Capítulo 10
- Llo nuca te podé olvidaaa~ -iba cantando.
- Yo nunca te podré olvidar, así se pronuncia amor –corregí mientras reía de su pronunciación.
- Bueno es lo mismo, igual nadie sabe lo que digo.
Nuestras vacaciones terminaron hace unos días atrás, el viernes para ser exactos, llegamos cansados por lo que el sábado dormimos todo el día juntos; y ahora íbamos de camino a la universidad, a Tora le gustó muchísimo Argentina, y por si no se dieron cuenta, le gustan las canciones de la "Champions Liga", me salió de barrio, además de que se hizo fan del club "Boca Juniors" porque un día pasábamos por un parque y estaban los hinchas celebrando que ganaron un partido de fútbol y a él le gustaron los colores de la camiseta, si, le gusta el club por los colores y no por sus habilidades o partidos ganados, lo mejor de todo es que se compró la camiseta y en estos momentos la lleva puesta. Ah, por último, se enamoró del mate luego de aprender a tomarlo correctamente sin quemarse, se trajo consigo un juego de mate (que consiste en un termo donde se coloca el agua caliente, dos recipientes para poner el azúcar y la yerba, y el vaso de madera) para tomar aquí en Japón además de comprar unos paquetes de yerba.
Llegamos al salón de clases, al ingresar vimos a Rumi y Baji, nos acercamos, y en los pocos minutos antes de que entrara el profesor, nos pusimos a hablar de cómo las pasamos en las vacaciones.
- Baji –lo llamó Kazutora- ¡Tomemos mate!
- ¿mate? –preguntaron al unísono. Hanemiya comenzó a explicar feliz de que se trataba la bebida.
- ¿pero la yerba no se fuma? –cuestionó confundido el de dientes caninos.
Ya sé de donde sacó eso Tora –pensé.
- ¡A sus asientos! –dijo apenas entró el profesor.
Una vez tomamos asientos, el maestro continuó tomando asistencia, siendo yo la primera en la lista.
- Bueno, como sabrán estamos en la segunda parte del ciclo lectivo, es decir que falta otra fase para ya terminar el último año de la carrera –comenzó a explicar- La primera etapa se basó en introducción, en la segunda desarrollo y la última en cierre de temas. Con la profesora Jin del otro salón hemos quedado de acuerdo en juntar las dos clases para un proyecto sobre un animal en peligro de extinción alrededor del mundo. Asimismo, al terminar iremos a la sala de proyección para juntarnos. Este trabajo tendrá un plazo de una semana para entregar, por lo que el lunes que viene deberá estar terminado.
En la universidad hay varias carreras, en la parte de médico veterinario solo existen dos grupos, mayormente solo hay uno, pero cuando empezamos hubo muchos aspirantes con muy buenas notas por lo que se decidió dividirlos en dos.
Terminamos y al salir del salón vimos al otro grupo haciendo lo mismo, los profesores se reunieron y nos guiaron hacia la sala de proyección. Ingresamos y cada uno se sentó en una de las tantas sillas, nuestros superiores se colocaron al frente de todo y nos explicaron la temática del proyecto, al finalizar la explicación Okawa-sensei comenzó a decir las parejas que eran uno de cada salón, hasta que llegó mi turno.
- Abe Annaisha y Matsuno Chifuyu –me puse de pie y caminé hacia ellos, a mi lado iba un rubio de pelo corto- El animal seleccionado para ustedes el leopardo de las nieves. Pueden retirarse –y nos entregó una imagen de este.
- Mucho gusto, espero podamos trabajar bien –habló sonriente mi acompañante.
- Lo mismo digo Matsuno-kun. Si te parece en el receso podemos acordar una hora y día para hablar.
Asintió y se fue a sentar en su sitio, yo copié su acción.
- ¿Cuál te tocó angelito? –preguntó- A mí me tocó el oso panda.
- El leopardo de las nieves, sinceramente no tengo idea de algo sobre el. Supongo que la investigación tardará algo.
La clase terminó debido al timbre que anunciaba el descanso, cada estudiante tomó sus cosas y se retiraron en orden.
- ¡Abe-chan! –gritaron a mi espalda. Giré y me encontré con el rubio.
- Matsuno-kun, justo te estaba buscando. ¿Te parece pasarme tu número así estamos en contacto?
- Claro –sacó su teléfono del bolsillo posterior de su jean y me lo entregó, anoté su número en mi carpeta- No te olvides de hablarme, es poco el tiempo que nos dan y no me gustaría hacer las cosas así nomás.
- No te preocupes, cuando terminen las clases te hablaré para que acordemos un día y lo hagamos -Asintió y se despidió de mi con una sonrisa y un movimiento de mano.
~~
Las clases finalizaron y mi madre me llamó para avisarme que hará una cena así nos juntemos los Abe para hablar de nuestras vacaciones, acepté obviamente.
- ¿A dónde vas? ¿No ibas a tu departamento? –preguntó con una ceja alzada mi novio.
- Iré a la casa de mis padres, mamá hará una cena para todos.
- Mándame una foto de tu cara al llegar.
- ¿Por qué de mi cara? ¿No te basta con un mensaje? –pregunté en tono divertida, aunque no me divertía mucho pues siento que no me tiene confianza.
- Me gusta tu cara angelito, nada más- respondió encogiéndose de hombros restándole importancia- Pero si no quieres, con un mensaje es suficiente –terminó con una sonrisa.
- De acuerdo, una foto será –dije un poco convencida.
Me despedí de él con un beso y partí hacia la residencia de los Abe. Al llegar toqué el timbre y fui recibida por Hisao quien me cerró la puerta en la cara.
- ¿Quién es hijo? –se escuchó la voz de mi madre.
- Nadie importante mamá –respondió mi hermano menor.
- ¡Hisao hijo de cebra! ¡Abrí o te rompo la puerta! –grité.
- No.
- ¡Hisao abrí!
- No.
- Bueno ¿sabes qué? Ahora que estoy afuera puedo ir a la caja de electricidad y cortar los cables del internet.
- ¡Pero si es mi querida hermana mayor! ¡Pasa Anna! –abrió la puerta y me abrazaba.
Maldito... –pensé.
Saludé a mis padres y a Hikaru, dieron por iniciada la cena y cada uno contaba que tal le fue en su destino. Fueron anécdotas muy divertidas, y más por parte de Hikaru quien decía que las chicas lo rechazaban. La comida entre todos fue agradable, pero ya era hora de ir nuevamente a mi departamento, por lo que me despedí de mi familia.
Al llegar lo primero que hice fue darme una ducha rápida antes de dormir, me encanta ducharme porque así duermo fresca y no sudo tanto. Cuando terminé de cambiarme me acordé que no llamé a Chifuyu, por lo que tomé mi teléfono para ver si estaba en línea, pues a era tarde, vi que si lo estaba por lo que lo llamé.
- ¿Si? –respondió.
- Hola Matsuno-kun, soy Abe Annaisha, disculpa la hora en la que te llamo.
- ¡Oh! No importa, no estaba dormido de todos modos.
- Mejor entonces ¿te parece si pactamos el día del encuentro? –hizo un sonido de afirmación- Bien... el trabajo se entrega el lunes que viene, y es algo largo para variar... –me coloqué en el calendario que tenía pegado en mi habitación y me puse a ver mi agenta.
- ¿El miércoles puede ser? Sino el viernes también es buena opción.
- El miércoles me parece genial, también tengo el viernes libre en caso de no terminarlo pasado mañana.
- ¡Genial! ¿Lo haremos en la biblioteca de la universidad o en alguna casa?
- Si gustas puede ser en mi departamento, se me hace más cómodo y tendremos mejor internet, el de la biblioteca es horrible y anda muy lento.
- Cierto –soltó una pequeña risa- En tu casa entonces, luego de clases podemos ir.
- Sip, te paso mi dirección por las dudas. Nos vemos mañana Matsuno-kun.
- Hasta pronto Abe-chan.
Colgué y me metí a su chat pasándole mi dirección. Él respondió con un sticker de gato rodeado de corazones, le clavé el visto y apagué mi teléfono para dormir. Pero antes de poder conciliar el sueño sonó, con pereza atendí.
- ¿por qué no me avisaste? –fue lo primero que escuché- ¿sabes lo mucho que me preocupé?
- ¿Tora? Agh mierda... lo siento ¿si? No me acordé.
- Estabas en línea ¿te olvidaste o no quisiste? –dijo en un tono acusador.
- Me olvidé, Kazutora –solté un suspiro cansador y con una pizca de arrepentimiento, pues él lo hace porque se preocupa- Luego de la cena con mis padres me vine al departamento y llamé a mi compañero de trabajo así acordábamos cuando nos juntaríamos, de suerte me acordé que debía a él, además estaba muy cansada.
- De acuerdo ¿pero estás bien? –preguntó en un tono amoroso.
- Si amor, perdón por preocuparte.
-No pasa nada, pero por favor no lo hagas más. Duerme bien angelito.
- Adiós chiquito –me despedí en tono argentino.
Colgué tras escuchar la risa de Tora, puse a cargar mi celular y ahora sí podía dormir tranquila.
Nota: Según internet, para la mayoría de las escuelas japonesas el año escolar empieza el 1 de abril y está dividido en tres periodos: de abril a julio, de agosto a diciembre y de enero a marzo. Ah y les dejo esta fotito del leopardo de las nieves, es más lindo. Otra cosa, no se mucho sobre la carrera de veterinaria por lo que la mayoría de las cosas serán de mi imaginación, lo afirmo en caso de que haya algo erróneo. Ahora si ¡Bye, bye!
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