Sábado y el canto de los pájaros anunciaban un nuevo día, siendo acompañado por rayos de sol que apuñalaban mi persiana que hacía el intento de impedirlo. Abrí mis ojos lentamente y me quedé en la cama en silencio procesando que recién me levantaba, tomé mi teléfono para ver mis redes sociales y luego de unos minutos me levanté para dirigirme al baño y asearme.

Al terminar, fui hacia la cocina para preparar mi desayuno, como no tenía ganas de hacer algo elaborado, decidí servirme un tazón de yogurt de frutilla con cereales y unas cuantas frutillas; cuando ya estuvo listo, fui hacia la sal de estar, encendí el televisor, me senté en el sillón de piernas cruzadas y comencé a comer mi desayuno con una cuchara mientras oía las noticias matutinas.

-... Hoy, alrededor de las seis de la mañana se produjo un accidente automovilístico en la autopista central de Tokyo, el evento provocó un choque en cadena llevándose consigo tres heridos, uno de gravedad y los restantes con heridas leves, además de un fallecido de 25 años –habló la reportera- Hasta ahora, la identificación del masculino difunto es Hajime Kokonoi, un joven empresario...

Al escuchar el nombre se me hizo conocido, pero como no mostraban una fotografía de la persona, no le di importancia, supongo que son los típicos borrachos que salen apenas sale el sol. Terminé mi comida y llamé a Kazutora para decirle que en la noche sería la cena con mi familia, él gustoso aceptó y dijo que me recogería para ir juntos.

Mi mañana se basó en limpiar todo mi departamento, almorzar y ver uno que otro capítulo de "The good doctor", una serie muy buena y más para alguien que aspira a ser como el protagonista. En la tarde hice las tareas restantes de la universidad, concluí un libro que llevaba desde hace un mes intentando llegar al final.

Cayó el atardecer y fui a darme una leve ducha, pues en la mañana ya lo había hecho, sequé mi cabello y cuerpo, decidí vestirme con unas calzas del tono de mi piel, una falda de color beige, zapatos del mismo color, una polera de cuello alto negro y un abrigo que me llegaba por un poco encima de las rodillas de color negro, me desenredé el pelo y lo peiné en una coleta alta, por último, pero no menos importante, me maquillé un poco.

Esperé en el sofá a que llegara mi pareja, lo mejor es que no tuve que esperar tanto ya que a los minutos se escuchó el tono de mi teléfono avisando que tenía una llamada.

- Angelito, estoy abajo –habló en tono dulce.

- Voy –colgué y salí de mi departamento cerrando con llave.

Al llegar a la recepción me despedí con una sonrisa al chico nuevo y fui hacia Tora.

- Hola amor –dije dándole un beso en los labios.

- Hola... ¿esa falda no es muy corta? –preguntó alzando una ceja.

- Emm... no –respondí mientras veía si tenía algo mal- Para mí está bien, no le veo lo malo y me gusta cómo me queda.

Él asintió no muy convencido y me tomó de la mano, no sin antes dar una mirada a la recepción. La casa de mis padres no quedaba tan lejos de mi apartamento, solo unos veinte minutos caminando; fuimos conversando de cosas al azar mientras yo le indicaba el camino.

Al llegar, abrí el protón metálico, saludé al guardia de seguridad quien me devolvió el saludo, caminamos un trazo más y toqué la puerta de entrada.

- ¡Mamá! ¡La adoptada y su novio llegaron! –gritó Hisao quien fue el que abrió la puerta.

- ¡¿Cómo que adoptada!? ¡Si soy la que más se parece a nuestros padres! –reclamé golpeándolo en la cabeza.

- Eres la del medio, es lo más lógico –dijo mientras se sobaba el lugar golpeado y se hacía a un lado para darnos espacio así entramos.

Tora solo se reía de la escena, le di un empujón para que los dos fuéramos hacia el comedor; al llegar a la habitación, mi padre y hermano mayor estaban de pie soltando un aura oscura con los brazos cruzados, y en frente de ellos estaba mi madre totalmente diferente, tenía una sonrisa y sus manos juntas mientras expulsaba un aura con flores rosas y corazones.

- ¡Bienvenidos! –saludó mi madre, una mujer de mi misma altura, tez blanca y cabello castaño recogido en un moño- Mucho gusto, mi nombre es Aratani Abe.

- Mucho gusto señora Aratani –correspondió.

- Hola mamá, papá... e imbéciles –dije en un suspiro al nombrar a mis hermanos- Tora, ellos son mi hermano mayor, Hikaru, y mi hermano menor, Hisao. Y por último mi padre, Hitoshi Abe –un hombre de casi 1,80 metros, cabello corto de color negro y unas cuantas canas, su piel no era ni blanca ni morena, intermedio diría yo, todos dicen que soy una copia exacta de él solo en femenino.

- Es un placer conocerlo al fin, soy Hanemiya Kazutora, pueden decirme como gusten –dijo con una sonrisa.

- Hola –respondió cortante mi padre- ¿Qué tal si vamos a sentarnos y así hablamos?

Suspiré agotada y nos cada uno se sentó en su lugar, la mesa era rectangular, mi progenitor se ubicó en la punta y mi madre a su lado derecha, Hikaru al frente de ella e Hisao al lado de él, yo me senté delante del menor y Hanemiya a otro costado. Dos empleadas de la casa sirvieron la cena y mamá decidió romper el hielo mientras comíamos.

- Bueno... Kazutora-kun ¿a qué te dedicas?

- Soy compañero de clase de Anna-chan, me gustaría ser un gran veterinario –respondió luego de tragar el trozo de carne de cerdo que estaba masticando.

- ¿Qué intenciones tienes con mi hija? –preguntó el adulto directamente.

- ¡Papá! –reprendí.

- Annaisha, lo invitamos para conocerlo. Quiero saber qué hace contigo, no permitiré que estes con un bueno para nada.

- Hitoshi-san, si quiere saber si le haré daño a su hija, mi respuesta es no –confesó el de mechones rubios- Amo a su hija más que nada y jamás haría algo que la lastime, sino ¿por qué razón soy su novio? Como pareja de Anna-chan mi deber es estar para ella y cuidarla, no utilizarla y dejarla así nomás.

¿Amo... a su hija? –pensé atónita con un gran sonrojo- ¡¿Me ama?! ¡Bájale un tantito! ¡¿Tan rápido? No, espera, capaz soy yo la que va lento, después de todo soy yo la que no sabe de estas mierdas.

- Que cursi –dijo Hisao con una mueca de asco- ¿Juegas a la Play? ¿O eres de los típicos imbéciles que dicen que son para niños?

- No, claro que no, me encanta la Play y mi juego favorito es "Call of Duty: Black Ops Cold War", salió el año pasado, si quieres un día quedamos y nos damos una partida, soy muy bueno con los comandos y haríamos un gran dúo -a Hisao le brillaron los ojos y respondió calmado.

   -En mi opinión es mejor "Resident Evil Village" es nuevo y sus gráficos sobrepasan los demás, además la historia es exquisita. Pero podemos probar con los dos juegos y vemos en cuál nos desarrollamos mejor.

¡Que frikis! –pensamos mi hermano mayor y yo al mismo tiempo.

- Me caes bien, supongo que lo del otro día fue un malentendido... Además, me basta con que no seas esos típicos novios idiotas y celosos –interrumpió Hikaru encogiéndose de hombros- Y tu tatuaje está genial, te hace ver rudo –hizo la seña de garra con su mano. Tora río y asintió.

- ¿Te ha gustado la comida Kazutora-kun? Espero sea de tu agrado –dijo mi madre.

- Está muy buena, la cocción está al punto justo y los condimentos le dan ese toque delicioso ¿lo preparó usted? Se ve que es buena en la cocina.

Mi madre se sonrojó y movió la cabeza en forma de afirmación, Hikaru levantó el pulgar como "bien, fase: ganarse a la suegra salió exitosa".

Con mi padre comenzó a hablar sobre deportes y economía, raro, pero ya se llevaban bien, hasta mi papá reía con lo que decía Tora; con el menor de todos hablaba de videojuegos; con mi madre sobre comida y postres; y con el mayor de los hermanos de tatuajes y cosas al alzar, Hikaru no es de las personas que mantiene un solo tema de conversación. Yo solo reía sobre los comentarios que lanzaban entre todos y aportaba algo de vez en cuando.

Kazutora fue aceptado por mi familia y estaba muy feliz por eso. 

Nota: es un dato random, pero me inspiré en los hermanos Sabaku no (Naruto) para hacer a los hermanos Abe, amo a Temari, Kankuro y Gaara y quería hacer algo parecido. ¡Nos vemos!