veían eso rodaron los ojos. Ella nunca quiso escucharlos, ella ahora moriría. Una zorra menos en el mundo.
-Connor, aléjate de mi ahora mismo- ordenó el hombre mientras que apretaba los dientes en repugnancia.
-Por favor~ Su hermano me trata muy mal~- gimió mientras que miraba al mayor con cara de perra en celo.
Estaba tan concentrada en su "logro" que no se dió cuenta del otro hombre que se acercaba por su espalda, hasta que sintió el suave agarre en su cintura.
-Oh Connor~- susurró el otro hombre en el oído de la chica mientras que sus manos subían a su cuello- Eres una inepta- dijo mientras que hacía para atrás lentamente su cabeza.
-¡S-Señor Deimos!- la chica tembló mientras que sentía como sonreía su dueño.
Géminis por su parte les dio una mirada a todos los presentes para que se fueran de ahí.
Todos salieron despavoridos. Lo único que escucharon fueron los gritos desgarradores de la chica y el sonido de huesos crujir.
Deimos mató a Connor por su ofrecimiento.
4-. No desafíes por tu libertad
-Elige un juego Cancer, si te gano soy libre- dijo Gioca mientras sonreía con confianza.
-Yo que gano?- preguntó el otro sin sonreír si quiera. Eso era mala señal y los demás los sabían pero parecía que Gioca lo ignoraba.
-La vida de esta fiel servidora~
-Acepto si yo elijo el juego- dijo sonriendo. Pero esta era una sonrisa llena de sadismo.
-Claro
Los dos se dieron la mano, marcando la promesa ante los ojos de la madre muerte.
-Mata a todos los presentes- dijo sonriéndole con gran inocencia.
-¿¡QUE?!- exclamó con horror Gioca mientras todos veían horrorizados a los dos.
-G-Gioca, no lo harás verdad?- tartamudeo Saga mientras que miraba a la chica con espanto.
-Perdóname Saga- susurró mientras que agarraba la pistola de Cancer y apuntaba a Saga. Cerró los ojos para apretar el gatillo.
La bala roso su mejilla mientras un sollozo lastimero resonaba por las paredes del lugar.
-¡¡¡No puedo, no puedo!!!- gritó en desesperación mientras que sostenía el arma.
-Entonces mátate, porque de aquí nunca saldrás~
Todo se unió en las mentes de los presos, pero ya era muy tarde. Gioca había disparado contra su cabeza.
Cayó al suelo mientras los gritos de terror sonaba por doquier.
Pero lo que más sonaba era la risa de un maniático que había logrado su cometido.
Cancer mató a Gioca por su confianza
5-. No alardees
-Les digo, yo soy mucho mejor que ustedes- Marín hablo con burla ante todos- Leo es un follador de primera, no como los malditos precoces de los de ustedes.
-Por favor Marin, estamos en la mesa- dijo Saga claramente cansado de las palabrerías de la narcisista.
-Ay! Si supieran cuantas veces lo hemos hecho en esta mesa~
Todos miraron a la vieja mesa con desagrado. Ya no parecía la edad lo que la había dejado así de astillada.
-Marín~- la voz de Leo sonó.
Todos los presentes miraron con desagrado a la pareja.
-Ya voy, ya voy~ dijo sonriendo orgullosa de si misma para voltear a ver a los otros- Aprendan de algo malditas zorras.
Leo dejó que se adelantará para luego mirar de reojo a todos los presentes.
-Esa ave ya está vieja, perdonen la molestia.
Durante toda la noche se escucharon únicamente los gemidos de Marín, hasta la madrugada donde solo se oían gritos de horror y dolor.
Leo mató a Marín por su orgullo.
6-. No exijas nada
-¡Por favor señor Virgo!- suplico Saori mientras se colgaba a los hombros del hombre.
-Saori...- resopló con extremo desagrado mientras fingía una sonrisa.- Bien vamos a la sala.
Al día siguiente a Saga le habían pedido ir a la sala donde se encontraba Saori agujereada, adentro de una dama de hierro.
Virgo mató a Saori por su exigencia.
7-. No pelees contra nadie
-¡Granate! ¡Cálmate por favor!- chilló Saga mientras que cubría su nariz intentando parar el sangrado.
-¡Eres un maldito inútil Saga!- gritó Gránate mientras que levantaba el puño- ¡¡¡SALDRÉ DE ESTE LUGAR AUNQUE MUERA!!!
-¿Morir?- Geminis se acercó a los dos mientras que sostenía el puño de la chica con gran fuerza.-¿Tu que sabes de eso?
-¡T-Tu no eres el dueño de Saga ni el mío! ¡No interfieras!- intentó sonar valiente pero la voz le falló.
-Creo que eso no me molesta- habló con seriedad Acuario, quien de casualidad estaba cerca.
Géminis sonrió ante esto para luego llevarse arrastrando a la chica, quien pataleaba intentando librarse.
No la volvieron a ver.
8-. No les niegues nada a tus dueños
-¡Por favor amo Scorpio!- chilló Calvera mientras empezaba a llorar.
Las tristes lágrimas solo excitaban al hombre, eso se notaba a lo lejos.
-Vamos a jugar mucho Cal- fue interrumpido por el sonido de un golpe.
Calvera le había pegado una cachetada. Sonrió con sadismo a la vez que todos lamentaban por la pobre chica.
-Algunas palabras cobarde?- dijo mientras sacaba un cuchillo de carnicero.
Calvera miro con temor pero una valentía que no se veía desde que llegó aquí afloró en sus ojos.
-¡Voy a decir una cosa! ¡SOBREVIVAN! Regresaré a mi patria hijos de puta!- aulló con alegría antes de ser asesinada al instantes por el cuchillo de Scorpio.
Murió con una sonrisa en el rostro.
Scorpio mató a Calvera por negarse
9-. Complácelos para vivir
-Hermano...- Suspiró Ilias mientras que todos lo veían con asombro.
-Her...mano?- habló con ironía Sagitario mientras que miraba con burla al hombre.
Se dió cuenta de su error muy tarde.
-D-Digo...
-No~- Sísifo se le acercó con una sonrisa mientras agarraba su mentón- Tienes razón, eres mi hermano.
Ilias le miro con esperanza. Pobre iluso.
-Quiero recuperar el tiempo que perdimos hermano, juguemos de nuevo a la arquería como cuando éramos chicos- Ilias asintió repetidas veces mientras una sonrisa luminosa aparecía en su cara.
El blanco fue el pobre de Ilias mientras que el cazador fue Sísifo.
-Perdóname hermano- en los últimos respiros de Ilias se acercó. Un beso cálido, único que alguna vez sintió, se posó en sus labios. Antes de cerrar sus ojos por última vez juró haber sentido una lágrima del que alguna vez fue su amado hermano menor en su mejilla.
10-. No trates de escapar
Corría como si su vida dependiera de ello.
Corrección, dependía de ello.
Había logrado escapar. Estaba alejándose del edificio, lejos de su cautiverio. Lejos de Capricornio.
-Oh Pandora- la voz decepcionada le hizo caer al piso.
Como es que...?
Estaba detrás suyo, se acercaba, se acercaba.
-¡Q-Que eres!- chilló asustada Pandora.
-Soy un pobre Capricornio que ha perdido el camino- dijo para encajarle una espada en el corazón.
11-. No demuestres debilidad ante ellos
Seraphina no paraba de estornudar. Ardía en fiebre y su garganta le ardía horrores.
-Seraphina- Cuando escuchó de la nada la voz de su amo pareció alegrarse y curarse como si fuera la cura más poderosa.
-¿Que sucede amo Acuario?- su voz sonaba un poco forzada. La tos quería volver en un ataque frenético.
Acuario le miró con sospecha, pero luego se calmó.
-Nada importante...- se acercó unos pasos- Mi querida seraphin... estas enferma?- preguntó tocando su pecho.
Aquel toque desató un ataque de tos frenético. Empezó a llorar al darse cuenta que era su último día de vida.
-Perdóneme-
Esa noche la chica dio con una sonrisa su vida.
Se unió a la larga colección de niños secuestrados que había congelado el dueño del signo Acuario.
-Ahora... última pero no menos importante- Saga sonó nervioso-
12-. Ellos son los que deciden tu vida
Pefko lloraba mientras sostenía un pedazo de vidrio en su mano. Lo había encontrado en el piso.
Sus pensamientos vagaban, pero ya era muy tarde para su pobre mente, trastornada por el triste destino que le tocó vivir.
Cuando iba a hacer la primera cortada en si joven brazo la puerta se abrió de una patada.
Era su dueño, Piscis.
Del susto soltó el vidrio mientras que comenzaba a llorar.
-¿Que haces Pefko?- preguntó con tono dulce mientras se hincaba a la altura del niño.
-P-Perdóneme amo Piscis- tartamudeó entre llanto.
-Oh Pefko- soltó una leve risa Piscis.- Yo soy el que decide tu vida~ -susurró para encajarle en la yugular el pequeño pedazo de vidrio.
Piscis mató a Pefko por creer que el tenía algún control en su vida.
Dicho esto, la puerta se abrió
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