𓆩♥︎𓆪 Chapter 08
Desperté en la mañana con un dolor de cabeza punzante. Mi teléfono estaba sonando en algún lugar cercano, extendí la mano para alcanzarlo, pero no lo podía agarrar. Me estiré un poco más y logré golpearlo sobre la cama para que lo pudiera responder.
—¿Hola? -bostecé.
—¡Taehyung! ¿Dónde diablos estás? Se supone que debemos estar practicando -una voz de hombre gritó enojada. Hice una mueca, y alejé el teléfono de mi oído. Traté de levantarme, pero Jungkook estaba encima de mí. Me estaba agarrando de la cintura con su brazo y la pierna la tenía enrollada en mí, él estaba usando mi espalda como una almohada. Y en realidad, era sorprendentemente cómodo.
—¿Hobi? -dije con voz ronca, mirando mi reloj de alarma, pero los números eran borrosos, no los podía distinguir. Cerré los ojos, luego los abrí para ver que eran las 8:42 am. ¡Mierda!
—Sí, ¿quién demonios crees que iba a ser? Se supone que estarías aquí a las ocho treinta, Kim ¿Vas a venir o qué? -sonaba claramente enojado
—Oh, sí, estoy en camino
Jungkook gruñó.
—Dile que es sábado ángel y estoy cansado -se quejó en mi espalda haciéndome soltar risitas.
—Escucha, Taehyung, patea a ese pedazo de mierda fuera de tu cama y ¡Vente para acá! Tenemos una nueva rutina y necesitas aprenderla -dijo Hoseok, sonando divertido ahora, él obviamente había escuchado a Jungkook
Hobi era la única persona que sabía que Jungkook dormía conmigo, él no sabía la historia completa, como el porqué, pero sabía que lo hacía.
Kook me llevaba a mis prácticas de baile todos los sábados, con resaca o no. Sus dos condiciones eran que comprara su almuerzo, y no le dijera a mi hermano. Las cuales estaban muy bien conmigo. Yoongi sabía que yo bailaba, pero nunca me había visto hacerlo, tenía la sensación de que no le gustaría mucho si lo hacía. Jungkook y Hobi llevaban muy bien, lo que en realidad me sorprendió al principio.
—Voy a estar allí en un momento y voy a comprar donas para disculparme ¿De acuerdo? -le ofrecí dulcemente. No quería que se molestara conmigo toda la mañana, ya que me haría trabajar dos veces más duro.
Suspiró.
—Bien, date prisa.
Me revolví un poco y empuje mi teléfono de vuelta.
—Jeon, Hobi dijo que tengo que patear tu culo fuera de mi cama y llegar rápido -dije riéndome entre dientes. Él gimió y enterró su rostro en mi espalda.
—Maldición, los sábados son un dolor de trasero -murmuró, rodando sobre su espalda. Volví la cabeza para mirarlo, y él se encontraba dándome una sonrisa.
—Tu camiseta está un poco levantada. ¿Quieres que lo baje por ti? -preguntó, mirando a mi trasero.
Rápidamente, tiré mis manos hasta sentir que su camiseta, que llevaba puesta, ya se había levantado alrededor de mi cintura, lo que significaba que él tenía una visión clara de mi culo. No sabía muy bien donde estábamos después de lo de anoche, pero creo que tenía derecho a tomarle el pelo un poco. No es como que nunca me había visto en mi ropa interior antes, vio lo suficiente de mí ayer por la noche mientras me sentía mal ¡Solo con mi ropa interior!
—No, gracias, ya lo hago yo -salí de la cama y me quité su camiseta, arrojándosela a la cara, así que estaba allí de pie solamente en mi ropa interior- Gracias por el préstamo -le dije con una sonrisa, caminando seductoramente a mi armario, tratando de encontrar algunos pantalones cómodos o algo que podría llevar para bailar, lo oí jadear, y gemir a continuación, en silencio me mordí los labios para no dejar escapar la risa. Los resortes de la cama crujían, de repente, su cálido aliento estaba soplando en mi nuca, por lo que una sensación extraña recorrió toda mi columna.
—¿Se me permite tocarte hoy? -preguntó en voz baja.
Vaya, ¿Está realmente pidiéndome permiso? Me volví hacia él, estaba de pie justo detrás de mí, en tan solo calzoncillos, pareciendo un dios griego.
—Um... No sé... ¿Quieres hacerlo? -le pregunté, un poco inseguro de mí mismo.
Él había estado con muchas personas antes, todos ellos probablemente más bonitos que yo, y ese fue mi primer beso de verdad, la noche anterior por amor de Dios, apuesto a que ¡Apestaba majestuosamente en eso! Asintió con la cabeza con impaciencia, y sus ojos estaban clavados en los míos. Ni siquiera estaba mirando mi cuerpo a pesar de que estaba prácticamente desnudo, lo cual hizo que mi estómago diera un tirón por alguna razón.
Me puse rígido mientras levantaba sus manos, poco a poco, dándome la oportunidad de detenerlo, él las colocó en mis caderas. Su toque envió un sofoco a mi piel y mariposas a mi estómago. Me empujó hacia delante en su pecho, arrastraba sus dedos lentamente alrededor de mi espalda, por un lado, agarraba la parte de atrás de mi cuello suavemente y con la otra me daba caricias. Me pasó la mano por el trasero con suavidad, únicamente una vez, antes de volverla a subir gradualmente y ponerla en la parte baja de mi espalda. Sus ojos no abandonaron los míos todo el tiempo. La excitación estaba corriendo por mi cuerpo y me quedé allí, congelado, sin saber realmente lo que debía hacer.
Todo esto era tan totalmente nuevo para mí y estaba asustado casi hasta la muerte, pero en el buen sentido de alguna manera. Inclinó la cabeza lentamente y sentí que mis ojos se agrandaban, a la espera de que sus suaves labios hicieran contacto con los míos. Justo cuando estaban a punto de conectar, mi celular volvió a sonar, haciéndonos saltar. Miramos el teléfono, mi corazón estaba regresando lentamente a un ritmo normal cuando empecé a volver a la realidad. Jungkook estaba mirando el teléfono, y tuve la impresión de que estaba tratando de disparar rayos láser de los ojos para que dejara de sonar. Me reí de su expresión exasperada y me aparté de él para responder. El identificador de llamadas, dijo Hoseok, una vez más. Suspiré y lo abrí.
—¡He dicho que estoy en camino! -puse los ojos en blanco a pesar de que sabía que no podía verme.
—Solamente para asegurarme que tú y tu amigo culo caliente no se vuelvan a dormir -dijo en modo de burla.
Apague el teléfono y volví a mirar a Jungkook, él seguía observándome, pero se estaba vistiendo al mismo tiempo. Le sonreí y devolvió la sonrisa, la cual era agradable. Por lo general, se transformaba en Jungkook, el imbécil del día, burlándose de mí, casi tan pronto como me despertaba, pero hoy parecía diferente. No pude evitar preguntarme cuánto tiempo duraría. Fui a mi armario y cogí unos pantalones sueltos de color gris y un pulóver blanco holgado, agarré un bóxer limpio y fui al baño a cambiarme. Mientras caminaba junto a él, me agarró la mano, haciendo que me detuviera.
—Sabes que tienes el culo más lindo del mundo, ¿Verdad? -susurró, justo antes de que presionara sus labios con los míos ligeramente, enviando lo que se sentía como relámpagos en todo mi cuerpo.
Cuando me soltó, lo miré un poco sorprendida.
—Sí, apuesto a que se lo dices a todos los omegas con los que te revuelcas -murmuré, sacudiendo la cabeza y caminando dentro del baño, cerrando la puerta y tomando una respiración profunda.
¿Qué hay de malo en mí? ¿Por qué él estaba haciendo que me sienta así? ¡Es Jungkook! Él te va a aplastar y vas a terminar como esa maldita puta de Jihyo, rogando por su atención una vez que él ha terminado y consiguió lo que quería.
Pero él no me haría eso a mí, había pasado toda la noche conmigo por los últimos ocho años. Lo necesitaba para poder dormir, él mantuvo las pesadillas alejadas de mí. Él no me haría daño, ¿Verdad? Confío en él para mantenerme a salvo, pero ¿Podría confiar en él con todo mi corazón? Sabía que la respuesta a eso era que no, no podía, pero por alguna razón quería. Cuando salí del cuarto de baño se había ido, pero esto no fue una sorpresa.
Me acerqué a mi ventana para bloquearla como de costumbre y vi una pequeña margarita blanca en la repisa de la ventana. Miré por la ventana y sonreí, estas flores crecían a las afueras de mi ventana, tiene que haber elegido una para mí cuando salió, y la dejó allí sabiendo que la vería cuando cerrara la ventana. Mi corazón dio un vuelco y sonreí, un poco confundido, no era costumbre de Jungkook hacer esas cosas.
Suspiré mientras metía la pequeña flor en mi cabello y luego me dirigí a la cocina, tomando dos cajas de jugo. Escribí una nota para Yoon diciéndole que había ido a bailar, y que le ayudaría a limpiar más tarde si dejaba que Jimin viniera a ver una película esta noche. Sabía que iba a ir a por ello, este era mi soborno de costumbre por ayudar a limpiar después de sus fiestas, Jimin vendría a nuestra casa en la tarde y él pagaría por la pizza y una película. Todo lo que él tenía que hacer era aguantar a un omega golpeando sobre él.
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Tengan una bonita semana.
Les quiere 💕
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𓆩Candy𓆪
2-4-2024
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