"No sabía que eres del tipo que le gusta hacer senderismo en montañas" fue lo que me dijo Felix cuando le propuse la idea de salir a una cita.

Estaba preparada para recibir todo tipo de interrogaciones por parte de él, ya que el haber desaparecido por la cantidad de tiempo que dijo y que un día regrese así sin más, resulta extraño.

Fue una sorpresa, por llamarlo de una manera, cuando no lo hace. Ni ojos perplejos, dudas, resistencia.

Toqué la puerta y cuando me la abrió, hice la sonrisa más agradable posible. Felix hace lo mismo y me invita a pasar.

一¿Estás listo o llegué muy temprano? 一son las ocho de la noche, y como siempre, el lugar aquí está silencioso.

一Estás temprano 一comenta sencillamente y me senté en el comedor一. Ahora, espérame aquí, que voy a por unas cosas en mi cuarto.

Suelto la respiración, ahora tranquila que no estoy en su presencia. Estos planes de Hyunjin siempre me tienen ansiosa. Minho es demasiado cuidadoso con mis reacciones y cada noche me cuesta fingir que todo está bien...dentro de lo posible.

Sorbí de la taza de café con leche que Felix me ofreció. Jugué con mis dedos en la mesa, dando pequeños golpes inconscientemente. Mi observación se fija en el movimiento, gradualmente notando que mi visión se desvaneciendo一oscureciendo.

Planté mis manos contra la mesa, pensando en ponerme de pie, hasta que mis piernas se rinden y caí.

Felix está bajando por las escaleras, lentamente. Sé que estoy viendo su silueta, a pesar de lo borroso que están mis ojos, no puedo ver su cara.

一De verdad creíste que no me daría cuenta 一Felix se agacha para recogerme del piso, cargándome sobre sus brazos一. Estás impregnada al olor de los zână, tienes esa marca en el cuello...

一Qué-Qué tiene de malo 一me está costando respirar, el aire no se siente liviano一. Esos son los de mi especie, yo tengo que cuidarlos.

一No es así, Lovelle 一Felix agitó su cabeza一. Lo que te han hecho, es que te han marcado para esclavizarte. Los mântuitors son eso, esclavos para hacer la vida más fácil en su sociedad. Eso somos, los humanos, para ellos

Me duele la cabeza, me palpita. No comprendo lo que me está diciendo.

Lo sentí dejarme en el piso, con gentileza.

一Chan, ve dibujando el pentagrama para revertirle lo que le han hecho a Lovelle 一Felix hace una seña con su mano, mirando hacia atrás, que es donde supongo que estará esperando su compañero. Luego regresa a mirarme a mí一¿Qué mentiras te dijeron esos desgraciados?

一Que ustedes los humanos me han hecho esto, que es culpa de ustedes. Yo-¡Yo soy una zână! ¡Y estoy intentando recuperar mis recuerdos para poder casarme con Minho!

一Lovelle 一lo sentí agitarme, aumentando la confusión de mi cerebro que está luchando por recuperar la visión一. Tú y yo éramos compañeros de trabajo, cazabamos seres sobrenaturales que hacían daño a otras personas...y tú, no estabas comprometida con nadie.

一Muévela un poco para-Ajá, ahí 一el otro muchacho está dibujando algo en el piso, con algo que parece tinta blanca一. No tardo, ya casi termino.

一Me estás mintiendo 一lo agarré yo a él de sus brazos, metí mis uñas en su piel一. Dime que me estás mintiendo.

一Ojalá lo fuera 一suspiró Felix.

一Qué me...qué me están haciendo 一mis piernas están paralizadas y mi campo de visión se acerca a nula一. No me maten, por favor.

一Estamos haciendo un procedimiento de purificación, para que estés libre de esos zânăs一Chan responde antes que su amigo, se pone de pie y se quita los restos de la tinta blanca一. Estarás bien, Lovelle. Estarás bien.

Aunque hable con esa voz suave, no puedo evitar querer resistirme. Intenté arrastrar mi cuerpo por el piso, procurando salir del círculo que han dibujado pero ambos hombres me detienen.

一¿Estás listo, Felix?

一Lo estoy.

En el instante que sospecho que debían tomarse de las manos, una ráfaga de viento azota la habitación antes de siquiera poder hacerlo. El impacto es tan agresivo, al punto en que el ambos cuerpos salen disparados por el aire, hasta dar contra una pared.

一¡Un demonio! 一Chan es el primero en recuperarse del daño y corre en dirección de su colega para ayudarlo a recuperar el balance.

一¡¿Estás seguro que no dibujaste el símbolo equivocado?!

一Silencio, sucios mortales 一Hyunjin vocifera y los dos quedan silenciados en segundos. Los pies de los muchachos dejan de tocar el piso, algo los estaba levantando desde el cuello mientras luchan por sus vidas.

一F-Felix 一uno intenta decir, para después hacer un sonido de que algo se le ha roto en su cuerpo.

一Ninguno de sus artefactos rudimentarios puede conmigo 一el demonio afirmó, y al ver que ninguno de los dos opuso resistencia, bajó la guardia para voltear a verme. Soberbia y subestimación son las principales emociones que se reflejan en su inspección rígida一. Y tú, que no eres ni humana ni mântuitor, no puedes hacer algo bien, ni aunque tu vida dependiera de ello.

一Ayúdame 一tosí, al borde de lagrimear por lo que me han hecho ingerir一. Ten piedad de mi alma, dios. Por favor.

一¿Dios? ¿Al supuesto Dios Celestial? 一se burló, sonriendo ladino.

一Dios Omega 一no me importa si quiere que le llame dios supremo o lo que sea, con tal de que me saque de este sufrimiento, haré lo que sea一. Por favor....por favor.

Estiré mi brazo para poder alcanzarlo a él, mas cuando estoy a unos centímetros de ellos, Hyunjin pisoteó mi brazo contra el suelo hasta que crujió.

一Eso, amada mía, grita más 一movió su pie de un lado al otro, multiplicando el dolor por mil一. Solo así decidiré si mereces vivir o no.

Mis piernas están recuperando la sensación, pero ahora tengo el problema de que mi brazo está hecho mierda.

一Pensaba llevarlos al altar hecho en mi honor que está en el bosque, pero detecto en esta casa 一inhaló profundamente一. Suficiente energía inhumana para llevar a cabo el trasplante.

Sigo sin saber a qué se refiere, no obstante, los ojos de los cazadores se ve que se agrandan más, el pánico reflejado en ellos. No pueden hablar.

一Disfruta del espectáculo, Lovelle 一una vez acabó su oración, unas luces rojas salen del suelo para rodear los cuerpos de Chan y Felix. El par caen rendidos en sus rodillas, sin poder escapar y se ve que están pasando en una ardua agonía一. Da gracias que no eres tú. Agradécele a tu dios, ¡no te escucho!

一¡Estoy eternamente agradecida! 一me arrodillé a su lado, implorando que no me haga sufrir más一¡Gracias, Dios Omega! ¡Gracias!

Un círculo negro se abre en el techo, unas sombras negras y sin forma salen de ahí y entran a lo que sería el calvario de estos jóvenes. Pasan unos minutos retorciéndose de dolor, hasta que un momento, sus cuerpos caen blandos. Las sombras le abren el pecho y arrancan sus corazones.

Sin importar qué tantos corazones palpitantes he visto, nunca termina de perturbarme.

Hyunjin comienza a recitar algo en un idioma desconocido, las sombras se adentran en el lugar que han profanado y como si nada hubiera pasado, las luces se desvanecen en el aire.

En completo silencio 一o casi, si no fuera por el retumbar de mi corazón一 no aparto la vista de los dos chicos que han perdido sus corazones. ¿Están muertos?

Por lo visto: no.

Han abierto los ojos.

Ojos que han perdido vida.

No hay nada en ellos, nada que refleje sentimientos.

No son humanos.

一Dios Omega 一recitan al unísono y se arrodillan para mostrar respeto一. Gracias por darnos un cuerpo.