Serim lleva dos días en cama, no es mucho, pero parece realmente muy poco cuando Seongmin la pasa cuidando de él. Los señores Ahn le pidieron que se quedara en una de las recamaras de empleados para que los demás sirvientes le cuiden como recompensa por su excelente trabajo protegiendo a Seongmin. Su encuentro con aquellos tipos fue realmente agotador, Serim piensa que fue suerte, o podría ser que esos tipos solo querían asustar un poco a los Ahn, por que Serim vio que llevaban armas de fuego en sus fundas pegadas a su cinturones, pero nunca las usaron, lo más fácil era disparar y acabar con él de un solo tiro, así se llevarían a Seongmin, pero no lo hicieron, jugaron un rato con Serim, mientras este luchaba por defenderse, en pocos minutos sus refuerzos llegaron y los tipos se fueron.

En conclusión, Serim les hizo saber a los Ahn que esos hombres solo buscaban asustarlos, no pretendían llevarse a Seongmin, los Ahn le agradecieron por su trabajo y observaciones, le dieron la semana entera para descansar, la buena noticia de todo esto fue que a Seongmin también le permitieron faltar a todas sus clases por la tarde, Hyunwoo se encargaba de llevarlo al instituto por la mañana y las tardes las tenía totalmente libres, pero en lugar de pedir salir con sus amigos, el menor cuida de Serim, no deja que las sirvientas lo toquen, y menos la nueva, por alguna razón que Seongmin aún trata de reconocer, no soporta a la chica nueva, le sonríe a todos todo el tiempo y más a Serim, eso realmente le fastidia al menor.

—¡Hyung, no te atrevas! —gritó el menor cuando Serim estaba intentando levantarse de la cama, es la tarde de su tercer día en cama y de verdad no soporta estar acostado todo el tiempo, —tienes que seguir descansando, solo dime que necesitas y lo traeré para ti, —propuso obligando a Serim a recostarse de nuevo.

Serim soltó una pequeña carcajada, es la primera vez que Ahn Seongmin es amable con un empleado y Serim solo piensa que es realmente muy agradable, podría acostumbrarse a ser atendido de manera tan atenta por su lindo ángel rebelde. Serim está feliz de que por lo menos algo resultó bien para Seongmin, descansar de esas estresantes clases le ayudara al menor a quitarse peso de encima.

—Seongmin, no es necesario que me cuides tanto, el doctor dijo que puedo moverme un poco, para que no se adormezcan mis músculos, —Seongmin frunció el ceño por esa declaración, él solo quería tener a su hyung en esa cama para que duerma mucho y él pueda cuidarlo.

—Bien, ¿y a donde quieres ir? yo te acompaño, —estableció con esa sonrisa brillante que Serim no puede ver muy seguido. 

—¿Podemos ir a la cocina por algo de agua? —preguntó el mayor.

—Hyung para eso puedo ir yo solito y regresar super rápido, —se quejó Seongmin, pero no puso resistencia, incluso corrió a ayudar a su mayor para que le fuera más fácil levantarse de la cama, Serim caminaba tratando de apoyar lo menos posible de su peso en el cuerpo de su ángel, pero el menor se pegaba demasiado a él rodeando su cintura con su mano derecha, sin problema llegaron a la cocina, una señora mayor y la jefa de los sirvientes la señora Shin, se alegró de ver a Serim mucho mejor a comparación del día en el que llego en brazos de Hoseok, Serim inconsciente, con varios cortes en el labio y su mejilla derecha, su rostro y algunos músculos de su cuerpo bastantes inflamados por lo múltiples golpes.

La nueva sirvió el vaso con agua y lo acercó a Serim con esa sonrisa absurdamente irritante que Seongmin quería borrar de su cara bonita, Serim dio las gracias y le sonrió antes de tomar el vaso, solo por ese gesto tan pequeño como lo es un agradecimiento amable, Seongmin golpeo el vaso de cristal perfectamente limpio, el vaso cayó al piso rompiéndose completo y esparciendo tanto el agua como trozos de vidrio.

Seongmin sonrió con autosuficiencia y miró a la chica con odio, —limpia y trae un vaso nuevo, —ordenó sin titubear, la chica corrió a limpiar.

—Seongmin, ¿Qué haces? —preguntó Serim con enojo en su tono.

Seongmin no respondió, tampoco se volvió a mirarlo, sabe bien que si lo hace caerá rápido y terminará disculpándose, y no pretende disculparse por algo que disfruta mucho.

La chica sirvió agua de nuevo y la acercó a Serim con su linda sonrisa, el vaso apenas tocó la mesa donde Serim estaba sentado cuando Seongmin tiró el vaso al piso de nuevo. La chica se asustó, la señora Shin solo desvió la mirada, hace tanto que conoce al chico que ya no sabe como reaccionar a ese tipo de abuso a los empleados, la chica corrió a limpiar otra vez.

—Espera, antes de que vuelvas a limpiar, trae otro vaso y sirve el agua, —ordenó, Serim ya estaba colocándose de pie para acabar con toda la escena, la chica le sonrió otra vez, —alto, —dijo Seongmin y la chica se paralizo de inmediato, —suelta el vaso, —ordenó, y la chica obedeció, el vaso cayó al piso quebrándose completo, Seongmin se acercó a ella y le susurró al oído, —¿Eres tonta? ¿Porqué sigues cometiendo el mismo error? —la chica se congeló sintiéndose mareada, —¿Tengo que hacer que rompas todos los vaso de mi casa niña? —y entonces una ola de entendimiento ahogo a la chica, recordó lo que hizo cada que Seongmin le ordenó agua, ella le había sonreído a Serim, la chica miró a Seongmin y después a Serim que no entendía nada, la chica se movió rápido, sirvió agua y la dejó sobre la mesa sin sonreír ni mirar a Serim, —oh pero si eres una chica muy inteligente, solo rompiste tres vasos.

La sonrisa y diversión en los ojos del ángel fueron igual a la maldad de un integrante del infierno, un ángel caído, eso parecía el chico ahora, Serim no sabía como reaccionar, pero su sangre hervía en ira por el abuso a la joven mujer, bebió el agua lo más rápido que pudo y sin mirar a Seongmin caminó apoyándose de las paredes para llegar a su habitación.

Seongmin notó el enojo en su hyung y de inmediato se acercó para ayudarlo, pero Serim lo rechazó.

"¿En serio está molesto por esa niña tonta?"

—Hyung, ¿qué te pasa? —preguntó inocente y Serim lo miró incrédulo.

—Seongmin ¿porqué hiciste todo eso? ¿ella no te ha hecho nada? no tienes ningún derecho a tratarla así. —soltó con amargura, se enamoró de un ángel malvado e intocable. Cada vez es más difícil tratar de alcanzarlo, el chico se empeña en seguir subiendo más lejos de su mediocre alcance humano.

—Hyung, por favor esa chica es una tonta-

—¡Ya basta Ahn Seongmin! —gritó Serim interrumpiendo al menor, el chico bajo la mirada, Serim jamás le había si quiera levantado la voz, Seongmin podía ver el enojo en sus ojos marrón oscuro, ojos dolidos, ojos tristes. —Dime por qué lo hiciste. —Exigió.

—Nadie se mete con lo mío, —dijo simple y sin mirarlo, la confusión en Serim solo creció.

"Este chico realmente me ve como un objeto"

Se dijo el de cabellos claros con aflicción en el pecho, dolor que oprime su corazón, eso es lo que Park Serim es para el caprichoso y egoísta niño rico, un juguetito que nunca prestaría a nadie.

Ni si quiera le dirigió la mirada, Serim solo siguió caminando a su habitación mientras el chico se quedó mirando a su espalda como se marchaba, la tentación de irse y buscar otro empleo le hizo temblar, Serim no querí dejar su trabajo, le pagan bien, se lleva bien con todos, debe seguir tomando clases de defensa y es feliz cuidando de Seongmin, pero están también sus sentimientos y ese enamoramiento traidor que siente por el chico, no quiere seguir siendo un juguete, no quiere sentirse como un objeto y no más, Serim quiere que lo amen como cualquier otro ser vivo, si deja su trabajo es posible que conozca a alguien mucho mejor que un niño caprichoso y maleducado, podría enamorarse de una chica amable o de algún chico, el genero no le importa en realidad, sabe que si se aleja de los Ahn no habrá más peligro, tiene suficientes ahorros como para tomar algún curso que pueda agregar a su curriculum y salir a buscar trabajo de lo que realmente le gusta o por lo menos conseguir trabajo de asesor legal, cualquier cosa es mejor que seguir soportando un amor unilateral y toxico.

Ni siquiera se dio cuenta de cuando sus pies dejaron de sostenerlo, Serim se desmayó a mitad del pasillo, Seongmin gritó por ayuda y en segundos, Hoseok y Hyunwoo le ayudaron a regresar a Serim a su habitación.

Seongmin no se movió de su lado lo que restó de la tarde, aprendió a valorar la paciencia cuando deseaba que Serim despertara y el mayor no abrió los ojos, aprendió a apreciar los pocos momentos tranquilos que le da la vida cuando se cómodo entre los brazos de Serim para escuchar los latidos se su corazón, el sentimiento de tranquilidad que sintió días atrás se hizo presente en el silencio de la habitación, la tentación de revivir ese sentimiento por completo lo llevó a admirar las facciones masculinas de su hyung, algo maltratadas por los golpes pero hermosas como todo él, mientras Serim se sentía tentado a dejarlo, Seongmin tenía la tentación de probar sus labios, algo que Serim ha querido por meses y nunca ha podido, Seongmin lo hizo en segundos y sin dudar.

Su cabellos oscuros se removieron con la brisa casi nocturna que se adentró por la ventana, Seongmin con sus esponjosos labios posados suavemente sobre los maltratados de Serim, el menor cayó en tentación cuando sus labios se rozaron, nadie tocaría a su hyung de nuevo, nadie es digno más que él, su primer beso lo ha regalado a Park Serim.