Me desperté a la seis en punto como de costumbre para apagar mi alarma; la silencie e intente, sin éxito, moverme lejos de Jungkook. Tenía mi cabeza en su pecho y mi pierna encima de su entrepierna, lo cual, como siempre, ya estaba llena de "gloria matutina". Él tenía su mano en mi rodilla, fijando mi pierna ahí, y su otro brazo envuelto tensamente alrededor de mi cintura. Cuando traté de moverlo, apretó su agarre, murmurando algo entre sueños sobre no querer ir más a la universidad.

Moví mi brazo y toqué su estómago.

—Seis en punto -murmuré, tocándolo de nuevo cuando no abrió sus ojos.

Él gruñe y apretó su agarre, moviéndome así que quede completamente encima de él. Podía sentir su erección presionando mi trasero, Jadeé con la sensación, era extraño, pero en verdad se sintió bien. ¿Qué demonios estaba mal conmigo? ¡Este es Jungkook por el amor de la diosa luna! Trate de liberarme, pero eso solo nos hizo rozarnos en lugares en los que prefería no pensar. Mi cuerpo comenzó a cosquillear y no pude evitar que un pequeño gemido se escapara de los labios, Oh dios mío, ¡Eso en verdad se siente bien!

— ¿Jungkook? -le susurré.

Él abrió sus ojos de golpe y me miró, impactado. Su expresión rápidamente cambio a su sonrisa característica, la cual quería golpear fuera de su rostro.

—Buenos días, ángel. Wow, esto es una primera vez -ronroneo, alzando sus cejas dándome una mirada sugerente.

— ¿Me puedes soltar por amor de dios? -le dije. Él alzó sus manos a modo de rendición y rápidamente rodé encima de él.

—Son las seis -refunfuñé, frunciendo el ceño.

Él se volteó de lado para mirarme.

—Está bien, pero no estés enojado conmigo todo el día, por favor. No sabía que había hecho eso, lo siento ángel, ¿Está bien? -susurro, dejando un beso en mi frente antes de salir rápidamente de la cama para ponerse su ropa

— Bueno -murmuré, posicionándome en el lugar donde él se había acostado.

—Te veré después -me dio un guiño antes de salir por la ventana.

Dándome la vuelta, enterré mi rostro en su almohada, aspirando su aroma, todavía estaba impregnado en ella y eso me hacía sentir seguro y calmado. Me hundí en un sueño pacífico por otra hora.

Después de vestirme más relajado que ayer, me concentré en la música de mis auriculares y estaba bailando felizmente cuando lo vi comiendo mi cereal de nuevo ¡Cada jodido día! Suspire y le arrebate el cereal de sus manos

— ¡Demonios, Jungkook, hay como cuatro cereales en las alacenas y solo te comes el mío! ¿Por qué? ¿Lo haces para enojarme? -pregunté, frunciendo el ceño, cuando comencé a masticar mi desayuno.

—Buenos días para ti también, ángel -dijo adecuadamente, con una sonrisa de diversión en su rostro.

—Claro, hola -me dejé caer en el sofá y comí mi cereal mientras que Yoongi entraba a la cocina.

—Ey, chicos, ¿Están listos para irnos? -pregunto Yoongi, lanzándonos a cada uno una cajita de jugo.

Ambos asentimos y nos dirigimos al auto de Jungkook, Mientras me acercaba a la escuela, Chanyeol me agarro del brazo y me llevo para una charla.

— ¿Qué sucede? -pregunte preocupado.

Parecía un poco desesperado; su cabello se encontraba desorganizado, como si hubiera estado jalando de él.

—Olvidé que el cumpleaños de Baek es mañana ¡Y no tengo idea de que darle! -gruño desesperado, pasando sus manos por su cabello fuertemente, confirmando mis sospechas.

—Tranquilízate hombre, aún tienes tiempo. Ahora, ¿Qué clase de cosas le gustan? -pregunte, pensando en Baekhyun.

—Quiero darle algo que pueda tenerlo con él, pero no sé qué... -cerro sus ojos, para volver a entrar en pánico.

—Por dios Chanyeol cálmate ¿Qué te parece un collar? Le gusta la joyería, ¿verdad? También podías darle un joyero para que pueda guardar sus prendas dentro -sugerí.

Su rostro se iluminó.

— ¡Sí! Tiene un gusto por los joyeros antiguos ¡Esa es una idea genial! Oh Dios, gracias, Taehyung, ¡Te debo una grande! Me saltaré las materias de la mañana para poder conseguirla -dijo, sonriendo emocionadamente y salió corriendo, mientras agitaba su mano para decirme adiós.

Camine regreso al colegio, y note que no había casi nadie.

Mierda santísima, ¿Llego tarde? Comencé a correr por el pasillo; pude ver a Jungkook y un par de sus amigos caminando hacia mí.

—Disminuye la velocidad, Tae, te caerás. -grito Kook, sonriéndome mientras yo seguía corriendo hacia él.

Cuando lo pasé, saco su pie para hacerme tropezar, pero antes de que cayera al suelo envolvió sus brazos alrededor de mi cintura, y me levanto.

—Ángel, sé que te encanto, pero no necesitabas tropezar para caer an mis pies -bromeó, haciendo reír a todos sus amigos. Lo golpeé en el pecho fuertemente, mirándolo- Oh, también me gusta lo rudo, ángel, sabes eso.

Todavía no había soltado mi cintura, dio un paso hacia adelante y presiono su cuerpo contra el mío, sus manos se deslizaron hacia mi trasero.

— Esto es muy esponjoso -susurro en mi oído.

Odiaba ser tocado; traía horribles recuerdos de mi padre. Jadeé, y antes de que siquiera pudiera pensar en lo que estaba haciendo, subí mi pierna y le di un rodillazo en las pelotas. Él gruñó y me soltó rápidamente, doblándose por la mitad agarrándose ese lugar.

— ¡Mantén tus jodidas manos fuera de mí! -grite, tratando de no llorar. Estaba luchando por respirar y mis manos estaban temblando.

Me di la vuelta para alejarme corriendo, pero me agarró por la mano y me empujó hacia el de nuevo.

—Tae, solo estaba bromeando, sabes que no sería capaz de hacerte daño -susurro.

Su voz se quebró un poco, sonaba como si tuviera algo de dolor. Miró directamente mis a mis ojos; y pude ver la honestidad en sus profundos ojos azules, los cuales se encontraban cristalizados. Me dio un abrazo y enterró su nariz en mi glándula de olor, respirando profundamente, para después depositar un beso. Esto es lo que siempre hacía para calmarme, cuando lloraba en su hombro; esta era la única cosa que parecía funcionar. Podía sentir su corazón latiendo rápidamente contra mi pecho, así como sentía sus feromonas, las cuales habían salido disparadas cuando me vio al borde del llanto. Respiré su olor hasta que me había calmado, me moví hacia atrás, él solo me estaba mirando arrepentido.

—Lo siento. No debería haber hecho eso, ángel, no pensé -dijo en tono de disculpa.

Asentí con la cabeza y bufé, limpiándome la cara con la manga.

—Yo también lo siento, ¿Te duele? -le pregunté, haciendo una mueca ante la idea de lo fuerte que le había dado.

Se encogió de hombros.

—Estoy bien, me lo merecía -respondió, inclinándose para mirarme a los ojos de nuevo. Aparte la mirada rápidamente, sintiéndome incómodo. Tenía la sensación de que cuando Jungkook me miraba de esa forma, podía ver mi interior, el que trataba de esconderle al mundo, ese niño asustado que odia el contacto físico, porque me traía recuerdo de aquellos domingos y mi padre llevándome al sofá, guiándome a sentarme en su regazo.

Cuando la gente me tocaba, incluso omegas, mi corazón se iba a toda marcha y siempre comenzaba a sentirme enfermo. Las únicas excepciones a esto son mi madre, Yoon y Jungkook. Esta era la razón exacta por la cual no tenía citas, la idea de que alguien me toara o besara, hacía que mi piel se pusiera de gallina.

Aparte la vista de él y me di cuenta de la gran mancha húmeda en su hombre sobre el cual había estado llorando. La limpié, frunciendo el ceño.

—He arruinado tu camisa -dije mientras hacía un puchero molesto.

— Tengo otras, ángel, no te preocupes -contesto con una sonrisa fácil, que no era ese tipo de sonrisas que le daba a todo el mundo, esta era una sincera, de esas que solo me daba en las noches o cuando no había gente alrededor.

Mire alrededor y caí en cuenta de que estábamos solos en el pasillo, me quede en estado de shock.

— ¿Dónde? -murmure, mirando de un lado del pasillo a otro.

—Ellos fueron a clases -respondió- Vamos, no hay razón para ir al final, así que vamos a ir por algo de tomar o algo así -me tomo de la mano dirigiéndome al estacionamiento donde se encontraba su coche.

—Jungkook, ¿Qué? ¡No puedo faltar a clase! -grite, mirando alrededor rápidamente para ver si alguien veía a dos estudiantes escapando fuera de la universidad.

Se echó a reír.

—Vamos, ángel, saltarte una clase, no te hará daño. Ya estamos diez minutos tarde de todas formas -abrió la puerta del copiloto y me hizo señas para entrar.

Suspiré y de mala gana me subí dentro. Realmente no me importaba pasar tiempo con Jungkook, pero solo dependía de cuál Jungkook estaría aquí conmigo, el de la noche o el del día. El de la noche era un alfa considerado, cariñoso y atento, en cambio, el del día era coqueto, un hijo de puta y un masoquista de primera. Sin embargo, ambos me hacían sentir protegido y seguro. Me volví a mirarlo mientras conducía, tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

— ¿Qué te sucede? -le pregunté, un poco preocupado, de que esto fuera a convertirse en una especie de broma que iba a acabar mal para mí o avergonzarme.

— ¿Qué quieres decir? ¿No puedo estar feliz de que pasemos tiempo juntos? -me pregunto, dándome un guiño coqueto. Puse los ojos en blancos y gemí. Genial, una hora con el Jungkook del día es mi peor pesadilla.

Holaaa, como ya estoy terminando una de mis otras historias empezaré a subir capítulos de esta. Lamento la espera. A partir de ahora actualizaré mas seguido

Las fechas de actualización es: 1-11-21 de cada mes.

Quisiera saber si les gustaría que los capítulos fueran largos como el primero o si así les gusta más. Siento que si es muy largo aburriría. Por eso lo dividí en tres partes.

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