Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¿Qué Quieres de Mí?

Capitulo Final

...

Serim pensó, por alguna extraña razón que lograría cambiar por lo menos un poco de su pequeño ángel, pero la realidad es que un árbol torcido no se arreglará con el tiempo, Ahn Seongmin es y siempre será el mismo niño caprichoso dispuesto a jugar con cualquier persona.

Serim al final recibió dos llamadas para el trabajo, pero mintió diciendo que otro bufete le llamó primero y que ya había aceptado, las primeras semanas todo pintaba color rosa, Seongmin era lindo y amable, Serim creía que estaba logrando tantas cosas, estaba orgulloso, pero en unos cuantos días todo volvió a lo que era antes, incluso mucho peor.

Seongmin espera, podrían vernos, —reclamó Serim, Seongmin lo llevó al jardín, exactamente en la parte de los rosales de su madre, hay una casita cubierta de flores, nadie se acerca por ahí en las tardes así que el menor aprovechó para robarle besos a su hyung.

—Hyung, eres muy cobarde, —dijo el chico con diversión, las cosas cambiaron entre ellos, Seongmin al menos antes no le reclamaba nada a Serim, pero ahora el menor es todo un controlador, quiere saber todo de Serim, quiere tenerlo cerca todo el tiempo y lo más peligroso, quiere besos en todo momento, algo que Serim no puede mantener a raya.

Serim suspiró nervioso, deseando que nadie los vea, tomó a Seongmin del cuello y lo atrajo para un beso rápido.

Ya no había un sutil juego de labios y mordidas tentadoras.

Había rudeza y nerviosismo, desesperación, pero también deseo incontenible, deseo que corre por cada vena de sus cuerpos, y algo que posiblemente solo late en Serim.

Amor...

Aunque desearía no enamorarse nunca de un inmaduro adolescente que solo quiere jugar, no cambiaría esos besos y momentos tiernos con el menor, porqué, aunque no quiera, Park Serim está enamorado, con un tonto más de los que caen por un imposible.

El beso terminó dejando al menor con el deseo de seguir, pero alguien debe ser consciente del peligro y ese es Serim, mirando a todos lados y con mucho cuidado, se permitió abrazar al menor.

—Seongmin, amor, no podemos seguir así, entiende por favor, que es muy peligroso, ¿Tienes idea de lo que puede pasarme si tus padres se enteran? —preguntó el mayor deseando que ahora si logre que su travieso ángel se dé cuenta de lo que hace.

—Diré que fui yo quien te sedujo, —comentó con diversión, Serim negó separándose del abrazo, posó su palma sobre la mejilla izquierda de Seongmin y presionó un beso en su frente.

—Amor, seas cual sea tu testimonio, eres menor de edad, son tus padres los que dirán lo que quieren que se haga conmigo, créeme que sé mucho sobre el tema, —recordó indicando sus estudios, pero nada parece suficiente para que Seongmin entienda.

El menor le miró con molestia, —pareciera que no me quieres, —acuso.

—No digas eso, te quiero, demasiado para mi gusto, y porque te quiero es que debo tener cuidado.

Pero Seongmin no quería escuchar, su mirada se volvió fría y se alejó de Serim, ni siquiera avisó que se iría, solo dejó al mayor con el corazón contraído en un sentimiento de rechazo.

Rechazo hacia Seongmin, porque el chico solo quiere jugar.

...

—Solo lo diré una vez y espero que entiendas Serim, —dijo la señora Ahn, —por el aprecio que te tengo al cuidar de mi hijo no voy a decir nada, pero te quiero lejos de él, no mañana, ni pasado, te vas hoy y antes de que Seongmin regrese de clases.

La hermosa mujer se levanto de su lugar en la silla del despacho de su esposo y se fue, Serim sabía que no tardaría mucho en que alguien se diera cuenta de lo que pasaba entre él y su ángel.

Ni siquiera se molestó en tratar de pedir disculpas a la señora Ahn que le dio toda su confianza, sabía que eso no serviría de nada, no tenía más por hacer, fue a la habitación que usó en sus días de trabajo y guardo sus cosas.

No se despidió de nadie.

Deseaba explicarle a Seongmin porque se iba, pero entre menos lo viera, pronto lo olvidaría.

Cuando llegó a lo que es su pequeño hogar, una ola de tristeza se apoderó de él, ya no podría ver al menor despertar y arreglarse, no lo vería rabiar porque algo no le gusta, ya no hablaría con él todas las mañanas de camino al colegio, ni lo recogería por las tardes para escucharlo quejarse de sus clases adicionales, ya no habría abrazos tiernos.

No habría más de su pequeño ángel.

Se quedó dormido entre el desorden de su pequeño departamento, por la noche, cuando despertó se dio cuenta de que necesitaba seguir y avanzar, no permitiría que toda su vida se perdiera por un jovencito que solo jugaba con él, porque, aunque lo adorara con el alma, Ahn Seongmin solo era un chico grosero y caprichoso.

Pasó la noche reacomodando su hogar, decidió tomarse el día siguiente antes de volver a buscar trabajo, trabajaría de lo que pudiera hasta que lograra entrar a algún bufete, se odió por rechazar el trabajo antes, si hubiera aceptado no se vería en esta situación, pero quería quedarse con el menor.

Los siguientes días fueron difíciles, debía apretarse el estómago por falta de dinero, pero también pudo darle un repaso a algunos libros de los que usaba en la universidad.

Consiguió trabajo de mesero en una cafetería, pero no dejó de visitar bufetes para conseguir algo mejor.

Un par de semanas después, cuando creía que todo iba bien, el destino quiso hundirlo más.

Seongmin estaba con un chico, le pareció que era alguien de un grado mayor o algo parecido, los dos vestían sus uniformes, Seongmin estaba feliz, se abrazaba con el chico y le daba besos en la mejilla, el chico al que escuchó que le llamaba Wonjin, abrazaba al menor de forma protectora, Serim sintió alivio al ver al nuevo guardaespaldas detrás de ellos. Pero su corazón dolía de ver a su ángel tan feliz sin él.

Y comenzó a preguntarse que era lo que Seongmin quería de él en todo ese tiempo, cuando le coqueteaba, cuando le hacía bromas o comentarios subidos de tono, ¿Qué era lo que el menor buscaba?

...

Fin de semana, tres meses lejos de Ahn Seongmin, su trabajo en la cafetería lograba mantenerlo, pero no le quedaba nada como para ahorrar y comenzar a pensar en algo mejor, no podía darse lujos, vivía al día y eso se sentía tan molesto.

Creyó que el tiempo haría lo suyo y le permitiría olvidar al menor, pero no contaba con que Seongmin lo encontrara, la primera vez que lo vio de nuevo el chico actuó como si no lo conociera. Llegó con el chico de antes, parecía que ahora son novios o algo así.

Serim pensó que el menor solo quería burlarse de él, pero después Seongmin fue a verlo a su departamento.

—¿Cómo llegaste aquí? —fue lo primero que pudo preguntar.

—Me trajo mi nuevo guardaespaldas, —habló el menor con sencillez, no esperó a que Serim le invitará a pasar, él solo pasó, —me dejaste sin decir nada, estaba molesto contigo y quise vengarme, —siguió diciendo mientras se sentaba en un pequeño sillón.

—Era mejor así.

—Mamá me dijo que ella te despidió, por eso vine, —eso le sorprendió, la señora Ahn lo quería lejos, no tenía por qué decirle la verdad, —si te lo preguntas me lo dijo por que deje de hablarle hasta que se rindió, —Serim podía ver que Seongmin era diferente de la última vez.

—¿A qué viniste? —quiso saber, —¿Qué quieres de mí?

—Todo, —dijo sin dudar, —todo lo que eres, lo que puedes darme, te quiero a ti, porque me gustas y nadie va a quitarme lo que quiero.

Ahí está de nuevo, el pequeño chico caprichoso que creyó que podría olvidar.

Serim se sentó a su lado, Seongmin le miraba con molestia, es seguro que esta enojado, pero a Serim no le importa, llevó sus manos a las mejillas del chico y sin aviso, pegó sus labios a los del jovencito.

Seongmin se sorprendió, pero no tardó en ceder, Serim le sujetó por la cintura y tomándolo con fuerza lo subió a su regazo, profundizó el beso permitiéndose ser agresivo, presiono al chico contra su cuerpo, sus labios ansiosos por más, su lengua saboreando la exquisita sensación del besó.

Seongmin gimió sujetando a Serim de los hombros, jadeo y lo ultimó fue sentir un leve dolor, Serim le mordió el labio.

—Ya no lo harás más, Seongmin, ya no vas a manipularme, si quieres algo conmigo tendrás que aprender a controlarte y dejar esa actitud demandante, soy tu mayor, respétame como tal, —Seongmin iba a protestar, pero Serim lo calló con un beso, igual de arrasador, con sus manos presionando la cintura del ángel y sus labios dejando al chico sin aliento.

Seongmin de pronto se vio luchando por ser él quien dominara el beso, pero Serim es más fuerte.

Se alejó de Seongmin dejando sus labios rojos e hinchados, sus ojos suplicantes y las mejillas en color cereza.

Serim lo quitó de encima, caminó a la concina, Seongmin lo siguió. El mayor tomó un poco de agua y se giró a mirarlo.

—¿Podemos vernos de nuevo? —preguntó Seongmin.

—Claro que sí, pero solo si te comportas, no más caprichos, no soy tu juguete, —al menor asintió porque, aunque no quería aceptarlo lo extrañaba, no era solo Serim quien tenía sentimientos, Seongmin aprendió a valorar lo que Serim decía cuando se fue.

Pasó días triste, rechazaba y se escapaba de su nuevo guardaespaldas hasta que logró llegar a un acuerdo con él, no le hablaba a sus padres y su madre pronto cedió, le había hecho creer que salía con uno de los hijos de sus amigos, pero Seongmin solo buscaba volver a ver a Serim y ahora que lo consiguió no lo perdería de nuevo, no importa que él mayor sea menos dócil, Seongmin solo quiere estar con él.

Pasaron unos minutos más juntos, Seongmin le contó todo lo que hizo para lograr ir a verlo y le prometió arreglar poco a poco su personalidad.

Los siguientes días fueron más calmados para Serim, por fin consiguió un trabajo mejor como asistente legal, seguía trabajando en la cafetería los fines de semana y Seongmin comenzó a visitarlo también en fin de semana, ahora que el menor entendía que no siempre se haría lo que él quisiera, Serim se permitió ser un poco duro con él, lo hacía estudiar más, ofrecía besos y abrazos como recompensa y Seongmin estaba feliz con ello, Serim también es feliz, está muy feliz de poder seguir junto a su lindo y caprichoso ángel que ya no parecía ser intocable.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro