dios omega pt. 2⸝⸝

Estoy inconforme, caminando al lado de ese monstruo que se supone que es mi prometido y me abrazo a mí misma, ignorando el olor de sangre que hay en el aire.

Pasamos al lado de unas casa de humanos mientras nos adentrábamos al bosque, logro identificar un vislumbre efímero de mi propia imagen gracias a una de las ventanas.

Esta es la primera vez en todos estos días que he podido ver mi rostro. Mi corazón se hunde un poco al caer en cuenta de lo demacrada y asustada que me veo. Detalles como los tonos azules debajo de mis ojos, labios resecos y esa expresión de pavor que sigue sin irse de mí.

Minho pausa su caminata una vez se da cuenta de que no lo estoy siguiendo y se regresa, tomando un sitio a mi lado.

No sé por qué tiemblo, pero estoy llevando una mano hacia mi cabeza, en donde hay una apararente corona de flores en mi cabeza. Acaricié los pétalos; una inspección curiosa y superficial. Para mi desfortuna, intento hallar la base de la corona y quitármela, y mi pulso se acelera cuando no lo encuentro.

Está conectado a mi cráneo. Es imposible de quitar, es como si fuera parte de mi cuerpo ahora.

一¿¡Qué es esto!?一histérica, sujeto las numerosas flores que sobresalen y las agito, buscando quitármelas: no se puede. No ha de ser posible, son como cuernos. Solo que en lugar de ser cuernos, es una corona de flores.

Oh...eso era lo que los demás mântuitors tenían.

一Ven, antes de que alguien nos vea一sin darme tiempo a protestar, Minho se toma la molestia de pasar su brazo manchado de sangre alrededor de mí para obligarme a reanudar la caminata.

一¿Qué significa esto? ¿Es permanente?

一Eso que tienes ahí en la cabeza es lo que diferencian a los mântuitors de los zânăs y sí, es permanente.

一¿No que me dijiste que somos lo mismo? Hay algo que me estás ocultando一empujé ese brazo salpicado de mugrienta sangre, enfurecida.

No le hablé por lo que quedaba el resto del camino hasta regresar a nuestra mundo escondido. El muchacho de ojos miel intentó hablar conmigo, pero lo estuve ignorando.

一Ya que andas de ese humor, yo mismo me encargaré de llevar la ofrenda al templo一Minho me sigue conversando, haciéndose el inocente y cierra la puerta.

Ya van varias cosas que no encajan con lo que él me está diciendo. Primero me dice que soy como él 一un zână一 y ahora resulta que soy un tipo de especie pariente o algo así, ni sé. Con qué otras cosas me habrá mentido.

Me senté en la cama, brazos cruzados y observaba el piso como si eso fuera lo más interesante ahora mismo. Tal vez solo estoy exagerando y él me está protegiendo. Aunque sea así, me siento merecedora de que sea honesto conmigo. Tantas mentiras me suena a que hay una verdad mayor y absoluta que podría o no afectar mi futuro.

...¿Por qué huele a azufre?

Me resulta familiar, por alguna razón. No, en primer lugar, cómo sé que es azufre.

El recuerdo me cae igual de fuerte que una ladrillazo, unos meros segundos son suficientes para sentir pavor e indecisión. Me veía huyendo en un bosque, algo atrás acechándome.

Este olor es de cuando hay un demonio cerca.

一Qué tanto miras al suelo一una voz más baja y modulada, agradable de oír pero igual se me hiela la sangre al saber que esa no es la de Minho.

一¿Quién eres?一agarre lo más cercano a mí para poder defenderme: una almohada. Definitivamente voy a morir一¿Qué buscas?一inspeccione todo lo que estaba a mi vista, en medio de las sombras y no vi nada anormal.

Estoy sudando, de solo sentir su presencia. Nunca antes me había pasado con algún otro zână.

Antes de poder saberlo, yo misma me acorrale contra una pared, un mareo volviéndose más fuerte y difícil de ignorar.

Y ahí es cuando lo ví, unos ojos rojos brillando en la penumbra. A medida que se iba acercando, la silueta se hacía más fácil de ver hasta tomar la forma de casi una persona, si no fuera por esa aura maligna que sale de él.

Parpadeo y al abrir los ojos, él se encuentra frente a mí y su mano está rodeando todo mi cuello, no pude más que patalear y desesperarme cuando siento que el piso ya no lo puedo tocar.

De repente me suelta y caí en sobre mis rodillas, lo más seguro es que habrán unos moretones ahí luego. Tosí, fui recuperando la respiración y el color, pero su presencia sigue ahí y eso sigue sin calmarme.

一Qué hace un humano aquí一divagó, se agacha frente a mí con el ceño fruncido. A pesar de no sonar enojado, sí se veía curioso.

一Para empezar, quién eres tú y por qué me...一un humano, me acaba de llamar eso, ¿oí bien?一¿Por qué te detuviste?

一Ah, ¿querías morir?一se mofa de mí y me resentí un poco一Supongo que puedo entrar en confianza contigo, no pareces alguien muy brillante.

一Tienes un talento para evadir preguntas一protesté.

一Creí que lo habías tenido claro, después de todo supiste identificar el olor de azufre. Sabes que eso solo se manifiesta cuando hay demonios cerca一alcanza mi brazo y jala hacia arriba, ignorando mi desaprobación一. Pero yo no soy cualquier demonio. Soy de alto rango y soy el dios al que estos míseros zânăs alaban.

一En...Entonces eres el dios omega.

一Ese es el nombre que me pusieron, sí. La verdad es que mi nombre es Hyunjin. Por cierto, cuál es el tuyo.

一Elle. Bueno, ese no es mi nombre completo. Perdí la memoria y Minho me está ayudando a recuperarlas.

一Mmmm, ya veo qué está pasando aquí一sus labios se curvan en un estilo enfermizo y la insania que está desatada en sus ojos se hace más evidente. Dicen que los ojos son las ventanas del alma, pero este demonio seguramente carece de una一. Yo también te podría ayudar a recuperar tus memorias.

一¿De veras?一al principio, me emocioné. Pasados los segundos, recordé lo que él es. Un demonio no promete nada bueno y si lo hace, seguro hay una trampa一Y cómo planeas haciendo eso.

一Te voy a pedir dos favores. Verás, la razón por la que me colé en esta casa es porque tenía en mente asesinar un par de zânăs. Solo por eso te has salvado. Esta especie tiene unos filtros de poder muy, muy elevados y son el equivalente a un estatus de poder mientras más de sus almas son robadas一ahora que estoy viendo, ¿cuándo nos sentamos de nuevo en la cama? Es bueno distrayendo con su voz. Es tan suave y melosa一. Necesito que mates un par para mí.

一Yo ya tuve suficiente con ver cómo le abrían un pecho a la mitad a un hombre.

一Mejor todavía, ya sabes cómo hacerlo一se muerde el labio, intentando aguantarse la risa que se le quería salir. De verdad que está mal de la cabeza一. No tengo tiempo para terminar de explicarte, sin embargo. No será última vez que apareceré por aquí.

Estaba por preguntarle por qué, hasta que escucho a Minho exclamar desde afuera一: ¡Elle, ya llegué!