Recordando lo que le había dicho a Margo, me levanto pero me doy cuenta de algo, hay un bulto en mi cama improvisada, se que es ella y al levantar mi sabana, allí esta a mi lado.

Me pregunto como le hace para saber donde estoy, ¿es sonámbula acaso?

Lentamente me pongo de pie y veo a Konoka durmiendo plácidamente, se ve linda siempre y cuando no haga cosas raras. Al bajar las escaleras como siempre esta Alexa preparando el desayuno.

—Buenos días Alexa.

—Alexa: Ah buenos días Alex.

—Preparas ricas comidas y te lo agradezco, descansa por ahora y dejame cocinar.

Ella tranquilamente me contesta:

—Alexa: Claro.

En eso bajan Konoka y Margo, algo somnolientas se sientan a esperar el desayuno, una de ellas se da cuenta que Alexa no prepara el desayuno hoy.

—Hora de cocinar.

Las 3 se quedan viendo con rostro de asombro y expectativa al ver como preparo unos simples pero efectivos huevos estrellados.

—Listo, el toque final.

Al concluir les pongo un poco de sal y condimentos al huevo. Lo sirvo en partes iguales y nos sentamos.

—Disfruten.

Ellas se comen el primer bocado y como niñas probando caramelo, les percibo felicidad, por lo visto les encanto.

—Alexa: ¡Wiiiii que delicia!

—Margo: Que rico, te salieron bien.

—No es por ofender, pero practicaba la cocina cuando estaba desanimado de mi entrenamiento.

—Konoka: ¿Que rayos es esto?, nunca había probado una comida humana así.

—No son cualquier huevo estrellado, yo lo llamo, ¡huevos estrellados modo heroico!

—Margo: Nada mal, pero nunca superarás mis habilidades en la cocina.

—Ya veremos, ya veremos.

Así de alegre es nuestro desayuno, al finalizar le recuerdo a Margo sobre el entrenamiento, ella me indica que vaya a traer algo para usar como arma, voy por mi vara de bambú, al recoger todo, decido llevar unas tiendas que usaba mama para las acampadas pero me acuerdo de algo.

Como vamos a acampar si mañana tengo clases.

En ese mismo rato un mensaje llega a mi celular, en el cual es Facu avisándome que debido a unas capacitaciones no habrán clases por unos días.

—Mmm, bueno entonces si podremos acampar.

Aun que es solo para entrenar, le vendra bien a Alexa y Konoka pasear un rato para respirar aire puro. Así que les digo que también se alisten para salir. Al cabo de unos minutos ya estamos en camino a un lugar en las montañas.

Sera bueno para mi también, ya que no tendré que preocuparme de ese tipo por un rato. Al transcurrir una hora mas o menos, encontramos un buen lugar, saco la tienda y Alexa me ayuda a prepararla, al ver el tiempo, saco los ingredientes que traje, no nos toma mucho el prepararlos y comerlos, al pasar un ratito. Les indico a Alexa y Konoka que ire con Margo a entrenar y que se pasen el rato disfrutando de una rivera que hay cerca de nosotros.

Al llegar a un pequeño claro es momento de comenzar.

—Bueno estoy listo.

—Margo: Claro, primero que nada hay que empezar por lo básico, los cazadores de espíritus como nosotros usamos un tipo de energía que fluye en nuestro cuerpo todo el tiempo, lo llamamos Chi, con ello podemos usar poderes relacionados a los elementos de la naturaleza.

—¿Ya veo pero como se supone que use el Chi?.

—Margo: Buen punto, no estoy segura si recuerdas algo, pero el primer paso consiste en meditar y concentrarse en sentir la naturaleza dentro de ti, es un poco difícil para mi explicártelo en palabras.

—Lo intentare.

Cierro mis ojos y relajo mi cuerpo, concentrando mi mente en percibir la naturaleza a mi alrededor y poder canalizarla en mi.

Debido a lo que hago, no sentí el tiempo avanzar. Después de varios intentos, percibo una sensación familiar, la que había sentido en 3 ocasiones.

—Lo logre, Margo lo logre.

—Margo: Que bueno, creo que hay que intentarlo.

Ella se pone a la par mía y me indica que copie su posición. Luego me dice que repita lo mismo que ella.

—Margo: Arte Chi.

—Arte Chi.

—Margo: ¡Muro de viento!

—¡Muro de viento!

Inmediatamente ambos provocamos una ráfaga de viento muy fuerte. Es algo impresionante lo que hice.

—Margo: Bien, eso si fue bueno.

Para mi es algo mediocre, ya que siento que mi ráfaga es débil en comparación con la suya.

—Margo: Eso fue para aprovechar ese flujo de chi, pero por lo visto hay que enseñarte lo básico de habilidades.

Ya decía yo que algo no me cuadraba en esto.

—Bueno adelante.

Ella se alegra de mi entusiasmo al aprender, ahora que lo pienso, por que ese entusiasmo no lo tengo al estudiar. En fin seguí meditando hasta poder ser capaz de controlar esa sensación. Lo cual logro después de un buen rato.

—Margo: Parece que ya puedes controlarlo, ahora es hora de hacer el primer intento.

—Ok.

—Margo: Primero que nada trata de materializar tu arma, ah para hacerlo tienes que concentrarte y trasladar el flujo a tu mano.

Sigo sus instrucciones al pie de la letra y aun que me cuesta concentrarlo, al cabo de unos minutos logro materializarlo.

—Margo: Muy bien ahora trata de enfocar tu chi en tu arma y imagina que esta en llamas.

Lo hice y veo mi espada en llamas.

—Margo: Ahora imaginala en forma acuosa.

Al hacerlo mi espada es de agua, al tener creatividad intento imaginarla de otras composiciones, lo cual me encanto los resultados.

—Margo: Bien Alex, ahora es momento que trates de usarla para atacar.

Ella me señala a un árbol enfrente nuestro primero empiezo con la forma de fuego, luego con la acuosa y sucesivamente en orden de elementos.

Golpe tras golpe hasta que logro controlar un poco mejor mi flujo de chi. Pero siento una enorme fatiga al retroceder un poco para continuar.

—Margo: Es suficiente por hoy vamos de regreso.

Al recuperar un poco el aliento, volvemos a la tienda, al regresar veo a Konoka leyendo un libro y a Alexa comiendo unos bocadillos.

—Ya volvimos.

Ambas se alegran y Alexa me pregunta sobre como estuvo el entrenamiento. Konoka no parece interesada en eso. A pesar de lo cansado que estoy nos divertimos conversando, viendo pelear a Alexa y Margo sobre cocina y cualquier cosa.

Así parecemos una familia en un día de campo común y corriente o eso creo.

—Oigan chicas tengo una idea, acompañenme.

Antes de eso quito las cosas por que me parece mejor idea otro sitio, ellas algo desconcertadas por mi idea, me siguen hasta que llegamos a una parte donde es mas despejada la vista de un hermoso atardecer, no me resisto a recostarme en el pasto. Están maravilladas de la vista.

Después de un rato de ver, decido tomar una foto al paisaje para no olvidar el momento. Luego de eso ponemos la tienda donde al hacerlo llega el anochecer y el firmamento de estrellas se tiñe, preparo la fogata y la cena que es un nyori (pollo) a la brasa que me quedo excelente. Al terminar de comer ambas se quedan viendo las estrellas, aun que me gusta ver el cielo, el cansancio me gana y me voy a dormir temprano.

Entre que cierro mis ojos recuerdo que no use mi vara de bambú bueno da igual.

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—Alexa: Waaauuu, miren las estrellas.

—Konoka: No son la gran cosa, si no fuera por Alex, andaría vagando por el pueblo.

—Jajajaja.

Las tres reíamos durante el resto de la noche cuando vemos pasar una estrella fugaz.

—Alexa: Miren, por que no pedimos un deseo.

—Mmm no lo se.

Konoka se queda pensativa de eso, mientras come unos dulces y solo observa.

—Alex pide un deseo.

Al darme la vuelta veo que Alex no esta acompañándonos, ellas también se dan cuenta y al revisar dentro de la tienda, allí esta el durmiendo profundamente.

No se que nos sucedio en ese momento pero como si pensáramos lo mismo, tomamos una de las sabanas y lo cubrimos, después de eso apagamos el fuego y cerramos la tienda para cubrirnos del frío. Al verlo antes de dormir, me digo a mi misma.

Parece que todavía te quedan fuerzas, si no hubiese sido por eso, serias muy fuerte, no dejare que Lizael te descubra.

Después de eso me quedo dormida.

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Continuara...