-Podría estar en cualquier lado. –digo en voz baja. Gohan asiente con la cabeza. Los dos mirábamos una especie de dibujo que le había hecho, explicando cómo están formados los doce universos.

Le había pedido a Gohan ayuda y me lo robé lejos del bullicio.

-¿Qué pasa si nos vamos a otro universo sin permiso?

-A ti te iría muy mal. –le miro con advertencia. –Y si te atrapa la patrulla galáctica, no lo sé.

-¿Patrulla Galáctica? –pregunta Gohan.

-Ya sabes, también hay que controlar los universos. –me encojo de hombros.

-¿Qué me dices de ti? ¿Qué te pasaría a ti?

-Bueno, si se dan cuenta de que entré por el portal sin permiso, entonces me arrestarían, y si pueden ya sabes. –muerdo mi labio inferior. –Lo más sencillo que me pueden hacer es mandarme al infierno.

-¿Sencillo? ¿Qué sería lo peor?

Le miro neutra.

-No lo sé...

-Ángel. ¿Vas a venir? Te estamos esperando. –Goku llega a mi lado. Hoy Bulma había creado una especie de comida para nosotros, intentaba cambiar el ambiente, mejorarlo. Gohan y yo nos habíamos escapado para platicar de esto. -¿Pasa algo?

-No. Ya iba a ir. –una última mirada a Gohan y camino a un lado de Goku. Él rodea mis hombros con su musculoso brazo y así salimos al jardín.

Pan llegó corriendo a mis brazos para cargarla.

-¡Ángel! El abuelo Goku dice que tenías alas. ¿Eso es verdad? –Miro a Goku al instante.

-Algo así. –sonrío de lado. –Hace mucho.

-¡Qué genial! ¿Puedo yo tenerlas?

Estoy casi segura de que sí, tu madre es un ángel todavía.

-Tal vez algún día. –sonrío de lado.

-Oye, deja a Ángel. –le regaña Goten. Ruedo los ojos.

-Estás celoso.

-Solo un poco, pero es enserio. ¡Suéltala! –Dejo a Pan en el piso, ella se acerca a Goten y le pisa el pie. Goten suelta un chillido. -¡Ahora verás! –Y solo los veo desaparecer, uno corriendo detrás de otro.

-¿Estás bien? –Goku besa mi mejilla repentinamente y entrelaza su mano con la mía.

-Eso creo...

-¿Es por Wiss? –hago una mueca de disgusto. –Ángel, tranquilízate. Todo estará bien.

-Han pasado tres días. Cada minuto que pasa es un minuto más cercano a mi condena. ¿No lo ves? –tuerzo los labios.

-No deberías pensar en eso. ¿Por qué no te calmas un poco?

-¡Por que no todo se trata de calmarse! –comenzaba a alterarme. -¿Crees que todo es entrenar y comer? No tienes ni idea de lo que significa tener un poder que depende de los demás. Ni siquiera te puedes imaginar lo que significa ser alguien por obligación. ¡No todo es vivir tranquilos!

Goku aleja su mano de la mía.

-¿Crees que yo vivo tranquilo? Todos los días tengo un disgusto en mi pecho. No sé lo que está pasando, y no quisiera que algo malo te pasara a ti o a mi hija. –Frunce el ceño confundido. –No puedo vivir tranquilo sabiendo que algo amenaza a mi familia gracias a...

-A mí. –termino la frase por él. –Bueno, gracias por hacérmelo saber. Kanon, eres la desgracia de la familia. –me digo a mi misma mientras doy la media vuelta. –Será mejor que me vaya.

-Ángel espera... -pide Goku.

-¡Gohan! –le llamo, ignorando completamente a Goku. –Vamos, terminemos aquello.

-C-claro. –Gohan hace una reverencia de despedida y se va detrás de mí. Tantos años juntos, y Goku logró aprender que no debe molestarme cuando me retiro enojada.

Siempre pasa lo mismo. Siempre tengo que ser yo la que trae los problemas encima.

-¿Estás bien Ángel? –Gohan me detiene con una mano en mi hombro. Agacho la cabeza para que no me vea llorar.

Estaba llorando.

-S-sí. –limpio mis lágrimas disimuladamente. –Estoy muy bien.

-Mi padre no quería decir eso en verdad. –El hijo de Goku me rodea con sus musculosos brazos y no me suelta.

-Ya lo sé. –digo con desgana. –Eso no quita que lo que dijo, fue lo que en verdad piensa de la situación.

Lo escucho suspirar.

-¿Qué piensas hacer al respecto?

-Iré a buscar a Wiss... -susurro. –Solo él puede salvarme.

-¿Irás a los demás Universos?

-No lo sé... No sé qué hacer.

Gohan me abraza por unos segundos más, luego me separa y besa mi mejilla.

-Vamos a mi casa. Prepararé chocolate.

¡Genial!

-¿Crees que armar una nave sirva de algo? –sugiere Gohan. Por primera vez desde hace un par de años lo veo tan normal. Su saco estaba colgado, y ahora solo tenía la camisa blanca de botones arremangada. Su corbata la tenía puesta yo, ya que se la había pedido prestado y no tenía sus zapatos. También se encontraba sentado frente a mí en el piso, recargado en su sillón.

Un par de botellas yacían vacías a nuestros costados... tomamos un poquitín.

-No lo sé. Necesitaría ser una taaan buena que ni siquiera sintieran mi presencia dentro de ella. –alargo el "a". Gohan asiente con la cabeza, mirando al techo.

-Tu vida es muy difícil.

-Siempre lo ha sido. –suspiro. Me recuesto en la alfombra de aquella sala y le miro desde mi posición. -¿Crees que Goku me odie?

-¿Eh? ¿Por qué dices eso?

-Bueno, le grité frente a los otros. Ya sabes... y luego me fui. –me encojo de hombros.

-Yo creí que conocías a mi padre mejor que yo. –suelta una pequeña risa. –Es imposible que él te odie. Ni en otra vida lo haría.

Sonrío de lado.

-Tal vez y tengas razón.

-La tengo. –se ríe. El alcohol le ha afectado un poco más que a mí.

-Oye. ¿Dónde está Shina?

-Está en su trabajo. Tal vez buscando información para ayudarte. –se encoje de hombros.

-¿Dejaste a Pan en la fiesta?

-Piccolo la va a cuidar hasta la noche. –dice sin importancia. -¿Qué me dices de un portal que te lleve directamente a otra dimensión?

-¿Eh? –le miro confundida.

-Sí, con suerte llegarías a otro Universo.

-¿Puedes hacer eso? –Gohan se queda mirando al vacío.

-No.

-Gohan dime... -me incorporo y me acomodo para verlo fijamente. -¿Crees que Wiss esté en otro Universo?

Gohan me mira atentamente, estaba pensando su respuesta.

-No lo conozco muy bien, no te sé decir...

Asiento con mi cabeza.

-De acuerdo, de todos modos estoy igual.

Un sonido estruendoso sonó fuera de la casa. Gohan y yo nos volteamos a ver confundidos, luego, alguien tocaba la puerta.

-¿Esperas visitas? –susurro por lo bajo mientras me incorporo con dificultad para abrir.

-Nadie.

Abro la puerta sin saber lo que me esperaba.

-Señorita Kanon.

-Esto debe ser una broma...-me recargo en el umbral con una sonrisa traviesa. Frente a mí se encontraba una especie de pulpo verde, sobre él tenía una corona y me miraba con seriedad. Era el Rey Galáctico.

-Ninguna broma. He venido porque me han reportado algo serio... -el rey me mira algo nervioso.

-¿Le han reportado algo? ¿Quién? –sonrío de lado.

-Ese dato no te lo puedo dar, sin embargo vengo por ti, Kanon. –el rey carraspea su voz. –Me han dicho que no hace mucho fuiste al sexto universo sin permiso.

-Es ¡Muy cierto! –le señalo con el dedo. -¡Mira Gohan! ¡El pulpo me está hablando!

-¿Pulpo? –se dice el rey a él mismo.

-Á-ángel. Los pulpos no... ¡Oh por Dios! ¡Hay un pulpo fuera de mi puerta! –Gohan me mira a mí. -¿Por qué?

-No lo sé, algo de un reporte... -miro al rey una vez más. -¿Quiere chocolate?

-No. Kanon, necesito que vengas conmigo.

-¡Oh! ¡Claro! ¿A dónde vamos?

-A una asamblea. Te llevaré a que te arresten. –pude ver como una gota de sudor cayó sobre su supuesta frente.

Frunzo el ceño con delicadeza, pude sentir como la borrachera se me quitó de golpe.

-¿A-asamblea? ¿De qué habla?

-No tienes permitido ir a otros Universos. –explica. –Saliste de tu protección, así que se ha roto una especie de tratado. Aunque estés en este Universo, ni siquiera el dios Bills podrá detener que te arresten, pues ahora sí te están buscando por todos los universos, incluido éste.

-¿Estás bromeando?

-No, de hecho. Necesito que tu esposo venga con nosotros, y si se puede tu hija también. –El rey dirige su mirada a Gohan quien se había recostado en el sillón.

-¿Quién fue el que reportó esto?

-No puedo decirlo.

-¡Escúchame tú pulpo malvado! –Tomo al rey de sus tentáculos y lo levanto hasta mí. –Si no me dices quién fue, entonces yo misma te asaré vivo y te mandaré a cocinar con Bulma.

-¿Quién comería a un pobre pulpo? –dice con nerviosismo.

-Yo te comeré si no me dices ahora mismo quién me reportó.

-F-fue la señorita Vados.

¿Eh?

-¿Qué dices? –un aura negra me rodea por completo.

La voy a matar.

De un momento a otro todo cambió, pues ahora el Pulpo se encontraba dentro de un costal.

-¡Corre Kanon! –Kyle había aprovechado la distracción y lo había encerrado en aquel costal.

-¡El ya vio a Gohan! ¡Lo van a torturar! –digo con horror.

-¡Llévalo contigo!

Corro al interior de la casa y mientras Gohan dormía sobre su sillón, llegué yo y lo tomé de la muñeca, con mi otra mano coloqué dos dedos en mi frente.

-Juro que las pagaras, Vados. –Y me tele transporto a otro lugar.

-¿Qué pasó? –Gohan se sobaba la cabeza. Había caído sobre una roca.

-Gohan, mírame. –Tomo a Gohan de los hombros para que no despegue su mirada de mí. –Me encontraron.

-¿Eh?

-Ellos no saben que Goku es mi marido y Renka es mi hija. Te tuve que traer conmigo, lo lamento tanto.

-... ¿Eh? –seguía sin entender.

-¿Sigues tomado?

-No.

-¡Entonces presta atención! El Rey Galáctico te vio conmigo y si no te hubiera traído, te habría llevado a la asamblea y te habrían torturado entre todos para que confesaras.

-¿Rey Galáctico? ¿Hablas del pulpo?

-Sí. –suelto un suspiro de resignación. –Seré idiota.

-Oye, no es tu culpa.

-¡Sí lo es! Ahora estás involucrado.

Kyle aparece justo en medio de nosotros, luego me regala una de sus mejores sonrisas.

-¿Cómo están?

-¿Qué le hiciste?

-Nada.

-Kyle...

-Tranquila, lo amenacé. Gohan está completamente seguro y puede regresar a su casa con su familia, pero tú... -hace una mueca de disgusto. –Estas frita hermanita.

-¿Me entregaste? –pregunto esperando lo peor.

-¡No! –se ofende. –Pero el rey está dispuesto a buscarte. Esto ya no me está gustando nada.

-¿Por qué lo dices?

-Porque las cosas se complicaron. Escuché todo lo que dijo. ¿Sabes lo que significa? –yo niego con la cabeza. –Que tal vez hay dioses en éste Universo que ahora te estén buscando. Hay patrulleros con la orden de arrestarte. Hermana, si sales de esta te besaré los pies y diré que eres la mejor.

-Eres el peor hermano. ¿Sabes? –ruedo los ojos. –Supongo que ya no importa si rompo las reglas y voy a los otros universos.

-Supongo. –dice él. –Pero... ¿Crees que Wiss pueda lograr algo? Esto ya se enredó mucho.

Ahora que lo pienso... ¿Wiss podría ayudarme?

-N-no lo sé.

-Ángel, tranquila. –Gohan coloca su mano en mi hombro. –Todo estará bien.

"Todo estará bien"

-¿Qué haré con Goku? –murmuro por lo bajo. Kyle se encoje de hombros.

-Lo mejor será que te separes un tiempo de él. Por ahora estarán vigilando la tierra, no te puedes acercar a ella...

-¿Bromeas? ¿Qué me dices de mi hija?

-También se quedará allá. –Kyle mira a Gohan. –De una vez te llevaré a ti.

-¿Qué pasará con Ángel? –pregunta Gohan a la defensiva.

-Yo cuidaré de ella. Después de todo soy el hermano mayor.

-Por unos minutos nada más. –digo de mal humor.

-Sí, si claro. –Kyle toma a Gohan del hombro. –Vamos.

-Suerte Ángel. Recuerda que te queremos. –Gohan se acerca a besar mi mejilla, lo último que veo de él es su mirada preocupada, luego desaparece. 

A los segundos vuelve a reaparecer Kyle.

-¿Lista para la aventura?

-Jódete.

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¡Amemos a Goku!