Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Lazos entre hermanos.


Hace una semana que dejamos a Vados atrás. Kyle y yo íbamos en camino al Décimo Universo. Sin embargo, por precaución, de vez en cuando nos deteníamos en algún planeta y durábamos un tiempo ahí.

-Tsk, la comida de éste Universo es asquerosa. –susurro entre dientes.

Apenas llegamos al octavo Universo, de aquí sería más fácil llegar al décimo.

-Gracias por la comida. –agradece Kyle en el idioma del planeta. Ambos vestíamos con prendas que cubrían hasta la nariz, al igual que toda la población. La mujer que atendía, se sonroja.

-¡Vuelvan pronto! –nos dice con emoción. Ruedo los ojos.

-¿Realmente eres tan guapo en todos los Universos? –me quejo en voz alta. Kyle se ríe por mi comentario.

-¿Estás celosa?

-¿De qué? ¿De que siga siendo más fuerte que tú? –me burlo. Él se ríe.

-Auch, eso dolió.

Ahora nos llevamos un poco mejor, ambos hicimos un pacto donde no nos enojaríamos con el otro hasta que todo esto acabara.

Probablemente termine muerta para cuando esto acabe.

-Ya llevamos tres días. –digo de mal humor mientras entramos a nuestra pequeña casa. Me quito las prendas de encima con furia. -¡Y ese maldito dios no se va de aquí!

-Nos ha seguido el paso desde hace cinco días. –dice Kyle imitando mi acción y quitándose las prendas, pero con calma. –Sabe que estamos aquí.

-¿Por qué? –me pregunto en voz alta. Me aviento a la única cama de la pequeña casa y caigo boca abajo.

¿Me quejaba? Bastante, esta casa tenía muy pegada la cocina del comedor, y este de la cama (que por cierto, era individual). Literalmente si querías dormir, podías ver a Kyle cocinando.

-Si seguimos viajando, nos seguirá hasta el décimo. Y eso causará más problemas. –Kyle se recuesta a mi lado con cuidado de no caerse, pero con ambos brazos en la nuca. – Estoy muy aburrido.

-Y yo muy desesperada. –murmuro en la almohada. – ¡Te extraño, Goku!

-Cierra la boca. –Kyle se acomoda de costado y me abraza a él. Giro mi cuerpo para quedar de frente y devolverle el abrazo, ambos quedando pegados en esa pequeña cama.

Aspiro su aroma. – Ya no hueles a frutas. –me quejo en su pecho. –De niños, siempre olías a frutas.

-Ya no somos niños. –defiende él. –Y no he tenido tiempo de ponerme una loción, últimamente. Me disculpo. –bromea.

Ambos reímos ante su ocurrencia por unos segundos, luego callamos de nuevo.

-Tú de niña tenías el cabello más largo. –murmura en voz baja mientras acaricia mis mechones pelirrojos. -¿Por qué te lo cortaste?

-Ser un dios es como ser un soldado. Wiss exigió que me cortara el cabello, pues así sería más fácil controlar el poder que estaba por obtener. –explico. –Además de que no quería hacer muchas cosas porque mi cabello se iría a maltratar, entonces Wiss me lo cortó.

-A mí me gustaba verte entre todos los ángeles, pues tu cabello pelirrojo siempre me gustó. –le miro al rostro, estaba sonriente. –Y siempre pensé que... aunque fuéramos gemelos, tú siempre serías la más hermosa de los dos.

No puedo evitar sonrojarme. Ambos hemos tenido un lazo entre hermanos, toda la vida nos peleamos, y de vez en cuando nos ayudábamos, pero el odio se puso entre los dos cuando nuestros padres quisieron obligarnos a casarnos. Desde ahí nuestra relación cambió. Ninguno le hablaba al otro, y mucho menos lo ayudaba... dejamos de ser hermanos y pasamos a odiarnos.

Este momento es muy íntimo para los dos, pues llevo bastantes años sin saber de Kyle, y ahora estamos juntos de nuevo.

-Y-yo te odié cuando mis padres dieron aquella noticia. –confieso. –Pero el lado bueno es que, siempre pensé que mínimo me casaría con el ángel más guapo.

Kyle se ríe por mi comentario, acaricia mi mejilla.

-¿Siempre me viste como el ángel más guapo?

-Eras mi gemelo, claro que te veía como el más guapo. –me avergüenzo.

-Creí que Zen se te hacía el más guapo.

Zen, era un ángel bastante varonil, cabello negro y ojos claros. En mi infancia llegué a babear por él.

-Ya ni me acordaba de él. –digo sorprendida. –Él me gustaba, pero tú seguías siendo el más guapo. No cualquiera tiene cabello pelirrojo que combinen con los ojos cafés.

-Tu sí.

-Soy tu gemela, tonto. Obvio yo sí. –ruedo los ojos.

Nos volvemos a quedar en silencio, ambos aseguramos nuestro agarre. Cierro los ojos mientras escucho los latidos del corazón de mi hermano. Sin él, ahorita no estaría aquí.

-Gracias. –susurro.

-¿Por qué?

-Por seguir queriendo ser mí hermano.

-Tonta. –aunque me haya insultado, podía sentir su amplia sonrisa en su rostro.

Duramos otro día más hasta que ya no sentimos el ki de aquel dios que me venía buscando, entonces, ambos nos pusimos en marcha a llegar al décimo universo. Por el camino ya no íbamos callados, reíamos a carcajadas recordando cosas de la infancia, o burlándonos del otro.

-Ahora que lo pienso. ¿Qué haremos una vez llegando al décimo universo?

-Bueno, no recuerdo que Vados nos dijera algo al respecto. –digo yo. –Tendremos que buscarlo. Hay que separarnos.

-No. –sentencia él. –Vamos a ir juntos.

-Pero...

-Tal vez tardemos más, pero es necesario por tu protección. –insiste. –Si aparece algún dios, entre los dos podremos hacer algo. Pero no me separaré de ti.

Suelto un bufido de mal humor.

-Vale, pues... vamos.

Habíamos llegado al décimo Universo, lo primero que decidimos hacer fue ir a lugares donde podrían saber algo de Wiss.

-Kyle, a "necesitamos información" no me refería a que nos metiéramos en el nido de los bandidos. –atravesamos el gran pasillo de aquel lugar.

Los más buscados en ese universo se encontraban en ese meteorito con tamaño de un planeta. Había muchos guardas por todos lados, y con solo verme, me dejaron entrar.

-Y-ya no quiero entrar. –susurro. Kyle rueda los ojos.

-Eres más fuerte que todos ellos juntos. –recuerda.

-Oh, cierto.

Llegamos al salón principal, con solo atravesar aquellas puertas, todos dejaron de hablar. Y me refiero a bastante gente. Conforme caminábamos, se abría un camino, pues todos se movían para dejarnos pasar hasta el supuesto "jefe" del lugar.

-Buenas tardes. –digo yo intentando mejorar el ambiente.

El supuesto "jefe" se levantó de su asiento, saliendo de aquella sombra y mostrándose a la luz. Era otra especie, no parecía humano... podría decir que parece un tigre si tuviera que compararlo con alguien.

-¿Uh? ¿Acaso no eres... la chica más buscada en los doce universos? –dice él con voz rasposa.

-No venimos para contestar eso. De hecho, venimos a preguntarte algo. –sentencia Kyle. –Queremos saber información sobre si alguien ha venido a este universo... un hombre de cabello blanco con un cetro.

-¿Qué te hace pensar que te contaré eso? –se burla él. - ¡Ella vale mucho! ¡Tal vez diez veces más que todos nosotros juntos! ¡Hay que atraparla!

Con solo esa orden, toda la gente que estaba en ese salón saltó sobre nosotros. Pero no necesité ni siquiera de una pizca de mi fuerza para lanzarlos a volar a todos. Mientras, Kyle ya se había acercado amenazante ante el tigre.

-¡Te he hecho una pregunta! –grita él. Entonces el jefe comienza a temblar.

-¡Fue hace tiempo! ¡Un hombre extraño con las características que dices vino a e-este universo, pero fue directamente a un planeta! –dice con desesperación. Kyle gruñe.

-¿Qué planeta?

-El sagrado, el planeta sagrado... -lloriquea.

-¿Fue con el Kaioshin? –digo confundida. –Kyle, ya no entiendo nada.

-Nunca lo hemos entendido. –dice él, suelta bruscamente al jefe y camina hacia mí. –Será mejor que encontremos un lugar donde quedarnos por lo mientras, luego haremos un plan.

-¿P-por qué no se quedan aquí? –ofrece el tigre. Kyle le mira con desprecio.

-Serías capaz de sacrificar a todos los que están aquí con tal de que atrapen a mi hermana. –Kyle se veía molesto. –Agradece que no te he cortado la cabeza. Estás ante dioses.

-Habla por ti mismo. –murmuro por lo bajo. Kyle me mira de repente con ceño fruncido.

-¿A qué te refieres?

-Bueno... ya no soy un dios. –me encojo de hombros. Entonces Kyle me mira estupefacto.

-¿Me estás jugando una broma?

-No. –muerdo mi labio inferior. –Vámonos de aquí, te lo explicaré en otro lugar.

-Tsk...



-¿¡Por qué no lo dijiste antes!? –me grita.

-¡No preguntaste! –me excuso. –Ni siquiera sentiste la diferencia de mi ki.

-¿Será porque no muestras tu ki?

-Ah... bueno... ese ya no es mi problema.

-No puede ser. –se veía nervioso.

-Sigo siendo igual de fuerte. –intento arreglarlo.

-Si nuestros padres se enteran que dejaste de ser un dios solamente por un mortal. Quemarán todos los universos para buscarte.

-Exageras.

-Bueno... tal vez un poco. ¡Pero sí se volverán locos!

-Yo creo que, a estas alturas de mi vida, es lo que menos importa. –me quejo con desgana. Ambos entramos al pequeño hogar que Kyle pudo conseguir, ya era de noche, así que tomamos cualquier cosa. -¿Otra vez una cama?

-Siempre está la opción de que duermas en el piso. –cierra la puerta detrás de él. Inmediatamente salto sobre la cama, rebotando un par de veces.

-Extraño a Goku. –digo de mal humor.

-Ya basta con él. –rueda los ojos. Kyle se sienta a mi lado. –Pareciera que no puedes vivir sin él.

-¡Es que no puedo! –me quejo.

-Tienes más de noventa millones de años viviendo sin él. Deja de exagerar. –estaba disgustado.

-¿Por qué odias tanto a Goku? –pregunto a la defensiva. –Él no te ha hecho nada.

-Sí lo hizo. –Kyle mira a otro lado. –Aquel día que te ofrecí venir conmigo lo habrías hecho, si no fuera por él.

-¿De qué hablas?

-Si no hubieras estado enamorada de él. Tu y yo estaríamos viviendo como familia. –se queja. -¡Pero decidiste hacerme a un lado y crear tu propia familia!

-¡Tu decidiste irte por tu lado, no me culpes a mí! –comenzaba a enojarme y mucho.

-Es él la razón del problema entre nosotros. Si tan solo no lo hubieras conocido...

-¡Pero lo conocí! –me incorporo con furia ante sus palabras. -¿Por qué siempre tengo que discutir contigo? ¡Eres muy molesto!

-Soy yo quien está arriesgando su vida por su hermana quien ahora está en peligro solo por estar de caliente con un mortal.

Ambos nos quedamos en silencio. Juro que, si pudiera, le daría un puñetazo en la cara. Pero para que a Kyle le pudiera doler, tendría que poner bastante fuerza, y eso significa, elevar mi ki.

-Si te soy una carga pesada, entonces puedes irte. Nada te detiene aquí conmigo.

-No lo haré.

-Entonces vete a la mierda. –sentencio.

Tomo una de las almohadas y una manta para caminar hasta el pequeño sillón de la casa. A comparación de Kyle, yo soy muy pequeña, así que no habrá problema entre el sillón y yo.

-Apaga la luz. –ordeno. Y él lo hace. Así, ambos nos vamos a dormir.


D: Lamento la tardanza... je je... <3 ¡Hola! ¿Cómo están? sjdkflksjsaf Me gusta escribir de Kyle, no sé... tiene algo que enamora. Y bueno, esperemos que pronto aparezca Goku <3 Gracias por sus comentarios. Se les quiere.


¡Amemos a Goku!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro